Nueva Era: 'Revista Fusión'. 2.- 'El Pueblo Universal'

Serie: Nueva Era

!AVISO!: lo que van a leer aquí no es producto de una imaginación calenturienta. Es pura, y peligrosa, realidad.

Una de las ideas que la Nueva Era refleja en sus, digamos, cogitaciones, es aquella que dice que, en realidad, lo que conviene para la humanidad es que exista un “Pueblo Universal” que es, exactamente como se le llama, literalmente, en el apartado de “Objetivos” de la revista Fusión donde puede apreciarse que lo que, aquí, se dice, son algo más que palabras.

Evidentemente, para que un nuevo mundo, una nueva forma de ser… en fin, para que una Nueva Era pueda llegar a, no sólo anunciarse, sino a ser realidad, se necesita que lo que constituye el núcleo básico del mundo mismo, es decir, las personas, devengan algo nuevo. A eso es a lo que se le llama “Pueblo Universal” que no es, sino, un intento de hacer que, en lo posible, sea dirigida por alguna mente privilegiada.

En este tema, el del universalismo, juega un papel muy importante la denominada “Hipótesis Gaia” que el químico James Lovelock formuló hace, ya, unos decenios. Nada más lógico que un “Pueblo Universal” se corresponda con un planeta que, en realidad, es un ser vivo, único.

EL “Pueblo Universal” no se sustenta sobre la nada, como bien nos puede parecer sino que tiene, digamos, su propia teoría y se encuentra, punto sobre punto, en la misma revista internáutica origen y causa de esta serie de artículos sobre esta forma de manifestación, sutil pero detectable, de la Nueva Era.

Así, tanto “Gaia” y la unidad como ley y como necesidad para sobrevivir son, por decirlo así, las tres patas de taburete de la Era de Acuario (que es, como sabemos, la denominación que sus partidarios dan a la Nueva Era)

Sostienen en “Fusión” que “James Lovelock” (el pergeñador habilidoso de tan mala idea) “fue el artífice de la conversión de nuestro planeta Tierra en un ser vivo, que siente, que sufre, que respira y que, sobre todo, funciona como un todo que cuida la evolución de sus vidas y las dirige hacia un fin de momento inescrutable”.

Sin embargo, con ser esto algo extraño a cualquier clase de pensamiento, lo peor viene cuando dicen que “La Mente convertirá a la criatura hombre en un Dios Creador, pero antes tiene que aprender a usarla en Unidad”.

Por tanto, el hombre, a través de su Mente, se convertirá en un “Dios Creador“. Nada más y nada menos que sostienen que el ser humano, semejanza y creación de Dios, puede llegar a ser igual que el mismo Creador. Y esto es una aberración y una predicación nefasta sobre algo que no es admisible por no ser posible.

Pero, para esto, se requiere una Unidad que lleva al hombre a formar parte del Pueblo Universal.

Como ya he dicho antes, la “Unidad” es importante por dos razones:

1.-Es una Ley

En lo referido a la Ley de la “Unidad”, ésta pretende superar a Cristo. Es decir, ponerse por encima de Él porque, es de entender que la Era de Acuario (la Nueva Era que “está por llegar”) supone la superación de la Era Cristiana.

Esto se deduce de lo que dicen:

“Él mostró” (se refieren a Cristo) “y demostró que todos somos hermanos desde la comprensión de que todos somos Hijos del Mismo Padre. Todos estamos unidos por una Red energética que constituye la base de Unidad sobre la que se levanta el proyecto del Padre para sus Hijos”.

Y lo peor viene ahora:

“Sin la existencia de esa Red no sería posible la vida en el planeta, porque esa Red aporta la cohesión, la perfecta relación entre todos los seres vivos, el alimento básico que partiendo de la Mente del Creador aporta a todas las Vidas la energía necesaria para su existencia y desarrollo evolutivo. Todos somos UNO, y eso es más que una frase, es una clave para comprender la creación y el papel que el ser humano tiene asignado en ella”.

En realidad, Cristo dijo que quería que todos fuéramos uno (“Que sean uno, como Tú y Yo somos uno” (Jn 17,11)) Por tanto, ahora no somos UNO como sostienen en “Fusión” sino que, también como dejó escrito Juan Pablo II Magno, “Ut unum sint”, es decir, para que sean uno, en el empeño ecuménico de cumplir la voluntad de Cristo.

Queda claro, por tanto, que tal teoría, la de que somos, ya, Uno, supone la superación del cristianismo porque en la nueva época, denominada Nueva Era (ya para ellos, como puede verse) ya se ha alcanzado tal Unidad.

Y eso no está muy de acuerdo, que digamos, con el cristianismo.

2.-Es necesaria para sobrevivir.

La necesidad de una Unidad se sostiene, sobre todo, en el aniquilamiento exacto de lo que, hasta ahora, se ha desarrollado en la larga historia de la humanidad.

Así dicen que:

“Los cambios, las “borrascas” mencionadas, ya han sido anunciadas por los científicos, pero los científicos que miran hacia el futuro nunca han sido muy escuchados en este planeta, tal vez porque en este planeta dominan las fuerzas retentivas representadas por las religiones y por la mayoría de los políticos, a quienes sólo les importa el poder material y su propia supervivencia a costa de lo que sea”.

Por tanto, los problemas que existen y que se dan, no son culpa de que las personas hagamos mal las cosas ni de que no demos cumplimiento a la voluntad de Dios. No. Los problemas son debidos a las “fuerzas retentivas representadas por las religiones y por la mayoría de los políticos”

Aquí está, exactamente, el resumen de la teoría extraña que la revista “Fusión” lanza al espacio internáutico y que no es, sino, expresión de la teoría de la Nueva Era: las religiones (luego, también, el cristianismo, a quien ellos creen haber superado ya como antes he dicho supra) son el verdadero problema de la sociedad mundial.

Y eso no está muy de acuerdo, que sepamos, con el cristianismo.

Dicen, por último, en “Fusión” que “El Pueblo Universal es aún un proyecto, un movimiento espontáneo e instintivo de los ciudadanos del mundo ante la opresión del poder, ante su avaricia y egoísmo.

Y esto es bastante peligroso porque marca un camino a seguir por los ciudadanos de la Nueva Era.

Pero es, sobre todo, peligroso para los demás.