¿Es cierta la profecía de San Malaquías sobre los Papas?
¿Es cierta la profecía de San Malaquías sobre los Papas? ¿Escribió este santo obispo irlandés medieval la lista profética? Si es así, ¿qué hemos de pensar de ella? ¿Estamos ante el final de la Iglesia? Cuando hoy, 28 de febrero, Benedicto XVI deje el papado, la Iglesia católica entra en período de sede romana vacante. Ante la curiosidad y la preocupación de muchos por las profecías de San Malaquías, el sacerdote Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), despeja las dudas sobre este tema en el portal católico Aleteia.
1. San Malaquías es un personaje que existió verdaderamente y que es reconocido como santo por la Iglesia católica.
2. San Malaquías fue considerado un santo hacedor de milagros y visionario. Entre sus profecías, se le atribuye una lista de los Papas desde su tiempo hasta el fin del mundo.Ante el riesgo de tachar todo episodio histórico poco claro de legendario, lo primero que hay que afirmar es que San Malaquías de Armagh, obispo irlandés, es un personaje histórico. El resumen que hace el Martirologio Romano (el catálogo de los santos reconocidos por la Iglesia católica) en el día de su memoria litúrgica, el 2 de noviembre, es el siguiente: “En el monasterio de Clairvaux, en la Borgoña, sepultura de san Malaquías, obispo de Down y Connor, en Irlanda, que restauró allí la vida de la Iglesia, y cuando se dirigía a Roma, en dicho monasterio, y en presencia del abad san Bernardo, entregó su espíritu al Señor (1148)”.
En un momento difícil para la Iglesia en Irlanda, después de unos años de violentas incursiones de los bárbaros y de una gran relajación en la fe y en las costumbres, el joven Malaquías fue ordenado sacerdote tras haber vivido con un ermitaño. Destacó por su espíritu de pobreza y por su celo evangélico, siendo un referente en la vida monástica de su tiempo, y con 30 años fue nombrado obispo de Down y Connor. Más tarde tuvo que hacerse cargo de la sede metropolitana de Armagh no sin muchas dificultades, y cuando logró instaurar la paz regresó a su antigua diócesis. En un viaje a Roma conoció a San Bernardo, al pasar por Claraval, y éste se hizo amigo y admirador suyo, llegando a escribir su biografía. En otro de sus viajes, murió en 1148 precisamente en Claraval, en brazos del iniciador del Císter, que lo honró como santo. Después, en 1190 fue canonizado.
En su hagiografía se cuentan varios milagros y predicciones, entre las que destacarían la de su propia muerte y algunas sobre la Iglesia de su tiempo y sobre su patria. Sin embargo, su nombre está vinculado actualmente a una profecía sobre el papado, que vuelve a ponerse de actualidad en momentos como éste, cuando se da la sucesión en la sede episcopal de Roma. Se trata de un listado de 112 Papas, comprendiendo el período desde Celestino II, que inauguró su pontificado en 1130, hasta el fin del mundo.
Lo más curioso y enigmático de este vaticinio es que cada Papa viene designado con un lema breve en latín, que presuntamente refleja su personalidad o las circunstancias históricas de su ministerio.
Así, si tomamos los lemas que corresponderían a los últimos Papas, nos encontramos con “Pastor angelicus” para Pío XII, “Pastor et nauta” para Juan XXIII, “Flos florum” para Pablo VI, “De medietate lunae” para Juan Pablo I, “De labore solis” para Juan Pablo II y, por último, “Gloria olivae” para Benedicto XVI. El último pontífice, número 112, tiene como lema “Petrus romanus”, y el texto de la profecía es más explícito que en el resto del catálogo: “En la persecución final de la Santa Iglesia Romana reinará Pedro el Romano, quien alimentará a su grey en medio de muchas tribulaciones. Después de esto la ciudad de las siete colinas será destruida y el temido juez juzgará a su pueblo. El fin”. Ciertamente inquietante.
3. La primera atribución de la lista de Papas a San Malaquías data de finales del siglo XVI, casi 450 años después de su muerte, y todos los indicios apuntan a que es falsa.
Aquí nos encontramos con algo semejante a lo que ocurre con la célebre oración “Haz de mí un instrumento de tu paz”, que se atribuye a San Francisco de Asís cuando resulta que no se ha conocido el texto hasta el siglo XIX. La primera aparición del listado de Papas supuestamente redactado por San Malaquías data del año 1595, casi 450 años después de la muerte del prelado irlandés. No hay texto anterior alguno ni, por supuesto, manuscrito original ni nada que se le parezca. Un historiador benedictino, Arnoldo de Wyon, fue quien publicó ese año el documento profético (“una cierta profecía”, lo llamó) y quien lo atribuyó a San Malaquías.
Hay varias razones de peso, además de lo ya dicho, para rechazar la autoría. Por ejemplo, el principal biógrafo del arzobispo, que fue San Bernardo de Claraval, cuenta en su obra los milagros y predicciones, pero no habla para nada de la lista de Papas. Ni lo hace ningún autor anterior a 1595. No tenemos datos para rastrear su origen, y por tanto no sabemos si el monje Arnoldo se encontró el texto y lo aceptó de forma acrítica, o si lo compuso él directamente. Estamos hablando de lo que en literatura se denomina “pseudoepigrafía”, es decir, la atribución de un documento a un autor para que gane en autoridad y credibilidad, pero siendo falsa esa autoría.
Un elemento interno muy interesante a la hora de juzgar el texto es, además, el acierto o no de las predicciones. El apologista católico Jimmy Akin, de Catholic Answers, ha hecho un exhaustivo estudio de los nombres que aparecen en la lista de Papas y asegura, con los datos en la mano, que los anteriores a 1590 alcanzan un índice de acierto del 95 %, mientras que los posteriores a esa fecha sólo son satisfactorios en el 8 % de los casos. La composición en torno a esa fecha es, por lo tanto, algo más que probable. Incluso se ha apuntado que los aciertos y errores en los lemas latinos coinciden en gran medida con una obra escrita en el siglo XVI por el agustino Onofrio Panvinio, Epitome Romanorum pontificum.
4. La Iglesia nunca ha aceptado esta profecía, y muchos autores la han rechazado de forma tajante.
Lo primero que hay que aclarar, una vez más, es que la Iglesia considera que las llamadas “revelaciones privadas” no completan la revelación divina, que ha sido hecha definitivamente en Cristo, sino que ayudan a vivirla en un momento histórico determinado (Catecismo de la Iglesia Católica, 67). Aunque algunas cuenten con el reconocimiento oficial de la Iglesia, no tienen una autoridad que exija la fe de los cristianos. Como escribió en 2000 cuando se hizo público el tercer secreto de Fátima el entonces cardenal Ratzinger, “es una ayuda que se ofrece, pero no es obligatorio hacer uso de la misma”.
Dicho esto, hay que afirmar que la Iglesia católica nunca ha aceptado la lista de Papas atribuida falsamente a San Malaquías. Desde su aparición han sido muchos los autores que la han rechazado como apócrifa. El insigne ensayista español Benito Jerónimo Feijoo, benedictino como Wyon, escribió en su Teatro crítico universal (1726-1739), en lo tocante a astrólogos y adivinos, que su vaticinio “es aplicable a mil sucesos diferentes, usando en esto del mismo arte que practicaban en sus respuestas los oráculos y el mismo de que se valió el francés Nostradamo en sus predicciones, como también el que fabricó las supuestas profecías de Malaquías”. Historiadores como Papebroeck, Ménestrier, Harnock, Thurston y Vacandard han hecho una severa crítica de la profecía.
5. ¿Qué pensar, entonces, de la profecía falsamente atribuida a San Malaquías?
Algunos pueden pensar que hay algo de verdadero, pero todo lo que parezca acierto ha de considerarse una simple coincidencia. Además, hay que tener en cuenta que, como en el caso de Nostradamus y de tantos otros visionarios, se emplea un lenguaje sibilino u oracular, lo suficientemente vago para que pueda “demostrarse a posteriori” su acierto. Basta con ser un poco hábil entremezclando catástrofes y felicidades para escribir algo que pueda aplicarse a los hechos venideros sin mucha dificultad.
Y para entenderlo nos puede valer un ejemplo bien conocido de la mitología clásica: cuando Creso, rey de Lidia en el siglo VI a.C., se preparaba para la batalla contra Ciro, rey de Persia, consultó al célebre oráculo de Delfos, y recibió por respuesta que si trababa combate un imperio sería destruido. Animado por lo que consideraba un buen augurio de victoria, se lanzó a la batalla con otras potencias aliadas y resultaron derrotados, cumpliéndose así el vaticinio, pero no como él lo había imaginado: fue su imperio el que desapareció.
Una persona con fe no puede vivir pendiente de estos anuncios –nada infalibles, por cierto– que pretenden conocer de antemano el futuro. Hacerlo es dejar de lado la confianza en la Providencia de Dios y la responsabilidad humana en la construcción de la historia. Sólo Dios sabe el día y la hora del final, y por eso la vida en la tierra está marcada por la virtud de la esperanza.
26 comentarios
No se puede negar que hay un curiosa coincidencia con la lista de Papas que dio Conchita González en San Sebastián de Garabandal (aparición no aprobada por la Iglesia pero que "huele bien" a tenor de las opiniones vertidas por Padre Pío y Madre Teresa de Calcuta, y otros signos como que, tras 50 años, las videntes han llevado una vida sencilla y sin ningún tipo de publicidad ni lucro derivado de tales mensajes de los años 60's).
Ojalá tengamos muchos más papas de los que ya tuvimos porque el mundo no está en preparado para ninguna Parusía y yo personalmente preciso de muchas conversiones.
Pero desde un punto de vista humano y cristiano, ojalá sean verdaderas, porque nos presenta un destino que es a la vez trágico y esperanzador, pues nos pone a la puertas de la gran esperanza de los cristianos de todo tiempo: ¡Maran atha!
2. El punto en común fundamental es que: el final de los tiempos no es el final del mundo. Y que el final de los tiempos se aproxima y debemos estar preparados (mensaje, estar en actitud y vida orante) ¿Cómo será ese final de los tiempos? Que el papado en Roma se acabará. No es el final de la Iglesia ni de los Papas. Aquí entra San Malaquías. La Iglesia continuará restaurada en Jerusalén (aquí entra la Nueva Jerusalen del Apocalipsis y la segunda venida de Jesucristo y el comienzo de su reinado de Paz donde el “venga a nosotros tu reino” se hace realidad en la vida terrenal). Seguidamente vendría el final del mundo.
3. Cómo llegará ese final de los tiempos? Ya sean las visiones de Santa Catalina Emerich y Santa Faustina Kovalska (por ejemplo) o en Akita y Kihebo la Virgen repite que la Iglesia tras un cónclave se dividirá y sugirán dos Papas (uno elegido legítimamente y otro elegido ilegítimamente). Que el papa legítimo tendrá que huir de Roma en medio de una persecución general en todo el mundo a todos los católicos, seguidores del Papa legítimo. Que el Papa ilegítimo se hará con la Silla de Pedro y que será el colaborador del Anticristo, que en ese momento surgirá y se impondrá y todos le reconocerán y los que se resistan será perseguidos y eliminados. Y todo ello en medio de un gran conflicto entre las naciones a lo cual el anticristo pondrá fin imponiendo “su” “paz”.
5.Que antes del final de los tiempos con estas catástrofes o castigo divino, Dios enviaría un Aviso consistente en que todos podríamos ver (como si del juicio particular se tratase) nuestra alma con nuestros pecados tal como Dios la ve. Y seguidamente habría un gran Milagro. Tanto el Aviso como el Milagro eran otra oportunidad de conversión para la humanidad origen de la Misericordia de Jesucristo (la Divina Misericordia, Santa Faustina Kivalska).
6.Por lo tanto, el mendaje es de triunfo del Bien-Dios y su la Iglesia frente al Mal con su anticristo, surgiendo un nuevo mundo-nueva Jerusalén.
Todos los advientos pedimos con fuerza "Ven, Señor Jesús", y si alguien dice (con fundamento o sin él) que allí viene, ¿nos asustamos? ¡Qué falta de coherencia!
Por puro entretenimiento, a mí me divierten las coincidencias en las señales se distintas profecias que circulan en estos días. Pero el fondo es siempre el mismo: si Jesús viene hoy, ¿estamos preparados? Más importante aún: Si nos llama hoy, ¿estamos listos? Ningún cristiano tiene excusa para decir "no", con o sin Papa.
I TESALONIENSES 5: exhortaciòn a la vigilancia ante el advenimiento repentino del Señor:1 En cuanto al tiempo preciso, hermanos, no hace falta os escribamos nada. 2 Vosotros mismos sabèis perfectamente que el dìa del Señor vendrà como ladròn nocturno. 3 Cuando estèn diciendo paz y seguridad, entonces mismo les sorprenderà de improviso la ruina, como los dolores de parto a la que està encinta; y no podràn escapar. 4 En cuanto a vosotros, hermanos, no vivìs en tinieblas como para que el dìa del Señor os sorprenda como un ladròn. 5 Todos vosotros sois hijos de la luz, hijos del dìa. No lo somos de la noche ni de las tinieblas. 6 Por consiguiente no nos durmamos como los otros, sino velemos y estemos alerta.
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=23746
http://religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=27585
Tres artículos de personas honestas y solventes en muchas áreas. Nada de Feijoos y precursores del naturalismo....
Algunas personas han prestado especial atención a esta profecía, que es coincidente con otras (Zacarias en el Antiguo Testamento y apariciones de Garabandal, entre otras), y me parece que muy pronto vamos a salir de dudas.
Quienes quieran seguir consumiendo jarabe de pico, pues son muy dueños. Pero la verdad es ésa.
Narra un testigo de la narración que había duda si dijo don Bosco después fue un papa o dos.
Cuando el siguiente papa amarró el barco a las columnas, las barcas enemigas huyeron y reinó la calma.
...poco faltó para que Benedicto XVl amarrara al menos a la columna de la Hostia..
A. Sobre el olivo:
1. El olivo no puede producir fruto por sí mismo, sino que requiere de injertos y cuidados
2. El olivo productivo requiere de quince años para alcanzar su plena fructificación y puede producir durante sigos
3. La raiz del olivo puede seguir produciendo fruto y nuevos árboles durante milenios
B. El olivo es símbolo de Israel, pero también puede serlo del Nuevo Israel, la Iglesia; también de la paz, la abundancia, la gloria y la purificación.
Jesús es la única fuente de paz (rama del olivo), y la paz viene de la obediencia de su evangelio que es dado al mundo a través de la Iglesia (olivo).
C. El aceite del olivo significa unción, oración, Espíritu Santo, es parte de los sacramentos del bautismo, la confirmación, la unción de los enfermos (sana y perdona), es un sacramental para liberar de éspíritus malignos y sanar enfermedades.
La lámpara debe arder con aceite de oliva y representa pureza, veneración y paz.
D. Gloria, según el RAE, es majestad, esplendor, magnificencia.
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Esa profecía no cae en ningún tipo de milenarismo. No pasaría nada por hacerlo, porque solo un tipo de milenarismo está condenado con gravedad, el craso. Para todos los demás hay amplísima libertad por parte de la Iglesia para interpretar el capítulo 20 del Apocalipsis.
Con eso no quiero decir que haya que despreciar cualquier profecía. Pero que al menos sean las que tienen cierta aceptación en la Iglesia, no payasadas como las de Nostradamus o el invento este del pseudo-san Malaquías.
"MAS DE AQUEL DIA Y HORA, NADIE SABE NADA, NI LOS ANGELES DE LOS CIELOS, NI EL HIJO, SINO SOLO EL PADRE" Mateo 4-36
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