El Cardenal Martini y su nueva vía
Conociendo la trayectoria de Religión Digital siempre tendente a promover todo aquello que no vaya en consonancia de la Iglesia católica sino, al contrario, todo lo que pueda considerarse progre, el pasado miércoles, 19 de noviembre, publicaba el portal “religioso” un artículo relativo a un libro que el Cardenal Martini ha escrito.
Hasta ahí todo normal, todo según siempre pasa porque, a cuenta del libro de Martini “Coloquios nocturnos en Jerusalén” se aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para arremeter, simple y llanamente, contra la Iglesia católica de la que, creo, el Cardenal forma parte.
Lo malo viene cuando se lee detenidamente lo que el Cardenal Martini dice sobre ciertos temas.
Aunque ya sabemos que el jesuita Martini (¡Ay, otro para la colección de versos sueltos jesuíticos!) ha manifestado, siempre, unas ideas algo sui generis, no deja de ser sintomático de un pensamiento alejado de la realidad eclesial que diga lo que dice.
Por ejemplo, parece que el Cardenal Martini entiende que sería conveniente que la Iglesia Católica se replantease tres temas para, seguramente, cambiar su doctrina: la comunión de los divorciados y la prohibición del uso de anticonceptivos de todo tipo.
Debe olvidar lo que la Esposa de Cristo dice sobre los anticonceptivos y sobre la comunión de los divorciados. Parece que se le olvida o no quiere recordarlo, lo que hace mucho peor lo que dice.
Pero, como eso debe parecerle poco, ha puesto el acento en un tema sobre el que no debería manifestar duda alguna: el celibato de los sacerdotes.
Para Martini, se debería permitir que algunos sacerdotes pudieran acceder al sacramento del matrimonio. A esto añade, como no puede ser menos, una necesidad de replanteamiento sobre la posibilidad de que la mujer acceda al sacerdocio (poniendo como ejemplo el caso de la Iglesia Anglicana que ha dado más que un paso en tal sentido)
Así, dice que, tal cosa nos “Es algo que podría ayudarnos también a nosotros a ser más justos con las mujeres y a entender cómo puede seguir el camino en el futuro“
Y es que el sentido de la justicia lo tiene algo distorsionado el Cardenal emérito porque la justicia no es dar a cualquiera cualquier cosa acogiéndose a cualquier modernidad para quedar bien o algo por el estilo.
Y, como parece que no puede dar puntada sin hilo, dice sobre la Encíclica Humanae Vitae que, “Muchos ya no toman más en serio a la Iglesia como interlocutora o como maestra. Sobre todo nuestros jóvenes que ya casi ni recurren a la Iglesia por temas como la planificación familiar o la sexualidad” y que, por eso, lo mejor “Hubiese sido mejor guardar silencio” sobre temas como, por ejemplo, la sexualidad.
Y no. Lo que no hay que hacer es dejar que las cosas vayan por el camino mundano que están siendo llevadas. Guardar silencio por parte de la Iglesia Católica sería, sobre todo, una cobardía, además, de una dejación de funciones que no podría ser admitida.
Y es que no cree que Benedicto XVI vaya a retirar tal Encíclica. Claro… es que es de esperar que así sea (que no haga tal cosa, quiero decir)
Y así una cosa y otra que adorna Martini con su vitola de progre eclesiástico dañando, al fin y al cabo, a quien dice defender.
Sin embargo, de esto hay antecedentes que son, como poco, curiosos y clarificadores de más de una postura y de un pensamiento expresado por el Cardenal Martini.
El pasado mes de mayo, el diario El País elogiaba al Cardenal Martini al escribir sobre el mismo libro que, entonces, se presentaba en Alemania.
Y, claro, así, las cosas, no pueden ser y, además, son imposibles porque la nueva vía de Martini es, simplemente, una vía muerta.
Pero a mí lo que más me inquieta es que se diga, como se ha dicho en más de una ocasión, que el Cardenal Martini ha sido, alguna que otra vez, candidato a ser elegido Papa. Candidato en serio y no, sólo, por ser Cardenal.
¡Que buena es la inspiración del Espíritu Santo que no ha hecho eso posible!
15 comentarios
A mi juicio entre un ministro socialista español y un ministro de la Iglesia como Martini, la única diferencia es el idioma. Por eso, los mismos medios, El País y cia., que veneran a los unos, veneran y ensalzan igualmente a estos "religiozuelos" de los Martinis, Tamayos, Kuhnes...etc,etc. Estos pontífices de la progresía, que buscan la división a base de mentiras y juegos bonitos de palabras (a quién me recuerda eso de la mentira y de la división),en el fondo me dan pena, aunque visceralmente sienta asco y desprecio, más por mi,que estoy,gracias a Dios, curado de espanto, por la gente buena, sencilla y humilde a quien puedan confundir y escanzalizar.Por eso, en caridad a esas almas sencillas, no estaría de más, a mi modesto entender, una fuerte amonestación por el Santo Padre a estos sembradores de cizaña, o que algún cardenal valiente diga, con santa desvergüenza, algo parecido a "Hermanos en la fe, no hagais caso a Moseñor Martini, pues sus palabras llevan lejos de la salvación". Aunque, me temo que el dicho "perro no come perro", o "entre bomberos no se pisan la manguera" se haga realidad, tristemente, en éstos casos. Allá ellos y su conciencia. Mientras, es necesario que todo bautizado, con humildad, diga las verdades del barquero como usted.
Es muy triste tener que decir lo que pasa. Pero no es triste por cumplir esta modesta función de denuncia de los atropellos a la fe y de los ataques que, incluso, se producen desde dentro de la misma Iglesia Católica; es triste por ver qué personas dicen lo que dicen.
Sería conveniente, por supuesto, que alguien con autoridad suficiente dentro de la Iglesia Católica dijera algo conveniente en los momentos oportunos. El Santo Padre hace, creo yo, lo que puede, y dice lo que dice y muchas veces lo dice con total intención de corregir los errores. Sin embargo, hay personas que no quieren darse cuenta de los que están cometiendo y, sobre todo, del daño que hacen, más que nada, a los pequeños en la fe que pueden resultar, fácilmente, escandalizados.
Por otra parte, a mí me gusta mucho la expresión "santa desvergüenza" porque creo que define, a la perfección, lo que no hay que tener y lo que, al contrario, hay que hacer.
Si no me equivoco creo que usted es un lector habitual de Ricardo de la Cierva me gustaría saber qué opina de su última obra: "La Infiltración".
A mí personalmente me ha impactado y me ha llevado a pensar que la Iglesia es la mayor farsa que haya conocido la Humanidad.
es que me mosquea que iga todo eso. Y si además la fuente es de la firma "vidal&masiá consultores de tormentas", pues tiendo a creerme lo contrario.
please, que alguien serio me diga que dice lo que dicen estos. gracias eleuterio!
Bueno un hombre inteligente con sus años, deberia estar preparandose para entregar cuentas regulares al Creador. Y no pensando como modificar lo que Cristo quizo y quiere para su Iglesia, y no la nuestra, ni la de Benedicto, es de Cristo. El se podria ir a las otras antes de que desaparezcan que ya estan aplicando su criterio, que hasta eso, no es nada nuevo, solo le falto hablar del obispo homosexual episcopaliano.
Hay que orar por este señor, que parece ser, ya es harina de otro costal.
Aunque soy admirador de Ricardo de la Cierva le tengo que decir que no he leído "La infiltración". Sí que, en la revista Chesterton (en su número 13, de marzo de este año 2008) tituló, Ricardo de la Cierva, un artículo, "La infiltración". Aquí dice que "Entre los años cincuenta y sesenta, es decir a lo largo de tres décadas bien colmadas, ocurrió en España un gravísimo episodio histórico que pretendía conseguir una infiltración moral en la trayectoría de España e implantar, a través de la perversión de la Iglesia católica, una transformación de España en un régimen marxista-leninista que alcanzaría consecuencias incalculables para el futuro".
Eso dice en el artículo. No sé yo si el libro que Ud. refiere tiene el mismo tema o es otro. A mí me gustaría que, por favor, nos resumiese el libro (por si es de otro tema) porque a la conclusión que Ud. ha llegado me preocupa bastante.
Yo estoy seguro que si, honradamente Ricardo de la Cierva ha podido escribir un libro del que se deduzca lo que Ud. dice, tendrá sus razones.
Por cierto, la revista Chesterton ya desapareció, precisamente, con el número de marzo de 2008. Alex Rosal, Presidente del Grupo Chesterton de Editores, está planteando editarla en internet.
Lo que dice Ud. no va, tristemente lo digo, muy desencaminado. Sin embargo, las ideas que manifiesta Martini no son exclusivas de su pensamiento. Dentro de la Iglesia Católica existe mucha persona que, desde una progresía mal entendida, equivoca los pasos que da, precisamente, en el mismo sentido que el Cardenal Martini.
Sí, efectivamente, creo que, como seguramente también por mí mismo, hay que rezar por Martini que, con errores y todo, sigue siendo hijo de Dios y hermano nuestro.
Pues el libro es lo que usted comenta. Básicamente toma como modelo a la Compañía de Jesús y nos va relatando los desmanes que fueron cometiendo.
Yo leí el libro en un momento de bajón de Fe, y tras hacerlo me dije si los religiosos se comportaron así, ¿qué hago perdiendo el tiempo en este tinglado?.
Y aquí estoy, cada día siendo menos católico, en fin que se le va a hacer fue bonito mientras duro.
Debe hablar Ud. de forma irónica, claro.
Sin duda todas las personas podemos tener bajones en la fe pero, en realidad, es la mejor forma de comprobar que, en realidad, se trata de alguna prueba que tenemos que pasar.
Yo creo que saber lo que se hace mal sólo puede hacer bien porque se pueden evitar situaciones similares. Si Ricardo de la Cierva ha escrito tal libro con intención de denunciar lo hecho de forma incorrecta, seguramente será en beneficio del catolicismo. Eso sin duda.
Y lo de estar siendo, cada día, menos católico, resulta, probablemente, cuestión de cada uno de nosotros que no siempre somos (escribo por mí, claro) tan fieles ni como decimos ni, sobre todo, como debemos.
!Ánimo y adelante!
gracias y un abrazo
Una cosita antes de nada. Como cristiano todos sabemos que la enseñanza de nuestro credo ha cambiado a lo largo de la historia. Por eso creo que las palabras de este señor nos hacen ver que existe gente diferente, que sufre, hay que escuchar . Jesús defiendo escuchar y ayudar a los oprimidos porque voy a defender un módelo de familia, de relaciones sexuales y condenar a los demás cuando estas personas tienen valores espirituales fuertes. Creo que ser buen cristiano es escuchar y ayudar que la gente que es diferente se desarolle, sea feliz que llenen de amor sus vidas. Nada es blanco y negro. Sólo dios es infalible pero los que han hablado sobre dios son hombres y no tienen la verdad absoluta. La única verdad es respetar, amar, ver que el mundo hay que gente diferente. Un gran saludo
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