El Consejo de Gobierno del obispo Novell
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Nos prometió que nos iba a dar sorpresas, y nos las está dando y todas ellas agradables. Algunos ingenuos progresistas se pensaron que se refería a otro tipo de sorpresas, pero el poco tiempo que lleva en la sede de Solsona está confirmando que Don Xavier Novell está empezando a ser un verdadero modelo de obispo para Cataluña. Porque se equivocan los que creen que ya nada se pueda hacer eclesialmente en nuestra catalana tierra, se puede hacer y mucho si nos van nombrando muchos obispos como éste.
Solsona ha sido durante muchos años el peor modelo de lo que tiene que ser una diócesis catalana. Me refiero sobre todo a los años que fue “gobernada” por Don Antoni Deig Clotet, y pongo las comillas porque realmente él no gobernó nada, dejó que mandaran en la diócesis lo más progresista y nacionalista que uno se pueda imaginar, no en vano su gran lema era “fer, fer fer i deixar fer” (hacer, hacer hacer y dejar hacer), Don Antoni sobre todo practicó el último capítulo, dejar hacer a lo peor de su diócesis, mientras él se dedicaba a los medios de comunicación donde no paraba de hacer alegatos en defensa de la independencia de Cataluña (también la eclesial, ya que propuso una Conferencia Episcopal Catalana independiente de la Española) y de lo bueno que era futbolísticamente el “Barça".
Después del obispo Deig vino Don Jaume Traserra y nos sorprendió agradablemente. Mientras en Barcelona se rodeaba de lo más progresista, en Solsona se rodeó del clero más joven, dándose la circunstancia que éste no era en absoluto progresista.Gracias a ello se empezaron a dar algunos pasos en positivo de regeneración eclesial llevados a cabo por los sacerdotes más jóvenes con el apoyo de su obispo. Esto llevó a una gran indignación del núcleo duro del gobierno anterior y de los sectores más nacionalistas que crearon el “Fórum Ondara” para oponerse a la gestión de gobierno de Don Jaume y sus muchachos.
Con el nombramiento de Don Xavier Novell se cierra el círculo y por tanto se concluye la renovación eclesial de Solsona, tanto ideológicamente como generacionalmente a nivel de personas. Estos días se ha presentado el nuevo equipo de gobierno y ciertamente no puede ser más esperanzador. Ya dije en su momento, algo decepcionado por algún nombramiento que hizo Don José Ángel Saiz en su equipo de gobierno de Terrassa, que Don Xavier no sería tan “equilibrista” y “políticamente correcto” como el egarense y efectivamente así ha sido.
El nuevo Consejo de Gobierno está formado además del prelado por los siguientes miembros: Rvdo. Joan Francesc Casals i Cubinsà (Vicario General), Rvdo. Lluís Tollar i Puig (Secretario General y Canciller) y el Rvdo. Josep Maria Vilaseca i Ribalta (coordinador de las delegaciones diocesanas). Estos tres sacerdotes (pueden verlos en las fotografías que encabezan este artículo) no sólo visten como clérigos, sinó que a diferencia de alguno de los de Terrassa no se quitarán el clerygman una vez se hayan hecho la fotografía oficial. Pero lo más importante de todo es su edad. El Consejo Episcopal tiene una media de 41 años, y yo me pregunto: ¿cuántas diócesis y no sólo en Cataluña tienen esa media? Un signo claro de renovación, de apuesta por el futuro, de cerrar puertas a esos malos aires que durante demasiados años viciaron la mayoría de nuestra diócesis.
¡Felicidades Don Xavier!, está haciendo muy bien las cosas, y tiene carta blanca para criticarnos todo lo que quiera (a los que estamos en Germinans), nos puede dejar incluso a la altura del betún, que mientras usted siga haciendo las cosas así de bien, nosotros no pararemos de elogiar su brillante gestión.
Antoninus Pius