¡Viva Rey! ¡Viva la Castille!
No se asuste ese enjambre de curas republicanos y profundamente “anti-castellanos” que tenemos en Cataluña. No estoy haciendo un acto de adhesión a la Corona. Ni de fidelidad a los fueros de Castilla cual insurrecto comunero del siglo XVI en pie de guerra. No es esta la batalla de Villalar. Es la batalla del presente y del futuro de la Iglesia en el siglo XXI. Se trata de vítores llenos de admiración y gratitud a Mons. Dominique Rey, obispo de Frejus- Toulon.
A su venerable predecesor el ye emérito Mons. Joseph Madec, que bien le labró el campo y le sembró esa cosecha. Y a Mons. Marc Aillet, recien estrenadito obispo de Bayona, en el País Vasco francés. Los tres son concelebrantes en esta ceremonia de Ordenaciones del domingo 27 de junio: 13 presbíteros, 21 diáconos, 5000 fieles que les acompañan con su oración y sus cánticos en la explanada del Seminario de La Castille. ¡El mayor número de ordenaciones sacerdotales en esa diócesis desde 1939! ¿Y que hace allí Mons. Aillet? Pues es que Aillet fue Vicario General de Mons. Rey, esa es su casa, está con los suyos, allí va a prender y a animarse porque este año pasado tuvo un seminarista allí, porque La Castille es un lugar seguro, y ahora con cuatro más va a reabrir el Seminario Mayor de Bayona.
“Si el sacerdote es todo para Dios es para que sea todo para los hombres” dijo de manera simple y llana Mons. Rey, a la vez que ponía en guardia a los 34 jóvenes sobre los 6 combates que deberán librar:
1º secularismo 2º clericalismo 3º funcionarismo 4º activismo 5º individualismo y 6º escepticismo. ¡Tomate esa con mayonesa María Teresa!
¡Igualito, calcado que lo que tenemos aquí!
¿La clave del éxito en número y calidad? Pues no estar lleno de perjuicios convirtiéndose en un sectario o un cobarde, y dejarse llevar por el espíritu apostando por la fuerza y el valor de la Tradición y de los Nuevos Movimientos.
¿Son Madec, Rey o Aillet obispos carcas? ¿Son preconciliares, oscurantistas, derechota francesa, caverna eclesial, integrismo y reacción?
¡No, señor! Son hombres de Dios y de Iglesia.
“Yo creo en el futuro de las vocaciones sacerdotales y religiosas” repite Mons. Rey.” “Una convicción que no es compartida por muchos de nuestros contemporáneos, ni por muchos fieles ni por muchos sacerdotes y religiosos”. Los que dudan se equivocan. Porque creemos en la Iglesia y en Señor de la Iglesia”
El Seminario de La Castilla fue reabierto en 1983 por Mons. Madec enfatizando dos puntos: la Liturgia y una formación espiritual intensa para los jóvenes. Mons. Rey ha añadido el tercer pilar: el aspecto misionero, la Nueva Evangelización a la que toda la Iglesia está convocada. Y para eso “simpatizar” con la mentalidad moderna. Conocer y amar al hombre de nuestros días.
Un solo objeto: descubrirles al Dios encarnado en Jesucristo y descubrir el misterio de la Iglesia de la que va a ser ministro.
No actuar por reacción sino ayudar al hombre para permitirle el “construirse”. Con una gran bagaje intelectual. Nada de Facultades de Teologia que siembran cizaña y zozobra en el corazón y en la mente de los jóvenes, materias impartidas por profesores que están lejos del ejercicio práctico del ministerio. Que mai han tocat brot a una parroquia! (¡Que nunca han doblado el espinazo en una parroquia!) Toda la formación intelectual en vistas a la evangelización, a la vida espiritual, a su ministerio. Que aprendan en Diputación. Cuarenta chavales en el Seminario viviendo en comunidad. Sin camuflajes sin mentiras ni subterfugios. Escuchen al P. Arnaud Adrien, rector del Seminario y veréis lo que necesitamos en Barcelona. ¡Es Francia! Sobran palabras.
Prudentius de Bárcino