Isha, la "gurú de los famosos" en Uruguay (2): acusaciones de daños psicológicos y económicos
Continuamos con el artículo publicado por el medio uruguayo La Diaria, y firmado por Federico Gyurkovits y Lourdes Rodríguez. Ofrecemos ahora la segunda parte (ver aquí la primera parte).
Vuela, vuela
Con características similares a otras figuras y fenómenos rotulados en la “autoayuda”, la australiana Isha, que sigue hablando su idioma y se comunica en español gracias a Durga, es autora de libros y películas que desarrollan su teoría, que algunos empiezan a considerar peligrosa.
Fundación “Isha Educando para la paz”. Ésa es la categoría con la cual se registró en Uruguay el 22 de junio de 2005. También tiene una empresa importadora, que según los datos recabados para este trabajo sólo registra una actividad desde entonces: el ingreso, en junio de 2009, de un purasangre árabe procedente de Brasil. Es uno de los tantos caballos que tiene en su establo ubicado a pocos kilómetros del centro, al que le dio el nombre de Ashva (significa caballo en sánscrito, idioma que también usa para nombrar a sus maestros, como Durga).
Estos caballos y un halcón protagonizan junto con ella su última película, ¿Por qué caminar si puedes volar? Sabiduría Iluminada para el mundo moderno -basada en el libro del mismo nombre-, en la que mediante fábulas enseña “las infalibles facetas” de su sistema.
En marzo de este año, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) observó a la Fundación por utilizar el número de registro en la secretaría de Estado para certificar la validez de los diplomas. El número corresponde a la inscripción en el Registro del MEC como Fundación, estatus que tiene como beneficio exoneraciones impositivas, pero que en ningún caso supone “reconocimiento, habilitación, autorización o ningún tipo de aval” para su funcionamiento.
Por esta razón el MEC la intimó a inutilizar los diplomas ya expedidos y a regularizar la situación. La resolución, firmada por la inspectora del Área de Registro, Silvana Ruggieri, fue tomada después de dos visitas a La I y de un encuentro entre autoridades ministeriales y dos representantes legales de Isha, instancia en la que se constató que la observación había sido contemplada, razón por la cual el MEC dio por concluidas las actuaciones, que se habían desencadenado en enero por la denuncia de un ex maestro uruguayo vinculado a la Fundación durante siete años.
Su diploma y el de sus pares certifican haber “culminado satisfactoriamente el programa de Perfeccionamiento de Aprendices de Práctica Docente Isha”. Estos documentos, según el relato, también se habrían utilizado como aval para tramitar las visas de los maestros que eran enviados en misión a otros países. En su caso, afirma, le tocó México en 2009, cuando Isha inauguró su segunda sede en la ciudad de Manzanillo.
Desde adentro
El ex maestro es uno de los testigos del escrito mediante el que se pide al Juzgado de Atlántida que investigue a Isha por varios delitos, y quien también entablará una denuncia en el fuero civil por daños y perjuicios psicológicos y económicos. Describe que “mediante presión psicológica reiterada por parte de Isha y de sus colaboradores, sumado a que desprenderse de todo lo material era una condición indispensable para lograr el cambio de vida prometido”, en setiembre de 2006 firmó un poder a nombre de una apoderada de Isha que permitió la venta de un apartamento de su propiedad, luego de que convivieran allí por meses maestros Isha.
Cuando decidió desvincularse de la Fundación, en 2009, y como forma de resarcimiento, le dieron una suma de dinero que consideró la tercera parte del valor del inmueble, por lo que reclamó ser resarcido. Dos años después, el 8 de diciembre de 2011, se celebró una audiencia de conciliación en el Juzgado de La Floresta ante la magistrada María Fátima Boné. Acudieron dos representantes de Isha, quienes dijeron que no había nada que negociar, y la instancia no prosperó.
Firme aquí
Los maestros deben firmar el “registro del participante”, que exige un “compromiso de confidencialidad” en relación “con las Facetas Avanzadas” porque “el derecho de autor de las mismas corresponde a Isha y su enseñanza es facultad exclusiva de sus maestros”.
La Fundación queda “exenta de toda responsabilidad” en caso de “daño físico, mental o emocional” de los participantes y eximida de todo gasto de atención médica, según los documentos obtenidos por la diaria. Es de “absoluta responsabilidad” del firmante “seguir las orientaciones y recomendaciones” que la Fundación “dé para la realización exitosa del taller de unificación intensiva”. Se deja sentado que los talleristas se anotaron de forma “libre y voluntaria, sin ningún tipo de aprehensión ni coerción”. El registro cuenta con un “historial de unificación” en el que debe constar “cuántas horas al día [se] unifica con los ojos cerrados y cuántas con los ojos abiertos”.
Para el ex maestro, el daño que recibió fue económico y psicológico: “Salí hace dos años y luego de meses de terapia que tuve que realizar como consecuencia de los traumas emocionales derivados de la práctica intensiva del Sistema Isha, con la ayuda de mi terapeuta pude reconocer y comenzar a cambiar los patrones de conducta que durante años me fueron impuestos por Isha y sus colaboradores tanto en la etapa de cycling [los primeros siete meses] como en el resto de los siete años que viví y estuve a sus servicios”.
La letra chica
En la órbita penal, la denuncia entregada el viernes 20 en el Juzgado de Atlántida por el abogado argentino Héctor Navarro acusa a Isha de reducción a la servidumbre, estafa, ejercicio ilegal de la medicina e inducción al suicidio, delitos que se consumarían mediante la manipulación psicológica, provocando la pérdida de identidad y el sometimiento, a grados tales de que la persona sea capaz de donar los bienes materiales y aislarse de los afectos, y utilizar durante el “adoctrinamiento” la expresión “rendirse a Isha”.
Se detalla un método mediante el cual “capta” personas en conferencias gratuitas o “seminarios”, y se afirma que otro elemento que constituye la estafa es el hecho de que no se otorguen recibos por el pago del curso. Pide establecer si esos dineros son depositados en una cuenta de la Fundación o en otra a nombre de Heather Isobel Judd y de una de sus colaboradoras. Aporta la sucursal bancaria y número de la cuenta privada. Por los servicios brindados en La I los maestros no perciben remuneración ni cuentan, de acuerdo con el escrito, con la posibilidad de tener vida privada. Recoge que los participantes de los seminarios deben abonar su hospedaje y que al no pagar salarios ni impuestos por tratarse de una Fundación, la ganancia es total.
En este contexto, se indica, varios maestros “entregaron su patrimonio a Isha”. Además de los 10.000 dólares para la “maestría”, en 2006 intimó a 27 entonces aspirantes a maestros a “donar” 5.000 dólares cada uno para construir “una casa para todos”, en referencia a una “ampliación” en el predio de La I. El escrito puesto a consideración de la Justicia uruguaya indica que los métodos para “sanar” o “remover el estrés” son aplicados “sin contar con contención profesional alguna”, y que la magra dieta diaria no cuenta con el aval de un nutricionista. Tampoco hay psicólogos ni psiquiatras que apoyen a los maestros cuando sufren dentro de La I crisis emocionales, lo cual “ha provocado daños psíquicos y hasta suicidios”.
Navarro denuncia que hubo al menos tres autoeliminaciones en La I entre fines de 2010 y principios de 2011. “Los que se suicidaron en gran parte lo hicieron empujados por la situación de sometimiento total, por las humillaciones recibidas, por la destrucción de sus vínculos afectivos y por el despojo económico sufrido, sin posibilidades de salida ulterior al comprender que la buscada ‘iluminación’ era imposible de obtener”, expone.
Con el objetivo de ilustrar lo que considera más preocupante y “peligroso” de la doctrina Isha, cita una de sus enseñanzas, acerca del “lugar de víctimas”, que figura en su libro La revolución de la conciencia. Una nueva visión de la vida (2007): “He pensado sobre algunas de las cosas horribles que muchos de nosotros hemos estado recordando de nuestra niñez. […] Vemos un aumento de la pedofilia y del abuso sexual. […] No me gusta usar la palabra ‘abuso’. ‘Abuso’ implica que somos víctimas. Que no estamos creando nuestras propias experiencias. […] Una no es mejor ni peor que otra. Sólo son. Y sé que por tratarse de niños, esta declaración hará que muchas personas se sientan extremadamente molestas. Porque vemos a los niños como víctimas. No los vemos como el Uno que crea su propia separación. Pero la verdad es que nada puede lastimar al infinito. Todos están creando perfectamente y todos son maestros creadores”.
Continuará.
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