XI estación: JESÚS, CLAVADO EN LA CRUZ

Hasta ahora la cruz pesaba
sobre tus hombros. Ahora será ella
quien te soporte, soportándola tú
atravesado de clavos.
Ya no habrá más caídas.
Llegaste al final en un abrazo de vida
clavado.
Morirás
perdonando a tus verdugos,
prometiendo el paraíso al buen ladrón,
rechazando todo alivio, consciente
hasta el último sufrimiento
desgarrador.
Consuelas a tu madre,
y nos la entregas madre del mundo
en la persona de tu apóstol amado.

Aún soportas unas horas.
Has de estar clavado allí; no ha de ser
instantánea tu muerte.
Vivo y clavado ya para siempre
en nuestros corazones…

Nunca se vió mayor entrega de amor.

____________

Eduardo Jariod

Los comentarios están cerrados para esta publicación.