Ramón Jáuregui (PSOE) lo tiene claro: laicismo a la fuerza

Es muy posible que muchas personas, llevadas de una bondad francamente mejorable, piensen que siempre que se habla de laicismo no es más que un recurso de personas conservadoras en lo religioso, retrógradas en el pensamiento social y, en fin, imposibles de corregir.

Es, también, más que probable, que se crea que en esto no le va nada a la sociedad española porque, al parecer, se trata de un debate de ideas y como las ideas son algo, digamos, etéreo, no acabarán influyendo en la vida ordinaria de las personas que viven con tales pensamientos.

Sin embargo, cuando hablan, o escriben, las personas que, directamente, pueden influir en nuestras vidas y lo hacen como lo ha hecho don Ramón Jáuregui, miembro del Partido Socialista Obrero Español (que, además, son cuatro mentiras en cuatro palabras, que no es mal récord) y lo hacen como aquí lo ha hecho, es momento bastante oportuno para pararnos un momento a pensar qué es lo que dice el individuo que, más que nadie, se presenta como defensor, a ultranza, del laicismo del Estado (al que, el que esto escribe, prefiere llamar, seguramente por ser un retrógrado, nación)

El domingo pasado, 20 de julio, salió publicado en www.elcorreodigital.com un artículo de don Ramón Jáuregui Atondo, a la sazón Secretario General del Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso que no es una persona que, por decirlo así, hable por hablar ni diga lo primero que se le pase por la cabeza (aunque, francamente, lo parezca)

El título del citado artículo es “Funerales y laicidad” y trata, precisamente, del funeral que le tiene preparado, mediando el laicismo, el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, a la religión y a la fe católicas. Sin embargo, habría que recordarles ahora aquello de “los muertos que vos matáis, gozan de buena salud”

Pero, en fin, tales recuerdos no les han de inquietar, seguramente, mucho, ahora mismo, a los portadores del laicismo.

Pero vayamos con lo dicho por Jáuregui.

Los objetivos a conseguir vienen delimitados, a la perfección (sin duda ninguna por parte del autor del artículo) en el último párrafo de su, digamos, artículo, aunque más bien podríamos denominarlo “hoja de ruta” (al desastre)

Dice lo siguiente:

En primer lugar, la necesidad de construir y educar a las generaciones jóvenes en una ética pública cívica cuyos principios y contenido vienen dados por los valores constitucionales y la declaración universal de los derechos humanos. Aquí destaca la importancia de Educación para la ciudadanía. Segundo, el desafío de crear una cultura pública laica y prácticas de ciudadanía basadas en la tolerancia activa y la deliberación, sin exclusiones ni pretensiones impositivas. Tercero, la consolidación de unas relaciones de cooperación apropiadas, caracterizadas por la igualdad y no discriminación con las diferentes confesiones religiosas. En cuarto lugar, la igualdad ante el estado de ciudadanos y asociaciones cuya libertad religiosa y de conciencia se expresa en orientaciones laicas, no específicamente religiosas. En último término, la desaparición de la confesionalidad que pervive en espacios y prácticas de las instituciones públicas, y la eliminación progresiva de símbolos religiosos en los edificios y actos públicos. Todo ello de acuerdo al sentir general de la ciudadanía, pues no es nuestro propósito actuar por imperativo legal sino dirigir y acompañar esta evolución de la sociedad española. Por todo ello, sí hemos adoptado la decisión de reformar la Ley Orgánica de Libertad Religiosa (LORL) y abordar en ella estas medidas. El mandato constitucional de aconfesionalidad así lo exige. Pero hacerlo con prudencia y acompañando a la sociedad en una cultura tolerante de la laicidad, es lo más inteligente en un país cuya memoria histórica algo nos enseña sobre esta delicada cuestión”.

Y aquí pueden encontrarse, fácilmente, cuatro lugares, una mentira (lo del acuerdo que, según dice, tiene la sociedad española con hacer tales cosas) y, por último, un resultado puramente nefasto (o sea, contrario a lo justo religioso), la nueva e innecesaria Ley Orgánica de Libertad Religiosa.

Y ahora, como suele decirse, vayamos al turrón.

Cuatro lugares… bastante comunes para el laicismo

En primer lugar, la necesidad de construir y educar a las generaciones jóvenes en una ética pública cívica cuyos principios y contenido vienen dados por los valores constitucionales y la declaración universal de los derechos humanos”.

Segundo, el desafío de crear una cultura pública laica y prácticas de ciudadanía basadas en la tolerancia activa y la deliberación, sin exclusiones ni pretensiones impositivas”.

Tercero, la consolidación de unas relaciones de cooperación apropiadas, caracterizadas por la igualdad y no discriminación con las diferentes confesiones religiosas”.

En último término, la desaparición de la confesionalidad que pervive en espacios y prácticas de las instituciones públicas, y la eliminación progresiva de símbolos religiosos en los edificios y actos públicos”.

1.-En realidad, cuando se dice que se quiere educar a las generaciones jóvenes lo que se quiere es, en verdad, adoctrinarlas para que se acojan a la ideología socialista. Y eso es así porque en los centros educativos no se debe “educar” sino “instruir”. Sin embargo, la instrucción no lleva, por sí misma, ningún tipo de moralización cívica ni nada por el estilo. Por tal razón han de “educar” que es ir más allá de lo que le corresponde al Estado.

Y esto es, se diga lo que se diga, laicismo a la fuerza.

2.-En realidad cuando se habla de excluir las “pretensiones impositivas” lo que se quiere decir es, exactamente, lo contrario porque por “tolerancia activa” se quiere decir que se va a tolerar a la fuerza cuando, en realidad, el ejercicio de tal virtud es, precisamente, voluntario. Y esto lo que quiere decir, en realidad, es que se va a legislar de forma tal que algunas personas parezcan, no diré yo que parezcamos (bueno, sí, lo digo) apestadas, por no seguir tan iluminada normativa.

Y esto es, se diga lo que se diga, laicismo a la fuerza.

3.-Cuando se habla de “relaciones de cooperación apropiadas” lo que quiere decir el Sr. Jáuregui es que serán como le convenga al Partido Socialista Obrero Español; es decir, que lo apropiado es lo que la ideología izquierdista entienda como apropiado (en cada momento, pues relativistas son un rato…) Así, si se cree que se debe discriminar a la religión católica pues se hace lo posible por marginarla de la sociedad y de apartarla de la vida pública lo más que se pueda (¡Vaya, es lo que ya se hace ahora!) para, por ejemplo, mejorar las relaciones con otras religiones, por ejemplo, la islámica que es más del gusto de los mandatarios socialistas (pero no por estar de acuerdo, seguramente con sus ideas, sino para dar malestar a la católica; o sea, por incordiar)

Y esto es, se diga lo que se diga, laicismo a la fuerza.

4.-Cuando se habla de “desaparición de la confesionalidad que pervive en espacios y prácticas de las instituciones públicas, y la eliminación progresiva de símbolos religiosos en los edificios y actos públicos” se manifiesta, perfectamente (habrá sido el subconsciente que se les habrá revelado en el momento más inoportuno) la verdad de todo este galimatías palabrero: eliminar toda presencia de lo religioso católico de los ámbitos públicos porque no nos van a hacer creer que no se trata de un ataque directo a los símbolos religiosos católicos.

Y esto es, se diga lo que se diga, laicismo a la fuerza.

En fin, que está claro que los cuatro lugares, comunes para el laicismo, dejan, bien a la vista, el verdadero sentido de lo que se quiere hacer. No se trata, pues, de otra cosa, sino de puro laicismo que quiere dejar apartada, totalmente, de la sociedad, a la religión católica.


Una mentira… muy difundida

Todo ello de acuerdo al sentir general de la ciudadanía, pues no es nuestro propósito actuar por imperativo legal sino dirigir y acompañar esta evolución de la sociedad español

¡Tururú!

Permítaseme hacer uso del anterior sonido trompero porque no me negarán ustedes que la frasecita no se las trae y que encierra un grado de falsedad tan grande que, al menos, debería haber hecho sonrojar a su productor. Aunque yo, esto último, no lo veo posible, claro.

Dice que se trata de una especie de sentimiento general de la ciudadanía. Claro, porque el personal cuando se levanta por las mañanas y va a trabajar (o al paro, cosa muy común en mandatos socialistas) piensa, y vuelve a pensar, en la educación cívica de los jóvenes y, también, en las distintas confesiones religiosas que existen en España, para que no sean discriminadas y en cosas de tal jaez. No piensan en cómo van a llegar a fin de mes sino en la “eliminación progresiva de los símbolos religiosos en los edificios y actos públicos”. Por supuesto.

Vamos, eso lo sabe cualquiera. Pero sabe lo contrario que es, ciertamente, la verdad: ni hay tal sentir y, sobre todo (y por eso mismo) van actuar, los socialistas (con Jáuregui a la cabeza) por absoluto imperativo legal, a la fuerza, por poder.

Un resultado… perfectamente diseñado

Aquí lo único que se pretende, con todo esto, es, simplemente, dar a luz un engendro a lo que se le llamará Ley Orgánica de Libertad Religiosa pero que, en realidad, no será más que el relativismo llevado a la norma, el laicismo hecho norma, la norma pervertida por un sentido pervertido de lo religioso.

Y ya veremos como actúa, aquí, el Partido Popular porque si se trata de una Ley Orgánica se necesita una mayoría muy amplia para lo cual la concurrencia del Partido de Rajoy es más que necesaria. Es más, sin su concurrencia esto no será posible. Y si concurre en común acuerdo con el PSOE…

Quien piense que se trata de otra cosa es que, en verdad, está equivocado o le gusta vivir, por comodidad, supongo yo, en Babia que es un estado de existencia que conviene mucho a los espíritus que prefieren no ser molestados en su vida material a cambio de dejar pasar, lejos, lejos, lejos, los principios a los que dicen acogerse (me refiero a los principios y valores cristianos y católicos que, es de suponer, conocen -¿?- y respetan -¿?-)

Y sobre todo, lo que no puedo negar, lo admito, es que resulta increíble que una ideología tan contraria a la humanidad como la socialista, sea capaz de pergeñar ideicas como las que aquí se han visto teniendo en cuenta que la frase “la imaginación al poder” hace mucho tiempo que pasó a la historia.

Aunque, esto es cierto, la memoria de muchos es, más que nada, selectiva.

6 comentarios

  
Manuel
Acertado analisis D. Eleuterio de la situación e intencionalidad de un partido en el poder que practica a las claras el odium fidei sin ningún complejo, el problema es saber como reacciona el cada vez más descafeinado en valores PP al que ya a muchos católicos no nos representa.
Toca rezar. Un abrazo en Jesus y María.
24/07/08 12:55 AM
  
Eleuterio
Manuel

La verdad es que, bien mirado, es mucho mejor que las cosas queden claras desde el momento en que se manifiestan las ideas. Por eso hemos de dar gracias a Dios también por esto. Nos sirve para delimitar cuál es nuestro campo de acción y, sobre todo, hacia dónde debemos mirar para no equivocarnos.

Por otra parte, yo le digo, con franqueza, que no tengo ninguna confianza en que el Partido Popular, al menos sus actuales dirigentes, tengan muy claro qué es lo que tienen que hacer en casos tan concretos como éste. La verdad es que se les ve muy alejados de una base social que es, seguramente, en su inmensa mayoría, católica y, por eso, deberían hacer incapié en defender los valores y principios que les corresponde defender.

Sin embargo, como hoy día se aplica mucho la política políticamente correcta y no se quiere quedar mal con los partidos de izquierda para evitar que se llame retrógrados e, incluso, integristas (como a mí mismo me ha llamado un comentarista del artículo anterior relativo al diario "Público") pues, seguramente, se pondrán de acuerdo con el PSOE también para esto y santas pascuas... a otra cosa.

Y la oración no debe ser abandonada nunca porque es muy necesaria para un católico.

Le devuelvo el abrazo en Jesús, Hijo de Dios y hermano nuestro, y en María, Madre de Dios y Madre nuestra.

¿Qué más podemos pedir?
24/07/08 1:06 AM
  
ciudadano
En primer lugar felicitarle por su análisis. Creo que si quienes escriben en estas columnas y otras sobre religión, en lugar de buscar la paja en el ojo de la Iglesia se dedicaran a buscar la viga en la situación a la que poco a poco vamos desembocando, harían un mejor servicio a la Fe.
Por otro lado, desde mi postura de ex-votante del PSOE, y analizadas la actuaciones del PP (aborto, laicismo, homosexualidad), sinceramente, no encuentro ningún aliciente para ofrecerles mi voto con lo cual desde una postura social, humanista y cristiana estoy condenado, como otros muchos, a no poder votar.
24/07/08 10:41 AM
  
Eleuterio
ciudadano

Francamente me veo abocado a opinar, exactamente, igual que Ud. El Partido Popular no muestra demasiado interés por los temas relacionados con los valores cristianos y, por eso mismo, se nos presenta una situación muy difícil para las personas que, por nuestro pensamiento, mostramos una tendencia a votar a tal partido político.

Sobre lo de la viga y la paja, es evidente que muchas personas gustan de encontrar errores en la Iglesia sin darse cuenta (o sí) que) que lo único que hacen es dañar a la Esposa de Cristo que, por eso, sufre, en sus propias entrañas.

Pero, a lo mejor, es que, en realidad, no deberían considerarse católicas tales personas y por es hacen lo que hacen y dicen lo que dicen.
24/07/08 10:57 AM
  
Ana
El jefe del estado español es católico y el resto de su familia, celebran bautizos, ofrecen a los niños a la Virgen de Atocha, van a Misa de Pascua en bloque, asisten a procesiones. Me pregunto si lo verna mal.¿se lo van a prohibir?
24/07/08 5:55 PM
  
Eleuterio
Ana

Pues no lo tengo yo muy claro porque, la verdad, lo que parece es que se trata de cambiar el régimen político y en esto también va incluida la Iglesia. Eso es una cosa sobre la que no cabría a menor duda.
24/07/08 5:57 PM

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