El planeta privilegiado (2)

Comentario de: Guillermo Gonzalez and Jay W. Richards, The Privileged Planet. How our place in the cosmos is designed for discovery, Regnery Publishing Inc., Washington DC, 2004.

La mayoría de los científicos contemporáneos asume como un postulado básico el llamado “principio copernicano” o “principio de mediocridad”. En resumen, este principio establece que los seres humanos no ocupamos un lugar privilegiado en el cosmos. El Capítulo 12 del libro que estoy comentando (una obra de gran erudición científica) es una minuciosa refutación del “principio copernicano”. Los autores plantean esta refutación en seis pasos.

Primer paso. No es cierto que la Tierra sea un planeta ordinario. Las propiedades excepcionales de la Tierra que contribuyen a su habitabilidad son, entre otras muchas, las siguientes:

• La Tierra tiene una órbita de poca excentricidad (o sea, casi circular).
• Está dentro de la Zona Circunestelar Habitable (ZCH) del Sistema Solar.
• Está suficientemente cerca del borde interno de la ZCH para permitir una alta concentración de oxígeno y una baja concentración de dióxido de carbono en su atmósfera.
• Tiene una Luna grande y un período de rotación planetaria correcto que contribuyen a evitar variaciones caóticas en su oblicuidad.
• Está dentro del rango correcto de masa planetaria.
• Tiene una concentración adecuada de azufre en su núcleo.
• Tiene una cantidad correcta de agua en su corteza.
• Tiene una tectónica de placas que evita que toda la superficie terrestre sea un solo gran océano y ayuda a mantener temperaturas adecuadas en esa superficie.

La Tierra tiene también muchas características que contribuyen a hacer de ella una magnífica plataforma para la investigación científica del universo. Entre otras características de esta clase, los autores destacan las siguientes:

• La Tierra permite gozar de eclipses solares totales e incluso de eclipses solares perfectos (véase el Capítulo 1).
• Incluye docenas de fenómenos naturales que actúan como registros de datos de gran precisión, que permiten estudiar el pasado de nuestro planeta: anillos concéntricos en los troncos de los árboles, depósitos de hielo en las regiones polares, sedimentos marinos orgánicos o inorgánicos, etc. (véase el Capítulo 2).
• Tiene un magnetismo planetario que permite medir la deriva de los continentes (véase el Capítulo 3).
• Tiene una atmósfera transparente (véase el Capítulo 4).

Segundo paso. No es cierto que el Sol sea una estrella ordinaria. El Sol cumple de un modo excelente las dos funciones principales de una estrella con respecto a la habitabilidad: como fuente de la mayoría de los elementos químicos y como fuente estable de energía. Las propiedades excepcionales del Sol que contribuyen a la habitabilidad de la Tierra son, entre otras, las siguientes:

• El Sol está dentro del rango de masa más favorable a la habitabilidad (es una estrella enana de tipo espectral G relativamente muy luminosa). Las estrellas con más de 1,5 veces la masa del Sol probablemente no son adecuadas para soportar vida compleja, porque su luminosidad cambia de modo relativamente rápido y pasan relativamente poco tiempo en la secuencia principal, antes de convertirse en gigantes. Cerca del extremo opuesto de la escala, la mayoría de las estrellas son enanas rojas. Éstas, por muchas razones, tienen poca probabilidad de soportar vida compleja.
• El Sol ha sido una estrella de la secuencia principal durante unos 4.500 millones de años.

Tercer paso. No es cierto que el Sistema Solar sea ordinario y que debamos esperar que otros sistemas solares sean muy similares al nuestro. Las propiedades del Sistema Solar que contribuyen a la habitabilidad de la Tierra son, entre otras, las siguientes:

• El Sistema Solar tiene ocho planetas en órbitas casi circulares y muy estables (Plutón no es un planeta propiamente dicho).
• Tiene cuatro planetas terrestres (Mercurio, Venus, la Tierra y Marte) en su parte interna y cuatro planetas gaseosos gigantes (Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno) en su parte externa. Ambos grupos están separados por un cinturón de asteroides. Los demás planetas (especialmente Júpiter y Venus) y la Luna protegen a la Tierra reduciendo significativamente el número de asteroides y cometas que la golpean. Esto ha evitado la esterilización de la Tierra, es decir la desaparición de todos los seres vivos que la habitan.

Cuarto paso. No es cierto que las distintas configuraciones de los sistemas planetarios y las variables como el número y el tipo de planetas y de lunas tengan poca influencia en la habitabilidad de dichos sistemas.

Este paso podría fusionarse con el anterior, porque no es más que su contracara. Si las órbitas de los planetas de nuestro Sistema Solar fueran más excéntricas o menos estables, podrían ocurrir muchas cosas desfavorables para la habitabilidad de la Tierra (por ejemplo, resonancias entre los planetas gigantes). Y si la configuración del sistema planetario fuera muy diferente, probablemente un planeta habitado estaría sometido a muchos impactos grandes de asteroides y cometas.

Quinto paso. No es cierto que el lugar que nuestro Sistema Solar ocupa dentro de la Vía Láctea tenga poca importancia con respecto a la habitabilidad y la mensurabilidad. Las propiedades de ese lugar que contribuyen a la habitabilidad de la Tierra son, entre otras, las siguientes:

• El Sistema Solar está dentro de la Zona Galáctica Habitable (ZGH).
• Está cerca del círculo de co-rotación de la Vía Láctea.
• Tiene una órbita galáctica de baja excentricidad.
• Está fuera de los brazos espirales de la Vía Láctea.
• Está expuesto a un número relativamente bajo de eventos de radiación transitoria.

Sexto paso. No es cierto que la Vía Láctea sea una galaxia ordinaria. Alrededor del 98% de las galaxias del universo local son menos luminosas –y así, en general, más pobres en metal– que la Vía Láctea. La metalicidad es una propiedad fundamental de las estrellas y galaxias. Los astrónomos llaman “metales” a todos los elementos químicos más pesados que el helio. En líneas muy generales, se puede decir que el hidrógeno y el helio surgieron en el Big Bang, mientras que los demás elementos (los “metales”) son sintetizados dentro de las estrellas. Los “metales” representan una fracción pequeña de la masa total del universo pero constituyen casi toda la masa de los planetas terrestres y gran parte de la de los seres vivos. Por ejemplo, la bacteria E. coli necesita 17 elementos (hidrógeno y 16 “metales”); mientras que el cuerpo humano necesita 27 elementos (los mismos que esa bacteria más 10 “metales” adicionales). En definitiva, la menor metalicidad de la gran mayoría de las galaxias podría implicar que galaxias enteras estén desprovistas de planetas terrestres.

Por otra parte, el hecho de que el Sistema Solar esté ubicado en la Vía Láctea (una galaxia espiral), y no en una galaxia vieja, pequeña, elíptica o irregular, favorece la detección y medición de la radiación cósmica de fondo de microondas y, por ende, el estudio del Big Bang, el origen del universo.

Batiéndose en retirada, al “principio copernicano” le queda un solo lugar donde refugiarse: el universo en su conjunto. Pero también allí está gravemente amenazado por las recientes evidencias científicas. Lo veremos en un próximo post, Dios mediante. (Continuará).

Daniel Iglesias Grèzes

9 comentarios

  
Francisco José Soler Gil
Estimado Daniel Iglesias:

Me parece ciertamente interesante esta serie de artículos comentando el libro “The Priviliged Planet”. Da la impresión de ser una obra bien documentada, y que merece la pena leer.

Me gustaría, no obstante, hacerle dos comentarios sobre aspectos en los que no me ha quedado clara las tesis que usted (o bien los autores del libro) pretenden sostener.

En primer lugar, y por lo que se refiere al “Principio Copernicano” (el de “que los seres humanos no ocupamos un lugar privilegiado en el cosmos”), hay que decir que es una hipótesis de trabajo algo imprecisa. Pero que, cuando se intenta precisar, no suele hacerse del modo que estoy entendiendo que lo hace usted en estos artículos. No es muy frecuente que se interprete con ella que nuestro planeta es un planeta del tipo más común, ni gira en torno a una estrella de lo más común, ni nada de eso. Más bien lo que se suele entender es que, si tomamos una esfera lo suficientemente grande en torno a nuestro planeta, el aspecto del fragmento de universo contenido en ella es más o menos igual que si hubiéramos escogido cualquier otro punto para trazar esa esfera. Es decir, que el principio copernicano no se aplica a lugares muy determinados del universo, sino a “lugares” vastos. ¿Cómo de vastos? Pues al menos de cuatrocientos megapársec de diámetro, si no más.

En segundo lugar, no me queda muy claro si la tesis principal que se está tratando de defender aquí es la de que el planeta Tierra posee unas características muy peculiares, o más bien la tesis de que el planeta Tierra posee unas características únicas. La primera de estas tesis, pocos habrá que la pongan en duda. La segunda es arriesgadísima, y no veo cómo podría quedar demostrada con los datos que se aportan en el libro que comenta. Pues, si el universo es espacialmente infinito (como muchos especialistas creen en la actualidad), por muy peculiar que resulte este planeta, habrá infinitos planetas así en el universo. Y si el universo no es infinito, al menos lo que es seguro es que es enorme, con lo que habría que hacer un cálculo detalladísimo para mostrar que es improbable que se haya dado otro planeta como la Tierra.

[Dicho entre corchetes: entiendo que algún lector pueda pensar que, si no hay más que un planeta donde pueda desarrollarse la vida inteligente, nos hemos quitado de encima el rompecabezas de cómo compaginar la Historia de la Salvación con la existencia de otras civilizaciones. Pero no estoy muy seguro de que este sea el mejor modo de afrontar esta cuestión].

Bien, supongo que estas dificultades ya las habrá previsto, y que, si yo hubiera esperado a las próximas entregas de la serie, me habría podido ahorrar este largo comentario. Pero, en fin. Así aumenta el suspense de los lectores.

Una última observación: Parece que algunos comentaristas del artículo anterior creen que, si viviéramos en un multiverso, eso explicaría las peculiaridades de las leyes de nuestro cosmos sin necesidad de recurrir a la idea de diseño. Si no ando muy equivocado, esta idea, aún siendo bastante popular en nuestros días, es incorrecta: Los multiversos son siempre demasiado pequeños o demasiado grandes para explicar las peculiaridades de las leyes de la naturaleza. Y no se trata de una situación coyuntural, sino de un problema irremediable de este planteamiento. Aunque sea hacer autopublicidad, recomiendo al lector interesado en este punto, repasar este texto:

http://arxiv.org/abs/1105.4278

Y nada más. Gracias por la serie de artículos y saludos cordiales

Francisco Soler


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DIG: Muchas gracias, Dr. Soler. Le he respondido en un nuevo post. No obstante, espero poder ofrecerle aquí (tal vez mañana, si Dios quiere) algunas reflexiones sobre otros aspectos de su comentario.

A los demás comentaristas les pido paciencia. No puedo escribir mucho por día.


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DIG: Un poco tardíamente, cumplo mi promesa de volver sobre este comentario.

1) No es claro que tenga algún sentido postular la existencia actual de infinitas estrellas y planetas en nuestro universo. El infinito no es un número. Me inclino a pensar que la cantidad actual de cualquier clase de objetos puede tender a infinito, pero no puede ser infinita.

2) No veo cómo la hipótesis de infinitas estrellas y planetas en nuestro universo pueda ser compatible con nuestros conocimientos de cosmología. ¿Cómo pudo producirse el Big Bang a partir de una masa inicial infinita? En el instante inicial, ¿la masa infinita estaba concentrada en un solo punto o llenaba un espacio infinito? En cualquier caso, ¿cómo pudo originarse la expansión del universo, y su estructura actual con estrellas y galaxias separadas entre sí? Si la masa del universo es infinita, ¿la fuerza de gravedad no debería evitar la expansión del universo? ¿Cómo se compagina la hipótesis de masa infinita con los cálculos actuales de la masa total del universo?

3) Como la vida inteligente no surge espontáneamente de la vida no inteligente, la existencia de seres inteligentes extraterrestres no puede ser predicha por la ciencia, sino que depende de la voluntad libre del Creador. En la Divina Revelación no se trata este tema, por lo que tampoco hay razones teológicas para afirmar con certeza que tales seres existen.
20/10/11 3:57 PM
  
JuanArgento
Dr Soler Gil, ante todo creo interpretar a todos los seguidores de este foro al agradecerle que Ud comente en el.

Con respecto a la finitud o infinitud del universo, me permito llamar su atencion sobre dos puntos:

1. Las estimaciones a partir de combinar las observaciones de WMAP-7 con las de BAO, supernovas Ia y constante de Hubble arrojan curvatura positiva o sea universo finito, expresado como densidad de curvatura negativa, estimada en -0.006, -0.002 y -0.003, segun los estudios con que se combinen los datos. [1]

2. Recientemente Barrow y Shaw propusieron una teoria basada en promover la constante cosmologica de valor arbitrario a campo que arroja la prediccion de una densidad de curvatura -0.0055, consistente con las estimaciones mencionadas antes y que podra ser verificada por el satelite Planck. [2]

Con respecto a la "uniqueness" de la Tierra, desde el punto de vista teologico lo que importa no es que existan otros miles o millones de planetas en los que PUEDA desarrollarse la vida inteligente, sino que exista al menos otro planeta en el que efectivamente se HAYA desarrollado. Personalmente, desde un punto de vista realista estimo que, exceptuando un hallazgo por via SETI, la ciencia jamas podra aseverar la facticidad del segundo caso.


[1] Komatsu E. et al (2010). "Seven-Year Wilkinson Microwave Anisotropy Probe (WMAP) Observations: Cosmological Interpretation". arXiv:1001.4538 [astro-ph.CO]

[2] Paper largo: http://arxiv.org/abs/1010.4262

Paper corto: http://arxiv.org/abs/1105.3105

20/10/11 4:50 PM
  
Francisco José Soler Gil
Estimado Juan Argento, muchas gracias por su comentario y sus amables palabras.

Respecto a la curvatura del universo sólo quiero añadir esto: Si no estoy mal informado, la situación actual por lo que se refiere a la investigación de dicha curvatura es la siguiente: Hay un relativo consenso acerca de que los valores de los parámetros cosmológicos se encuentran próximos al límite entre los que dan lugar a un universo finito, y los que dan lugar a un universo infinito. Acerca de si los valores exactos apuntan a una u otra posibilidad, no hay consenso: unos estudios sugieren una cosa, y otros otra. En este estado de la cuestión (que me parece que se va a prolongar en el tiempo), no considero muy prudente argumentar apostando decididamente por una de las alternativas frente a la otra.

En cuanto al encaje entre la doctrina de la Creación y (sobre todo) la Salvación del hombre con el marco astrofísico, usted menciona dos posibilidades: O bien sólo hay un planeta con las características adecuadas para que se desarrolle la vida inteligente, o bien hay más, pero de hecho sólo se ha desarrollado en la Tierra.
Ahora bien, y que me corrijan los teólogos si yerro en este asunto, me parece que existe al menos una tercera posibilidad. A saber: que Dios sólo haya querido revelarnos lo que atañe a nuestra propia relación con Él (y por ende a nuestra Salvación), siendo así que tal vez existan en el universo otros seres inteligentes cuya historia de relación con Dios transcurre por sus propios cauces, de los que nada sabemos.

Este sería un escenario acorde, por ejemplo, con la imagen del mundo que desarrolló el sabio cardenal Nicolás de Cusa, de cuya ortodoxia y fidelidad a la Iglesia no creo que quepan muchas dudas: La idea de un universo infinito, poblado de infinitos seres vivientes (y no vivientes) de las más diversas clases. Un universo que, en su abundancia expresaría la generosidad del Creador.

Me parece que, dado el estado actual de nuestros conocimientos, ninguna de las tres posibilidades puede descartarse (aunque la primera, la de que la Tierra sea única, me parece la menos verosímil de las tres).

Ya no acaparo más espacio de comentarios, y me disculpo por lo extenso de este.

Saludos cordiales


20/10/11 6:11 PM
  
Daniel Riquelme
Estimado señor Iglesias: Como siempre sus post son muy interesantes.

Quisiera dejar una hipótesis que manejo sobre la existencia de vida en otros lugares del universo, esto a propósito de la duda planteada por el señor Francisco Soler sobre "la tesis de que el planeta Tierra posee unas características únicas".

El texto siguiente está tomado de mi participación en un debate sobre el tema en http://singularidad.wordpress.com/2007/08/15/la-paradoja-de-fermi-y-el-futuro-de-la-humanidad/.

Yo creo (no hay otra posibilidad, sino la sola creencia, pues, al parecer no podemos probar nada!!) que en realidad estamos solos en el Universo. Por “solos” quiero decir que no existe vida inteligente ni en nuestra galaxia ni en ninguna otra en este vasto Universo.

Creo que nuestro gran Sistema Solar lo atestigua. Si la vida fuese en realidad tan común como muchos sugieren (lo creen) entonces en nuestro Sistema Solar debería haber por lo menos un planeta más con vida. Pero la exploración del Sistema Solar no ha mostrado hasta ahora evidencia alguna al respecto. Antes bien, nos ha mostrado mundos demasiado calientes o demasiado fríos, desolados y yermos, como para alvergar vida como la nuestra y menos aún vida inteligente.

Que nosotros estemos en este Sistema Solar lleno de aridez, calor y toxicidad, además de ser notable, es, para mi, evidencia de que, en principio, la vida debería abrirse paso en estos otros planetas. La vida parece audaz y se impone, aún en entornos agresivos. Es más, justamente esta idea es, para muchos, motivo para ser optimistas y creer que hay vida por aquí y en otros planetas. Pero no es así. La vida solo está instalada en nuestro planeta; los demás son yermos, vacíos, fríos, calientes, desolados, tóxicos. Al parecer, la vida no es ni tan fuerte ni tan común como los optimistas creen.

Si ni siqueira la vida primitiva existe en nuetra vecindad, ni qué esperar de la vida inteligente!!

Parece, pues, que en realidad estmos solos en este Universo.

Si se llegase a descubrir vida en nuestro sistema solar cabría la esperanza de encontrar vida en otros sitios, porque ello demostraría la "facilidad" con que aparece la vida en cualquier sitio del universo. Pero la evidencia, hasta ahora, es negativa.

Saludos cordiañes-
21/10/11 2:15 AM
  
Daniel Riquelme
Perdón, debía decir: Saludos cordiales
21/10/11 2:19 AM
  
Renzo
Resulta al menos curioso que la misma persona que escribe esto:

"Aunque este comentario no aporta nada positivo y es bastante agresivo, lo dejo como testimonio típico de tantas personas que probablemente no leerán "El planeta privilegiado" debido a sus prejuicios y su cerrazón mental, y quizás por un oculto temor a que esa lectura sacuda los fundamentos de sus creencias más arraigadas. "

como respuesta a este mensaje de Karmelo

"Por lo que cuenta Daniel un libro muy interesante, si estuvíeramos en el siglo XIX, pero para hoy no deja de ser una excentricidad más de las que se publican, dos autores que buscan su minuto de gloria y nada más. Que a Daniel le entusiasme, exceptuando las objeciones, no dice nada bueno del nivel científico real del libro."

y esto:

"Borré tu anterior mensaje porque era una simple descalificación global de este blog y este portal, que no añadía nada a este debate."

para explicar porque me borro a mi un mensaje, diga ahora esto:

"Has logrado comprimir tantos absurdos en tan poco espacio que refutarlos todos sería una tarea ímproba."

y esto :

"Tus últimas cuatro o cinco preguntas son totalmente absurdas,..."

Esa persona es Daniel Iglesias, para quien parece que la Ciencia solo es util cuando sirve a sus intereses y puede presentarse para avalar sus creencias, pero que carece de sentido y es absurda cuando las cuestiona.

Fijate Daniel que te seria facil dar una respuesta si la tienes, o directamente reconocer que no dispones de ella, si asi es. Pero no, prefieres eludir el debate tachando de absurdas mis preguntas y haciendo un amago de pseudo repuesta que viene a decir que nada de lo que planteo es aplicable a Dios, porque Dios es Dios, lo cual estimado Daniel, no es una respuesta si no una pura circularidad.
Supongo que entenderas que me interese por los mecanismos que estan implicitos en el proceso de creacion por Dios y en su interaccion con lo existente y que de ahi se deriven una serie de cuestiones que entran en contradiccion y para las que se deberia tener una explicacion entre los creyentes ( al menos entre los que como tu tienen formacion de ciencias ). Fijate que no digo demostracion, me conformo con una explicacion que sea coherente con la Física y las matematicas. Ya sabes que muchas de las particulas elementales han sido predicciones matematicas antes de ser encontradas empiricamente, no teneis nada similar para explicar las violaciones de las leyes que conocemos para el caso de Dios ?, alguna hipotesis que pueda dar razon de las preguntas que te formulaba en la primera parte de este post ?, no haya nada mas que repetir que Dios es Dios y no le es aplicable nada de lo que conocemos ?.
Porque si fuera asi, Daniel, ya me explicaras que diferencia hay entre que Dios exista o que no exista, como podemos saberlo ?. Seria parecido a los universos burbuja que, aunque existan, es muy probable que nunca se pueda demostrar empiricamente que es asi ya que no podremos entrar en contacto con ellos en modo alguno( aunque en este caso si disponemos de herramientas matematicas que nos permiten deducir su posible existencia y en le caso de Dios parece que ni eso ).

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DIG: Tu cita de mi respuesta es incompleta, lo cual da una falsa impresión de incoherencia.

Refuté brevemente varios de tus argumentos.

Añado aquí que tus preguntas sobre Dios parecen evidenciar que no tienes para nada clara la noción cristiana de Dios. Es el error lógico conocido como ignorantia elencha. Si uno no sabe de qué está hablando es difícil que pueda decir algo razonable al respecto.

21/10/11 8:38 AM
  
Renzo
Volviendo al tema del post, sigo viendo que los defensores del principio antropico "fuerte", os empeñais en coger los datos que os convienen y estructurarlos en la forma que mas os interesa, eso es la falacia del tirador.
Por ponerte solo dos ejemplos, dices ( o dice el libro ):

"Los demás planetas (especialmente Júpiter y Venus) y la Luna protegen a la Tierra reduciendo significativamente el número de asteroides y cometas que la golpean. Esto ha evitado la esterilización de la Tierra, es decir la desaparición de todos los seres vivos que la habitan."

Supongo que la clave esta en lo de "reduciendo significativamente" que viene a ser como no decir nada. Si caen 20, 30 o 3000 siempre se podra decir que es una cantidad significativamente menor que otra superior posible. Contundente argumento, aunque no creo que los dinosaurios y otras especies que ya no nos acompañan estuvieran de acuerdo con el.

Todo el ajuste fino y resto de argumentaciones del principio antropico tiene, entre alguno mas, lo que desde mi punto de vista es un inconveniente.
Sabemos que el Sol esta aproximadamente en la mitad de su ciclo de existencia y, por tanto, dentro de 5.000 millones de años llegara a su fin y con el el de todo el sistema solar. Muchisimo antes la vida en la Tierra se habra extinguido ( excluyendo cataclismos de origen extraterrestre, terrestres o por accion del hombre ) debido al incremento de temperatura consecuencia de la expansion del Sol.

A partir de estos datos, por no alargarme con otras cuestiones, me puedes explicar que pasa con el ajuste fino ?. Solo sirve para que en una infima fraccion del tiempo de existencia del sistema solar, podamos hablar de ello.
Que sucedera con el resto del Universo cuando el sistema solar y la Tierra, tan fina e inteligentemente ajustados se hayan convertido en polvo ?. Nos echara en falta ?, desaparecera todo al faltar esa parte tan especial y bien ajustada que es nuestro sistema ?.

Gracias anticipadas por tus respuestas.



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DIG: No siempre es fácil comprender las intenciones de las obras de Dios.

Pero me permito decir simplemente que, cuando la Tierra desaparezca, ya habrá cumplido la función que Dios le asignó dentro de su plan providencial.
21/10/11 9:00 AM
  
Renzo
Daniel, cito la parte de tu comentario donde en lugar de debatir te limitas a descalificar, no miento ni añado nada y cualquiera que desee leer tu respuesta completa y exacta puede hacerlo acudiendo al mensaje en cuestion.

Para plantear las preguntas que te hago no veo ninguna necesidad de poseer un conocimiento especial sobre la nocion cristiana de Dios, que por otra parte ignoras si poseo o no pero aun con ese desconocimiento, vuelves a optar por la descalificacion y me llamas ignorante. Y digo que no veo que necesidad hay de tener una determinada nocion de Dios para hacer mis preguntas, entre otras cosas porque lo que te pregunto no es sobre cuestiones teologicas, ni siquiera filosoficas o metafisicas, mis preguntas son sobre cuestiones fisicas y que tienen que ver con como comopatibilizar vuestra descripcion de Dios y su papel en la creacion, con los datos que nos aporta la investigacion y el conocimiento cientifico. Creo que no es tan dificil de entender, tu me dices que una cosa ocurrio de un modo especifico y mediante la actuacion de un ser con determinados atributos y yo te pido que me expliques como se hace coherente con la Fisica lo que tu afirmas.

Si quieres apelar a la fe, a la magia o al simple y puro porque si, estas en todo tu derecho, pero no me taches de absurdo, ni pretendas que decir que Dios es Dios responde a ninguna de las cuestiones que te he formulado.

Como seguro que sabes cuando una respuesta crea mas interrogantes de los que responde, no suele ser una respuesta correcta.

Sigo a la espera de que me expongas tu teoria de que la eleccion no tiene ninguna relacion con la duda, creo que eso no te planteara ningun problema responderlo.

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DIG: Cito tus preguntas, para que otros lectores puedan juzgarlas por sí mismos:

- ¿Dios está en equilibrio termodinámico?
- ¿A qué temperatura está Dios?
- ¿Cómo hace Dios para ser compatible con el principio de conservación de la energía?
- ¿Cuándo interactúa con la materia, Dios tiene momento?

Son preguntas que suponen una absoluta ignorancia de lo que significa la palabra "Dios". Dios no es un ser material, por lo cual no tiene temperatura ni momento, ni se le aplican las leyes de la termodinámica ni el principio de conservación de la energía.

Las preguntas que planteas son teológicas, porque se refieren a Dios; y Dios no es un objeto empírico al alcance de las ciencias de la naturaleza. No podemos percibirlo con nuestros sentidos, ni a Él ni a su obrar. Podemos conocerlo por sus efectos, utilizando rectamente nuestra razón.

Tú imaginas que Dios, antes de decidir algo, duda entre varias opciones. Pero eso sólo es una fantasía tuya. Los decretos de la voluntad de Dios son tan eternos como Él mismo.

Por favor no olvides que sólo puedes subir dos comentarios por día y por post.
21/10/11 2:54 PM
  
Xavier
Buenas noches Sr. Iglesias estoy intentando seguir los interesantes post que está usted publicando y también los de D.Néstor. La verdad es que no acabo de ver claras varias cosas y me gustaría exponer una de ellas.
Es en relación con las preguntas de Renzo y su respuesta. Lo que no acabo de entender es que si cuando Dios se aparece a alguien, por ejemplo en el AT, en forma de luz o de zarza ardiendo, en primer lugar y aquí uso la idea que explicaba D.Néstor en su post, de que no es lo mismo ver algo que imaginarlo, o alucinarlo, por lo tanto me refiero a ver realmente esa manifestación de Dios, estamos hablando de algo que existe como materia, o sea que es visible, pesable, medible, y entonces sí que se le deberían aplicar todas las leyes que se aplican a cualquier otra materia. Entonces, ¿cómo puede ser que de algo inmaterial, Dios, se pase a algo material?, ¿por medio de qué proceso sucede esto y como puede seguir todo en el mismo equilibrio antes y despues de que suceda?.
Disculpe si no me explico bien o le parece confusa mi pregunta, pero es que es un asunto que me cuesta comprender.
Un afectuoso saludo.


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DIG: Gracias, Xavier.

Quizás estas ideas te puedan ayudar:

1) Dios puede hablarnos a través de signos materiales (por ejemplo, la zarza ardiente que vio Moisés), pero no debemos confundir esos signos con Dios mismo.

2) Si nuestra alma, que es espiritual, puede actuar sobre los entes materiales de este mundo, cuanto más Dios, que es el Espíritu infinito.

3) Dios es el Creador del mundo y de sus leyes naturales. Él no está sometido a ellas. De ahí que Dios pueda hacer milagros, actos que superan la potencialidad de las causas naturales.
21/10/11 6:34 PM

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