La triste situación de la Iglesia en el Norte de África

Un lector que ha pasado algunos años en Marruecos me ha enviado un correo sobre su experiencia allí, con relato de un ¿pequeño? milagro incluido. Me ha parecido tan interesante, que lo he convertido en un artículo independiente.

Por desgracia, lo que dice concuerda con lo que me han contado otros y con mi propia experiencia. La Iglesia, que siempre ha hecho una magnífica labor en tierras norteafricanas, poco a poco se fue limitando a actividades caritativas y asistenciales y a la atención espiritual de los católicos extranjeros, abandonando la evangelización. No es algo muy edificante, pero sería comprensible, porque la persecución es algo muy duro y no tiene sentido criticar desde un lugar seguro al que la sufre. Sin embargo, lo más triste es que, en las últimas décadas, los eclesiásticos norteafricanos han justificado su propia forma de actuar llegando a la conclusión de que no hay que evangelizar expresamente a los musulmanes y echando pestes de los protestantes que sí lo hacen, enfrentándose a la cárcel o algo peor. Eso es algo completamente distinto de la mera debilidad humana que todos compartimos.

¿Qué pensarían de esto los mártires franciscanos del norte de África de los que hablábamos el otro día? ¿Qué pensaría San Pablo, que algo de persecuciones sabía y, aun así, predicaba a tiempo y a destiempo y se hacía todo a todos para ganar, fuera como fuese, a algunos?  ¿Es verdaderamente Iglesia una Iglesia que, por sistema, decide no evangelizar? Si los musulmanes no se convierten, ¿no será porque no se les evangeliza? ¿Cómo creerán, si no se les predica?

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Estimado Bruno:

He trabajado tres años en el instituto español “Juan Ramón Jiménez” de Casablanca, Marruecos. No soy un teórico del islam; lo poco que sé lo he aprendido de lo que me han enseñado mis alumnos y sus padres y de lo que he observado en la sociedad.

Me consta que la Santa Iglesia realiza una gran labor humanitaria en este país. Por ejemplo, fue un franciscano el que en la época del protectorado español puso en marcha las leproserías, hospitales para tuberculosos y otras enfermedades graves. Hasta que Marruecos se pudo hacer cargo, fue la Iglesia la que atendía los orfanatos. He conocido en Casablanca a las franciscanas misioneras, que atendían orfanatos, el de Casablanca y Midelt eran auténticas ciudades. La leprosería de Casablanca era atendida en las secciones de niños, adolescentes, jóvenes y mujeres por estas misioneras. Además desarrollaban una gran actividad junto a otras órdenes en la promoción y defensa de la mujer. Las religiosas de Jesús, José y María, llevaban la beneficencia española, atendían a transeúntes y enfermos, tenían un pequeño ambulatorio. También atendían religiosas de la madre teresa de Calcuta, que acababan de llegar, y una orden maronita  dedicada a la enseñanza, según me dijeron.

Desde el punto de vista religioso, los franciscanos españoles atendían a los de lengua española y los franceses a los de lengua francesa. Generalmente había algún sacerdote o religioso, a veces, de paso que atendía en otras lenguas.

De las cosas que aprendí del islam y que me mostraron sobre todo los niños, pero también sus padres, es el mundo espiritual tan terrible que tienen. Alá no es ni siquiera primo del Dios verdadero revelado por los profetas y manifestado personalmente en la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, Nuestro Señor. Es terrible, vengativo, cruel, arbitrario, juez implacable que va más allá del que la hace la paga. Un ser que vive en un empíreo al que el hombre no puede llegar jamás. Su paraíso es totalmente materialista, no tiene nada que ver con el revelado y prometido por el Señor. Comprendo que los jóvenes cometan actos violentos, así lo manda el Corán, para librarse del terrible castigo y asegurarse las setenta y dos vírgenes y la posibilidad de hacer lo que aquí han tenido prohibido.

La Iglesia por tanto cumple bien, la medida de lo posible, las obras de misericordia corporales. Me consta que en Tánger trabajan con niños de la calle, deficientes, talleres y formación profesional para jóvenes, promoción de la mujer y asistencia social.

¿Pero qué pasa con las obras de misericordia espirituales? Cuando trabajé en Casablanca, llegaron unas monjas clarisas mejicanas, muy jóvenes. Se llevaron la sorpresa de qué la gente iba a verlas rezar. Olvidamos que los musulmanes son más orantes que la media de los católicos y le dan más importancia a la oración que al pan. Me contaron estás religiosas que un día llamó un niño, esto tiene el candor de las florecillas, venía acompañado de otros críos y se pusieron a llamar insistentemente a la puerta. Llegó la hermana portera y al preguntarle que qué querían con tanto ruido, el niño en español, le dijo que querían ver a Manuel. La monja le dijo que allí sólo vivían mujeres, que eran monjas y no se casaban. El niño se puso muy pesado diciendo que allí estaba Manuel. La monja que no, el niño que sí. Tan pesado  e insistente se puso que la hermana le dejó entrar. La puerta da al jardín y al fondo el edificio. Éste tiene una entrada que da a la capilla y desde el jardín se ve al fondo de ella al Señor Crucificado. El niño al verlo dijo; “es Manuel". La monja se quedó espantada según me contó. Los otros niños le preguntaron al amigo: “¿Por qué tiene los brazos abiertos?” el niño contestó: “me ha dicho mi mamá que los tiene abiertos para abrazaros a todos porque nos quiere mucho. Nos ha dado su vida". Las monjas lo vieron como casi un milagro y se ganaron otras personas que van a verlas rezar.

Hay un convento de descalzas en Tánger. Estuvieron para suprimirlo por la crisis de vocaciones y por la situación que se vive hoy día en el mundo musulmán. Mucha oración y al final no se ha suprimido.

¿Pero qué pasa con las obras de misericordia espirituales? Mandato del Señor a los Apóstoles: “Id y enseñad a todas las gentes lo que yo os he enseñado bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo". Dice san Pablo: “Ay de mí si no evangelizare".

Los católicos, empezando por sus dirigentes sucesores de los apóstoles tienen terminantemente prohibido enseñar la religión católica, ahora se llama proselitismo y es un grave pecado, lo dice el Papa. ¿Pero qué dice el Señor?

Hace unos años volví a ir a Marruecos, a Tánger. Visité la catedral para asistir a la Santa Misa. Me atendió un cura polaco, Hablaba maravillas del Islam y de los musulmanes. ¡Qué religión tan extraordinaria, qué excelencia de vida, qué revelación…! Bueno, le dije, pero aparte de hacer beneficencia, está aquí para hacer la caridad de enseñar el Evangelio. Por poco me pega y me dijo: da gracias que no está aquí monseñor Agrelo.

Así que no me extraña que con los musulmanes, protestantes o cualquier religión o sistema político, comunismo, socialismo o tendencia sexual o lo que sea, haya una tendencia a no predicar, a dar un perfil muy bajo y a mimetizarse con el paisaje y el paisanaje. ¡Cómo vamos a montar la de Dios es Cristo y Cristo es Dios! ¿Estamos locos? ¡Pues eso! ¿Será que estamos practicando la taqiyya? ¡Señor líbranos!

Los que primero van con la Biblia en la mano son los protestantes en sus diferentes sectas. Serán proselitistas, pero enseñan el Evangelio. Alterado, como hizo Mahoma. Cada poco los meten en la cárcel o los expulsan. Pero allá van. Así  al menos conocerán algo diferente sobre Dios.

Comprendo, porque he trabajado seis años con musulmanes, el riesgo mortal para uno y para el musulmán que escucha la Palabra de Dios, de ser matados. Pero el Padre no le pidió  permiso al divino Cesar Augusto, ni a Herodes, ni a los sacerdotes del templo, ni a las sectas judías para decidir si tenía que nacer o no su Hijo y quién iba a ser su Madre. Ni el Señor les pidió permiso a los sacerdotes del templo, ni a Herodes, ni a los romanos para su predicación. Ni el Espíritu Santo le pidió permiso, ni se lo pide, ni a tirios, ni a troyanos, ni a los unos, ni a los otros, para que demos testimonio santo del Señor: beneficencia, oración, sacramentos, cumplimiento de los mandamientos, sintetizados en “amaos los unos a los otros como yo os he amado” y enseñanza de su Palabra, la Fe de la Santa Iglesia.

Disculpa esta larga misiva, he intentado hacerte un resumen de la situación religiosa de Marruecos.

Atentamente,

22 comentarios

  
Ricardo de Argentina
Decimos en Argentina:"La culpa no es del chancho (puerco) sino del que le da de comer".

No podemos dejar de lamentar lo que tan acertadamente dices, Bruno:
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"los eclesiásticos norteafricanos han justificado su propia forma de actuar llegando a la conclusión de que no hay que evangelizar expresamente a los musulmanes"
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, sin recordar que el Papa Francisco ha dicho taxativamente que "proselitar es pecado".

Hay pues "algo podrido en Dinamarca", es tangible.
Porque la respuesta a tu última (y retórica) pregunta es:
NO, NO ES IGLESIA, ES OTRA COSA.
O para más precisar: quienes sostienen esa postura flagrantemente antievangélica son esos de los que dice el Evangelio: "Estaban entre nosotros pero no eran de los nuestros".
26/11/16 2:21 PM
  
Percival
Me parece que el problema tiene otro lado que no estamos viendo: evangelizar a los musulmanes que YA están en Europa.
Eso me parece que es parte de la solución del gran problema de evangelizar ese mundo refractario al evangelio. Las relaciones familiares y la migración crean redes por las que debería estar corriendo el mensaje de Cristo. Para un lado y para el otro.
Pero si no se hace nada en el norte de África y tampoco en Europa, ¿cómo se puede esperar que no haya más de lo mismo?
26/11/16 3:00 PM
  
DJ L
No sólo ocurre en el norte de África, también en España, y así expandimos hoy el Evangelio por el mundo a ritmo vertiginoso, con el rol de ONG. Así nos luce el pelo.

Poniendo un ejemplo concreto: Caritas parece olvidarse de la enseñanza evangélica "No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios'” (Mt. 4,3-4).

El apostolado, evangelizar, es DEBER OBLIGATORIO.
26/11/16 3:04 PM
  
Juan S.
Totalmente de acuerdo con Ricardo de Argentina. Rezo para seamos capaces de afrontar el problema de fondo.
26/11/16 4:31 PM
  
Daniel Argentina
Conmovedora carta y para reflexionar.
Me queda como algo conmovedor lo de los niños aproximándose a las monjas para rezar y "ver a Manuel".
Y me parece muy acertado el comentario de Percival, de inculturizar, incluyendo como parte principal la evangelización, a los que ya residen en Europa.
26/11/16 4:44 PM
  
Feri del Carpio Marek
Debe llenarnos de una santa ira y celo el ver que en muchas regiones de frontera son los protestantes quienes se están tomando más en serio lo de proclamar la Palabra e insistir a tiempo y a destiempo... como dice el padre Federico: ¡corramos! ¡a predicar a los paganos! Porque si no les predicamos, es porque no creemos, ya que así dice el Espíritu Santo: «creí y por eso hablé», y nuestro Señor Jesucristo: «la boca habla de lo que abunda el corazón».
26/11/16 7:33 PM
  
Enrique
Estimado Bruno, conozco de cerca la realidad de la Iglesia en Marruecos y me parece injusto decir que los cristianos allí no evangelizan. Lo hacen y de un modo impresionante haciendo presente a Jesucristo a través de la caridad.
Es verdad que no se busca directamente la conversión de los marroquíes (aunque algunas hay a escondidas), pero no es por miedo a la contradicción o al martirio, es porque lo que estaría en juego es la permanencia misma de la Iglesia en esas tierras. La expulsión de los sacerdotes, religiosos y religiosas que allí viven, que sin duda se produciría en caso de hacer proselitismo, dejaría sin atención espiritual a muchos católicos (en su mayoría subsaharianos) y sin una ayuda material importantísima a muchísimos pobres marroquíes.
La presencia de la Iglesia en Marruecos, la presencia de Jesús sacramentado, la vida contemplativa, las múltiples obras de misericordia que se llevan a cabo, solo son posibles si se respeta la obligación que impone el Estado marroquí de no hacer apostolado con sus súbditos.
26/11/16 8:21 PM
  
Ricardo de Argentina
Enrique, si los primeros cristianos hubiesen pensado como tú, primero que no hubiesen sido verdaderos cristianos, y segundo, nosotros ahora muy probablemente adoraríamos Júpiter.
La "atención espiritual" que pueda brindar un consagrado que renuncia a obedecer a Cristo en su mandato evangelizador -menudo escándalo-, está necesariamente muy devaluada por el anti-testimonio que ofrece.
26/11/16 8:46 PM
  
Bruno
Estimado Enrique:

"Lo hacen y de un modo impresionante haciendo presente a Jesucristo a través de la caridad."

Eso es exactamente lo que dice el artículo. Y es algo estupendo. Pero eso nunca ha sido suficiente para la Iglesia. Porque Cristo lo mandó clarísimamente: Id y anunciad el Evangelio a todos los pueblos.

"Es verdad que no se busca directamente la conversión de los marroquíes (aunque algunas hay a escondidas), pero no es por miedo a la contradicción o al martirio, es porque lo que estaría en juego es la permanencia misma de la Iglesia en esas tierras. La expulsión de los sacerdotes, religiosos y religiosas que allí viven, que sin duda se produciría en caso de hacer proselitismo, dejaría sin atención espiritual a muchos católicos (en su mayoría subsaharianos) y sin una ayuda material importantísima a muchísimos pobres marroquíes."

Pues eso es lo mismo que podrían haber dicho San Pedro, San Pablo, todos los apóstoles y todos los innumerables mártires que ha tenido la Iglesia a lo largo de los siglos. Lo más razonable era, sin duda, no decir nada, no anunciar el Evangelio, limitarse a vivir cada uno lo suyo pero sin anunciarlo a los demás, ya fuera en el imperio romano, entre los japoneses, en la Rusia soviética, entre los indios del Canadá o en incontables lugares más.

Pero lo que hicieron fue elegir la necedad de la predicación. Y gracias a eso nosotros hoy somos cristianos.

"La presencia de la Iglesia en Marruecos, la presencia de Jesús sacramentado, la vida contemplativa, las múltiples obras de misericordia que se llevan a cabo, solo son posibles si se respeta la obligación que impone el Estado marroquí de no hacer apostolado con sus súbditos"

Nunca respetó la Iglesia esas "obligaciones" que no obligan, porque, ¿de qué sirve que esté presente una Iglesia que ha renunciado a anunciar el Evangelio? Para ayudar a los demás, están las ONGs.

Puedo comprender la debilidad humana y no se me ocurriría criticarla, porque yo también soy débil, pero una debilidad que intenta justificarse, como si lo que hace fuera lo bueno, santo y necesario, eso no. Y cuando critican sin piedad a los que evangelizan (como he oído hacer varias veces con respecto a los protestantes), entonces ya clama al cielo.

Por no hablar de los que terminan convenciéndose de que lo importante es que los musulmanes sean buenos musulmanes, no que conozcan a Cristo, que también los hay.

Saludos.
26/11/16 8:47 PM
  
Sipán
Hasta que un cristiano no pierde el miedo a perder el propio pellejo por Cristo no es cristiano en serio sino de mentirijillas. Uno tiene muchos miedos cuando quiere ser cristiano en serio: A perder la salud, a ser criticado, aser relegado, perseguido, matado. Lo dice Santa Teresa de Jesús. Tenemos que tener mucha más oración para convertirnos a Cristo y así predicarlo sin miedos.
26/11/16 9:00 PM
  
Sancho
No sé si el Espíritu Santo les impide evangelizar allí: "Como el Espíritu Santo les había impedido anunciar la Palabra en la provincia de Asia, atravesaron Frigia y la región de Galacia. Cuando llegaron a los límites de Misia, trataron de entrar en Bitinia, pero el Espíritu de Jesús no se lo permitió" (Hech 16, 6-7). Aunque el arzobispo Agrelo me recuerda en la foto a un nuevo obispo Oppas, intentando, consciente o inconscientemente, que quede el paso libre a los musulmanes; a quienes pienso que Dios está permitiendo llegar a Europa, si no para que puedan ser evangelizados, que no parece que desde la Iglesia se esté por la labor, para castigarla por su medio.
26/11/16 11:26 PM
  
Tolerancio
Pues le vendría bien a esos curas timoratos y progres leer el libro "El cristianismo en el norte de África" editado por la Fundación MAPFRE en 1993. Quizá enterándose de toda la sangre que verdaderos creyentes (no como ellos) vertieron para mantener viva y expandir la fe en esos lugares, despierten y dejen el pensamiento Francisco (pensamiento de ONG asistencialista) y piensen como verdaderos cristianos. ¿De qué sirve salvar el cuerpo de los marroquíes (de eso debe ocuparse su gobierno muy musulmán) sino se salvan sus almas? Por cierto: Nadie debería sentirse culpable de ser cristiano y hacer proselitismo en el Magreb, porque esa región fue cristiana antes de que el islam la convierta a punta de espada.
27/11/16 1:26 AM
  
Juan
Llevamos mil cuatrocientos años aceptando los católicos la dimmía. Hemos asumido que somos dimmis y obramos en consecuencia. En Marruecos después de los mártires de Marrakech nos curamos en salud y ni uno más. Sancho, el Espíritu Santo actúa siempre lo mismo. Dios no se muda, lo dice Santa Teresa. Cuando los Apóstoles por miedo a los judíos estaban encerrados en el cenáculo, viene los llena de Él y los lanza al mitatica de la calle a predicar y así siguieron hasta dar la vida por el Evangelio. No olvidemos que significa "Buena noticia", "Noticia Nueva". Esta buena noticia no se ha predicado a los musulmanes. Junto a ella el Espíritu Santo ha querido que se enseñe la filosofía griega y el derecho romano. No porque la filosofía y el derecho tengan el mismo valor que el eEvangelio sino porque la razón ha de ser educada y preparada para que comprenda el mensaje de la salvación. Mil cuatrocientos años practicando la caridad pero si en milenio y medio no ha dado el resultado de la conversión habrá que cambiar de método. Están matando a mansalva cristianos en regímenes comunistas y sobre todo musulmanes. ¿Se denuncia diariamente en los organismos internacionales? ¿Se denuncia que en los países comunistas y musulmanes no hay libertad religiosa y se exige que ya se aplique en estos países? ¿Cómo se pone a Arabia Saudita en el Comité de Derechos Humanos de la ONU?. Pienso que se pueden hacer desde aquí muchas cosas. Aquí se se pueden convertir dice algún lector. Por lo que veo aquí se ha aceptado el estatus de dimmis por parte de la sociedad y sólo, salvo casos excepcionales, que no conozco, se les presta asistencia social, muchas veces con preferencia de los connacionales y, se silencian los casos de violaciones ataques a católicos ya sus símbolos como la poca prensa que se atreve a dar estas noticias está ocurriendo en Europa. De esta complicidad daremos cuenta todos según nuestra responsabilidad. En Adviento que se lee el Apocalipsis, meditemos lo que el Espíritu Santo dice a las Iglesia de Asia, las pujantes iglesias de lo que ahora es Turquía. No queda nada, nada. Si no evangelizamos dando testimonio santo del Señor y de su Evangelio tal como lo conserva y enseña la Santa Iglesia Católica, Europa, Occidente, que soberbiamente ha renunciado a su herencia cristiana y se ha configurado heredera de la Gran Babilonia, quedará en nada. Cuando queramos acordar toda esta sociedad pagana, atea y amoral se acostará así y se levantará musulmana.
27/11/16 2:19 AM
  
Hermenegildo
Ciertamente, es triste la situación de la Iglesia en el Norte de África, pero más triste resulta que en los países europeos, donde no existe peligro de sufrir cárcel o expulsión por predicar el Evangelio, tampoco se haga nada por convertir a los musulmanes a la Fe de Cristo. En Ceuta, por ejemplo, me consta que la Iglesia se limita a practicar una "pastoral de mantenimiento" dirigida a atender las necesidades espirituales de los españoles católicos, pero no se hace ni el intento de evangelizar a la población musulmana, que es casi la mitad del total de esta Ciudad autónoma.
27/11/16 9:26 AM
  
Juanjo
Las poblaciones musulmanas se levantaran el día del Juicio contra nosotros por no haberles evangelizado.
27/11/16 10:43 AM
  
Néstor
Me parece que parte del "síndrome de Estocolmo" es agarrársela con el que viene a liberarnos del que nos domina.

Ser católico es difícil, más aún, humanamente imposible y sólo posible por la gracia de Dios. Es cierto que nuestra debilidad nos ha hecho evitar el martirio incontables veces, pero otra cosa es convertir eso en principio y doctrina.

En el fondo, es la reacción pelagiana: como no puedo hacerlo por mis solas fuerzas (no he orado, no he ayunado, no he hecho penitencia, no he buscado la ayuda de la gracia de Dios) entonces no puedo hacerlo, y es mejor reconocerlo "honestamente".

O sea, proclamar que las uvas están verdes, a ver si con eso me consuelo un poco.

Saludos cordiales.
27/11/16 2:02 PM
  
Sipán
En el Documento de San Juan Pablo II, el Magno, a raíz de la visita que hizo a India en 1990 y tantos, "Ecclessia in Asia", les dice bien claro alos cristianos de allá: Hay que evangelizar aun a costa de la propia vida. Eso, para los cristianos indios. Pues igual para todos y también para los del norte de Africa.
27/11/16 2:22 PM
  
Roblete
Algunos centran su interés en las obras porque lo consideran todo sólo en relación con ellos mismos. En el fondo los demás les interesan en tanto en cuanto pueden ser objeto de sus buenas acciones, pero les importa poco acercarlos o no al bien, lo que no deja de ser, si no egoísmo, sí al menos cierto egocentrismo; como si quisieran ganar el cielo sin importarles si los demás también lo hacen. Extraña santidad la que no se preocupa de la del prójimo.
28/11/16 10:19 AM
  
Ricardo de Argentina
"Extraña santidad la que no se preocupa de la del prójimo."
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Cierto, pero más bien es una extraña catolicidad: no es católico quien no busca la salvación del prójimo, lo cual se deriva de la segunda parte del Gran Mandamiento de NSJC.
Ya se ha dicho claramente en este portal: eso no es católico pero, ¿quién le pone el cascabel al gato?
Desde Roma no parecen estar por la labor.
28/11/16 1:43 PM
  
Luis I. Amorós
Qué cosas tiene la vida... Hay que ver a Enrique, feroz e implacable enemigo de la confesionalidad católica de las naciones cristianas, lo mansamente que se pliega a la confesionalidad musulmana de Marruecos. "Hay que respetar la legalidad, porque si no está en juego la presencia de los cristianos allí". Están allí... ¿para qué?

Así que la sujeción de las leyes a los mandatos verdaderos de Cristo es una abominación, pero aceptar sumisamente la obligatoriedad de las mentiras mahometanas en costumbres y gobiernos es algo conveniente para que no nos echen...

Acabado ejemplo del liberal católico, que no sirve para nada más que para barrenar la Iglesia. ¿Dónde está tu defensa de la libertad religiosa ahora, Enrique? ¿Ya no es la libertad lo más importante? ¿Sólo vale para destruir los valores cristianos en los países que un día abrazaron la fe? Léete bien la carta que adjunta Bruno, y te enterarás de verdad de lo que es el islam.

Por mucha retórica, al final el liberalismo no es más que el reconocimiento del triunfo del más fuerte. Todo lo demás palabrería.

Anda, Enrique, cuando tengas un momento, entérate de cuál es el lema oficial del reino de Marruecos, ese cuyas leyes de confesionalidad musulmana crees conveniente acatar.

[...]
29/11/16 2:19 PM
  
Enrique
Perdonad si no me expresé bien en mi comentario. Agradezco a Bruno el tiempo empleado en responder. En ningún caso defiendo que estén bien las leyes marroquíes, que no respetan la libertad religiosa. Tampoco pienso que la Iglesia deba renunciar a anunciar a Jesucristo en ningún caso. Me parece que nuestras discrepancias están solo en cuestiones tácticas (opinables, pero que no proceden de unos cuantos católicos timoratos, ni del pontificado actual, pues es una decisión tomada hace ya mucho tiempo y aprobada al menos por los dos últimos papas). Para mí es digno de admiración lo que hacen los cristianos en Marruecos y, con excepciones que las habrá, no veo una renuncia a anunciar a Jesucristo.
Me apena que la discrepancia lleve a algunos comentaristas e incluso a un bloguero de este portal a insultarme. Que Dios os bendiga.
30/11/16 12:48 PM
  
Enrique Lopez Bermejo de Torres
La foto es harto ilustrativa y clarificadora, En ella se ve al -presunto- obispo AGRELO con un cartel, encarandose a los agentes de la Benemerita, con un cartel que viene a decir que España habra sus fronteras a la INVASION musulmana que viene de su ¿pais de adopcion?.
Menos manifestaciones contra su verdadera Patria y mas predicar el Evangelio a los infieles. Aunque claro para este "suseñor" la iglesia es una simple onejeta asistencial, sin otros deberes para con Dios y la verdadera Iglesia,
07/12/16 1:19 AM

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