InfoCatólica / Razones para nuestra esperanza / Categoría: Anticatolicismo

21.07.25

“Vayan y hagan discípulos en todas las naciones”

Un mapa que muestra cómo los Doce Apóstoles y el Apóstol San Pablo cumplieron el mandato misionero de Jesús anunciando el Evangelio a gran parte del mundo conocido

Daniel Iglesias Grèzes

El sitio web de la sociedad académica católica francesa Enjeux de l’Étude du Christianisme des Origines (Temas del Estudio del Cristianismo de los Orígenes - https://www.eecho.fr/) no cesa de ofrecer contenidos valiosos y bastante inusuales. El día 04/07/2025 publicó una reseña, escrita por el P. Édouard-Marie Gallez csj, del número 9 de la revista 1000 raisons de croire (1000 razones para creer), publicado el día anterior. Ese número contiene un informe de 17 páginas sobre la asombrosa fiabilidad de los Evangelios. Ese informe contiene, entre otras muchas cosas, un mapa sumamente interesante que muestra los recorridos principales de los Doce Apóstoles y de San Pablo en sus andanzas misioneras. La reseña referida reproduce ese mapa aquí:

https://www.eecho.fr/wp-content/uploads/2025/07/1000-raisons-n%C2%B09-3bis-1024x633.png

El mapa incluye un pequeño texto sobre cada uno de los Apóstoles. Reproduciré esos trece textos a continuación, según mi traducción.

Pedro: +67 – Roma. Primero de los apóstoles, jefe de la Iglesia, fundador de las Iglesias de Antioquía y Roma, donde es crucificado.

Andrés: +47 – Patras. Hermano de Pedro, parte hacia el norte, Dacia y alrededor del mar Negro. Es martirizado y muerto en Patras, Grecia.

Juan: +100 – Éfeso. Hijo de Zebedeo y hermano de Santiago, discípulo “muy querido” de Cristo, parte a Éfeso con la Virgen María, donde él termina su vida, después de un exilio en Patmos, donde recibe la revelación del Apocalipsis.

Felipe: +82 – Hierápolis. Compañero de Andrés, parte hacia el norte para evangelizar en Frigia y alrededor del mar Negro, en Tróade y en Crimea. Es crucificado en la provincia del Ponto.

Natanael: +44 – Albanópolis. También llamado Bartolomé, parte hacia el Oriente para evangelizar en Nínive, en Armenia y en Georgia, antes de su martirio, despellejado vivo.

Santiago el Mayor: +41 – Jerusalén. Hijo de Zebedeo, es el primer apóstol mártir, decapitado después de haber evangelizado hasta España. Sus reliquias se conservan en Santiago de Compostela.

Pablo: +68 – Roma. Nativo de Tarso, discípulo de Gamaliel, se convierte tras una aparición de Cristo. Evangeliza en Antioquía, en Grecia, en Dalmacia, en Éfeso y quizás en España. Es decapitado a la salida de Roma sobre la vía Ostiense.

Santiago el Menor: +62 – Jerusalén. Hijo de Alfeo, llamado “hermano del Señor” por ser primo de Cristo, es el primer obispo de Jerusalén, donde permanece toda su vida. Es precipitado del pináculo del Templo.

Mateo: +61 – Alto Egipto. Apóstol y evangelista, parte hacia Yemen, Etiopía y Sudán, antes de ser mártir en el Alto Egipto.

Matías: +63 – Saná. Reemplaza a Judas entre los Doce, parte con Mateo y evangeliza Yemen. Es lapidado y arrojado al mar.

Simón: +hacia 60 – Babilonia. Llamado el “Zelote”, evangeliza la costa oriental de la península arábiga.

Judas: +65 – Babilonia. Llamado Tadeo, hermano menor de Santiago el Menor, parte hacia el Oriente, funda la Iglesia armenia, luego va a Babilonia donde es martirizado.

Tomás: +72 – Meliapur. Parte para evangelizar Nínive, luego va a la India (valle del Indo, y luego Kerala y Ceilán), luego a la China, y vuelve a Meliapur, donde muere atravesado por una lanza.

26.06.25

Descarga gratis la cuarta edición (muy mejorada) de mi libro "Tres Evangelios"

Esquema de la hipótesis de las dos fuentes

Tengo el agrado de anunciar que acabo de publicar la cuarta edición de mi libro: Tres Evangelios: Una revisión de la cuestión sinóptica y de la datación del Nuevo Testamento.

A partir de hoy y de modo permanente, esa nueva versión ha quedado disponible para descarga gratuita en formato PDF desde el enlace indicado.

La versión impresa de esta cuarta edición se podrá comprar más adelante en Amazon.

Este libro, publicado como Volumen 9 de la Serie Aportes para una contracultura cristiana, reúne mis principales aportes sobre los dos temas señalados en su subtítulo. Además de una bibliografía y un prólogo, contiene 21 capítulos, a saber:

1.La importancia de la cuestión sinóptica

2. La cuestión sinóptica

3. Las soluciones principales de la cuestión sinóptica

4. El prólogo del Evangelio de Lucas

5. La evidencia externa de la prioridad de Mateo

6. La evidencia interna de la prioridad de Mateo

7. El ocaso de la prioridad de Mateo

8. Crítica preliminar de la teoría de las dos fuentes

9. Crítica de la fuente Q

10. Crítica de la prioridad de Marcos: la evidencia interna

11. Crítica de la prioridad de Marcos: la evidencia externa

12. La hipótesis clementina

13. Crítica de la hipótesis clementina: la evidencia externa

14. Crítica de la hipótesis clementina: la evidencia interna

15. La hipótesis agustiniana

16. El idioma de los sinópticos

17. Datación del Nuevo Testamento: generalidades

18. Datación de los Sinópticos y los Hechos

19. Datación del resto del Nuevo Testamento

20. Una propuesta de datación lingüística

21. Conclusiones

De la tercera a la cuarta edición, el libro pasó de 151 a 169 páginas, pero el cambio principal fue cualitativo, no cuantitativo. Todo el material fue revisado y reorganizado.

Los invito a descargar, leer y compartir la nueva edición de mi libro. Desde ya muchas gracias.

Les deseo una buena lectura. Que el Señor los bendiga y los guarde día tras día.

Daniel Iglesias Grèzes

1.02.25

Masonería y Estado

Un Gran Maestro masón rememoró un tiempo en que los masones tenían un poder determinante en Uruguay.

Daniel Iglesias Grèzes

Les propongo un experimento mental. Imaginen que el Arzobispo de Montevideo hubiera dicho lo siguiente: “En el pasado nosotros tuvimos gente muy importante. Y sin duda influían mucho. En una época teníamos al rector de la Universidad, al presidente de la Asamblea General, al presidente de la Suprema Corte de Justicia, eran cuatro que se reunían y cambiaban al país. Era imposible que la Iglesia Católica no pasara a primer plano.” ¿Qué habría sucedido después de esa declaración hipotética? Es fácil preverlo: un amplio coro de reacciones indignadas y condenas airadas, un desfile continuo de políticos en los noticieros y otros programas de televisión, turnándose para acusar al Arzobispo y a la Iglesia de conspirar contra la democracia, violar la laicidad del Estado, proyectar un retorno a la teocracia y al oscurantismo medieval, etc. Probablemente hasta se habría creado una comisión investigadora en el Parlamento. Por supuesto, el Cardenal Sturla nunca dijo nada semejante. Empero, según un libro muy conocido, quien sí dijo eso textualmente, cambiando “Iglesia Católica” por “Masonería", fue Carlos Bolaña, Venerable Gran Maestro de la Gran Logia de la Masonería uruguaya1. Sin embargo, la reacción de nuestros políticos, intelectuales y periodistas ante esa declaración tan extraordinaria fue imperceptible: cero coma cero. El Sr. Bolaña pareció dar la razón al agudo observador que, a mediados del siglo XX, llamó al Uruguay “los Estados Pontificios de la Masonería".

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11.01.25

Anticristianismo en la génesis del Uruguay moderno

José Batlle y Ordóñez

José Batlle y Ordóñez odió el cristianismo.

Daniel Iglesias Grèzes

Don José Batlle y Ordóñez (1856-1929), dos veces Presidente de la República Oriental del Uruguay (1903-1907 y 1911-1915) dominó el escenario político uruguayo desde el comienzo de su primer gobierno hasta su muerte.

Hablando de sí mismo en tercera persona, Batlle dijo: “[En su niñez y adolescencia] Ignoraba que la impostura [católica] no tiene límites. No sospechaba que, detrás de todo aquello, había un negocio lucrativo que hacía posible la ignorancia de los demás, como la suya propia… En la edad de la reflexión había notado la falsedad de las ideas de que lo habían imbuido, aunque no se había despojado aún del respeto a Jesús, a quien creía un gran hombre, una gran luz moral, y de quien piensa ahora que no era más que un insensato. El señor Batlle y Ordóñez piensa actualmente que el Cristianismo es una fuente de males inconmensurables, y está seguro de que no caerá a este respecto en contradicción en el porvenir, como no ha caído en el pasado en nada de lo que se refiere al catolicismo1.”

Domingo Arena, uno de los principales colaboradores de Batlle, lo describió así: “No podía soportar… ninguna religión positiva, sobre todo la católica, por creer que todas, y especialmente la última, sólo sirven para nublar la conciencia del pueblo, envenenándola con prejuicios embrutecedores. Si se ensañaba especialmente con el catolicismo, era porque lo consideraba como el culto que había hecho más daño… De ahí que malquisiera tanto a los sacerdotes… De ahí que consagrara buena parte de su tiempo… para comentar la Biblia, ya que le parecía… importante poner de relieve, ante el pueblo, que el llamado libro santo hace a cada rato la apología de… crímenes abominables2.”

Un hijo de otro de los principales colaboradores de Batlle escribió: “[Para Batlle y los batllistas] Todas las oportunidades… son buenas para mover alguna iniciativa anticatólica… Se volverá casi una obsesión, cuyo paradigma se encuentra en aquella inculpación primaria atribuida al diputado batllista Román Freire, quien ante cualquier catástrofe y frente a todo problema, exclamaba: ‘¡Es la mano del Papa!’… Los años y los tiempos fueron después suavizando actitudes… Hubo sí un sector del batllismo, con Batlle al frente y rodeando a [su diario] El Día, que mantuvo intacta la irreligiosidad filosófica y el más inflexible anticlericalismo formal, lo que concluía por hacer sonreír cuando suprimía las cruces de los avisos mortuorios, escribía dios en lugar de Dios y llamaba a Pío XI el señor Ratti; prosiguiendo una agresiva y activa propaganda de divulgación anticristiana con su sección Leyendo el Evangelio, que redactó el mismo Batlle y Ordóñez hasta su fallecimiento3.”

Por ejemplo, el artículo La Resurrección, publicado el Domingo de Pascua de 1906 en El Día con la firma de Judas, pseudónimo de Batlle y Ordóñez, afirma que María concibió a Jesús en una relación extramarital y engañó a José; que Jesús no murió en la cruz, sino que fue enterrado vivo en el sepulcro; que más tarde sus discípulos, después de hacer dormir a los guardianes por medio de una intoxicación, sacaron a Jesús del sepulcro; que la resurrección de Jesús no es más que un grosero embuste; y que luego Jesús fue a Roma y vivió allí con un nombre supuesto, en las catacumbas, predicando su propia religión a los primeros cristianos, hasta que, al cabo de algunos años, murió tísico4.

Como se deduce de un artículo de su autoría, Batlle admiró a Lenin, inventor del totalitarismo y sanguinario perseguidor de los cristianos: “Con él [Lenin] se extingue un magnífico ejemplar humano… Lenin era en estos momentos la palabra de sensatez y de cordura, la mirada avizora y penetrante, la mano que no temblaba en el timón… Desaparece con Lenin un hombre excepcional, ante cuya tumba, prematuramente abierta, sería pueril no descubrirse con respeto5.”

En 1926 Batlle vetó la candidatura presidencial del batllista Gabriel Terra (quien fue Presidente de la República entre 1931 y 1938, después de la muerte de Batlle) porque Terra había actuado como padrino en el matrimonio cristiano de su propia hija.

Batlle “denigraba en toda ocasión a sacerdotes y monjas; se complacía en relatar las infracciones a los votos –particularmente el de castidad– y atacaba en forma constante al arzobispo [de Montevideo] Aragone, a quien llamaba el Cotorrón6.”

Una biografía de Batlle y Ordóñez escrita por dos de sus partidarios elogia su labor descristianizadora: “En el Uruguay nada tiene que hacer ninguna religión ni en los centros de enseñanza ni en los establecimientos hospitalarios del Estado. El niño, antes de Batlle, cumplía ciertas prácticas religiosas en la escuela [pública]. No eran muchas, es cierto. Todo se reducía a rezar un padre-nuestro, terminada la hora de clase, y a aprender todo o parte de un sucinto resumen del Catecismo. Contra estas prácticas reaccionó la tendencia francamente librepensadora del batllismo, que fue haciéndose camino en este país poco a poco, pero de manera tan segura y firme que puede afirmarse que es hoy nuestra República la tierra menos religiosa del mundo. Fueron abolidas así todas las enseñanzas y prácticas religiosas que se efectuaba[n] en la escuela primaria. Hoy, a ningún niño se le impone[n] determinadas creencias que sólo podrán contribuir a deformar su espíritu7.”

Batlle y Ordóñez es considerado el principal constructor del Uruguay moderno. Concluyo con una variación sobre una frase atribuida a Porfirio Díaz8: ¡Pobre Uruguay! ¡Tan lejos del Primer Mundo y tan lejos de Dios!

1) José Batlle y Ordóñez, en: El Día, 02/06/1929.

2) Domingo Arena, Batlle. Recuerdos, anécdotas, reflexiones. La muerte, 1930, p. 16.

3) Carlos Manini Ríos, Anoche me llamó Batlle, 2ª edición, Montevideo, 1973, pp. 88-89.

4) Cf. Ibídem, pp. 387-390.

5) José Batlle y Ordóñez, De pie, ha muerto Lenin, en: El Día, 26/01/1924.

6) Jorge Pelfort, Iglesia y Estado, en: El Observador, 21/08/1999, Correo del Lector.

7) Roberto B. Giúdice y Efraín González Conzi, Batlle y el batllismo, Segunda edición, Editorial Medina, Montevideo, 1959, pp. 363-364. La primera edición de esa obra es de 1928.

8) “¡Pobre México! ¡Tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos!”

1.11.24

Un plan (hipotético) para conquistar el mundo

Tapa del libro "¿Crisis climática?"

¿Qué medidas favorecerían grupos elitistas

que quisieran acaparar el poder mundial?

En el capítulo anterior analicé la notable fobia a la superpoblación que aflige a muchos multimillonarios. Al final de ese capítulo, aplicando el método científico, formulé una hipótesis consistente con todos los datos analizados: grupos elitistas podrían querer reducir la población para concentrar cada vez más poder en sus manos en todo el mundo. El propósito de este capítulo es seguir analizando esa hipótesis. Ahora procederé al revés, enunciando siete objetivos adicionales (además del objetivo de disminuir la población, ya analizado) que podrían ser útiles para un hipotético plan de concentración de poder, explicando cómo encajaría cada objetivo dentro del plan y enumerando los medios que servirían para alcanzar cada objetivo.

1. Objetivo: disminuir la libertad económica de los individuos, las familias y las naciones. Motivo: es más fácil controlar a individuos, familias y naciones que tienen menos libertad económica. Medios: aumento del gasto público, de la carga fiscal y de la deuda pública y privada.

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