Infiltración fallida de una secta gnóstica en un convento

De nuevo, hemos asistido al intento de una secta de usar de las dependencias católicas para impartir sus cursos, propagarse y realizar labores de captación. El lugar ha sido el Convento de Santo Tomás, de la Orden de Predicadores (frailes dominicos) de Ávila, y el grupo sectario, un grupo gnóstico: I.G.A.S.L. (Instituto Gnóstico de Antropología Samael y Litelantes).

Durante esta semana del 19 de octubre, los gnósticos de I.G.A.S.L. querían impartir un curso en la Residencia del Convento de Santo Tomás de Ávila, de los Padres Dominicos. Antes de la fecha indicada los dominicos pidieron un informe de dicho grupo a la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), debido a lo confuso de la información recibida de parte de los gnósticos de sus actividades concretas, lo que llevó a levantar sus sospechas.

La RIES mandó un informe de cuatro páginas a dicha comunidad, de la que extractamos algunos fragmentos. Anotemos que dicho informe fue enviado en su integridad a dicho movimiento gnóstico por parte de los frailes dominicos, indicándoles que declinaban la inicial oferta de poner a su disposición sus dependencias para la realización del curso, por no haber sido claros en sus fines y haber ocultado sus objetivos, al mismo tiempo que se han visto utilizados por la secta para auto-propagarse. Ofrecemos ya a continuación algunos fragmentos de dicho informe:

El grupo I.G.A.S.L. y su relación con la Gnosis de Samael Aun Weor

I.G.A.S.L. (Instituto Gnóstico de Antropología Samael y Litelantes) es uno de los múltiples grupos gnósticos herederos del colombiano Samael Aun Weor (1917-1977) cuyo verdadero nombre era Víctor Manuel Gómez Rodríguez. Es el fundador del Movimiento Gnóstico Universal, del cual derivaron multitud de grupos que seguían sus enseñanzas.

I.G.A.S.L. sigue de manera clara y única las enseñanzas de la obra de Samael Aun Weor, por lo que no se le puede considerar como distinto en sus doctrinas de todos los grupos y grupúsculos que se consideran herederos “Venerable Maestro Samael Aun Weor”. Las doctrinas son semejantes, si es que se pueden sistematizar de algún modo, entre todos estos grupos, y tienen sus más variopintas actividades y ritos. En toda Iberoamérica y España podemos encontrar centros de otros grupos parecidos al aquí considerado.

Recordemos además que I.G.A.S.L. son las siglas de Instituto Gnóstico de Antropología Samael y Litelantes, siendo Samael el nombre del fundador de toda la corriente gnóstica moderna y Litelantes el nombre adoptado por su esposa, a saber, Gurú Litelantes, o Sacerdotisa Litelantes, cuyo nombre real era Arnolda Garro Mora (1920-1998), lo que nos da idea de la absoluta conexión de I.G.A.S.L. con la corriente originaria de Samael Aun Weor.

Esta absoluta identidad con el pensamiento de Samael se puede apreciar también en la información de Internet que ellos mismos ofrecen de sí, tanto en cada uno de sus apartados como en la zona de libros que publicitan. Véase www.gnosis.es.

Doctrina

Es difícil resumir en unas pocas líneas la doctrina de esta secta esotérica, que consiste en un total sincretismo de doctrinas procedentes de las más variadas tradiciones religiosas, espirituales y ocultistas. Para hacerse una idea basta con mirar cualquiera de los libros publicados por Samael Aun Weor.

Para la gnosis de Samael Aun Weor, Dios no es una realidad personal, y Cristo es para ellos una energía, un principio inteligente impersonal. Como en la gnosis clásica, el hombre está compuesto por lo material, negativo, y lo espiritual, positivo. Entre otras cosas, creen en la reencarnación, en la posibilidad de adquirir grandes poderes por medio del conocimiento y en la inminencia del fin del mundo.

Los yoes tienen que purificarse por medio de la magia sexual, una práctica (tener relaciones sexuales sin llegar a la eyaculación) que inculcan obsesivamente en sus adeptos, y que llega a ser el centro de todo el sistema doctrinal gnóstico de Samael.

La gnosis de Samael Aun Weor apenas tiene que ver con el pensamiento gnóstico clásico de los siglos anteriores y posteriores al nacimiento de Cristo. Es una mezcolanza de ideas gnósticas clásicas con corrientes esotéricas como la Teosofía, de la cual fue miembro, o la sociedad secreta de la Fraternidad Rosacruz, a la cual también perteneció, todo unido a ideas del yoga de la senda izquierda, como es el yoga sexual tántrico, las ideas de la llamada Nueva Era, la astrología, así como el uso de médiums, contacto con realidades espirituales, viajes astrales, parapsicología, etc.

Numerosos movimientos gnósticos en España, Latinoamérica y en Europa han intentado un reconocimiento social y público ante lo cual sólo han conseguido una negativa, cuando han sido desenmascarados. Han sido numerosas las veces que la Iglesia Católica se ha manifestado sobre los grupos gnósticos, calificándolos de pseudoiglesias y de sectas. Ya más en concreto, en España fiscales, psicólogos, abogados y especialistas en sectas han denunciado a la gnosis de Samael Aun Weor y sus ramificaciones como plagas antisociales y peligrosas. Siendo numerosa la bibliografía y los datos existentes, baste referir la web La Gnosis Desvelada para encontrar multitud de referencias.

El uso por parte de las sectas de dependencias católicas

Es muy habitual la presencia de grupos sectarios en dependencias (salones parroquiales, casas de ejercicios, monasterios, conventos, colegios religiosos, etc.) de la Iglesia católica. De este modo las sectas consiguen hacerse pasar por grupos de religiosidad, ya cristiana u oriental, según el perfil, y abusar del clima de diálogo interreligioso, aprovechándolo para la captación de adeptos, al tiempo que pretenden mostrar a la sociedad una cara lavada que en nada corresponde a su rostro sectario, cuya única pretensión es el control de las personas, la persuasión coercitiva, el dominio de las conciencias, el expolio financiero de sus miembros, la difusión totalitaria de sus ideas en la sociedad.

Las sectas son grupos que muestran a la sociedad una realidad que no es cierta, se hacen pasar por grupos sociales que no son, se visten de religiones, de grupos de terapia, de sanación, de autoayuda, de asociaciones filosóficas, etc., pero esconden una realidad muy diferente, un pavoroso camino de delirio y fanatización. El uso de dichas dependencias sólo consigue que las sectas aparenten ser lo que no son y usen de estas concesiones a su favor ante otras entidades y grupos religiosos o civiles, aparentando ser de confianza.

Ante ello, y siguiendo el dictado de los Pontificios Consejos para la Cultura, y para el Diálogo Interreligioso del Vaticano en su documento Jesucristo portador del agua viva: una reflexión cristiana sobre la Nueva Era (2003) en su punto “6.2. Iniciativas prácticas”:

“Desgraciadamente, hay que admitir que en muchos casos algunos centros de espiritualidad específicamente católicos están comprometidos activamente en la difusión de la religiosidad de la Nueva Era dentro de la Iglesia. Es necesario corregir esta situación, no sólo para detener la propagación de la confusión y del error, sino también para que se conviertan en promotores eficaces de la verdadera espiritualidad cristiana”.

Ante esta valoración de ambos Pontificios Consejos, aconsejamos la negativa a la cesión de la residencia de Santo Tomás de Ávila de la que son responsables los frailes de la Orden de Predicadores por todo lo expuesto, al tiempo que recomendamos la difusión de dicho informe a otras comunidades religiosas que ellos pudieran considerar para el mejor conocimiento y reconocimiento de las actividades y modus operandi de los grupos sectarios, en concreto los grupos gnósticos de Samael Aun Weor, al tiempo que nos ponemos a su disposición para cualquier aclaración que pudieran precisar.