(79) De llaves, pollos y ranas, y otras cuestiones pastorales

1.- ¿Quién eres tú para evangelizar? Esta es la excusa callabocas y cerradora de puertas del que quisiera una Iglesia muda, o a lo sumo mimo, de cara blanca y gesto bonachón, que moviera las manos sobre la pared imaginaria del mundo, simulando no poder salir y que en verdad no saliera. Pero la Iglesia del Señor tiene las llaves de todas las puertas que pasan al Otro Lado. Y no es prisionera de ningún cerrojo. 

 2.- Eres embajador de Cristo. No te preocupes de lo que vas a decir, y habla. Y llama al pan pan y al vino vino, que es verdadera caridad decir las cosas como son.

Nosotros somos, entonces, embajadores de Cristo, y es Dios el que exhorta a los hombres por intermedio nuestro. (2 Cor 5, 20)

 3.- Nunca olvide el evangelizador Quién abre sus labios para pronunciar su Palabra, y sus ojos para ver. Y que confiese con gozo y agradecimiento:

“Tú mantienes abiertos los párpados de mis ojos” (Sal 77, 5)

 4.- Una impresión de grandes maravillas comunicándose de un corazón otro, como montañas de Misterio a través de la Comunión de los Santos. Y su roca viva: cómo el Señor “hizo salir arroyos de la piedra” (Sal 78, 16).  ¿Podrías tú hacer lo mismo, brotar el agua eterna de un corazón de roca, y que se convirtiera? Tú no, pero sí el Señor “que hirió la peña y brotaron las aguas” (Sal 78, 20),  contigo, en ti, y a través tuya.

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 5.- Es el Espíritu Santo quien obra prodigios en su Iglesia, para liberarte del mundo que te mantiene esclavo, y no quiere soltarte. No te parezcas, por eso, en tu apostolado, al evangelizador desmemoriado, que no recuerda el día que el Señor nos “redimió de la opresión, ni de cómo obró sus prodigios en Egipto” (Sal 78, 42-43), contra las potestades de este mundo,

mandando contra ella tábanos que los devorasen

y ranas que los infestasen (Sal 78, 45)

Sólo así no “se acercará la plaga a tu tienda” (Sal 91, 9-10)

6.- Cosa absurda es pretender callar al progresismo del mundo a base de liberalcatolicismo aconfesionalista. Muchos católicos aún no se percataron de ello, y mientras son engullidos  sin apercibirse de ello, trabajan ingenuamente contra el Leviatán, con absurda labor de callarranas, como quien va a una charca, con plena ingenuidad, a poner orden y silencio entre los anfibios.

7.- No se confíe la eficacia del apostolado a la sofisticación de los materiales o a la riqueza de recursos. No se pretenda comprar la conversión de nadie impresionando monederos ni asombrando pupilas.

8.- Las habilidades del ilusionista no aumentan la gracia del apostolado.

9.- Ni el mundo dejará de ser un mal músico por mucho que tararees sus canciones, ni porque mandes callar a las ranas dejarán de croar en el estanque.

10.- La introducción de un bestseller neoarriano en parroquias y movimientos es gran locura, que inutiliza toda pastoral, todo ministerio. Porque si el Hijo es negado, y se enseña a negar al Hijo en la plenitud de su divinidad, el Hijo niega a quien le niega y le considera adversario. Y toda acción que no sea en su Nombre queda vaciada y exprimida radicalmente del poder de Dios. Que no hay buenismo que evite esto: o con Cristo o contra Él.

11.- Tras unos cuantos años de psicoterapias orientalistas y remojamientos en spás mentales, el bautizado ya no recuerda nada de quién fue por la gracia. Borrón y cuenta nueva. De su pasado católico sólo le quedan las fotografías de la primera comunión. Algo así como lo que ocurre con ciertas aves de corral sometidas a terapias de relajación mental. Dicen que las gallinas y los pollos, después de haber sido hipnotizados, no recuerdan nada de nada, salvo cacarear, que eso no se olvida tan fácilmente.

 12.- La Nueva Evangelización no consiste en hacer que la gente mire una raya de tiza pintada en el suelo, y quede hipnotizada y convencida cual pájaro ponehuevos. Esto es lo que quisiera el pseudoevangelizador pelagiano: ser hipnotizador ilusionista, insuflador de convicciones y cumplimientos mecánicos y creencias y que el mundo quede alelado en pelagianismo católico, y aplauda sus habilidades.

Pero no, no es eso, aunque lo haya sido muchos años, en que conseguir que un tipo fuera a Misa los domingos era todo un éxito, aunque por dentro blasfemara como un demonio. Así nos ha ido. Cuando en pocos años de lujuria y necedad todo el edificio del neopelagianismo piadosoburgués se desplomó como un castillo de naipes, comprobamos que todo aquello era papel mojado y sugestión, y poco más: una rayita de tiza en el suelo de una España descristianizada.

13.- ¡Inactualidad! Es la contraseña de todo apostolado fructífero que no se conforma con el siglo.

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14.- Poco fruto concede el Señor, que es Verbo de Belleza, al que maltrata su Palabra, y no la expone ni la explica con esmero de converso, sino con el desaliño negligente de la acedia. Que el Logos viviente no es maestro de apáticos ni de conformistas, sino de embajadores suyos por la gracia.

“Dedicaos con perseverancia incansable a interceder por todos los hermanos, y también por mí, a fin de que encuentre palabras adecuadas para anunciar resueltamente el misterio del Evangelio, del cual yo soy embajador. “(Ef 6, 18-20)

15.- No mires la vida de tu prójimo con indiferencia, como si sólo te preocupara convencerle. Que conducir almas a Cristo es urgente,  ante todo 

Porque el Amor de Cristo nos apremia (2 Cor 5, 14).

Somos intercesores en el Intercesor, miembros de su Cuerpo, que media visible e inefablemente.

17.- Todo lo bello será gratuito en tu camino de perfección, como un regalo de cumpleaños, hasta la virtud heroica que la gracia te hará poner en juego para llegar a buen puerto, a la orilla bendecida de la Tierra Nueva. Por eso en tu apostolado no caigas en el error de presentar a los alejados la lista de tareas que han hacer para llegar a ser santos por derecho contable, y con total garantía. Que ellos también cumplen años y entienden lo que significa recibir regalos, soplar velas y cantar.

18.- La unción de Cristo gotea sobre el apostolado de los santos, y cala hasta los huesos, para que el Hijo sea glorificado en toda conversión. 

19.- Toda pastoral pobre de espíritu, y por ello bienaventurada, es encontradora de perlas. Cuántos lo venderían todo para comprar el campo. Pero si es oscura, y cansada, y meramente natural, apenas hallará baratijas en solares y zonas francas, donde nadie escondería tesoros. Ah, y no seas tan ruidoso en tu apostolado que despiertes al Niño, y no dejes descansar a María.

 y 20.- Si hay santidad, todo es distinto. Hasta las ranas, muchas, callan solas, embelesadas ante la luz, y se puede dormir tranquilo junto al estanque, que el Señor trabaja su campo. Se puede incluso dejar la ventana abierta para que entre el frescor del Espíritu. Y cuando todo duerme, y desaparece el ruido del mundo, oramos por los que aún no han despertado.