"Somos la generación que ha callado durante décadas" (Card. Cipriani. Lima)

Gracias a Dios, ya “llueve sobre mojado". Con estas palabras, que tienen el sabor de la denuncia y del “mea culpa", se ha despachado el señor cardenal de Lima (Perú), mons. Juan Luis: “Somos la generación que ha callado durante décadas". Y, conociéndole en persona, sé que no lo dice por decir, desde luego; al contrario: lo dice queriéndolo decir, expresa y prúblicamente, a los cuatro vientos. Y lo dice por todos: por él mismo y por sus hermanos de la Jerarquía eclesial, en Perú y en la Iglesia universal. 

Es una pena que lo diga ahora, a estas alturas de su trayectoria, que ha sido y es brillante. Solo le he visto un “borrón": las gruesas acusaciones públicas contra cuatro hermanos suyos de capelo, los cuatro cardenales de las “dudas", sobre la AL, cuando lo que pretendieron hacer -porque es lo que hicieron- esos hermanos suyos fue, precisamente, dejar de callar. Y Cipriani, con sus declaraciones, quiso “callarlos” no tanto en ellos que ya había hablado, como en los demás miembros de la Jerarquía y, sobre todo, en las gentes de a pié que podían sentirse más que impresionadas por lo que estaba pasando; y sigue pasando: un silencio de décadas. Lo dice el mismo cardenal. Una pena aquello. Aunque ya se sabe que “el mejor escribano echa un borón".

Pero hay que decirlo claramente y lo hago: en primer lugar y como primera intención, lo hace para denunciar la presencia activa del demonio en medio del mundo y en medio de la Iglesia. Pero, necesariamente, hay que juntar las dos cosas: acción del demonio y silencio ominoso, culpable y, en el fondo, casi “incomprensible” de los Pastores, si no fuera tan dramáticamente real y evidente: sin el “dejar hacer silente” de los pastores mudos, sin los “reconvertidos” en mercenarios, el demonio no hubiese podido hacer el estrago que ha hecho y sigue haciendo, ni mucho menos campar a sus anchas.

Un miembro más de la Jerarquía Católica, por tanto, esta vez también desde Hispanoamérica, que se manifiesta en este sentido. Desde aquel “hemos defraudado” a este “hemos callado". Y no por un día, o por un mes: “durante décadas". ¡Que ya es callar!

¿Cómo lo habrán soportado? Es también otra buena pregunta que solo se les puede hacer a los que lo han protagonizado, porque solo ellos la pueden contestar con verdad. Y la contestación no es “pedir perdón", “lo sentimos", “hemos defraudado", etc. Ni mucho menos: esas expresiones pueden ser perfectametne “lágrimas de cocodrilo", y un seguir “quedando bien” con el personal: ellos sabrán también con qué personal

Pero, ciertamente, tal postura les honra: al fin y al cabo “mas vale tarde que nunca". Al contrario de los que siguen callados o mudos; eso sí: “babeando” con la progrez eclesial y política de uso corriente y legal. Y así estamos y seguimos, con las consecuencias que eso tiene. Una pena y una desgracia de máximo calibre.

No digamos de los que siguen como meros “expectadores", y así lo narran en el ocaso de su trayectoria pastoral: “los jóvenes ya no consideran a la Iglesia significativa para su existencia". Palabras pronunciadas en la UPSA, no hace muchos días: más bien pocos. ¡Que ya tiene la Iglesia que haber “desaparecido” -no “en salida", sino “a escape", como se decía antes- y haber fracasado rotundamente -habiendo participado activa y a conciencia en el desaguisado- como tal Iglesia, para llegar a no significar ya nada relevante para ellos.

La gran pregunta es: ¿HAY REMEDIO?

En el fondo, es la ÚNICA pregunta verdaderamente importante. Pero la respuesta no es fácil, a mi modo de ver, porque la veo y entiendo sin una respuesta clara, o en dos horizontes distintos y, sin  duda, contrapuestos: “SÍ” y “NO MUCHO". El “NO” rotundo no lo considero: porque soy sacerdote, no sociólogo.

Y voy a intentar explicarme.

La primera respuesta es “SI". Por supuesto. Nos bastaría considerar que el mismo Cristo lo dijo: Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo. Más aquellas otras palabras tan consoladoras y tan necesarias para sus hiojs en su Iglesia a día de hoy:  Las puertas del infierno no prevalecerán.

Pero, ¿basta esto? ¿"Nos” basta con esto? Si queremos dejar solo al Señor y que Él se apañe, porque Él sabrá y podrá…, nos basta. Si no, no.

Por eso NO NOS BASTA: algo nos toca a nosotros, y de modo “decisivo".

¿El qué? ¿Cuál es nuestro papel -me pongo en la piel de los cristianos corrientes- en esta situaciión que es realmente trágica? Y que conste que no pretendo cargar las tintas.

En primer lugar querer encarnar ese resto de Israel que, a pesar de los pesares, siempre se ha guardado el Señor para sí, y con los que ha vuelto a empezar una y otra vez a lo largo de casi mil años. Pero lo ha podido hacer -le ha salido bien- porque los “escogidos” por Él han querido ser fieles a esa “elección divina".

El papa san Juan Pablo II, en su Novo millenio ineunte veía así a la Iglesia en un futuro no lejano: como un pusillus grex -un “pequeño rebaño” amado por el Señor- en manos de Cristo, fieles, a contracorriente. Y, desde ahí, reconstruir “SU” Iglesia, su Esposa. Si queremos.

La palabra clave es ¡FIELES! Así nos quiere nuestro Padre Dios, y así nos puede “usar". De otro modo, en absoluto: acrecentaríamos el número de los que siguen gritando: “¡No queremos que este reine sobre nosotros!“, para acabar gritando, porque a eso se llega necesariamente: ¡A ese, crucifícale, crucifícale!

¿Y para ser fieles? 

Lo primero: DOCTRINA. Lo de la “fe de carbonero” hay que borrarlo del diccionario. Y aquí es donde veo más “pegas". Porque la doctrina nos viene -nos debe venir- de quien supuestamente la tiene, la debe tener. Y este es el primer momento de pesimismo con el que tropiezo, porque el primer déficit está en quien debería darla. volvemos a la Jerarquía. ¿Cómo van a creer si nadie les predica? señala acertadísimamente san Pablo, poniendo el dedo en la llaga.

Pero siempre tenemos dónde beber, porque las fuentes no se han secado: tenemos la Biblia, el Antiguo y el Nuevo Testamento; a poder ser en ediciones anteriores al CV II, porque las de después son muy deficientes; y mientras no se corrijan, mejor obviarlas. Tenemos el Catecismo de la Iglesia Católica; y, por supuesto, los anteriores Catecismos incluso los más elementales: imprescindibles y necesarios. Tenemos el Magisterio perenne de la Iglesia, y no solo el de después del CV II. Sin permitir que las “novedades” nos arrebaten “lo de siempre".

Lo segundo: SACRAMENTOS. Con la Confesión y la Comunión frecuentes, semanales como mínimo, aprovechando el precepto dominical. Pero aquí volvemos a “necesitar” a la Jerarquía, pues nadie que no sea sacerdote puede ponerse a confesar o a decir la Santa Misa. Pero, ¿podemos fiarnos a estas alturas? Otro de los grandes interrogantes. Porque, en muchos casos, simplemente no podemos porque ni se ponen a ello. Y, a la vez, en muchos casos, es mejor que no se pongan.

Por último, la PIEDAD PERSONAL, recuperando -a nivel personal, a nivel familiar, a nivel escolar, a nivel parroquial- todas las devociones que hemos vivido en la Iglesia Católica, porque las necesitamos todas. Acudir y recuperar los viejos DEVOCIONARIOS, hoy más imprescindibles que nunca, dada la falta de las prácticas de piedad en tanta gente.

Y ¡pedir, pedir, pedir…! Al Señor Jesús, a la Virgen y a san José que acabe este tiempo de prueba que se lleva tantas almas.

15 comentarios

  
Tomás Salas
Querido D. José Luis: eso es justamente lo que la Iglesia necesita. Lo resumo en este lema: Sagrario, Rosario, Confesionario.

Muchas gracias por sus palabras.



Gracias a ti, Tomás. Y reza por mí.
12/11/18 8:25 PM
  
Juanico
Gracias!!!
Vd. tiene un corazón sacerdotal según el Corazón del Buen Pastor!!!



Muchísimas gracias. Reza por mí.
12/11/18 8:49 PM
  
Manuel Rodriguez Blanco
Gracias por sus escritos.
Ánimo
13/11/18 12:49 AM
  
alma
AMEN! Amén de corazón.! Y Amén con la mente en su razón .
13/11/18 10:46 AM
  
maru
Como vd. bien dice, ''confesarse, pero para éso, hace falta un sacerdote....'' y, hoy,a saber con qué sacerdote. Estos dias, el P. Jorge Guadalix, publicó un artículo que titulaba, ''Reinos de taifas'', porque ibas a confesarte a una iglesia y el cobfesor te decia que tal cosa, era pecado, ibas a otra y te decia que éso,no tiene importancia, aparte de que , en uba igkesia, la luturgia sea ''así, y en otea sea ''asá''. Peeo lo realmente trágico, es que no haya un criterio en las confesiones. Para mí, ésto es muy grave y dice mucho a dónde hemos llegado. Le diré que, este domingo, un sacerdote me diho que todos nos vamos a salvar, incluso loa que no creen en Dios porque, según sus palabras, ''los romanos sabian lo que hacian con Cristo y él en la cruz dijo al Padre, perdónales que no saben lo q hacen. Le repliqué que el Duos que te creó sin tí,.no te salvará sin tí y me dice, ''y quién dijo éso'', por supyesto q le dije q habia sido San Agustín, pero me quedé de piedra. Después de ésto, apaga y vámonos. Terrible!!!
13/11/18 12:59 PM
  
Iñaki
Don José Luis coincido plenamente. Pero se da cuenta el camino que se viene, será durisimo. En mi opinión falta una cosa en la estrategia planteada. Quien o quienes dirigirán esto?
13/11/18 1:01 PM
  
Anacoreta
Excelente, muy querido P. Aberasturi, ahí está concentrado todo lo que tenemos que hacer, no hay más, así de sencillo. Gracias y adelante, le tengo presente con mi Ave María después de Completas.
13/11/18 1:54 PM
  
Echenique
No estaría de más que el cardenal Cipriani pidiera perdón a los cuatro cardenales de las dubia, a dos de ellos a título póstumo, y que empezara a decir que la misericordia desgajada de la Verdad y la Justicia es la mejor autopista al infierno, aunque no soy quien para darle lecciones que tendrá más que aprendidas de las tres campanadas de san Josemaría Escrivá, ese santo que nunca calló cuando debía hablar y transformó los últimos años de su vida en viajes apostólicos por medio mundo para dar doctrina de la buena y suscitar la conversión de las almas a través de la confesión, el vocablo más usado de su rico diccionario catequético.
13/11/18 4:25 PM
  
Raquel D. Catequista
Gracias Padre Aberásturi: No dejamos de orar por Ud. y por toda la Iglesia Universal. Somos conscientes de los tiempos que vivimos. Gracias por no callarlo! Vivimos una vida familiar en clave cristiana católica, y somos felices en nuestra esperanza!
13/11/18 5:18 PM
  
Feliz
Muchas gracias padre José Luis, Dios le conceda los deseos de si corazón.
13/11/18 5:38 PM
  
Andreas
Gracias por su claridad, su fe y su valentía. Es usted el "Viganó" de los sacerdotes!!!



De eso, nadaaaa!!!!!!
Pero muchas gracias.
Reza por mí, que falta me hace.
13/11/18 11:04 PM
  
hornero (Argentina)
"La gran pregunta es: ¿HAY REMEDIO?". Bien apunta, Padre. Pero me parece que la pregunta está respondida por la Virgen: "Mi Corazón Inmaculado triunfará en el mundo". Si la Virgen nos anuncia esto, es porque SABE QUE HAY REMEDIO. Que el remedio no lo conozcamos nosotros de modo perfecto, o que no estemos en condiciones de aplicarlo, porque quizás nos excede, es algo comprensible y verdadero. Porque al observar la prolongada acción del mal y su magnitud, que no ha podido ser detenido ni siquiera por pontífices doctos y santos que desde Clemete XII que condenó la masonería (In eminenti,1738); S. Pío X, el modernismo (Pascendi-1907) y los siguientes Papas que fueron advirtiendo las derivaciones crecientes de los errores, se comprende que hay una fuerza siniestra sólo encuadrada en el Apocalipsis: el dragón infernal, que supera los esfuerzos de quienes guían la Iglesia, penetrando en ella fundamentalmente como masonería eclesiástica a fin de socavar sus fundamentos desde adentro. Pero, María ha recibido de Cristo la misión de asestar el golpe final al demonio. Por eso podemos afirmar absolutamente que HAY REMEDIO, y que ese remedio está en las Manos de María que cuenta con la sabiduría, astucia y poder necesarios para vencer a la antigua serpiente. Y lo hará.
15/11/18 8:47 PM
  
María de las Nieves
Si claro que hay remedio ,siempre ,siempre ,el Señor ha resucitado y desde el cielo manda hilos de energía para salir ,sino quieren acudir a la Eucaristia ya que todos llevamos la chispa de Espíritu, que busquen ,lo nuestro es clara la misión ,comunicar la buena noticia siempre,afirmar la Verdad eterna ,no dejar entrar a la mentira ,eso sí nosotros decidimos por El y su Doctrina Doy gracias a Dios por su rescate Aleluyah .YAH tu nombre santo en Hebreo.. Forma diminuta abreviada O..AleluYAH, AleluYAH YAHWE y su Hijo YAH oshua .Dios salva Él es el eterno nuestro ABBA. Eucaristía presente.
15/11/18 11:04 PM
  
Javier dolid
Leido su post, P. Aberasturi, todo resulta más claro. Gracias por su aportación. Durante los últimos 10 años que he seguido con atención la situación de nuestra Santa Madre Iglesia, apenas he escuchado de nuestros obispos alguna manifestación mínimamente crítica con la ortodoxia que rige los destinos de nuestras sociedades posmodernas.
Como católico preocupado por esta situación de deriva mundana de la Iglesia de base, debido en parte al silencio cómplice de una gran parte de nuestro de clero alto y bajo (probablemente porque en cierto grado están satisfechos o no están disconformes con esa deriva ni con los fundamentos de la misma), pedimos a Dios que quien tenga que oír que que oiga y entienda lo que está en juego para que reaccione y actúe en consecuencia.
Desde otra perspectiva, no entiendo que la actividad de un católico preocupado por la situación de nuestro tiempo deba limitarse solo a hacer proposiciones positivas de doctrina (que, dicho sea de paso, siempre es bienvenida), en detrimento de posibles críticas (no necesariamente ad hominen) de tendencias, de manifestaciones o de sonoros silencios que por su contenido puedan ser severamente criticadas/os desde la perspectiva de su inadecuación a la doctrina tradicional del magisterio de la Iglesia.
15/11/18 11:35 PM
  
María de las Nieves
Cada uno debemos saber porque callamos ,por miedo que nos tiene atados, por cobardia frente a los desvaríos de este mundo ,por someterme a los Gobiernos de turno ,que imponen ideologías no católicas y miedo a perder trabajo,por estar sentado en comodidad en mi sofá y otros hermanos perseguidos donde Asia Bibi es un icono,rezamos por ella y por todos los cristianos perseguidos. El mal lo vemos por doquier, pero como tenemos la Iglesia católica infiltrada y dicha por Papas fieles ,como apunta Alejandros que va a pasar con esta jerarquía ,con el clero y quien apacienta él rebaño? El Señor dijo de que crezca junto trigo y cizaña ,pero la obediencia eclesial de los fieles y la defensa continua como se ejerce por los fieles? De verdad nos lo ponen muy difícil. Mi obediencia es a Cristo Jesus cabeza de la Iglesia y al final me queda afirmar con rotundidad que el único Papa es El ,invisible y visible en los Sacramentos .Señor manifiéstate abiertamente y elige a tu Iglesia pecadora si ,pero no demoníaca hombres y mujeres fieles a ti comunidades vivas de tu amor. Que nos cuenten que hacer ,rezar ,sacramentos ,estudio ,Biblia y amar a los enemigos y al diablo que hacer ?no es humo de Satanas es un aguijón que hiere anula y mata.
16/11/18 7:56 PM

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