El juramento antimodernista
El otro día, un lector me decía que los problemas de la Iglesia se acabarían si todos los sacerdotes y religiosos tuvieran que hacer el juramento antimodernista. La verdad es que no creo que las cosas sean tan sencillas. En primer lugar, porque las palabras se las lleva el viento y la Iglesia, los Parlamentos, los tribunales de divorcio y el mundo en general están repletos de promesas incumplidas. En segundo lugar, y mucho más importante, porque Cristo no creó la Iglesia para que viva sin problemas, sino para un combate, que durará hasta el fin de los tiempos, cuando él vuelva en gloria y majestad.
Me ha parecido útil, sin embargo, recordar el juramento antimodernista, como algo bueno y plenamente de actualidad. En realidad, es más bien una profesión de fe católica, orientada al rechazo de los errores de la herejía modernista. El modernismo, surgido en los siglos XIX y XX, es una herejía particularmente repugnante, porque se basa en conservar el lenguaje de la fe, pero dando a las palabras un sentido totalmente diferente, vaciándolas de contenido sobrenatural. Por ejemplo, los modernistas hablan de que Jesús era Hijo de Dios, pero en el sentido de que era un ser humano singular y hacía la voluntad de Dios, hablan de la resurrección de Cristo, pero quieren decir que permanece su recuerdo o que Cristo sigue vivo en Dios de alguna forma, siguen mencionando la virginidad de Nuestra Señora, pero quieren decir que ella estaba completamente entregada a Dios, aunque concibiera a su hijo de forma normal, y un largo etcétera.
Lo encubierto de esta herejía hizo que se extendiera muy rápidamente. Muchos descubrieron que podían seguir pretendiendo ser cristianos o incluso sacerdotes pero sin la molestia de mantener la fe, simplemente usando el lenguaje cristiano vaciado de sentido. Por lo difuso de la herejía, la lucha contra ella fue (y es) muy difícil. Ante esta situación, San Pío X decidió que todos los clérigos y profesores de filosofía y teología debían realizar de forma pública el juramento antimodernista, que rechaza solemnemente los principales puntos de la herejía modernista.
Hay quienes consideran este documento como la quintaesencia de lo antiguo y pasado de moda, pero sé que mis lectores no se dejarán llevar por ese pensamiento políticamente correcto, leerán el texto en sí… y descubrirán que podría haberse compuesto hoy mismo y que responde adecuadamente y con fe a barbaridades que escuchamos en muchos lugares (y por desgracia, parroquias) casi a diario.
Para aprovechar la ocasión, no sólo voy a incluir el juramento antimodernista, sino que voy a proclamarlo como bloguero católico, orgulloso de la fe de la Iglesia. Es más, invito a otros blogueros a que también lo hagan en sus blogs, para gloria de Dios, confusión del demonio, crecimiento de la Iglesia y bien de sus almas.
“Yo, Bruno Moreno Ramos, abrazo y recibo firmemente todas y cada una de las verdades que la Iglesia por su magisterio, que no puede errar, ha definido, afirmado y declarado, principalmente los textos de doctrina que van directamente dirigidos contra los errores de estos tiempos.
En primer lugar, profeso que Dios, principio y fin de todas las cosas puede ser conocido y por tanto también demostrado de una manera cierta por la luz de la razón, por medio de las cosas que han sido hechas, es decir por las obras visibles de la creación, como la causa por su efecto.
En segundo lugar, admito y reconozco los argumentos externos de la revelación, es decir los hechos divinos, entre los cuales en primer lugar, los milagros y las profecías, como signos muy ciertos del origen divino de la religión cristiana. Y estos mismos argumentos, los tengo por perfectamente proporcionados a la inteligencia de todos los tiempos y de todos los hombres, incluso en el tiempo presente.
En tercer lugar, creo también con fe firme que la Iglesia, guardiana y maestra de la palabra revelada, ha sido instituida de una manera próxima y directa por Cristo en persona, verdadero e histórico, durante su vida entre nosotros, y creo que esta Iglesia esta edificada sobre Pedro, jefe de la jerarquía y sobre sus sucesores hasta el fin de los tiempos.
En cuarto lugar, recibo sinceramente la doctrina de la fe que los Padres ortodoxos nos han transmitido de los Apóstoles, siempre con el mismo sentido y la misma interpretación. Por esto rechazo absolutamente la suposición herética de la evolución de los dogmas, según la cual estos dogmas cambiarían de sentido para recibir uno diferente del que les ha dado la Iglesia en un principio. Igualmente, repruebo todo error que consista en sustituir el depósito divino confiado a la esposa de Cristo y a su vigilante custodia, por una ficción filosófica o una creación de la conciencia humana, la cual, formada poco a poco por el esfuerzo de los hombres, sería susceptible en el futuro de un progreso indefinido.
En quinto lugar: mantengo con toda certeza y profeso sinceramente que la fe no es un sentido religioso ciego que surge de las profundidades del subconsciente, bajo el impulso del corazón y el movimiento de la voluntad moralmente informada, sino que un verdadero asentimiento de la inteligencia a la verdad adquirida extrínsecamente, asentimiento por el cual creemos verdadero, a causa de la autoridad de Dios cuya veracidad es absoluta, todo lo que ha sido dicho, atestiguado y revelado por el Dios personal, nuestro creador y nuestro Señor. Más aún, con la debida reverencia, me someto y adhiero con todo mi corazón a las condenaciones, declaraciones y todas las prescripciones contenidas en la encíclica Pascendi y en el decreto Lamentabili, especialmente aquellas concernientes a lo que se conoce como la historia de los dogmas.
Rechazo asimismo el error de aquellos que dicen que la fe sostenida por la Iglesia contradice a la historia, y que los dogmas católicos, en el sentido en que ahora se entienden, son irreconciliables con una visión más realista de los orígenes de la religión cristiana.
Condeno y rechazo la opinión de aquellos que dicen que un cristiano bien educado asume una doble personalidad, la de un creyente y al mismo tiempo la de un historiador, como si fuera permisible para una historiador sostener cosas que contradigan la fe del creyente, o establecer premisas las cuales, provisto que no haya una negación directa de los dogmas, llevarían a la conclusión de que los dogmas son o bien falsos, o bien dudosos.
Repruebo también el método de juzgar e interpretar la Sagrada Escritura que, apartándose de la tradición de la Iglesia, la analogía de la fe, y las normas de la Sede Apostólica, abraza los errores de los racionalistas y licenciosamiente y sin prudencia abrazan la crítica textual como la única y suprema norma.
Rechazo también la opinión de aquellos que sostienen que un profesor enseñando o escribiendo acerca de una materia histórico-teológica debiera primero poner a un costado cualquier opinión preconcebida acerca del origen sobrenatural de la tradición católica o acerca de la promesa divina de preservar por siempre toda la verdad revelada; y de que deberían interpretar los escritos de cada uno de los Padres solamente por medio de principios científicos, excluyendo toda autoridad sagrada, y con la misma libertad de juicio que es común en la investigación de todos los documentos históricos ordinarios.
Declaro estar completamente opuesto al error de los modernistas que sostienen que no hay nada divino en la sagrada tradición; o, lo que es mucho peor, decir que la hay, pero en un sentido panteísta, con el resultado de que no quedaría nada más que este simple hecho—uno a ser puesto a la par con los hechos ordinarios de la historia, a saber, el hecho de que un grupo de hombres por su propia labor, capacidad y talento han continuado durante las edades subsecuentes una escuela comenzada por Cristo y sus apóstoles.
Prometo que he de sostener todos estos artículos fiel, entera y sinceramente, y que he de guardarlos inviolados, sin desviarme de ellos en la enseñanza o en ninguna otra manera de escrito o de palabra. Esto prometo, esto juro, así me ayude Dios, y estos santos Evangelios".
142 comentarios
No se dejó de hacer. Simplemente, se ha cambiado la fórmula concreta un par de veces, además del nombre. En los años sesenta, este juramento antimodernista fue sustituido por una profesión de fe y un juramento de fidelidad, cuya fórmula actual data de finales de los ochenta. Está formada por el Credo y por unos párrafos añadidos que se refieren al resto de la doctrina de la Iglesia y a la obediencia a la disciplina eclesial. Puede encontrarse aquí (junto con una explicación del mismo):
http://www.vatican.va/roman_curia/congregations/cfaith/documents/rc_con_cfaith_doc_1998_professio-fidei_sp.html
El texto fundamental:
PROFESIÓN DE FE
Yo, N., creo con fe firme y profeso todas y cada una de las cosas contenidas en el Símbolo de la fe, a saber:
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
Creo, también, con fe firme, todo aquello que se contiene en la Palabra de Dios escrita o transmitida por la Tradición, y que la Iglesia propone para ser creído, como divinamente revelado, mediante un juicio solemne o mediante el Magisterio ordinario y universal.
Acepto y retengo firmemente, asimismo, todas y cada una de las cosas sobre la doctrina de la fe y las costumbres propuestas por la Iglesia de modo definitivo.
Me adhiero, además, con religioso obsequio de voluntad y entendimiento a las doctrinas enunciadas por el Romano Pontífice o por el Colegio de los Obispos cuando ejercen el Magisterio auténtico, aunque no tengan la intención de proclamarlas con un acto definitivo.
JURAMENTO DE FIDELIDAD AL ASUMIR UN OFICIO QUE SE HA DE EJERCER EN NOMBRE DE LA IGLESIA
Yo, N., al asumir el oficio..., prometo mantenerme siempre en comunión con la Iglesia católica, tanto en lo que exprese de palabra como en mi manera de obrar.
Cumpliré con gran diligencia y fidelidad las obligaciones a las que estoy comprometido con la Iglesia tanto universal como particular, en la que he sido llamado a ejercer mi servicio, según lo establecido por el derecho.
En el ejercicio del ministerio que me ha sido confiado en nombre de la Iglesia, conservaré íntegro el depósito de la fe y lo transmitiré y explicaré fielmente; evitando, por tanto, cualquier doctrina que le sea contraria.
Seguiré y promoveré la disciplina común a toda la Iglesia, y observaré todas las leyes eclesiásticas, ante todo aquellas contenidas en el Código de Derecho Canónico.
Con obediencia cristiana acataré lo que enseñen los sagrados pastores, como doctores y maestros auténticos de la fe, y lo que establezcan como guías de la Iglesia, y ayudaré fielmente a los obispos diocesanos para que la acción apostólica que he de ejercer en nombre y por mandato de la Iglesia, se realice siempre en comunión con ella.
Que así Dios me ayude y estos santos evangelios que toco con mis manos.
Yo creo que el gran CV II sacó a la Iglesia de este vetusto y nada evangélico armario, con el talante de buen cristiano de su convocante, el genial pastor Juan XXIII y su "abrir las ventanas de Iglesia para que entre el soplo del Espíritu Santo". Estaba enmohecido el aire de la Iglesia, de tanto autoencierro, de vivir como ciudad sitiada, jugando de contragolpe. Reinaba el "anti", nada cristiano. Por eso, el beato Juan XXIII proponia preocuparse "por lo que une, y dejemos aparte, lo que nos divide"
http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=23499
¡Estupendo! Que corra la voz.
http://agendum-contra.blogspot.com/2012/06/san-pio-x-y-la-eucaristia.html
Tengo pendiente (y medio escrito) desde hace tiempo un post sobre el Credo del Pueblo de Dios (que, por cierto, es de hace medio siglo y también está hoy en desuso). A pesar de todo lo que dice por activa y por pasiva la cultura actual, el valor de un texto no decrece con su antigüedad. Y ciertamente, la fe católica no cambia con los siglos.
Finalmente, no veo que ser cristianos tenga que ver con ser positivos ni que la "connotación negativa" sea algo a evitar a cualquier precio por los católicos. ¿O es que hay que ocultar, por ejemplo, las bienaventuranzas de Lucas pronunciadas por nuestro Señor porque a las cuatro bienaventuranzas les siguen cuatro malaventuranzas con "connotaciones negativas"? (cf. Lc 6,20-26)
Es llamativo que sea incapaz de ver que es insultante hablar con los cristianos calificando nuestras creencias más profundas con afirmaciones como "profundo sectarismo", "total carencia de capacidad crítica", "falso y ridículo hasta la altura del betún", "cosas tan absurdas e intragables", "embarazos colombinos", "os avergonzáis tanto de lo que creéis", "quitarle algo de absurdez a vuestra fe", "patrañas de imposible digestión", "ridículas". O llamarnos anormales.
Si no comprende que eso es insultar, está totalmente incapacitado para escribir en este blog (y yo diría que para mantener cualquier conversación normal).
Sería fácil (y tentador) responder con la misma moneda. De hecho, quizá serviría para que comprendiera mejor lo insultantes que resultan sus palabras, pero lo propio de un cristiano es no responder al mal con el mal.
Simplemente, si siguen los insultos, borraré sus comentarios.
Dios le bendiga.
Texto medido y cuidado en su expresión.
Por leerlo a la ligera, no falta quienes sostienen se dice: Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser demostrado, de manera cierta por la razón y por tanto también puede ser conocido, por medio de las cosas que han sido hechas.
Pero no, no es lo mismo. Y no es solo la inversión de partes de la frase, sino omitir tanto el "una" referido a la manera cierta, como "la luz" respecto la razón.
Y de esto vienen tantas disputas inútiles desde los no creyentes, que protestan no se les brinda, lo que desde el magisterio y doctrina de la Iglesia Católica, nunca se les prometió: una demostración experimental de la existencia de Dios.
El Concilio Vaticano II clarificó las aguas. Allí se vió que los fanáticos de Donoso Cortés son muy pocos. El rostro verdadero de la Iglesia quedó registrado por los documentos aprobados y la enorme mayoría de padres que los respaldó. Pero todavía quedan algunos, hoy, que añoran la ineficaz -pastoralmente hablando- jerarquía preconciliar, es decir, la promotora del "anti", nada cristiano y que alejó a millones del cristianismo.
Pues lo siento, por aquellos que creen que uno jamás se puede definir como "anti" algo; el título de Inmaculada Concepción, aparte de ser un dogma, lo considero positivísimo; ser "anti" pecado es ser "anti-anti"; osea, genuinamente "pro".
Además que Jesús mismo TAMBIÉN se definió como "no vine a apagar el pábilo que aún humea"; definición negativa, no?
Así que mucho cuidado con el lenguaje "positivo", que puede llevar una carga filosófica "buenistica" totalmente dañina.
__________
-La evoción de la verdad (aquí dogmas) no quiere decir que la verdad sea diferente; sino que la verdad se más y mejor conocida.
-El retoño como así el arból y el bosque no quiere decir que sean diferentes sino que en su contexto vital el todo vegetal ha evolucionado.
-Yo también me apunto.
-Y añado: Creo firmemente que todo lo que ha tenido un principio limitato tiene un fin limitado.
«Yo prometo:
– no disminuir o cambiar nada de cuanto encontré
conservado por mis muy probos antecesores, y no admitir nada nuevo, sino conservar y venerar con fervor,como un verdadero discípulo y sucesor, con todas mis fuerzas y con todo empeño, lo que fue transmitido;
– enmendar todo cuanto surgiera en contradicción
con la disciplina canónica, y custodiar los sacros
Cánones y las Constituciones Apostólicas de nuestros
Pontífices, cual si fueran mandamientos divinos y celestiales, porque soy consciente que tendré que rendir estricta razón ante Tu juicio divino de todo aquello que profeso; yo que ocupo Tu puesto por divina condescendencia y lo ocupo como Tu Vicario, asistido por Tu intercesión.
Si pretendiese actuar de manera diferente, o permitiese que otro lo haga, Tu no me serás propicio en aquel día tremendo del divino juicio… (pp. 43 o 31).
Por lo tanto, nos sometemos al riguroso interdicto
del anatema, si alguna vez alguien o nosotros mismos,
o algún otro, tiene la presunción de introducir cualquier novedad en oposición a la Tradición evangélica, o a la integridad de la Fe y de la Religión, intentando cambiar alguna cosa a la integridad de nuestra Fe, o consintiendo
a quien pretendiese hacerlo con audacia sacrílega».
“Liber Diurnus Romanorum Pontificum”
Enrique: Yo no pido una demostracón experimental de la existencia de Dios, sino simple y lanamente una demostración mediante una disciplina que sea capaz de "demostrar". Si la única forma que tenemos de demostrar lo que existe en la realidad es experimentación mediante, pues ese es vuestro problema, porque parece ser que las ciencias experimentales no os sirven. Las otras demostracioes son las de la lógica y las matemáticas, pero bien sabemos todos que esas son ciencias formales, o sea, que tratan sólo de la forma y la correcta relación entre signos, pero no aportan informacón sobre la realidad. Por tanto, si creéis que vuestro dios es real, pues las ciencias formales tampoco os sirven. I'm very sorry.
Lo que dice Esteban es que no se puede demostrar la existencia de Dios (ni su inexistencia) por medio de las disciplinas experimentales como la Física o la química. Por su propia naturaleza, estas ciencias se limitan a lo medible y expresable numéricamente, de manera que todo lo demás que existe se escapa de su objeto.
Las demostraciones de la existencia de Dios, por la propia naturaleza de Dios, son metafísicas.
Busca, obviamente, que le baneemos por completo del portal. Pues lo mismo lo ha conseguido ya.
- El Juramento Antimodernista de facto lo cumplimentará en toda su extensión el profeta Eías cuando, como así está escrito, venga a cambiar todas las cosas.
Tu ignorancia sobre el Concilio Vaticano II resulta evidente. Muchos desearon que con el "espíritu" de este concilio por fín verían al Vicario de Cristo arrodillado ante los poderes del mundo pero demostraron un profundo desconocimiento de la realidad.
Los que invocais el "espíritu" del Concilio desde posturas neopaganas sois los mismos que nunca citais el mismo. Afortunadamente las nuevas generaciones de sacerdotes y obispos vuelven a la plena ortodoxia en la defensa y práctica de la fe en plena comunión con el Santo Padre y la Iglesia universal.
Quiero destacar aparte de las frases destacadas por usted, las siguientes,:
SIEMPRE CON EL MISMO SENTIDO Y LA MISMA INTERPRETACIÓN. POR ESTO RECHAZO ABSOLUTAMENTE LA SUPOSICION HERETICA DE LA EVOLUCION DE LOS DOGMAS
LA VERDAD ABSOLUTA E INMUTABLE, ...,, NO SEA JAMAS NI CREIDA NI ENTENDIDA EN OTRO SENTIDO.
Nuevamente reitero mi alegría por que gracias a Dios alguien recogió el guante y ha puesto a disposición este grandísimo y efectivo juramento.
Y si es verdad, de promesas estamos mas que llenos, hastiados en realidad. Pero debemos tener fe en que si este juramento fuese nuevamente restaurado y exigido a todos nuestros sacerdotes, especialmente a los nuevos, vaya que daría efectos.
En Nuestra Señora Corredentora.
Es evidente, en particular, que allí se afirma la posibilidad de demostrar con certeza la existencia de Dios por medio de la razón natural a partir de las obras visibles de la creación, como la causa por los efectos.
No veo qué interpretación contraria a lo dicho podría darse de esa parte del juramento.
Obviamente, estaba en el ABC de la formación doctrinal de quienes redactaron ese documento que esa demostración no es "experimental" sino filosófica, como ha recordado Bruno.
Saludos cordiales.
Lo patético del "anti" es que sustancialmente terminan dependiendo de aquello que pretenden combatir. No debe confundirse el "anti" que es una postura ideológica, con obligaciones de no hacer o no practicar determinados comportamientos. Por ejemplo, si bien un cristiano promueve el no matarás no se autodefine como anti-asesinato.
El drama del discurso "anti" es que no queda sólo en palabras sino que abona crueldades mayúsculas como las vistas en el siglo XX. El nazismo con su antisemitismo, anticomunismo y antiliberalismo. Y el comunismo con su anticapitalismo y antiliberalismo. Son las versiones ateas de un talante católico inquisitorial, muy "anti" cristianos nuevos, por ejemplo, en España, dónde, no es casualidad, siglos después las informaciones sobre el Concilio Vaticano II fueron muy escuetas, mientras éste se desarrollaba. La Iglesia española, en combinación con el franquismo, escatimaba a sus fieles, lo que ocurría en Roma, en aquellos años. Tal vez, todavía se estén pagando las consecuencias de ello. Si bien son pocos, hay aún festejo al "anti" preconciliar a nivel web. Su comentario anterior, Gonzalo, es una muestra de ello.
Muy estimado profesor, usted asegura que el juramento antimodernista es "totalmente compatible con todas las enseñanzas del Concilio Vaticano II". Tengo algunas dudas sobre ello y me encantaría que usted me proporcione alguna cita -modo excelente de mostrar compatibilidad- inserta en algún documento de ese gran concilio que mencione dicho juramento.
De lo que no cabe duda que el juramento antimodernista es incompatible con Pablo VI que lo derogó, con Juan Pablo II -jamás lo tuvo en cuenta- y con Benedicto XVI -tampoco lo tiene en cuenta ni figura en su agenda-. Saludos.
El lenguaje dice muchas cosas, mi buen Bruno, y usar un lenguaje lefebvrista, pues tiene claros simbolismos
"Lo que dice Esteban es que no se puede demostrar la existencia de Dios (ni su inexistencia) por medio de las disciplinas experimentales como la Física o la química. Por su propia naturaleza, estas ciencias se limitan a lo medible y expresable numéricamente, de manera que todo lo demás que existe se escapa de su objeto.
Las demostraciones de la existencia de Dios, por la propia naturaleza de Dios, son metafísicas. "
Aunque en cierta forma suscribiría la mayor parte de lo dicho
Solo doctrina coincido contigo, usar estos "anti", es usar un lenguaje que la Iglesia abandono a partir del Concilio Vaticano II. Para centrarse en presentar lo que es el Evangelio y la doctrina de Cristo y no centrarse en lo que no es (lo anti)
O sea, irreales en toda su extensión.
Si piensas que la metafísica es irreal, estás diciendo que la verdad y la mentira, el bien y el mal, la belleza y la fealdad, el ser y el no ser, el amor y el odio y un largo etcétera son palabras sin sentido, ya que todas ellas son realidades metafísicas.
Con alguien que renuncia a su propia humanidad de esa forma, poniéndose al nivel de los animales sin inteligencia, difícilmente se puede discutir con seriedad.
Pablo VIdefinio hace 40 años al V-II como la autoconciencia completa de la Iglesia sobre si misma, adquirida en este momento de la historia (y no antes??).
No me extraña q Dios haya permitido q algo preternatural actuara contra tan aberrante nocion de "autoconciencia de la aiglesia finalmente lograda" precisamente para bien de la Iglesia.
No se nos olvide que tambien Satanas es criatura e instrumento de Dios, mal que le pese.
"el juramento antimodernista es "totalmente compatible con todas las enseñanzas del Concilio Vaticano II". Tengo algunas dudas sobre ello"
A quien le corresponde entonces decir qué dudas tiene es a usted. ¿En qué no está de acuerdo con lo que está escrito más arriba?
"Lo patético del "anti" es que sustancialmente terminan dependiendo de aquello que pretenden combatir"
Con eso, se llama patético a Nuestro Señor, cuando dijo "ay de vosotros los ricos..." o "Si no sois mejores que los fariseos..." o "Guardaos de la levadura de los fariseos..." o mil frases más. ¿De dónde ha salido la extrañísima idea de que los cristianos siempre deban hablar "en positivo"?
"De lo que no cabe duda que el juramento antimodernista es incompatible con Pablo VI que lo derogó, con Juan Pablo II -jamás lo tuvo en cuenta- y con Benedicto XVI -tampoco lo tiene en cuenta ni figura en su agenda-. Saludos."
Eso es una afirmación que no tiene ninguna base. Pablo VI no "derogó" el juramento antimodernista, porque, por su propia naturaleza, no se puede derogar. Se derogan las leyes o normas. Por lo tanto, lo que hizo Pablo VI fue derogar la norma que obligaba a los docentes a prestar este juramento, sustituyéndolo por otro resumido. En nada "deroga" eso el propio juramento, igual que el Catecismo de la Iglesia Católica no deroga el Catecismo de Trento ni el Concilio Vaticano II deroga el Concilio de Nicea. Por cierto, en 1989 se volvió a ampliar el resumen, porque se vio que claramente era necesario hacerlo.
Por otra parte, tanto Pablo VI como Juan Pablo II y Benedicto XVI han condenado en multitud de ocasiones todas las afirmaciones que se condenan en este documento. Todas. Así que si no le convencen, quizá deba estudiar más el asunto.
Saludos.
En cuanto a la referencia a tu frase, me refería obviamente a Enrique. Ahora lo cambio.
Dices también: "El lenguaje dice muchas cosas, mi buen Bruno, y usar un lenguaje lefebvrista, pues tiene claros simbolismos"
Eso es una barbaridad. Afirmar que citar a San Pío X es "usar un lenguaje lefebvrista" es completamente absurdo. La Tradición de la Iglesia (por cierto, con un valor plenamente actual) es patrimonio y riqueza de la Iglesia y de todos sus miembros. Y aplicar lo del "lenguaje lefebvrista" a la enseñanza de los papas anteriores resulta verdaderamente increíble.
Por otra parte, es irónico decir estas cosas a la vez que se critica el hecho de ser "anti" algo, cuando lo que estás diciendo es que hay que abandonar el magisterio de siglos de la Iglesia Católica porque puede tener alguna semejanza con la forma de hablar de los lefebvristas. Es decir, propones que definamos lo aceptable en la Iglesia por lo que no se parezca en nada a lo que digan los lefebvristas. Si eso no es definirse esencialmente como anti-algo, no sé lo que es.
No lo sé. La he tomado de Internet.
En principio, es posible que fuera en color, porque la fotografía en color empezó a dar sus primeros pasos en la segunda mitad del siglo XIX (y San Pío X fue papa de 1903 a 1914), pero no tengo datos sobre esta foto en concreto.
"gente como Queiruga siguen a pies juntillas todos los dogmas de esta herejía"
Sí, la mayoría de los teólogos condenados en las últimas décadas tenían una teología modernista (quizá con la excepción de los errores de la Teología de la Liberación, que son parientes pero no tan cercanos del modernismo).
Ya sé perfectamente lo que dice Esteban (no es Enrique?), pero yo añado que la demostración de la existencia de Dios no sólo no puede hacerse mediante disciplinas experimentales, sino que tampoco puede hacerse mediante disciplinas formales. La metafísica no se encuentra en ninguna de esas dos familias de ciencias, que por ahora son las únicas que hemos encontrado y aceptado unánimemente como válidas para hacer demostraciones. Por tanto, decir que las demostraciones de la existencia de Dios son metafísicas es exáctamente lo mismo que decir que no existen demostraciones de la existencia de Dios, puesto que la metafísica no es ni ha sido jamás una ciencia demostrativa reconocida como indudablemente válida para hacer demostraciones. Sólo la consideran válida 3 o 4 católicos que, en su mundo, siguen intentando la inútil y absurda tarea de demostrar la existencia de Dios, porque parece que no están contentos con reconocer que simplemente creen por fe, como hacen todas las demás religiones. Debe ser que la materia de fe católica necesita de algún sustento con el que intentar presumir de una coherencia o racionalidad de la que se encuentra demasiado lejos.
Además, (y esto sí que es divertido) si justificas el uso de la metafísica para demostrar la existencia de Dios basándote en la naturaleza de Dios (que es inmaterial y no medible), pues ya estás dando por supuesta la existencia de Dios, puesto que estás definiendo sus características. No puedes basarte en que es inmaterial para decir que por ello su demostración debe ser metafísica. En otras palabras, para decir que la existencia de Dios debe demostrarse metafísicamente te basas en que Dios ya existe. Antes de demostrar su existencia ya dices saber cómo es. Por tanto estás en una escandalosa y descarada falacia por petición de principio. La premisa que das para justificar la metafísica es que Dios ES inmaterial, por tanto Dios existe. Y no hay ninguna razón para aceptar esa premisa. ¿Ves cómo la demostración de Dios no es racional ni razonable? Lleváis siglos así y aún no sois capaces (algunos) de reconocer vuestro aparatoso y evidente error. La metafísica es una inmensa estafa milenaria, y todos los metafísicos con pretensiones demostrativas que han existido en la historia de la Humanidad están TODOS equivocados, del primero al último.
Stephen Extraño no ha dicho que la metafísica sea irreal, sino las DEMOSTRACIONES metafísicas. Cierto que la metafísica habla de la verdad, la mentira, la libertad, el bien y el mal, etc. trata esos temas, filosofa sobre ellos, pero jamás se ha dedicado a demostrar que existan. No tergiverses, por favor. Tergiversar y contraargumentar después de haber tergiversado se llama falacia del espantapájaros.
Llámese insultar, llámese comos e quiera, eso es ofender.
Además es off-topic por completop. Aquí hay unos cartólocos hablando acerca de un documento eclesial. Aparece el ateo de turno de la pandilla habitual, que sería bien recibido si:
a) participase con respeto
b) se atuviera al tema
Pero se emplea a fondo en ofender y en volver una y otra vez a exigir que se le demuestre la existencia de Dios mediante una disciplina capaz de "demostrar".
Se le dice que sea respetuoso y, si no, se le edita... y, oh, milagro, de pronto es capaz de medir sus improperios y sus espumarajos verbales. Ergo sí sabía, vaya si lo sabía, que estaba hablando de manera completamente inadmisible. Faltaría ahora que se ciñera al tema.
Pues nada, él a su obsesión.
Además, con lo que se lleva escrito desde los tiempos de los presocráticos hasta hoy mismo acerca del tema que él EXIGE que se hable, ya podía quedarse en casa leyéndolo todo (al menos lo más reciente) y sacar él solito las conclusiones.
Si, "realidades" producidas por un cerebro que tiene conciencia de si mismo, nada mas y nada menos.
Respecto a lo que dices, más que jurar, es cumplir lo que juraron. Espanta, da frío, terror, conocer a éstos que juraron año tras año y ahora profesan de mente y corazón la mentira. La soberbia de quienes juraron les llevó a apostatar.
Bendito sea Dios, que oculta sus cosas a los soberbios y las dá a conocer a los humildes. Por su Gracia y nuestra docilidad podremos saber más o menos, antes o después, aquí o allá, pero antes y más, Él nos guardará en la humildad, para que no nos soltemos de sus manos y caigamos en las del padre de la Mentira.
Declaro expresamente mi obediencia a los cánones del Código de Derecho Canónico redactados según la "Ad tuendam fidem" (1998) y entendidos de acuerdo con la "Professio fidei" y el "Juramento de Fidelidad" (1989) y la "Nota doctrinal ilustrativa
de la fórmula conclusiva de la Professio fidei" (1998)
750
§ 1. Se ha de creer con fe divina y católica todo aquello que se contiene en la palabra de Dios escrita o transmitida por tradición, es decir, en el único depósito de la fe encomendado a la Iglesia, y que además es propuesto como revelado por Dios, ya sea por el magisterio solemne de la Iglesia, ya por su magisterio ordinario y universal, que se manifiesta en la común adhesión de los fieles bajo la guía del sagrado magisterio; por tanto, todos están obligados a evitar cualquier doctrina contraria.
§ 2. Asímismo se han de aceptar y retener firmemente todas y cada una de las cosas sobre la doctrina de la fe y las costumbres propuestas de modo definitivo por el magisterio de la Iglesia, a saber, aquellas que son necesarias para custodiar santamente y exponer fielmente el mismo depósito de la fe; se opone por tanto a la doctrina de la Iglesia católica quien rechaza dichas proposiciones que deben retenerse en modo definitivo.
751
Se llama herejía la negación pertinaz, después de recibido el bautismo, de una verdad que ha de creerse con fe divina y católica, o la duda pertinaz sobre la misma; apostasía es el rechazo total de la fe cristiana; cisma, el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos.
752
Se ha de prestar un asentimiento religioso del entendimiento y de la voluntad, sin que llegue a ser de fe, a la doctrina que el Sumo Pontífice o el Colegio de los Obispos, en el ejercicio de su magisterio auténtico, enseñan acerca de la fe y de las costumbres, aunque no sea su intención proclamarla con un acto decisorio; por tanto, los fieles cuiden de evitar todo lo que no sea congruente con la misma.
1371
Debe ser castigado con una pena justa:
1º quien, fuera del caso que trata el c. 1364, §1 (apóstata, hereje o cismático), enseña una doctrina condenada por el Romano Pontífice o por un Concilio Ecuménico o rechaza pertinazmente la doctrina descrita en el can. 750, §2 o en el can. 752, y, amonestado por la Sede Apostólica o por el Ordinario, no se retracta;
2º quien, de otro modo, desobedece a la Sede Apostólica, al Ordinario o al Superior cuando mandan o prohíben algo legítimamente, y persiste en su desobediencia después de haber sido amonestado.
Esto es más un acto testimonial que otra cosa. Pero claro, el cristianismo es puro testimonio.
Lo que hablo no es off-topic porque estoy hablando de algo que dice Bruno en su posteo, nada menos. Y tampoco estoy exigiendo que se demuestre la existencia de Dios, sino sustentando con argumentos que no existe ni ha existido nunca tal demostración.
Yolanda, aquí he visto como directamente se llama necios a los ateos por parte de más de un forista, pero no se les banea ni censura jamás. ¿Eso no es una forma inadmisible de hablar? En cambio, comentarios como éste mismo (sin insulto alguno) me han sido borrados. Y no me extrañaría que borraran este también.
No hace falta que me respondan, ya lo hizo san Agustín: "nos hiciste Señor, para tí, y nuestro corazón estará inquieto HASTA QUE NO DESCANSE EN TÍ"
PAX CHRISTI,
Vivimos tiempos de iniquidad generalizada y por ello necesitamos esta reconsolidación de nuestra identidad de creyentes. Si los juramentos solemnes ayudan, adelante; aunque no es mi estilo.
Elijamos la Verdad, sin duda, pero en no menor medida elijamos ser verdaderos.
a mí no me ofende ni ni me arredra la más dura controversia acerca del CONTENIDO de mi fe. Estoy acostumbradísima a la controversia, al debate, y a la disputa verbal más heavy (pero civilizada). No me he escondido nunca, ni he callado, ni he evitado el debate en el territorio hostil en el que vivo desde siempre.
Me ofende, desde luego que sí, esa estridencia chillona en los términos escogidos por vosotros para pretender descalificar; y esa agresividad que, por tratarse de este medio, es sólo verbal, pero suscita dudas muy razonables acerca de la capacidad de quien las escribe para reprimirse la violencia de acto en medios no virtuales.
Nunca he visto mayor agresividad verbal ni mayor violencia simbólica que la que ejercen los ateos militantes cuando se les desmanda la contención civilizada, en particular los que os acercáis por aquí.
Por otra parte, la palabra "necio" aplicada al ateo es simplemente una conocidísima cita bíblica (y "necio" es un piropo delicado comparado con los términos en que tú te expresas habitualmente y, en concreto,con los que te has expresado en este post) A ver si nos vamos a tener que disculpar cuando citemos a Homero, a Shakespeare, al profeta Isaías, ¡o a Nuestro Señor Jesucristo!
Eduardo:
Strauch ha lanzado una petición que creo que te cocierne, por si quieres tomar el guante. ;)
En caunto al juramento: yo, que no tengo blog, no puedo publicar mi firma bajo el juramento. Pero tampoco creo que lo hiciera, no teniendo la obligación y -de tenerla- no siendo ESA la fórmula obligada.
El Credo, como dice Eduardo, debería bastar. Un juramento solemne y expreso a catequistas (eso sí lo soy) o profesores de Religión no debería incluir mayores rimbombancias de las que, a oídos actuales suenan a rancio cuando no casi incomprensibles.
Antes de que nadie se me ofenda: no he llamado rancio al contenido, sino a la apariencia formal. Para fórmulas fijas, el Credo, breve y al grano. para solemnidades que consgren una misión concreta, las canónicas en cada momento de la historia.
En definitiva, concedo mucha importancia a la forma en que se presenta el mensaje: si no se va a entender,o si la sensibilidad del que lo emite o lo recibe desvirtúan el mensaje, etc, es mejor atenerse a lo sencillo y a los que con más seguridad se interpretará convenientemente. La mitad de los ataques que recibimos los creyentes se debe a la malevolencia de los enemigos, ciertamente, en especial si proceden de los medios de comunicación; de la otra mitad, quizá un 10% se deba a nuestra inconsecuencia y pecados; el resto se debe a que nos hacemos entender FATAL, decimos algo y el interlocutor entiende otra cosa, aun con buena voluntad. Si encima la voluntad es mala, a veces ponemos en bandeja que se nos ataque, por mera impericia o torpeza en trasmitir en contexto.
Y no creo que eso sea dejarse llevar por el pensamiento políticamente correcto, sino afán de hacerse entender. Por poner un ejemplo algo más extremo, aunque no tanto, ¿por qué editamos obras del siglo XVI remozando la expresión? Pues lo mismo.
Quiero ir a la radicalidad del Evangelio y no perderme en marasmos doctrinarios. Y que el próximo años de fe comience hoy y acabe cuando Dios quiera.
Quiero rezar más y ser más asiduo a los sacramentos-especialmente el de la penitencia- y que estorbaré lo menos posible a la acción del Espíritu Santo en mí y en los que conmigo se topen. Dios me ayude que falta me hace.
Sí, el Credo basta y sobra.
Y, finalmente, quiero otras cosas que quedan entre Dios y yo y que El me ayude porque yo sólo no puedo.
..............Y María.
Que proporcione alguna cita del juramento de Pío XII inserta en algún documento del gran Concilio Vaticano II, a fin de mostrar la compatibilidad entre dicho juramento y todo ese concilio, según hipótesis propuesta por el profesor.
Pasado un tiempo prudencial, si el profesor no da señales de la respuesta que le corresponde a él dar, atenderé a abogados y/o relevos.
Ya Bruno le contestó con toda lógica: la incompatibilidad la tiene que probar Ud. Para que dos documentos sean compatibles no hace falta que uno repita al otro, alcanza con que no se contradigan.
Saludos cordiales.
Pero además, y sin que haga falta de ningún modo, por lo ya dicho, transcribo algunos pasajes del Concilio Vaticano II que proponen una vez más la tradicional doctrina de la Iglesia sobre la relación entre la fe y la razón:
DEI VERBUM
En este pasaje el Concilio resume la doctrina de Santo Tomás sobre la relación entre fe y razón:
“6. Mediante la revelación divina quiso Dios manifestarse a Sí mismo y los eternos decretos de su voluntad acerca de la salvación de los hombres, "para comunicarles los bienes divinos, que superan totalmente la comprensión de la inteligencia humana".
Confiesa el Santo Concilio "que Dios, principio y fin de todas las cosas, puede ser conocido con seguridad por la luz natural de la razón humana, partiendo de las criaturas"; pero enseña que hay que atribuir a Su revelación "el que todo lo divino que por su naturaleza no sea inaccesible a la razón humana lo pueden conocer todos fácilmente, con certeza y sin error alguno, incluso en la condición presente del género humano.”
GAUDIUM ET SPES
En este otro pasaje se rechaza implícitamente la afirmación central del kantismo, que es la base filosófica del modernismo (y de todas las posturas filosóficas que curiosamente niegan el valor de la filosofía...) según la Encíclica “Pascendi”:
“15. Tiene razón el hombre, participante de la luz de la inteligencia divina, cuando afirma que por virtud de su inteligencia es superior al universo material. Con el ejercicio infatigable de su ingenio a lo largo de los siglos, la humanidad ha realizado grandes avances en las ciencias positivas, en el campo de la técnica y en la esfera de las artes liberales. Pero en nuestra época ha obtenido éxitos extraordinarios en la investigación y en el dominio del mundo material. Siempre, sin embargo, ha buscado y ha encontrado una verdad más profunda. La inteligencia no se ciñe solamente a los fenómenos. Tiene capacidad para alcanzar la realidad inteligible con verdadera certeza, aunque a consecuencia del pecado esté parcialmente oscurecida y debilitada.”
Además de no hacer falta, como dije, que el que sostiene la compatibilidad de dos documentos pruebe su afirmación si no hay objeciones concretas en contra, tampoco se podría hacer esa prueba mostrando partes coincidentes, porque bien podría ser que la incompatibilidad estuviese en otros pasajes.
Lo único que cabe es que el que sostiene la incompatibilidad la pruebe con ejemplos concretos.
Por otra parte, en un católico eso es metodológicamente imposible, porque parte de la aceptación de todo Concilio Ecuménico que haya sido aprobado por el Papa legítimamente reinante.
Saludos cordiales
-Dicho sea: Hay que medir y definir la parte y el todo de lo que se pretende demostrar como existencia.
- Dado que Dios es infinito, en la parte y el todo de simismo, como Luz y Vida que es. Y sólo Dios se puede medir y definir a simismo como infinita Luz e infinita Vida que es. Solo Dios se puede demostrar como existencia que es a símimo.
-Queda demostrado para el hombre en su limitado entender del medir y del definir lo que él ve y comprende; Que solo éste puede demostrarse a sí mismo, o a otro superior a él, lo que él puede ver y comprender y lo que él puede medir y definir.
-Maslo en tanto y cuanto el hombre pueda presumir la existencia del más allá como parte superior a su propia limitada percepción: La existencia final del todo ver y comprender, medir y definir, que siempre es y será infinita, ésta será Dios.
-En definitiva: Dios existe solo para quellos que puede ver y comprender algo superior a ellos más allá de sus propias limitaciones
-Dicho de otro modo: Para mi perro que ve y comprende parte de mi ser y hacer: Yo soy su Dios y teniéndome com o tal me respeta.
Strauch se contesta a sí mismo con pleno acierto. Del sujeto en cuestión nunca he leído nada. En cuanto leo la primera estupidez en quien sea paso a otra cosa. No sé si el susodicho se rige por la ausencia de inteligencia, por la ausencia de salud o por la ausencia de bondad, o tal vez se trata de la fatídica síntesis de todas ellas, en una mezquina apoteosis de estupidez, enfermedad y maldad. En cualquier caso, sea lo que sea lo que le motive, que lo baneen y punto. Si es todo lo que puede aportar...
Lo del primer párrafo no lo entiendo muy bien pero pinta un panorama desolado y desolador...
:(
El hecho mi buen Bruno, es que "modernismo" es un termino en desuso por la Iglesia Católica, solo lo usan los cismáticos lefebvristas y los sedevacantes, para referirse precisamente al Magisterio vigente de la Iglesia y al Concilio Vaticano II en especial.
La prueba es la buena respuesta que tiene esto por parte de los filolefebvristas, y como usan estos post para atacar al Magisterio vigente.
"cuando lo que estás diciendo es que hay que abandonar el magisterio de siglos de la Iglesia Católica porque puede tener alguna semejanza con la forma de hablar de los lefebvristas. Es decir, propones que definamos lo aceptable en la Iglesia por lo que no se parezca en nada a lo que digan los lefebvristas. Si eso no es definirse esencialmente como anti-algo, no sé lo que es. "
Que feo que manipules mis palabras, o inventes cosas que yo no he dicho, como eso de "abandonar el Magisterio de siglos", pero te lo pondré de una forma para que entiendas, es como si el día de mañana te pusieras a decir que te adhieres a la condena al Donatismo, o al Marcionismo, osea son cosas anacrónicas, hablar de "Modernismo" es nada mas hacerles el juego a los integristas que rechazan y minimizan el valor del Concilio Ecuménico Vaticano II y el Magisterio actual de la Iglesia de Juan XXIII a Benedicto XVI.
http://tradiciondigital.es/2012/06/30/ante-la-moda-del-juramento-antimodernista/
http://unrinconparalapoesia.blogspot.com.es/2009/10/juraria-agustin-garcia-calvo.html
El hecho mi buen Bruno, es que "modernismo" es un termino en desuso por la Iglesia Católica, solo lo usan los cismáticos lefebvristas y los sedevacantes.
Es obvio que no. Lo usamos nosotros y no somos ni una cosa ni la otra. Y la iniciativa ha tenido muy buena acogida fuera del lefebvrismo y el sedevacantismo.
Yo prefiero llamarlo liberalismo teológico. Pero viene a ser lo mismo. Y desde luego no tiene el menor sentido pensar que oponerse al modernismo va en contra del Vaticano II y del Magisterio de la Iglesia desde Juan XXII a Benedicto XVI. Precisamente esa tesis, que tú sostienes, es la que mantienen los lefebvristas.
Ah, y sin duda es un deber de todo católico adherirse a la condena al donatismo y al marcionismo. Y al arrianismo. Y al monofisismo. Y al nestorianismo. Y al protestantismo. Ser católico es, necesariamente, ser contrario a toda herejía, tenga el nombre que tenga.
La llames como la llames la herejía es la misma, corregida y aumentada según las masas se van sometiendo más y más a los dictados del mundo, del demonio y de la carne.
"Cuando quiero saber las últimas noticias, leo el Apocalipsis".
Ja¡
Dicho lo cual, suscribo en todas sus partes el juramento.
Gracias Bruno. Dios te bendiga
Además no hay que olvidar históricamente lo desastroso que en ese sentido derivo a que se creara esa organización secreta que se dedicaba a "investigar" hasta cardenales y obispos, con métodos poco evangelicos y cristianos (Como un sistema de espionaje)
"ese termino es un vocablo propio del integrismo filolefebvrista del lefebvrismo, y del sedevacantismo"
Será que San Pío X era filolefebvrista, lefebvrista o, mejor aún, sedevacantista.
"Que feo que manipules mis palabras, o inventes cosas que yo no he dicho, como eso de "abandonar el Magisterio de siglos""
No he manipulado nada. He mostrado la incoherencia interna de lo que dices. Tú dices que no hablemos de modernismo porque usan ese término los modernistas. Como hay un montón de encíclicas y textos del magisterio (entre ellos este juramento) que hablan del modernismo, lo que estás diciendo es que abandonemos todo ese magisterio.
"La prueba es la buena respuesta que tiene esto por parte de los filolefebvristas, y como usan estos post para atacar al Magisterio vigente."
No parece que tenga mucha lógica que, por mostrar en el blog lo que es magisterio de la Iglesia, me digas que estoy ayudando a atacar al magisterio. Eso sí, de nuevo la misma obsesión "anti", lo único que te importa es si lo que dice el juramento les gusta o no a los lefebvrianos (es la única razón que das para rechazarlo). Quizá deberías olvidar esa obsesión.
"es como si el día de mañana te pusieras a decir que te adhieres a la condena al Donatismo, o al Marcionismo, osea son cosas anacrónicas,"
Claro que me adhiero a la condena al Donatismo o al Marcionismo, como a todo el magisterio de la Iglesia. Y no son cosas anacrónicas en absoluto. Todas las herejías resurgen. El donatismo, por ejemplo, cuando la gente cree que lo importante de una Eucaristía es el sacerdote que predica. El marcionismo cuando un teólogo se averguenza del Antiguo Testamento. Y arrianos, nestorianos, neumatómacos, coliridianistas, luteranos, viejos católicos, pelagianos, semipelagianos y todos los demás están a la orden del día.
"hablar de "Modernismo" es nada mas hacerles el juego a los integristas que rechazan y minimizan el valor del Concilio Ecuménico Vaticano II y el Magisterio actual de la Iglesia de Juan XXIII a Benedicto XVI"
No pareces entender que el magisterio actual no anula al anterior. Citar el magisterio anterior no es rechazar ni minimizar el actual. En cambio, pretender que se ignore el magisterio anterio sí que destruye la base sobre la que se asienta el magisterio actual.
Por otra parte, resulta muy significativo que te limitas a hablar extrínsecamente, de cosas totalmente superficiales (antigüedad, vocabulario, etc.) en lugar de hablar del contenido, que es lo que importa. Y todo lo que dice el juramento es plenamente de actualidad, está presente constantemente en las barbaridades que oímos a muchos católicos (laicos y teólogos) y lo han repetido en multitud de ocasiones los últimos tres papas y el propio Concilio Vaticano II. Otra cosa será que a ti no te guste.
Je, je. M. Dei siempre es interesante, pero tiene un profundo resquemor contra InfoCatólica.
Un comentario muy dominico. El agere contra siempre ha sido más jesuita. :)
En cualquier caso, no podemos olvidar que, desde el pecado original, la vida cristiana (y por lo tanto la vida de la Iglesia) es un combate. Por eso, desde los orígenes, una gran parte de la doctrina se ha definido rechazando afirmaciones heréticas. A fin de cuentas, de-finir significa "poner límites". Oportet haereses esse.
Ah sí? Pues te diré que, en este mismo medio, aparte de haber sido directamente insultado (mi persona, no sólo mis ideas) con toda suerte de improperios, además de calumnias, (y ya sé que "necio" proviene de una cita bíblica, pero no por eso deja de ser un insulto, aunque ese es el más suave de los que nos regalan por aquí) soy YO quien ha sido objeto de amenazas con violencia no verbal. Somos nosotros los que hemos sido diana de lo que tú nos acusas o insinúas. Así que por favor, no estés dando patinazos insinuando barbaridades injuriosas sobre mi persona, porque resulta que, por algunos de tus "compañeros" de este medio, se te viene todo encima.
Tú no vienes a debatir, menos aún a dialogar, tú entras directamente embistiendo con burradas verbales (aquí sólo puedes hacer eso) como las que ya hemos copiado más arriba y no es plan de repetir, pero ahí quedan dichas. ¿Y vas a venir de víctima? Anda, anda, anda, no quieras conmovernos encima de los insultos, desprecios, descalificaciones y espumarajos que nos dedicas ¡si sólo por tedioso ya habría que banearte!
¿La P es de Paco, de Pepe, de Pablo, de ...?
¿Acaso hay límites para vuestro amor a la Iglesia?.
El juramento antimodernista como os han recordado no era para religiosos y gente con misión canónica y además se cambió por otra fórmula, pero efectivamente no hay nada en ese juramento contrario a vuestra fe y no quita ni pone nada. ¿Por qué negaros esa ilusión?.
Ya puestos el próximo 6 de mayo podeis adheriros al juramento de fidelidad al papa de los guardias suizos.
Total, no sois guardias suizos, pero seguro que en ese juramento no hay nada contrario a la fe católica:
"Juro servir con fidelidad, lealtad y honor al Supremo Pontífice...".
Ese vocablo ACTUALMENTE lo usan los integristas filolefebvristas, los lefebvristas y los sedevacantistas, a ver ahora en que forma desvías las cosas (me recuerda cuando te mencionaba si para ti un joven de 13 años lo considerarías un niño, y me saliste con que era un preadolescente o no se que
Lo de los guardias suizos no es nada. El arcano "juramento infocatólico", que los blogueros tienen que realizar al empezar a escribir en el portal, consiste, entre otras cosas, en comprometerse a colgar de los pulgares a todos los ateos que se encuentren en día impar, durante el tiempo necesario para rezar un rosario y mientras cantan (desafinando) "Me duele la cara de ser tan guapo".
"Si Bruno sigue haciendo como que no entiendes lo que te estoy diciendo"
Entiendo perfectamente lo que estás diciendo. Pero no parece que tú leas lo que escribo, porque no has respondido a ninguno de los argumentos que he dado.
"Ese vocablo ACTUALMENTE lo usan los integristas filolefebvristas, los lefebvristas y los sedevacantistas"
Muy bien. También usan ACTUALMENTE las palabras "Dios", "Iglesia", "Tradición", "patata" y "botijo", pero eso no va a hacer que yo deje de usar esas palabras. La razón está en que yo me defino como católico, no como antilefebvrista, que es lo que pareces hacer tú.
"me saliste con que era un preadolescente o no se que"
Yo no he dicho la palabra preadolescente en mi vida.
(Di que sí, Bruno, ni preadolescente ni botijo).
Tu argumento es tan sustancioso como meterse contra alguien que defienda la tradición porque los lefebvristas y sedevacantista hablan mucho de la misma.
Pero nada, tú a lo tuyo. O sea, a seguir demostrando tus gloriosos talentos para debatir de temas teológicos. Nos haces pasar buenos momentos a los demás. Así que no te prives.
Una actitud comprometida de servicio y un testimonio claro evangélico es lo que necesita el Señor de los que intentamos trabajar por su Reino sin estar consagrados.
Si considera con cuidado lo que ha escrito, verá que cojea un poco.
Dice: "Después está lo de considerarse antimodernista sin saber muy bien lo que es ser modernista"
Esto no tiene aplicación en este caso, porque el propio texto explica con total claridad lo que se afirma con él, el "antimodernista" sólo está en el título. Por otra parte, si uno no sabe lo que es el modernismo, lo que tiene que hacer, simplemente, es informarse.
En cuanto a las clasificaciones y el repelús... las sensaciones son algo involuntario, pero quizá convenga tener en cuenta que la Iglesia siempre ha clasificado las herejías para condenarlas, así que quizá es la sensación de repelús lo que resulta poco adecuado y no la práctica de la Iglesia.
Por otra parte, es muy sano reconocer que uno no sabe del todo bien a qué se compromete cuando recita los credos, ya que se refiere a realidades inagotables, que superan nuestro conocimiento. Este juramento, por ejemplo, no es más que una explicación de algunos aspectos de esos credos. Es decir, cuando recitamos con la Iglesia los credos en sentido católico de hecho estamos afirmando también todo lo que se dice en este texto. Este texto sólo hace explícitos algunos aspectos que están implícitos en otras profesiones de fe.
Pensar que las palabras del Señor prohíben simplemente el juramento es equivalente a condenar a la Iglesia que lo permite e incluso lo exige en diversas ocasiones. No creo que quiera hacer eso.
Saludos.
Podéis ver mi entrada en http://ramon.blogs.upv.es/2012/07/02/juramento-antimodernista/
Ánimo y un abrazo
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Bruno, ¿entonces todos los que "prefieren" los meros credos y no esta explicitación, estarán quizás un poco contaminados por la subversión semántica del modernismo?
Porque caso contrario, no se entiende que asuman sin problemas el concepto general, pero no el particular derivado de aquél.
Ay!
y todo por sacar consecuencias lógicas...)
Yolanda, ponle que bromeo.
Si me contesta Bruno ajusto la respuesta.
Ana, "mero" está con el significado de "sólo el Credo y no lo otro (el juramento)". Que es por lo que varios han optado: prefieren el Credo pero no gustan del juramento.
(¿puedes leerme? ...¿llegué a tiempo?? :-(
Por otro lado, quiero agradecer la respuesta del profesor Martínez, a quien reconozco fineza y respeto para debatir, lejos del insulto y a la ironía, siempre estériles.
Ahora bien, referente a la compatibilidad del juramento antimodernista con el Concilio Vaticano II, Néstor no ha podido ubicar alguna cita de dicho juramento en los documentos del Concilio y es natural porque ella no existe. Nuestro estimado profesor minimiza esta sugestiva ausencia diciendo que “no hace falta que uno repita al otro” para probar su conexión, su compatibilidad. Compatibilidad que, dicho sea de paso, Martínez no ha demostrado. Sólo afirma sin probar. Pero lo importante es saber que “la frecuente proposición de la misma doctrina” -CV II dixit- en la Iglesia tiene un sentido claro, hay que prestarle asentimiento de la voluntad y del entendimiento. Es decir, una misma doctrina si se repite, tiene un valor, y si no se hace, significa otro valor, se desecha omitiéndola. Hoy no tiene vigencia, por ejemplo, la prohibición a los cristianos de comer junto a judíos establecida en un concilio. Por la vía de su no repetición, esta injusticia se abandonó
Gracias a Dios el estilo “anti”, ideológico y defensivo desde Juan XXIII ha sido dejado de lado en la Iglesia. La ausencia de repetición del modo de hablar inquisitorial, tiene sentido: la Iglesia vuelve a recuperar su misión universal de amor y salvación, con el Credo, Mandamientos, Oraciones y Sacramentos, sustentada en la difusión –religiosa- de la paz, de la concordia, en contraposicion del espíritu defensivo, por varios siglos reinante en el catolicismo, del cual el juramento antimodernista es un ejemplo y el recibimiento de un asesino como Himmler con honores eclesiásticos es otro. Por eso, en aplicación del CV II, Pablo VI lo consideró este juramento incompatible con las transformaciones que trajo dicho concilio y lo derogó, sustituyendo este requisito canónico por otro, dónde el espiritu y la letra inquisitorial están ausentes, para dejar paso a la afirmación positiva del cristianismo. Única verdadera.
Y ahora desembocamos en la auténtica cuéstion. ¿Para qué, profesor, se convoca un concilio? Y en particular el último?
Un cordial saludo
Vamos, que no es tan grave. Era un "mero" divague al pasar...
Un cordial saludo.
Seguro que hay alguien por ahí con una declaración ANTITRADIONALISTA y que cumpla con los canónes actuales.
Por tanto me parece estupendo que juren lo que crean oportuno, yo me declaro AUSTRACISTA.
"La verdadera monarquia católica española no es la de una casa impía de los Borbones, si no la de los Habsburgo"
Como ven hay de todo...
Creo además con decisión de corazón que la iglesia puede vivir un tiempo MEJOR. Puede responder al C.V. II.
Creo que se puede romper con toda una línea ultraconservadora que lo único que ha hecho fue y es apartar a la gente de la fe.
CREO EN UNA PROFUNDA RENOVACIÓN.
Un nuevo Stark gobernara sobre el trono de hierro.
"La verdadera monarquia es la de las casa de los Targaryen, los demás son usurpadores"
Un nuevo Targaryen gobernara sobre el Trono de Hierro.
;)
Los targaryen no tienen gallardia para mandar.
PD: ¿Qué hacemos hablando de política e historia de Poniente en una entrada que habla del Juramento antimodernista?
Ummmmm, es que a mi elric de melnibone ese que se alia con los "mongoles" no me gusta nada...
Ricardo, yo ya me repuse del sìncope, menos mal que bromeabas, jeje, ahora hay que socorrer a Ana. Estàs mejor, Ana?
Un cordial saludo.
De todas formas, del otro síncope, pues la verdad cuantas más vueltas le doy al tema, más soponcio me entra. Y digo yo, ya que se trata de jurar, ¿no se podría jurar todo, todo, todo pero en riguroso orden cronológico? (ya sabes, por eso de cerrar una ventana y abrir una puerta).
Un cordial saludo.
Yo no he dicho la palabra preadolescente en mi vida.
Ciertamente: Aquí esta la cita:
"Cuando tenía usted 14 años, que parecía más, un niño o un joven. Se parecía mas al Bruno de los 10 años, o al Bruno de los 18". Cuando yo tenía 14 años era, claramente, un adolescente. Es decir, ni el niño de los ocho años ni el joven de los dieciocho o veinte. Ésa es precisamente la definición de la adolescencia."
Con lo cual se negaba a usted reconocer que el abuso de un joven de 14 años es pedofilia, y usted aseguraba que era mas bien caso de homosexualidad.
Pero bueno, no es mi problema el que usted use un termino en "desuso" como "Modernismo" (algo que por ejemplo no es el mismo caso como Iglesia o Tradición, por lo que su argumento es falacia), y que hoy solo lo usen los integristas que niegan la validez del Concilio Vaticano II, para calificar precisamente a dicho Concilio y al Magisterio de Juan XXIII a Benedicto XVI.
"
Luis Fernando, presumes de lo que no tienes, tus conocimientos teologicos son pobres por no decir mediocres,o tienes estudios en alguna facultad de teología?, crees que con leer el Denzinger y hacer interpretación literal del mismo (cosa aprendida en tu pasado protestante) ya eres teologo? o tienes conocimientos de teología?, lo único que has mostrado es que eres un protestante del fundamentalismo neoevangelico converso al catolicismo, eso a tí no te hace un erudito en teología, de hecho la interpretación que haces de los documentos magisteriales es propia de lo que aprendiste de tu pasado protestante (literalismo) algo que por ejemplo no esta ni cerca de la obra teologica de Ratzinger, para que me entiendas, lo que para tí es teología, no lo es, porque lo que haces no es lo que hacen los teologos, (y con esto no me refiero a los teologos progresistas, sino a Ratzinger, Coungar, Von Balthasar, etc), la prueba es tu visceralidad editorial para atacar a Schonborn, un teologo conservador que fue parte de la Comision Teologica Internacional, y mucho menos en disciplinas científicas como la Historia, el hecho como ha probado solodoctrina, es que el lenguaje de la Iglesia, ha cambiado y hoy "Modernismo" es una palabra que la Iglesia NO USA, que los únicos que lo usan son los que precisamente rechazan el Concilio Vaticano II, y contra ese argumento, ustedes no pueden, porque Tradición es una palabra que la Iglesia SI USA, y que esta EN EL CONCILIO VATICANO II Y EN EL MAGISTERIO POSTERIOR AL MISMO, en cambio NO ENCONTRARAN NUNCA UNA SOLA CITA AL TERMINO MODERNISMO, de Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI, y de ningun documento magisterial, y ese es un Hecho, COMO TAMBIEN LO ES QUE DICHO JURAMENTO FUE dejado en desuso por los Pontfices (como testimonia el propio Luis)
Gracias por la cita que haces de mi comentario, que prueba con total claridad que era falso lo que decías. Yo no he usado nunca la palabra preadolescente ni tampoco he dicho nunca que el abuso de adolescentes no fuera pederastia. Es más, he dicho lo contrario.
Una vez más, vuelves a temas extrínsecos que nada tienen que ver con lo importante: el contenido. Si niegas lo que afirma el texto magisterial que he puesto en el post, es tu problema, pero hablar de los lefebristas no es más que una excusa, por muchas vueltas que le des.
Por supuesto, que no se use habitualmente el término modernismo en los documentos magisteriales actuales no significa absolutamente nada. Tampoco se usa el término "arrianismo". Sin embargo, puntos heréticos concretos del modernismo y del arrianismo se han condenado cientos o miles de veces en el magisterio de las últimas décadas. Y las condenas del arrianismo y modernismo por sus nombres continúan siendo válidas, como doctrina de la Iglesia.
Finalmente, con respecto a lo que le dices a Luis Fernando, yo sí que tengo estudios universitarios de teología y te puedo decir sin miedo a equivocarme que tus conocimientos de esa materia no alcanzan al barro que hay debajo de las piedras que pisan las suelas de los zapatos de Luis Fernando.
Y como me fastidian los listillos que no tienen ni idea y encima se aprovechan de mi hospitalidad para insultar y mirar por encima del hombro a mis invitados en este blog, no admitiré ni un solo comentario tuyo más en este post.
Que pases un buen día.
¿Cómo se hace para probar la compatibilidad entre dos documentos? Veamos. Dos documentos son compatibles cuando ninguna proposición en uno de ellos contradice a una proposición del otro. ¿Cómo se prueba esto? ¿Habrá que probar que ninguna proposición del juramento antimodernista contradice a otra proposición del Concilio Vaticano II? En todo caso, me declaro agobiado de antemano por la tarea y renuncio felizmente a ella.
Lo que sí, claramente, se puede probar, es la incompatibilidad, porque ahí alcanza con tomar 1 proposición, nada más, de uno de los documentos, y mostrar que contradice a 1 proposición, nada más, del otro. Sólo que eso no me corresponde a mí, obviamente, porque yo sostengo la compatibilidad entre ambos documentos.
¿Por qué afirmo entonces la compatibilidad entre esos dos documentos? Pues simplemente, porque en ambos reconozco mi fe católica, sé que ambos proceden de la Iglesia, y además, hasta ahora no he recibido prueba alguna de que se contradigan.
¿El Magisterio de la Iglesia prefiere a veces unas formas de hablar o de exponer, y otras veces otras, según las circunstancias? Obviamente y sin duda. ¿Quiere eso decir que cambia por ello la doctrina de la Iglesia y no el modo de expresarla? Obviamente que no.
¿La afirmación positiva del cristianismo es lo único verdadero, y no también la negación negativa de los errores que se oponen al cristianismo? Claro que no.
Veamos. Si una afirmación es verdadera, su negación es falsa. Y si una proposición es falsa, la negación de esa proposición es verdadera. El error es siempre la negación de una verdad. Por tanto, la negación negativa de un error es siempre verdadera, y no solamente la afirmación positiva de la verdad opuesta.
No es verdad que sólo la afirmación del cristianismo sea verdadera. También es verdadera la negación del ateísmo, del materialismo, del relativismo, del escepticismo, del idealismo, del panteísmo, del arrianismo, del nestorianismo, del pelagianismo, del maniqueísmo, etc., etc.
En realidad todas esas negaciones las hacemos implícitamente por el solo hecho de profesar positivamente la fe católica.
Por eso Santo Tomás enseña que al sabio le corresponde no solamente la manifestación de la verdad, sino también la impugnación del error, sin la cual la misma manifestación de la verdad es incompleta. Por la sencilla razón de que, como ya dije, también la negación del error es verdadera.
Supongamos que decimos que Jesús resucitó, y alguien dice que no, que no resucitó. ¿Qué hacemos ahí, para no ser “anti”? ¿Le damos la razón? ¿Hablamos de otra cosa, por ejemplo, del clima? ¿Podemos afirmar la verdad de la fe sin oponernos a ese error? ¿Cómo?
Saludos cordiales.
Bueno, además, hay que decir más explícitamente que la compatibilidad entre los diversos documentos de la fe viene dada por el hecho de que el católico parte de la base, más allá de la distinción entre Magisterio infalible y Magisterio falible, en que la Iglesia no le va a enseñar el error en materia de fe y costumbres.
A partir de aquí, se trata de un simple razonamiento lógico: dos proposiciones verdaderas no pueden ser contradictorias entre sí, por el principio de no contradicción, y además, de una proposición verdadera sólo puede derivarse lógicamente otra proposición verdadera, por lo tanto, en todo el cuerpo de la doctrina católica, formado por las enseñanzas de la Iglesia y las consecuencias lógicas de dichas enseñanzas, no cabe esperar una contradicción, ni tampoco, por tanto, entre los documentos que trasmiten esas enseñanzas.
Saludos cordiales.
Aunque he leido las críticas que se han hecho a Esteban y a solodoctrina, tengan razón o no la tengan respecto al uso de término (anti)modernismo en la Iglesia actual, lo cierto es que a todo el mundo le suena a lefebvrismo y que aunque no seáis filolefebvristas -los que no lo sois, que alguno hay que sí- vuestra iniciativa se lo parecerá a la mayor parte de la gente, y de eso no puede salir nada bueno.
El concepto "anti" no es bueno. Eso también lo insinuaba Nelson.
El credo que recitamos en la misa me parece suficiente confesión de fe para todos.
El catecismo, las encíclicas, los libros de religión autorizados, son el material que deben utilizar los que se comprometan a enseñar religión católica en cualquiera de sus facetas, se comprometen a enseñar doctrina católica y ni no lo hacen se les pedirá cuentas, pero el juramento antiloquesea sobra.
Y yendo a las raíces más antiguas, recordando la línea que le gusta a Jesús:
Mateo 5,33-37
«Habéis oído también que se dijo a los antepasados: No perjurarás, sino que cumplirás al Señor tus juramentos. Pues yo os digo que no juréis en modo alguno: ni por el Cielo, porque es el trono de Dios, ni por la Tierra, porque es el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran rey. Ni tampoco jures por tu cabeza, porque ni a uno solo de tus cabellos puedes hacerlo blanco o negro. Sea vuestro lenguaje: `Sí, sí' `no, no': que lo que pasa de aquí viene del Maligno."
"A los tibios los vomitaré de mi boca"
Y por cierto, Benedicto XVI no es ningún hereje.
No es usted ni mucho menos el primero en llamar hereje a un Papa. Lo mismo hicieron otros muchos: Lutero, Calvino, Zuinglio, Cranmer...
Viendo lo que opinan algunos comentaristas "antimodernistas" sobre Juan XXIII, PabloVI, Juan Pablo II...no creo que estén muy lejos del lefbvrismo y desde luego son claramente filolefebvristas.
Si el Papa dijera algo que encontrárais indigerible ¿cuál sería vuestra actitud? Me refiero a algo como explicar de forma que consideréis "modernista" alguna verdad de siempre, en vez de ser literal, si dejara al menos la puerta abierta a más de una interpretación posibles?
Porque no creo que esté tan clara la frontera entre lo que es modernista y lo que no lo es.
Pero la cuestión es, en caso de fricción, ¿en dónde se situaría la catolicidad ultraortodoxísima, con el Papa o con la doctrina claramente "antimodernista"?
Conclusión: JURO
Una persona auténticamente religiosa no puede decir esas cosas.
Es que nosotros no somos "personas auténticamente religiosas", somos católicos, que es mucho más que eso.
Y a la vez, es mucho menos, porque no nos merecemos la fe, la hemos recibido como un don y no nos la hemos ganado por nuestro esfuerzo, como las "personas auténticamente religiosas". Por eso somos como niños, porque de los que son como niños es el Reino de los Cielos.
Saludos.
Sólo es posible establecer contradicciones de manera forzada. Cualquier católico, de ayer o de hoy, puede suscribir el juramento sin ser por ello anticuado.
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