Olvido cotidiano
Como sabrán algunos lectores, a principios de este mes publiqué un libro titulado Oraciones cotidianas que vuelven el mundo del revés. Se trata de una serie de reflexiones sobre oraciones tradicionales de todos los días, como el padrenuestro, el ángelus, el rosario, el gloria al Padre, las jaculatorias o el sencillo amén, entre otras, que intenta ayudar a hacer oración con ellas y a descubrir su inmensa profundidad.
A fin de cuentas, son las oraciones que más rezamos y, por lo tanto, merece la pena aprender a rezarlas bien. Es un desperdicio pasar por ellas sin pensar y aprovechar lo que se está diciendo. Como sagazmente señalaba una lectora, la idea es aprender a recitar estas oraciones con “la humildad de una niña tomada de la mano de su Padre”. Hasta ahora, a los lectores parece haberles gustado bastante.
Digo todo esto porque me he dado cuenta de que había olvidado repetir algo que es especialmente relevante en estos tiempos de epidemia y cuarentena: si alguno tiene interés en leer el libro, pero por cualquier razón no puede comprarlo, que me lo diga y estaré encantado de pedir a la editorial que se lo envíe en formato electrónico pdf, epub o mobi. A fin de cuentas, el libro se escribió para ser leído, no para algo tan poco importante como ganar dinero con él. Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis (o, si a alguien no le gusta recibir cosas gratis, puede pagarlo con una oración y así seré yo el que quede en deuda con él).
Si algún lector desea hacer uso de esta posibilidad, puede indicarlo en un comentario o enviarme un correo electrónico a la dirección espadadoblefilo @ hotmail.com (eliminando los espacios).
Algunas opiniones de lectores:
“Cada vez que me pongo a leer este libro, me echo a llorar”
“Es una catequesis perfecta”
“Me encanta el libro, lo voy a releer porque me ha gustado mucho”
“Me ha encantado y me ha ayudado mucho. Le estaba sacando yo muy poco jugo a las oraciones”
“Me ha emocionado”
“Lo voy a leer feliz”
“He empezado a leerlo y utilizarlo en alguna reunión”
“Me está haciendo mucho bien porque me retrotrae a mi infancia y a la humildad de una niña tomada de la mano de su Padre”
Otra posibilidad para los más aventureros, por supuesto, es prescindir del libro y simplemente reflexionar en solitario sobre las oraciones cotidianas. Eso es lo que hice yo para escribir el libro (con la ayuda de la Escritura, de la Tradición y del Magisterio) y puedo decir que merece la pena. Las riquezas y la profundidad de esas pequeñas oraciones son pasmosas y, a poco que pensemos en ellas, nos dejarán asombrados, aunque ya llevemos muchos años rezándolas.
27 comentarios
Formato papel: 9,99 euros
Editorial Vita Brevis, Amazon.es, Amazon.com
Formato electrónico: 3,99 euros
Editorial Vita Brevis, Amazon.es, Amazon.com, Amazon.mx, Apple, Scribd, Kobo, Barnes&Noble, etc.
"si alguno tiene interés en leer el libro, pero por cualquier razón no puede comprarlo, que me lo diga y estaré encantado de pedir a la editorial que se lo envíe en formato electrónico pdf,"
Cómo me va a servir en esta cuarentena... (que ojalá logre sobrepasarla). Estamos orando por España y por todo el mundo, mi esposo y yo. ¡Gracias! Dios le pague!
No tiene nada que ver, pero echo de menos a D. Higinio. Espero que no se haya contagiado con el coronavirus
Se lo envío encantado.
Ánimo con la cuarentena. Todos estamos, siempre hemos estado, en manos de Dios. Y son buenas manos para estar en ellas.
Muchas gracias por las oraciones.
"Ya lo he comprado. Tiene muy buena pinta"
Estupendo. Si más adelante pudiera hacerme la caridad de poner una reseña en Amazon o donde lo haya comprado, se lo agradecería (a no ser que el libro le parezca horrible, entonces casi mejor que no ponga la reseña).
"echo de menos a D. Higinio. Espero que no se haya contagiado con el coronavirus"
No, está encerrado a cal y canto. Pero, ahora que lo menciona, quizá sería un buen momento para hacerle una entrevista.
"Es un libro escrito con mucho amor a Dios"
Gracias por esa amable valoración, pero yo más bien diría que es un libro de asombro por el grandísimo amor que Dios nos tiene.
Si hacemos caso de la primera opinión que citas, va a ser un libro «para echarse a llorar», pero no lo creo. Seguro que es muy bueno y nada sentimental.
Dios te bendiga.
"va a ser un libro «para echarse a llorar», pero no lo creo. Seguro que es muy bueno y nada sentimental"
Je, je. He pedido a la editorial que lo envíe.
El sentimiento también es algo bueno y Dios lo utiliza para aumentar nuestro amor a Él, pero ciertamente espero no haber caído en el sentimentalismo (y si lo he hecho, ruego a los lectores que me perdonen). Por otro lado, ojalá Dios nos dé a todos el don de lágrimas que concedió a Santa Teresa.
En cualquier caso, conviene que quede claro que no es un libro maravilloso ni nada por el estilo, para evitar decepciones. Es un librito que a mí me ha resultado muy útil escribir y que utilizo para explicar a mis hijos las oraciones cotidianas, así que lo he publicado, por si puede servirle a alguien más.
Le agradezco el ofrecimiento (en PDF).
Gracias de corazón!
Que Dios le siga bendiciendo.
Deseo suscribir tu trabajo con una cita de Ernesto Hello, párrafo final de su libro: "El Hombre- El estilo": “Paréceme que la oración es el estilo humano por excelencia, quiero decir la expresión del hombre. ¿Qué es expresar el hombre? Es decir su miseria, y es decir su grandeza.
La oración, pues, afirma la miseria; pone al hombre de hinojos, como el mendigo del Evangelio. Lo muestra ciego y pobre, necesitado y suplicante.
Pero afirma la grandeza de una manera supereminente; nos la muestra obrando según los decretos de Dios.
Por ella, Dios nos introduce en el misterio de su gobierno, y el instante en que así nos introduce en sus consejos es el instante en que precipitamos la faz contra el suelo; la oración es, a la vez, el grito de la angustia y el himno de la gloria. Ahora bien, ¿acaso el grito de la angustia y el himno de la gloria no son la expresión del hombre, no son el estilo humano? El estilo humano es la respuesta del hombre a la palabra que Moisés oyera:
“Yo soy Aquel que soy”.
¡Oh!, Vos que Sois, oíd, pues, oíd y atended benévolamente!”
El mundo, la Iglesia, todos, nos hemos guardado en nuestras casas y estamos en profundo silencio. Se percibe “el grito de la angustia y el himno de la gloria” ante el mundo que fenece y ante el nuevo mundo que amanece. Sí, la Iglesia ora, y el mundo ora, con angustia y con esperanza.
¡Bendita sea María que irradia su Aurora de sabiduría y amor, que nos reconcilia con la tierra que debieron abandonar nuestros primeros padres a causa del pecado original!
El mundo comienza poco a poco a librarse de la opresión de “la ciudad de la confusión y de las blasfemias” (Apoc.). No conocemos el curso de acontecimientos que ha de seguir al momento presente, pero creo que no se volverá atrás, porque hay cosas que han cambiado definitivamente.
El mundo ha verificado de modo imprevisto la falacia de su convicción triunfalista. Esto es definitivo. Las partes heterogéneas de la estatua no han resistido el golpe de una pequeña piedra en sus pies; la estatua está agrietada, inestable. Esto es definitivo. Cualquier recuperación que el mundo lograra, si la lograra, carecería de garantía de calidad, de lo que vendría una convivencia difícil, socavada por la desconfianza, ante un futuro imprevisible. Esto es definitivo.
Este desmoronamiento general de nuestras certezas válidas hasta ayer, ha dejado al mundo huérfano de destino histórico, porque su destino tiembla bajo los cimbrones de su enemigo invisible. Ante el futuro inmediato se le ofrecen dos alternativas: insistir en el camino seguido, que lo ha llevado hasta el borde del precipicio, y apostar a que ningún otro imprevisible termine por despeñarlo; o, volver sus ojos con humildad a Dios e invocar su Misericordia. De una u otra decisión depende el que vivamos en un pos-terremoto, comiendo bellotas; o que seamos recibidos por nuestro Padre que saldrá a a nuestro encuentro y, abrazándonos, nos reciba nuevamente en su Casa.
Experimento el peso, diría la consistencia, de la quietud y del silencio absolutos.
Son momentos decisivos y solemnes, Dios ha advertido a la Iglesia y a la humanidad. Espera sus respuestas.
Ya he pedido a la Editorial que se lo envíe.
Un saludo y gracias.
No conocía a Hello. Voy a buscar algo para leer, porque parece muy interesante.
"mientras procuro adquirir tu libro"
No te preocupes. Dime en qué formato lo quieres y te lo enviamos encantados.
Podría usted escribir algún post sobre el acto de contricción perfecta y sobre la preparación práctica para la muerte? Creo que en estos momentos haría un gran bien a muchas almas.
Saludo cordial.
Pd. También serían valiosas los ruegos por los agonizantes y por quienes mueren está noche
Pd 2 No es necesario que publique esto si no quiete, ya que no es un comentario, sino sólo un deseo
Quiero comprarlo en papel, pero me temo que no podré recibirlo mientras dure el Estado de Alarma.
Que el Señor le bendiga.
"También serían valiosos los ruegos por los agonizantes y por quienes mueren esta noche"
Hace unos meses escribí un artículo sobre ello, a petición de otro lector: Oración por los que van a morir
Pues si a Bloy, que era tremendo, Hello le parecía tremendo, debía de ser algo verdaderamente especial.
Y, dado que el Reino comprende toda la Creación, la oración obra también en favor de ésta, que fue dañada gravemente por el pecado original, destinada a ser parte del Reino, por lo que clama en espera de “participar de la libertad de la gloria de los hijos de Dios” (Rom 8). Es ésta una cuestión que merece atención, porque después de la caída, de modo particular, la cristiandad, cultivó el desprecio hacia las cosas materiales, las consideró con sólidos fundamentos, sujetas al príncipe de éste mundo, el demonio. Hasta que tras la larga purificación de los siglos cristianos, San Francisco de Asís, restablece el vínculo de hermandad con las cosas, como en una nueva mañana de la humanidad. Hoy podemos hablar de la realidad que nos rodea con esta perspectiva de conciliación, a pesar, de reconocer la construcción erigida por la ciudad del pecado. Al cabo, hemos llegado al punto de resultar irreconciliable el mundo con el orden cristiano, pero, ya no nos sentimos inclinados a huir al desierto, o cobijarnos en la soledad de las grutas, sino que un espíritu nuevo nos alienta a recuperar los territorios usurpados por el enemigo. El Espíritu Santo ha hablado a través de santos, de Papas, de teólogos, acerca de nuestra misión en el mundo de hoy. La Virgen desde Fátima nos anuncia el triunfo de Su Corazón Inmaculado en el mundo, irradiando desde allí una nueva luz de aliento y esperanza.
En este contexto cristiano y mariano, cabe advertir que la ciencia moderna, no obstante sus errores, ha dado pasos extraordinarios hacia una aproximación del orden natural material con el orden del espíritu.
Al penetrar en los dominios del microcosmos, los nuevos conocimientos permiten establecer un puente entre el orden moral y el orden natural del cosmos. Cuando sabemos que el espíritu está en intima relación de forma sustancial respecto al cuerpo, sabemos que éste sufre en su propia estructura material –biológica los efectos del orden o del desorden de aquel. Luego, desde el cuerpo se proyecta tal orden o desorden sobre el cosmos, sea próximo o distante, por las naturales relaciones que lo integran como parte del todo.
Así, el coronavirus aparece como un efecto posible del desorden moral de los hombres, por haber éste, alterado de modo decisivo el orden que rige la creación. No excluyamos a Dios de los acontecimientos naturales, pues, Él los conserva con su poder y gobierna con su providencia, aún cuando nos resulte un misterio. Por lo tanto, no puede el hombre violar las leyes de Dios impunemente, antes bien, admire y agradezca la Misericordia del Señor que suspende las espontáneas convulsiones de las cosas ante el pecado.
Louis de Broglie – físico eminente, Premio Nobel – titula “El Porvenir de la Física”, un artículo sobre la cuestión (1941), en el que refiere cierta convergencia entre la física nuclear y la biología. Hoy podemos avanzar al respecto, considerando los estudios de la microbiología acerca de los virus, considerados en la frontera del orden físico y del biológico. Los estudios de una y otra ciencia permiten esperar se llegue a mostrar en qué medida interactúan la vida y el cosmos. Una verdad cierta es que el universo creado por Dios, conforme lo dice su etimología, es uno y vario, es decir, múltiple. Nada extraña que sus partes estén en una mutua y profunda relación ontológica de reciprocidad.
De aquí, que la oración se revela como el medio fundamental y eficaz para derribar cuanto ha construido el mundo moderno en oposición al plan de la Salvación. Asimismo, la oración es el instrumento que nos permite alcanzar de Dios la sabiduría y el poder nacidos de la caridad que nos permitan edificar el nuevo mundo cristiano, en el que “el hombre viejo” dé paso al “hombre nuevo” nacido en el bautismo. La Aurora de María viene a irradiar la Luz de la Gloria de Cristo que lo hará posible.
He recibido en PDF el libro de Oraciones cotidianas que vuelven el mundo del revés.
Me gustaría que me permitieras que te tutee porque hace mucho tiempo que te sigo con afecto. Quedo enterado de que no es un devocionario. Lo he rectificado en mi muro de Facebook , en donde al compartir tu artículo, invité a mis amigos virtuales a adquirirlo.
Cuando pase la alarma de esta pandemia, Dios quiera que sea pronto, pediré más de un ejemplar en papel, y de paso les diré que acumulen el precio del que me han enviado en PDF por tu medio, junto con gastos de envío. Gracias a Dios puedo pagarlos, pero por supuesto que tendrás el apoyo de mi oración para tí y tu querida familia.
El Señor te bendiga y te guarde, te muestre su rostro y tenga misericordia de tí, te mire benignamente y te conceda la paz.
Saludos muy cordiales en el Señor.
La Gracia de Dios nos envía este libro a través de tu intelecto y aprovecha de forma muy eficaz en este tiempo en el que, lamentablemente, no sabemos pedir "el pan de cada día".
Eternamente agradecido
Jaime Astudillo
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