'Al Papa lo elige Dios'
Es un aserto al que se agarra mucha gente, la verdad. Y se agarra a eso, bien por poca formación doctrinal y/o espiritual; bien por un afán -lícito, aunque equivocado- de seguridad. De seguridad en Dios y en la Iglesia, para uno mismo y para los demás; bien porque, sin más, así lo creen ya que, quizás, así se lo han enseñado. Pero hay que decir que las buenas intenciones no hacen verdadera una idea, o un deseo, o una historia.
Otra cosa es que se pueda decir tal cual…, porque no se puede. Simplemente, no es verdad.
Que se sepa, pues está incluso revelado, es que Jesús -verdadero Hombre y verdadero Dios- escogió al primer Papa, a Pedro: Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia. Y fuera de este -que se sepa, insisto- a ninguno más.
También escogió a los primeros Obispos, los demás Apóstoles. E instituyó el Sacerdocio Católico el dia del Jueves Santo: el mismo día en que instituyó el Sacramento de la Eucaristía y les dio a los hombres la capacidad -sobrenatural- de hacerlo en “su” Nombre: nunca en nombre propio.
Por tanto, lo que Cristo ha dado a “su” Iglesia -la Iglesia Católica y a ninguna otra, aunque esté de moda no decirlo así- como señas de identidad fundacionales y para siempre, es el Papado -con el Papa que lo encarna en cada momento-, son los Obispos -sucesores de los Apóstoles- y los Sacerdotes: su Presbiterio. Que se suceden históricamente a lo largo de los siglos: sin ellos no habría Misa, ni Eucaristía; ni siquiera habría Iglesia, porque no estaría Él presente y actuante: Salvador.
Por contra, ¡nadie ha dicho jamás que haya visto votar al Espíritu Santo en ninguno de los múltiples cónclaves que ha habido en la historia de la Iglesia! Y no lo han dicho porque no lo han visto: de hecho, nunca ha pasado. Y no ha habido nigún Padre de la Iglesia, ni teólogo digno de ese nombre, ni escuela eclesial ni familia religiosa que haya afirmado tal cosa: que Dios elege al Papa. Nunca.
Porque al Papa lo votan exclusivamente los Cardenales Electores; es decir, los que tienen derecho a voto. Y nadie más. Y sale elegido el que sale elegido, con perdón por la perogullada.
Lo que también se sabe -porque lo han dicho los interesados en hacerlo así y en decirlo-, es que ha habido elecciones en las que el resultado estaba más que amañado de antemano. ¡Cosas de la poca integridad de las personas, aunque sean Cardenales! ¡Así es la vida!
Podría citar casos y dar nombres pero, ¿para qué? No aportan mucho a lo que estamos considerando. Nada, de hecho: ¡si hasta ha habido algún momento con más de uno o más de dos papas! Lo que demuestra, negro sobre blanco, quién elige al Papa. Y a los Obispos los nombra el Papa. Y a los Sacerdotes, su obispo,
Otra cosa es -yendo de abajo a arriba- que la vocacion sacerdotal es divina: ahí sí es Dios quien elige, quien da la vocación. Y uno, la acepta o la rechaza. Y la acepta con todas sus consecuencias, incluido el celibato, renunciando a otras posibilidades -icluso realidades presentes- para ser consecuente con esa llamada divina. Llamada que nadie puede darse a sí mismo. Llamada de la que deben asegurarse -les va en ello su felicidad terrena y eterna- los superiores, empezando por el Obispo. O el Papa y sus asesores, de cara a los mismos Ordinarios que va a llamar personalmente..
Otra cosa es ya la “carrera": la “plenitud del sacerdocio” -los obispos-, reservado a unos pocos que son llamados por sus superiores; y las dignidades -los Cardenales-, que crea el Santo Padre y de donde sale elegido el Papa.
Y así, unas veces sale elegido un Papa a la altura del Corazón de Cristo -los hemos conocido-, y otras veces sale elegido un Papa a la altura del corazón de los hombres, que ya sabemos cómo va la cosa. También los hemos conocido.
En el primer caso, la Iglesia va como la seda, por decirlo de alguna manera; aunque siempre hay “problemas” porque, ni el demonio ni los pastores mercenarios dejan por eso de existir. En el segundo caso y para todos en la Iglesia Católica, son tiempos de más Fe, de más Oración, de más exigencia personal -mayor Santidad, en definitiva-, porque son tiempos de prueba: no para Dios, sino para nosotros por parte de Dios. Porque ahí nos espera.
Y esto no desmiente que, se dé el caso que se dé, Dios siempre escribe derecho: hasta con renglones torcidos. Y “saque de los males bienes, y de los grandes males, grandes bienes".
Amén.
21 comentarios
No he pretendido presentar el celibato con carga, porque es uno de los mayores dones -gracia sobrenatural- de Dios a los sacerdotes, y a los fieles de la Iglesia entera. Si cité el celibato fue para contrarrestar a los que pretenden que se quite.
Dios escribe derecho sin duda. Por otro lado es bueno que el papa Obispo o Sacerdote asuma su misión con conciencia de lo que esto implica.
Ni los cardenales ni nadie en la Iglesia son una "marioneta" -son "movidos"- en manos de Dios; Él nos ha hecho libres con todas las consecuencias, incluso la de ofenderle o rechazarle.
Los cardenales, y todos nosotros, tenemos la gracia necesaria y suficiente para salvarnos: es una verdad de Fe. Pero nos salvamos haciendo nuestra su gracia con nuestra libertad: la que Él nos ha dado precisamente para eso: para que queramos libremente; porque solo en la libertad se puede amar. Como hace Él: que se entregó "porque quiso".
Un abrazo desde Islantilla
Pienso que en estos temas hay que ser muy cautos y muy prudentes. Quién es capaz de decir con seguridad te elige Dios o no? Tengamos rectitud de intención todos y será más fácil que se realice el querer divino.
Un chascarrillo: Me decía un cura amigo, que se rezaba por las vocaciones sacerdotales pero que no se pedía por las episcopales. Y digo yo, seguramente hay que pedir por las dos.
Pidamos por todas las vocaciones cristianas. En estos días de verano encomenderos a los jóvenes o no tanto que se plantean entrar en el seminario para ser sacerdotes al servicio de Cristo y de su Iglesia
,Jesucristo actúa siempre según su Espíritu Santo para la Salvación ,pero aunque a nosotros nos parezcan situaciones adversas es siempre para bien de su Iglesia ,pero debemos seguirle en la Eucaristía ,discernimiento y en su Palabra eterna que nos revela al Padre.
El cardenal busque la inspiracion Santa al igual que todos los hombres según su función o misión..
Sin Espíritu Santo no hay Iglesia, el sacerdocio fue fundado el jueves santo la Iglesia en Pentecostés, todo esto es sobrenatural y sino pobres mortales somos .
Y oraron así: «Señor, tú que conoces los corazones de todos, muéstranos a cuál de los dos elegiste
para desempeñar el ministerio del apostolado, dejado por Judas al irse al lugar que le correspondía».
Echaron suertes, y la elección cayó sobre Matías, que fue agregado a los once Apóstoles.
Padre, si no se ve al Espíritu Santo es simplemente porque no se le invoca o no se cree en Él, por algo Jesús sanó entre otros a Ciegos y Mudos, ¿es error de los Cardenales Electores? ¿De los Cardenales electores y el resto de Cardenales? ¿ de los Cardenales y Obispos? ¿ de Cardenales , Obispos y Sacerdotes? ¿O de de Cardenales, Obispos, Sacerdotes y nosotros los feligreses?
Primero hemos de Orar, si no lo hacemos, nada podemos y segundo hemos de hacerlo con Fé, pues como bien dice en nuestro nombre nada, siempre en el suyo.
Y si hemos Orado y lo hemos hecho con Fé, solo queda una cosa, dejarse en la providencia Divina . Ya nos dijo Jesús que todo lo que pidiésemos en su nombre el Padre nos lo concedería,¿ por qué no va a darnos el Papa que el escogería?
Si hay una cosa que no podemos perder nunca es la Fé y la confianza en el poder de la Oración...
Y eso no quita que un escogido por Dios no pueda Errar, de hecho casi seguro que lo hará, pues es humano y como tal libre y cuanto más cercano a Dios esté, seguramente más tentado se verá.... Erraron los patriarcas, los jueces, los reyes, los profetas, y Apóstoles....y lo hacemos cada uno de nosotros a diario.
Y no creo tanto buenismo barato para papanatas. Dios no nombra a nadie para crear confusión.
I como el Padre nos dice en el último párrafo;
"Y esto no desmiente que, se dé el caso que se dé, Dios siempre escribe derecho: hasta con renglones torcidos. Y “saque de los males bienes, y de los grandes males, grandes bienes" ".
¡El que quiera entender que entienda!
Arezar, "Exsurge Domine et iudica causam tuam"
Gracias desde lo más profundo del alma.
Sin su presencia en este blog se sentía una gran desolación.
Me parece que este es un gran acontecimiento para San Josemaría que lo estará viendo contento desde el cielo..
Estuve acordándome de un pasaje de San Pablo a Timoteo:
• «En una casa grande, no solo hay vasijas de oro y plata, sino también de madera y de barro; unas son para usos nobles; y otras para usos vulgares. Pues bien, quien se purifique de los usos vulgares, será una vasija para uso noble, santificado y útil a su dueño, preparado para toda obra buena» (2Timoteo, 2,20-21).
Para usos nobles, pienso en el Papa Benedicto XVI, su amor a la Tradición del Señor, la sabiduría de Dios que se ha mostrado en las enseñanzas petrina. Su amor al Magisterio de la Iglesia Católica, su obediencia, su testimonio, que verdaderamente nos ha confirmado en la fe apostólica. Eso es lo que yo veo.
San Pablo dice que en la casa hay vasijas que no son todo de oro o plata, pues Benedicto XVI, era esa vasija de oro, por la pureza de la fe.
Si alguien no se contamina por la vasija de usos vulgares, agradará al Señor. Es necesario siempre todo lo que es puro y recto ante el Señor.
Que edificante es la frase: “Y “saque de los males bienes, y de los grandes males, grandes bienes".
Pues el Señor se sirve de quien sea para sacar de la Iglesia toda la inmundicia, las impurezas no pueden formar parte de la Iglesia Santa. Porque el aceptar lo que es pecaminoso, es edificarse otra idea de iglesia al margen de Cristo Jesús.
La Sabiduría del Señor no puede alcanzar a los que viven según las concupiscencias. Es el Señor quien va haciendo la limpieza, por medio también de pastores del agrado del Corazón de Jesús como el Cardenal Sarah, la vasija de oro y plata siempre para usos nobles, que da gloria a Dios, y salva a tantas almas.
Pero también nosotros, que hemos recibido el sacramento del Bautismo, y estamos pendientes del sacramento de la confesión, con frecuencia, con nuestro trabajo por la Tradición Apostólica, nos llegamos a convertir esas vasijas para usos nobles
Al respecto de la elección del obispo de Roma... Al fin y al cabo es un llamado por Dios a la santidad, como somos todos llamados en el Bautismo. Otra cosa es que lo haga bien o lo haga mal. ¿Qué por qué ha habido semejantes Papas? Pues lo que usted dice, que Dios escribe recto con renglones torcidos. Al menos Él juega con la ventaja de que sabe lo que hace.
Estimado Ramón:
Mi nombre es José Luís: lo de Aberasturi está bien.
Se dice así, ciertamente, pero por una razón: porque Dios "asume" la elección que se hace dentro de la Iglesia, y se le consagra Obispo in aeternum, recibiendo la plenitud del Sacerdocio. Como Dios también "asume" la elección del Papa, y lo hace Roca-Pedro.
Pero para el episcopado, como para el papado no hay una "vocacion divina específica": ésta está ya, como "dinámica" o como "expansión" en la vocacion -llamada- al sacerdocio, que nadie puede darse a sí mismo.
Lo que sí es cierto, y por eso se habla también de "elegisti ad episcopatum" -y se podría trasladar al papado-, es que con esa elección que Dios "asume" -hace suya- Él "añade" unas cargas divinas específicas, de gran calado y de una gran responsabilidad moral, directamente ante Dios mismo: la de ser constituidos PASTORES, a imitacion -y con el modelo- del Buen Pastor, su Hijo.
Y la última frase suya -"Él juega con la ventaja de que sabe lo que hace"- es, como mínimo y dicho como lo dice, desafortunada y que oscurece el tema más que lo clarifica. A mi modo de ver, claro.
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