"El magisterio del Vaticano es paralelo al ("magisterio") de las Naciones Unidas".
No lo he dicho yo…, que sería incapaz, en el sentido más estricto de la carga semántica que atesora el término “incapaz". Lo dice, ni más ni menos que mons. Marcelo Sánchez Sorondo, filósofo y teólogo, además de obispo, y mando supremo de la Pontificia Academia de las Ciencias y de la Academia Pontificia de las Ciencias Sociales. Vamos, una máquina, este hombre. Argentino, por supuesto y como corresponde a los signos de los tiempos.
Y si lo dice, dado su alto cargo -que es patente que le ha superado con creces-, será porque se siente autorizado por el mismo Vaticano a expresarse de ese modo.Y si de allí, del mismo Vaticano, no sale una voz que lo desautorice públicamente, es que, ciertamente, estaba autorizado implícita o expllícitamente.
Lo ha declarado en el marco de la primera sesión de un curso de verano, en la Universidad Católica de Valencia (UCV), que lleva por título “la pregunta de Dios en la universidad". Y, por tanto y en ese marco -"la pregunta de Dios en la universidad"-, nada más lógico -filosófica, teológica y pastoralmente hablando- que afirmar que “el empeño del Papa es erradicar la pobreza y el hambre en el mundo” para añadir, sin solución de continuidad, que “este es precisamente el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, que se aprobaron por unanimidad después del discurso del Papa en la ONU y de su encíclica Laudato Sí". Y así siguió dando la matraca sobre las estructuras económicas, lo malos que son los demás, los que no son pobres, y bla, bla, bla.
¿Alguna pregunta o respuesta sobre Dios? No aparece nada de nada en lo que han presentado algunos medios sobre su intervención: han reseñado en especial su referencia a las cosas económicas y así. Pero es posible que las haya habido, solo que yo no las he leído.
De modo que ya lo tienen ustedes todo clarito: “el empeño del Papa es erradicar la pobreza y el hambre". Y punto. En boca de este y otros monseñores, no hay más Papa ni más Iglesia que esta. ¿Que el Papa ha dicho -no hace muchas fechas- que la Iglesia Católica no es una ONG? Bueno pues llega el Sánchez Sorondo y nos lo aclara todo.
Y ya el acento puesto en que el magisterio del Papa es paralelo al de las Naciones Unidas… ¡Vaya bajonazo que mete el buen monseñor al magisterio del Papa y de la Iglesia! Es que nuevamente nos vuelve a abrir los ojos, porque estábamos cegatos al completo; porque no es que las Naciones Unidas se hayan acoplado, no. Es que el Papa y lo que representa se han acoplado. Y a esto lo califica de un momento “mágico". Vamos, como la “conjunción planetaria” -o así- del encuentro entre Zapatero y Obama… Pues eso.
Y ahí tienen ustedes todo resuelto. Ya no es la Iglesia el “alma” de la sociedad y, por tanto, del mundo. Para nada. Ya no es la Iglesia Católica la que “fecunda” al mundo y a sus gentes: es la Iglesia “mundana” en su expresión más genuina, pues hace suyo y propio lo que dice el mundo y sus lacayos. Es más: ¡si ya dice lo mismo que la ONU…! ¡Que ya es bajonazo, ya!
Este sr. obispo, Presi de esas flamantes entidades académicas vaticanas, no sé si sabe -dados sus títulos- que la ONU propugna combatir la pobreza y el hambre…, ¡eliminando a la gente! Primero, que no sean concebidas; y para eso, ahi va la pasta gansa para implantar los métodos anticonceptivos, untando bien -como es lógico- a los distintos estamentos que intervienen en el proceso. Y en segundo lugar, si ha empezado el embarazo, pues se le quita a la señora el “grano” de la tripa…, ¡y a correr! Por supuesto, con la financiación correspondiente, más un plus por dedicación y otro por número de intervenciones.
¿Esto entra dentro del “magisterio del Vaticano” y lo coloca, además -y como gran triunfo: “momento mágico"-, al nivel y en paralelo al de las Naciones Unidas? Por cierto: no sabía que lo de la ONU fuese -o tuviese- “magisterio". Pero, en fin…
Por cierto, y por señalar: ¡qué distinta -y qué distante- la enseñanza del papa Benedicto XVI, su recordado y cada vez más alabado predecesor, hoy emérito! En un discurso a las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos (27-I-2006), después de hablar de la dignidad del trabajo y del trabajador, señalaba proféticamente: “Hay que reafirmar la enseñanza del amado Juan Pablo II, que nos invitó a ver en la vida la nueva frontera de la cuestión social (cf. EV 20). La defensa de la vida, desde su concepción hasta su término natural, (…) es el primer deber en el que se expresa una auténtica ética de la responsabilidad, que se extiende coherentemente a todas las demás formas de pobreza, de injusticia y de exclusión".
Este buen monseñor, el Sánchez Sorondo, aparte de no leer a Benedicto -no recordar lo que leyó, o rechazarlo, sin más- se suma al coro de voces -cada vez más numeroso; me da que se contagian, porque están siendo epidemia: el último en “cantar” ha sido Paglia; el penúltimo, Martin, consejero del Papa, y animador de los curas gays para que salgan del armario-, de aduladores de Francisco; tan aduladores que -no recuerdo ahora quién- decía, refiriéndose precisamente al entorno del Papa, que “con amigos así no necesita enemigos".
El problema, el gran problema, es que -y a lo que parece por las informaciones que llegan- ese coro tan desgraciado -por desafinado- se lo ha montado él solito, a pulso.
Por cierto: vaya puntería -diana al primer disparo- el que se ha encargado en la UCV de contratar a este “punto” o “gallo", como dicen en Asturias.
Y, también por señalar: ¿teniendo a Cañizares, que se ha marcado una clausura del curso con una conferencia excelente, qué necesidad había de traer a este sujeto?
18 comentarios
Porque Sánchez Sorondo fue discípulo y amigo del gran filósofo y teólogo tomista Cornelio Favro, que sin duda alguna habría desautorizado los últimos pasos de su alumno de entonces,
Por lo mismo: "anduvo" con Sto. Tomás y uno de sus mejores intérpretes, ahora "anda" con la ONU, sin mediar importantes distinciones.
De lo cual se deduce que se está identificando con un "camaleontismo" fuera de serie.
Esto es de pena, de desastre, ver al Vaticano convertido en marioneta cuando fue el principal escollo para las políticas abortistas. Triste, muy triste, muy decepcionante y muy duro.
Las cosas irán a peor. Rece por nosotros. Estamos nadando entre dos aguas: el amor al Papa, y el caos reinante.
Nos apoyamos en Ud!.
Simple y llanamente dice la verdad, por desgracia de todos los católicos fieles a la Doctrina que Jesucristo nos enseñó.
Este pontificado nos lleva al desastre más absoluto.
¿El amor al Papa? ¿A que Papa se refiere?
Sí se refiere al actúal mucho tiene que ver con el caos reinante que Vd. cita. Por lo tanto, amor no es justamente la palabra adecuada.
Por favor no se lie, no "estamos nadando entre dos aguas". Estamos con el agua al cuello gracias a quién dirige la Iglesia.
1. Que los pobres no consumen; aprovechan las migajas que en forma de ropa usada, comedores sociales, etc, les dejan caer los que todavía tienen algo.
2. Que la larga permanencia en esta situación de miseria forzosa deteriora tanto física como psíquicamente a quienes la sufren que les imposibilita la incorporación a la vida laboral. Si no hay consumidores no puede haber ventas; sin ventas no hay producción y sin producción no hay trabajo. Circunstancia en perfecta coherencia con lo propugnado por la ONU y camaradas : combatir la pobreza y el hambre eliminando gente. Esto es un saneado de la sociedad junto con otros métodos ya puestos en funcionamiento durante decenios : guerras de exterminio, enfermedades de efectos letales y dificultad para conseguir sus vacunas. Y de nueva aparición el zika, para reprimir en las mujeres americanas sus irreprimibles ansias de parir.
3. Que en virtud de los dos puntos anteriores la pobreza ha de ser tratada al igual que la enfermedad : una situación eventualísima y pasajera y no una eterna condenación. El aumento del número de pobres en una nación torna la situación en irreversible.
4. Que la misma caridad se disvirtúa y se torna iniquidad cuando con ella lo único que se consigue es perpetuar la pobreza en lugar de erradicarla.
Ya vemos que todo ello persigue un fin sobrenatural, bajo la inspiración del espíritu del mal; que sus fieles sicarios actúan a la luz de Lucifer ; y que, por consiguiente, todo cuanto dispongan ha de ser satánicamente correcto.
¿Me puede concretar un sólo "pontificado nefasto" de esta época?. Se refiere al del papa que hizo posible la evangelización del Nuevo Mundo, o quizás al que plantó cara a Enrique VIII, defendiendo la integridad de la Doctrina y Magisterio aún a costa de perder a una nación entera para la cristiandad, o se refiere al que frenó la Ruptura protestante en su raíces? Seamos serios y hablemos con rigor histórico y respeto de la Iglesia.
Mi duda es ¿qué hace el Papa haciendo suya esa tesis? A los cristianos practicantes, tal y como me considero yo, esta forma de dirigir la barca de Pedro me parece contradictoria. Si quiere aspirar a liderar la ONU, nadie obliga al Papa a seguir en su pontificado.
Gracias por señala la cizaña que hay para que los tibios no se confundan (Jose Mª Castillo, Padre Angel y su corbata roja, y tantos endemoniados que hay ahora sin echar esputos por la bica).
Muchas gracias por su apostolado.
In Domino.
NB: Y a rezar que cuando llegó San Juan Pablo II nadie pensó lo que iba a venir, gracias a Dios (Y nunca dudé del beato Pablo VI).
Muchas gracias, Jose, por tus palabras, que no merezco en absoluto. Y encomienda.
Saludos cordiales.
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