"Europa se va al carajo": Los godos del emperador Valente
Publico aquí (sin coincidir 100% con el autor) un texto cuasi-profético del conocido autor de la saga del “Capitán Alatriste".
A archivarlo y meditarlo -sugiero- especialmente quienes viven en lo que alguna vez fue la Europa cristiana.
Que no te la cuenten…
P. Javier Olivera Ravasi
Los godos del emperador Valente
Por Arturo Pérez-Reverte
En el año 376 después de Cristo, en la frontera del Danubio se presentó una masa enorme de hombres, mujeres y niños. Eran refugiados godos que buscaban asilo, presionados por el avance de las hordas de Atila. Por diversas razones -entre otras, que Roma ya no era lo que había sido- se les permitió penetrar en territorio del imperio, pese a que, a diferencia de oleadas de pueblos inmigrantes anteriores, éstos no habían sido exterminados, esclavizados o sometidos, como se acostumbraba entonces.
En los meses siguientes, aquellos refugiados comprobaron que el imperio romano no era el paraíso, que sus gobernantes eran débiles y corruptos, que no había riqueza y comida para todos, y que la injusticia y la codicia se cebaban en ellos. Así que dos años después de cruzar el Danubio, en Adrianópolis, esos mismos godos mataron al emperador Valente y destrozaron su ejército. Y noventa y ocho años después, sus nietos destronaron a Rómulo Augústulo, último emperador, y liquidaron lo que quedaba del imperio romano.Y es que todo ha ocurrido ya. Otra cosa es que lo hayamos olvidado. Que gobernantes irresponsables nos borren los recursos para comprender. Desde que hay memoria, unos pueblos invadieron a otros por hambre, por ambición, por presión de quienes los invadían o maltrataban a ellos. Y todos, hasta hace poco, se defendieron y sostuvieron igual: acuchillando invasores, tomando a sus mujeres, esclavizando a sus hijos. Así se mantuvieron hasta que la Historia acabó con ellos, dando paso a otros imperios que a su vez, llegado el ocaso, sufrieron la misma suerte. El problema que hoy afronta lo que llamamos Europa, u Occidente (el imperio heredero de una civilización compleja, que hunde sus raíces en la Biblia y el Talmud y emparenta con el Corán, que florece en la Iglesia medieval y el Renacimiento, que establece los derechos y libertades del hombre con la Ilustración y la Revolución Francesa), es que todo eso -Homero, Dante, Cervantes, Shakespeare, Newton, Voltaire- tiene fecha de caducidad y se encuentra en liquidación por derribo. Incapaz de sostenerse. De defenderse. Ya sólo tiene dinero. Y el dinero mantiene a salvo un rato, nada más.
Pagamos nuestros pecados. La desaparición de los regímenes comunistas y la guerra que un imbécil presidente norteamericano desencadenó en el Medio Oriente para instalar una democracia a la occidental en lugares donde las palabras Islam y Rais -religión mezclada con liderazgos tribales- hacen difícil la democracia, pusieron a hervir la caldera. Cayeron los centuriones -bárbaros también, como al fin de todos los imperios- que vigilaban nuestro limes. Todos esos centuriones eran unos hijos de puta, pero eran nuestros hijos de puta. Sin ellos, sobre las fronteras caen ahora oleadas de desesperados, vanguardia de los modernos bárbaros -en el sentido histórico de la palabra- que cabalgan detrás. Eso nos sitúa en una coyuntura nueva para nosotros pero vieja para el mundo. Una coyuntura inevitablemente histórica, pues estamos donde estaban los imperios incapaces de controlar las oleadas migratorias, pacíficas primero y agresivas luego. Imperios, civilizaciones, mundos que por su debilidad fueron vencidos, se transformaron o desaparecieron. Y los pocos centuriones que hoy quedan en el Rhin o el Danubio están sentenciados. Los condenan nuestro egoísmo, nuestro buenismo hipócrita, nuestra incultura histórica, nuestra cobarde incompetencia. Tarde o temprano, también por simple ley natural, por elemental supervivencia, esos últimos centuriones acabarán poniéndose de parte de los bárbaros.
A ver si nos enteramos de una vez: estas batallas, esta guerra, no se van a ganar. Ya no se puede. Nuestra propia dinámica social, religiosa, política, lo impide. Y quienes empujan por detrás a los godos lo saben. Quienes antes frenaban a unos y otros en campos de batalla, degollando a poblaciones enteras, ya no pueden hacerlo. Nuestra civilización, afortunadamente, no tolera esas atrocidades. La mala noticia es que nos pasamos de frenada. La sociedad europea exige hoy a sus ejércitos que sean oenegés, no fuerzas militares. Toda actuación vigorosa -y sólo el vigor compite con ciertas dinámicas de la Historia- queda descartada en origen, y ni siquiera Hitler encontraría hoy un Occidente tan resuelto a enfrentarse a él por las armas como lo estuvo en 1939. Cualquier actuación contra los que empujan a los godos es criticada por fuerzas pacifistas que, con tanta legitimidad ideológica como falta de realismo histórico, se oponen a eso. La demagogia sustituye a la realidad y sus consecuencias. Detalle significativo: las operaciones de vigilancia en el Mediterráneo no son para frenar la emigración, sino para ayudar a los emigrantes a alcanzar con seguridad las costas europeas. Todo, en fin, es una enorme, inevitable contradicción. El ciudadano es mejor ahora que hace siglos, y no tolera cierta clase de injusticias o crueldades. La herramienta histórica de pasar a cuchillo, por tanto, queda felizmente descartada. Ya no puede haber matanza de godos. Por fortuna para la humanidad. Por desgracia para el imperio.
Todo eso lleva al núcleo de la cuestión: Europa o como queramos llamar a este cálido ámbito de derechos y libertades, de bienestar económico y social, está roído por dentro y amenazado por fuera. Ni sabe, ni puede, ni quiere, y quizá ni debe defenderse. Vivimos la absurda paradoja de compadecer a los bárbaros, incluso de aplaudirlos, y al mismo tiempo pretender que siga intacta nuestra cómoda forma de vida. Pero las cosas no son tan simples. Los godos seguirán llegando en oleadas, anegando fronteras, caminos y ciudades. Están en su derecho, y tienen justo lo que Europa no tiene: juventud, vigor, decisión y hambre. Cuando esto ocurre hay pocas alternativas, también históricas: si son pocos, los recién llegados se integran en la cultura local y la enriquecen; si son muchos, la transforman o la destruyen. No en un día, por supuesto. Los imperios tardan siglos en desmoronarse.
Eso nos mete en el cogollo del asunto: la instalación de los godos, cuando son demasiados, en el interior del imperio. Los conflictos derivados de su presencia. Los derechos que adquieren o deben adquirir, y que es justo y lógico disfruten. Pero ni en el imperio romano ni en la actual Europa hubo o hay para todos; ni trabajo, ni comida, ni hospitales, ni espacios confortables. Además, incluso para las buenas conciencias, no es igual compadecerse de un refugiado en la frontera, de una madre con su hijo cruzando una alambrada o ahogándose en el mar, que verlos instalados en una chabola junto a la propia casa, el jardín, el campo de golf, trampeando a veces para sobrevivir en una sociedad donde las hadas madrinas tienen rota la varita mágica y arrugado el cucurucho. Donde no todos, y cada vez menos, podemos conseguir lo que ambicionamos. Y claro. Hay barriadas, ciudades que se van convirtiendo en polvorines con mecha retardada. De vez en cuando arderán, porque también eso es históricamente inevitable. Y más en una Europa donde las élites intelectuales desaparecen, sofocadas por la mediocridad, y políticos analfabetos y populistas de todo signo, según sopla, copan el poder. El recurso final será una policía más dura y represora, alentada por quienes tienen cosas que perder. Eso alumbrará nuevos conflictos: desfavorecidos clamando por lo que anhelan, ciudadanos furiosos, represalias y ajustes de cuentas. De aquí a poco tiempo, los grupos xenófobos violentos se habrán multiplicado en toda Europa. Y también los de muchos desesperados que elijan la violencia para salir del hambre, la opresión y la injusticia. También parte de la población romana -no todos eran bárbaros- ayudó a los godos en el saqueo, por congraciarse con ellos o por propia iniciativa. Ninguna pax romana beneficia a todos por igual.
Y es que no hay forma de parar la Historia. «Tiene que haber una solución», claman editorialistas de periódicos, tertulianos y ciudadanos incapaces de comprender, porque ya nadie lo explica en los colegios, que la Historia no se soluciona, sino que se vive; y, como mucho, se lee y estudia para prevenir fenómenos que nunca son nuevos, pues a menudo, en la historia de la Humanidad, lo nuevo es lo olvidado. Y lo que olvidamos es que no siempre hay solución; que a veces las cosas ocurren de forma irremediable, por pura ley natural: nuevos tiempos, nuevos bárbaros. Mucho quedará de lo viejo, mezclado con lo nuevo; pero la Europa que iluminó el mundo está sentenciada a muerte. Quizá con el tiempo y el mestizaje otros imperios sean mejores que éste; pero ni ustedes ni yo estaremos aquí para comprobarlo. Nosotros nos bajamos en la próxima. En ese trayecto sólo hay dos actitudes razonables. Una es el consuelo analgésico de buscar explicación en la ciencia y la cultura; para, si no impedirlo, que es imposible, al menos comprender por qué todo se va al carajo. Como ese romano al que me gusta imaginar sereno en la ventana de su biblioteca mientras los bárbaros saquean Roma. Pues comprender siempre ayuda a asumir. A soportar.
La otra actitud razonable, creo, es adiestrar a los jóvenes pensando en los hijos y nietos de esos jóvenes. Para que afronten con lucidez, valor, humanidad y sentido común el mundo que viene. Para que se adapten a lo inevitable, conservando lo que puedan de cuanto de bueno deje tras de sí el mundo que se extingue. Dándoles herramientas para vivir en un territorio que durante cierto tiempo será caótico, violento y peligroso. Para que peleen por aquello en lo que crean, o para que se resignen a lo inevitable; pero no por estupidez o mansedumbre, sino por lucidez. Por serenidad intelectual. Que sean lo que quieran o puedan: hagámoslos griegos que piensen, troyanos que luchen, romanos conscientes -llegado el caso- de la digna altivez del suicidio. Hagámoslos supervivientes mestizos, dispuestos a encarar sin complejos el mundo nuevo y mejorarlo; pero no los embauquemos con demagogias baratas y cuentos de Walt Disney. Ya es hora de que en los colegios, en los hogares, en la vida, hablemos a nuestros hijos mirándolos a los ojos.
Arturo Pérez-Reverte
35 comentarios
Muy bueno el artículo. Esto de la invasión de Oriente no es nuevo. Yo lo viví por propia experiencia hace treinta años. En esa época ser católico y europeo en un gran país europeo era mala palabra. Se prefería a los musulmanes y se les daba todo tal es así que había áreas del país que eran mas turcas que europeas.
Los católicos hispanoamericanos eran objeto de burlas, y la religión católica era tenida como algo "del pasado" y no fuera a ser que uno fuera tradicionalista u ortodoxo o practicante por que entonces era un "represor", o un "fundamentalista" católico "inquisidor" digno de la expulsión más inmediata.
Sin embargo si ud era judío nadie le preguntaba al llegar "cuanto se va a quedar"? como si uno les gastara el país con cada día más que se quedara. Y tampoco si era musulmán en este caso era bienvenido por tiempo indeterminado. Los que hemos pasado por la tortura del "Aufentalterlaubis" lo sabemos.
O sea Padre ellos se han buscado este aluvión como muy bien dice Pérez Reverté.
Ojalá que haya todavía algún poquito de "alma europea" por ejemplo en el próximo sínodo que argumente e impido que los "preclaros" europeos como Kasper impongan su tesis. En este caso la postura sinodal de Kasper es un perfecto ejemplo de la decadencia indirectamente"Pro musulmana" de Europa.Estan diciendo"si quieres una religión en serio hazte musulmán, la tuya ya no es seria"
Lo lamento pero no me dan pena.Se lo han buscado
Hace pocos años nomás don Arturo despotricaba contra la Iglesia, todo aquello con olor a franquismo y el pasado "represor" de España. Y ahora se despacha con estas diatribas.
Nada mejor que un encuentro cercano con los seguidores del profeta para volver a la realidad. Enhorabuena.
En su defensa habria que decir además que muchos otros liberales ven lo que Pérez-Reverte describe pero no dicen nada.
La historia es la historia y no hay que olvidarla , pero la ultima palabra para esta humanidad que puede elejir que hacer con su vida y con la del projimo que tiene cerca la tiene Dios , su creador.
No tengais miedo , Yo estaré con vosotros.
O se cree, o no se cree, ese es el problema del mundo , que mucho te quiero perrito pero pan poquito.
De Dios hay que fiarse incondicionalmente, tirarse al vacio sin red y sin calculo de provabilidades, Dificil...no?
Socorre en la medida de tus fuerzas y deja a los gobiernos que se encarguen de solucionar el problema si es que pueden.
Ya que no hemos podido con la Europa apóstata (se harán islamistas por la cuenta que les trae) habrá que convertir a los musulmanes, que le vamos a hacer.
Un pueblo que acepta la eutanasia, el "matrimonio" homosexual, la ideología de género, el aborto, margina las creencias religiosas cristianas,.... ¿cómo va a acabar? Si es que está más que claro.
Sin embargo, el Papa, interpretando el signo de los tiempos, abdicó de la tiara poniendo el colofón al antiguo orden y comenzando una nueva era post IICV, con la Iglesia de rodillas y todos los demás rasgos que tanto han dado que hablar. Esto entiendo que ha contribuido sobrenaturalmente a dar forma (o más bien a permitir tomar forma) al nuevo orden anticristiano, al desatar lo atado previamente, y lleva a la pregunta de si se equivocó el Papa o si por el contrario leyó inspiradamente el signo de los tiempos, con todo lo que implica cada una de las opciones, si es que mi análisis es correcto.
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Alejandro LC: me hizo acordar al gran Quevedo: "por amarga la verdad, debo echarla de la boca". Dios le guarde. PJOR
El Islam: Despertado, fanatizado por el conflicto arabe-israelí, disponiendo de medios materiales considerables, de la potencia del Corán, de una demografía galopante, el islamismo retomará su expansión. Occidente, para preservar lo esencial de sus valores, así como su identidad, estará sometido a una dura prueba.
GOTTFRIED VON WERDENBERG
Un extraordinario vidente
Agosto de 1995
Es un vidente cristiano extraordinario que vive en Austria. Todo lo que él ha profetizado hasta la fecha ha sucedido. Muchas personas son testigos de estos hechos. Él se ve a sí mismo en una situación que percibió en los próximos años, la Tercera Guerra Mundial, los eventos cósmicos, y los primeros años de la época del Génesis que viene. Él vio todo esto como en una película ante sus ojos. El nombre del Vidente no se proporciona; él se aleja de la publicidad y no quiere la visita de curiosos.
LOS EXTRANJEROS EN LOS PAÍSES
Alemania, Francia, Italia, pero también Inglaterra tienen muchos extranjeros. Muchos países experimentarán inquietud pública, un tipo de guerra civil. Brevemente antes del estallido de la IIIª Guerra Mundial, muchas personas de Europa Oriental y Europa Sur - Oriental entrarán a raudales en Europa Occidental. Los miembros del Islam crecerán en fuerza y confrontarán a la Cristiandad.
Resulta grotesco que mucha izquierda ponga la alfombra roja al Islam: verán qué hace el Islam, cuando aplique la sharía, con el homosexualismo, con el feminismo, con el liberalismo, con el laicismo, etc.
Este mediodía he oído una ilustrativa conversación sobre el estado de la Europa actual, que les transcribo. Una señora entrada en años hablaba con otras de la inminente boda de su hija, entrada ya en la treintena. Se quejaba de que no entendía a su hija: "se casa este sábado, no tiene pensamiento de tener hijos, que no sabe si los tendrá más adelante, que ya verá, dice que tiene que disfrutar, que quiere disfrutar, yo le contesto que disfrutar es lo que ha hecho hasta ahora en sus años de soltera, que el matrimonio es para crear una familia..."
A lo peor en los cursillos prematrimoniales no le han dicho nada sobre que ésa no es la recta intención que debe tenerse para ir al matrimonio. A lo mejor sí se lo han dicho, ´pero ella (¿y él?) ha firmado en barbecho lo que sea, y piensa ciscarse en lo que le han dicho.
"Tiene que disfrutar"...
Esa es la Europa que va "resistir" a las oleadas de musulmanes, a los cuales va a ofrecer integrarse en sus "valores".
No comparto la desesperanza de Pérez Reverte, desde luego, pero sí quiero decir que Dios escribe derecho con renglones torcidos.
Primeramente no dejaré pasar por alto ciertas afirmaciones del artículo. Afirmaciones que me parecen carentes de todo rigor, como la de que una de las raíces de Europa sea el Talmud - ¿de dónde habrá sacado el disparate?- o aquella de que los sucesos históricos ocurren por "pura ley natural", o eso de la "legitimidad ideológica", que confieso no saber qué cosa sea. Pero lo sustancial de sus líneas no están, claro, en lo anterior, sino más bien en lo que preconiza: en el desmoronarse de Europa. Ahí sí coincido con nuestro flamante académico, en que Europa está herida de muerte, en que sus días -emplearemos el término día en el sentido del bíblico "yom" usado en el Génesis, es decir como período indeterminado de tiempo - están contados.
Pero habría que recordarle al señor Pérez Reverte lo que ya nos dijo a comienzos del siglo XX el gran historiador que fue Cristopher Dawson: que una Civilización es algo derivado de una gran Religión, y que cuando ésta fenece le sigue el morir de la primera. Europa, la Cristiandad, tuvo como base de su Civilización el Cristianismo, el mismo al que ha zaherido en no pocas ocasiones nuestro caballero. ¡A qué su lamento!
Atentamente.
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Manuel: justamente a eso del Talmud, del iluminismo (Voltaire incluido) y demás yerbas, me refería al decir que no estaba cien por ciento de acuerdo con el autor. Del resto, suscribo totalmente lo que ud. afirma. PJOR
Pero lo cierto es que lo cortés no quita lo valiente y, por lo tanto, negar que esto que se nos viene encima va a condicionar todo el futuro de Europa es no querer ver la realidad. Seguramente lo sensato es abrirles las puertas y tratar de ayudarles sabiendo que, esta misma gente, no aguantará una generación sin pasarnos factura. Factura que debemos pagar por nuestros pecados.
Como los godos entraron en el Imperio Romano mirando anfiteatros, esculturas y grandes obras de ingeniería, sin reparar en los millones de personas que vivían como esclavos o siervos, y luego se sintieron desilusionados porque Roma no era lo que esperaban, a esta personas les va a pasar lo mismo con toda seguridad. Y una generación, como más tarde, nos armarán la gorda. Sin embargo, es posible que nosotros necesitemos un buen varapalo y ellos nos lo den. Puede que nos quiten todas las mañas que hemos aprendido: los liftings, los regímenes de adelgazar, el querer vivir eternamente y otras fruslerías que nos parecen tan importantes. Puede que restablezcan el equilibrio de lo que es importante y de lo que no lo es. Después de Roma viene la Edad Media, pero ésta también es importante. Ahora bien, los que peor lo van a pasar son los progresistas, que son los más engañados, porque es muy difícil que estas personas traigan lo que ellos entienden que es progreso. Más reparto siempre es regreso en lo que supone tren de vida y una cosa que hace poco suscitaba grandes movilizaciones: "no a la austeridad". Pues va a ser que sí, porque no se puede presumir de buenos sin despeinarse.
En ese país al que quieren ir todos los refugiados no católicos crecen las mezquitas y la Iglesia se ha convertido en una especie de institución estatal de ayuda espiritual que trabaja con la iglesia luterana o sea da lo mismo ser católico que luterano en la práctica. Esto es bueno en cuanto a la comprensión y respeto entre las personas y nadie está en contra. Pero lo impresionante de esta postura es que entonces la Iglesia poco a poco se hace luterana. Kasper es un ejemplo de ello.En ese país solo se distingue un católico de un luterano en que el luterano recita el catecismo antiinquisición, antipapa antiimágenes etc y el católico se queda callado. Una vez que se terminó la recitación uno no se distingue de otro. Es en ese país mas condenable ser católico practicante que musulmán fundamentalista. Por ese motivo todo cierra perfectamente en la situación actual.
Huari Bumedian, ex Presidente de Argelia, dijo en un famoso discurso pronunciado en 1.974 ante la Asamblea de la ONU:
"Un día, millones de hombres abandonarán el hemisferio sur para irrumpir en el hemisferio norte. Y no lo harán precisamente como amigos. Porque irrumpirán para conquistarlo. Y lo conquistarán poblándolo con sus hijos. Será el vientre de nuestras mujeres el que nos dé la victoria.
Al igual que los bárbaros acabaron con el Imperio Romano desde dentro, así los hijos del Islam, utilizando el vientre de sus mujeres, colonizarán y someterán a toda Europa.
La clase política europea ha creado la fórmula perfecta para la nueva colonización islamista.
En primer lugar, con la maquinaria abortista y el odio a la institución familiar, han hundido el índice de natalidad. La mayoría de los países europeos tienen un índice de natalidad inferior a 1,2, o sea, a partir de ahora, la población europea se reducirá en casi un 50% con cada generación".
Ben Laden, haciéndose eco del discurso de Huari Bumedian sentenció:
"Conquistaremos Europa con el vientre de nuestras mujeres".
El iman Al Qadarawi, en 2.005 hizo esta declaración:
"El Islam volverá a Europa como conquistador victorioso tras ser expulsado de ella dos veces, una desde el sur, desde Al Ándalus, y la segunda desde el este, cuando llamó a las puertas de Atenas. Conquistando Europa, el mundo será del Islam". (el imam Al Qadarawi, parece que confunde Atenas con Viena).
El líder libio Muammar el Gadafi dijo hace años:
"Hay signos de que Alá garantizará la victoria islámica sobre Europa sin espadas, sin pistolas, sin conquistas. No necesitamos terroristas, no necesitamos suicidas, los más de 50 millones de musulmanes en Europa la convertirán en un continente musulmán en pocas décadas".
Son pocos los que se dan cuenta en el viejo continente que toda esta gente son una quinta columna para demoler Europa; ellos huyen, ajenos a la guerra en sus países, pero su huida forma parte de un plan que está muy bien elaborado.
Sin embargo, el problema no radica en estos infelices que son obligados a dejarlo todo, sino que camuflados entre estos miles de desplazados, hay muchos terroristas que gracias al anonimato, están cruzando las fronteras sin levantar la más mínima sospecha. Y estos terroristas, una vez establecidos "legalmente" en los territorios de acogida, no dudarán en poner en jaque-mate a Europa dentro de pocos meses. Y la razón por la cual los grandes de Europa guardan silencio sobre lo que sucede en Oriente Medio, (USA, Inglaterra, Alemania, Francia),se debe simplemente a que es la propia Europa quien está sumistrando armas a los terroristas, además de apoyarles económicamente. Europa está sentenciada a muerte y quien no quiera verlo, o no quiera creerlo, no hay problema, ya que lo padecerá en sus propias carnes.
Que nos anime el triunfo del inmaculado corazón anunciado por la Virgen.
Divide y reinarás. Lo que ciertos grupos buscan es neutralizar cualquier resistencia europea a nivel local. No quieren que haya ningún grado de homogeneización, ya sea religiosa, étnica, cultural, etc.
Todo debe ser fragmentado, atomizado; ergo facilmente controlable por una pequeña elite transnacional auto-elegida y muy bien posicionada en los círculos de las altas finanzas.
Es eso y no otra cosa es lo que nos dice la Sagrada Escritura, eso es lo que nos anuncia Nuestro Señor. Su Reino no vendrá de un triunfo de la fe por vías humanas, sino paradójicamente -al igual que Él en la cruz- de una crucifixión, de una cristiandad triturada en una cruz. Si su cuerpo humano fue destrozado, también lo será su Cuerpo Místico.
Pero tras la cruz viene la resurrección, esa nuestra esperanza. Él ya ha vencido y la fe, tras pasar ese tiempo de pasión, volverá triunfante. Todo se va cumpliendo inexorablemente.
La misma Biblia, en una de las cartas de Juan, identifica el Anticristo con la negación radical del Hijo (Jn. 2,22), y uno de los grandes dogmas de la religión musulmana es ese: Alá no tiene ni hijos ni asociadores. ¿Eso es casual? Quien tenga oídos que oiga.
Su análisis sobre la civilización occidental es muy superficial. A pesar de que Reverte ha leído bastante, me temo que mas a Salgari que a Zubiri o a otros, lo que dice de los derechos en Europa es de coña. El que es tan listo a veces para desenmascarar patochadas, cae el mismo en ellas a veces. ¿Así que los derechos del hombre se establecen en Europa por la Ilustración y por la Revolución Francesa? ¿Qué derecho el ser apresado y guillotinado si el mandamas de turno te declaraba enemigo del pueblo? Ese el el problema de Reverte agudísimo a las tres pero de repente bobalicón a las tres y cuarto. Se echa de menos un poco mas de coherencia. Da la impresión de que quiere contentar a muchos, y escribir verazmente o inteligentemente como dice Sostres es meterse en problemas. Aunque Reverte tiene fama de retador no lo es tanto. Mide muy bien sus duelos y saca la espada mucho menos de lo que parecer.
En este mismo caso lo que predica es el estoicismo, pero no siempre se acuerda de Séneca y, desde luego, dudo mucho que se abra las venas como no sea por una enfermedad incurable. Pero esa no fue la razón del suicidio de Séneca.
Saludos cordiales.
Un saludo y que el Señor bendiga a todos.
Sí, sí, sí.
El miedo al gobierno de Dios es miedo a Dios y eso es justamente lo que hay en Satán como paradigma.
Y decir "¡Viva Cristo Rey"! ¿es acaso decir Rey pero menos?
"...y a Dios lo que es de Dios". Todo. ¿Qué tiene nadie que no se le haya dado? ¿Quién sostiene la vida y en el Nombre/identidad de Quién se vive?
La dictadura de Dios, ¡ja! Dictadura de Dios.... Pretenciosos. Gravemente más que pretenciosos, como Satán.
Yo siempre me he preguntado cómo es que se mantenía con una (aparente) pujanza un sistema tan ANTI-NATURAL y tal ANTI-SOBRENATURAL como el sistema liberal. ¿Acaso Dios estaría dormido? Porque vamos, la seguidilla que empezó con la pornografía, pasando por el aborto y terminando en la HomoCivilización y los "géneros", clama al Cielo.
A ello se sumaba la creciente aparición de una AntiIglesia (otros la llaman la "Falsa Iglesia") en su propio seno, un cáncer gelatinoso de crecimiento agresivo que estaba desfigurando el rostro de la Esposa de Cristo.
¡Pero hábrase visto por dónde ha saltado la liebre! P.R. cree que ésto es el principio del fin de la basura que ellos, los liberales, han creado. Y yo creo que tiene toda la razón. No es la primera vez, por lo demás, que Dios se ha valido de los musulmanes para castigar a sus hijos -o hijastros- tibios, vomitándolos por su boca. Una imagen fortísima que desmiente las altas dosis de misercordina que pretenden vendernos al precio de mercadería buena.
La Iglesia tampoco da para más. Una Iglesia que convoca un Sínodo para "discutir" si vamos -o no- a seguir siendo fieles a Cristo, merece un castigo ejemplar. Una Iglesia que no evangeliza y se preocupa en cambio por "dialogar" en el peor, sentido, merece un castigo ejemplar.
Y lo tendrá, si no hay sincero y pronto arrepentimiento.
No sé si los yihadistas hollarán San Pedro, pero que esto no da para más, de eso sí que estoy convencido.
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