La peor idea del año
Como sólo estamos en febrero, puede resultar algo prematuro elegir ahora cuál va a ser la peor idea de este año 2010. Sin embargo, si bien no es completamente seguro que tengamos ya un ganador para esta categoría, estoy convencido de que nos encontramos por lo menos ante uno de los finalistas.
El Cardenal Walter Kasper, Presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, ha propuesto, en un encuentro ecuménico celebrado en Roma, la idea de redactar un “catecismo ecuménico”, en colaboración con varias confesiones protestantes. Este catecismo incluiría únicamente las partes de la fe que son comunes a los católicos y a los miembros de esas confesiones y sería una forma de hacer que los “logros” del ecumenismo llegasen a los fieles, en lugar de quedarse únicamente en el ámbito teológico.
Quiero empezar diciendo que estoy convencido de que es una idea bienintencionada, motivada por el deseo de reanimar un ecumenismo que no parece dar los frutos que promete desde hace varias décadas. Creo, además, que las críticas al Cardenal Kasper a menudo son exageradas, porque, a causa de la misión que desempeña, está obligado a hacer todo lo posible por favorecer la unidad de los cristianos y a verlo todo desde esta óptica (al igual que el Cardenal Castrillón Hoyos, cuando estaba encargado del diálogo con los lefebvristas, tendía a minimizar la importancia de la división con ellos). De hecho, supongo que, con toda probabilidad, la idea de un catecismo ecuménico constituye un simple “globo sonda”, para ver que reacciones suscita. Por lo tanto, me siento totalmente libre de dar mi opinión sobre el asunto, que es la que ya apuntaba al principio: aunque sea bienintencionada, creo que es una de las peores ideas del año y, probablemente, la peor.
Empecemos por el principio. Catecismo proviene del griego Katejeo, que dio lugar al latín “catechizare”, es decir, educar en la fe. La razón de ser de un catecismo es precisamente esa, educar en la fe a los que lo leen, ser utilizado como herramienta para la catequización de niños y catecúmenos. Además, constituye un texto normativo que recoge la “regla de la fe” de la que hablaron los Padres de la Iglesia, es decir, muestra lo que es y lo que no es conforme a la fe de la Iglesia.
A mi entender, un supuesto “catecismo ecuménico” no cumpliría ninguna de estas dos misiones. No serviría para educar a nadie en la fe, ya que no correspondería a la fe de la Iglesia ni tampoco a la de ningún grupo cristiano real, sino que sería una especie de constructo teórico inexistente en la práctica. Tampoco sería útil como regla de fe, puesto que, por su propia naturaleza, tendría que ser bastante ambiguo en muchos aspectos y quedar incompleto en muchos otros.
Por otra parte, creo que hay que recordar que el error eclesiológico más frecuente en la actualidad es la idea de que la Iglesia Católica y las diversas comunidades protestantes son simplemente grupos cristianos más o menos equivalentes que, en su conjunto, forman la Iglesia de Cristo. Y, como consecuencia, la concepción de que el “verdadero cristianismo” o la “fe esencial” es el denominador común a todos estos grupos, mientras que las diferencias entre ellos son simplemente cosas secundarias. Creo que es evidente que esta visión es radicalmente contraria a la fe católica y que un “catecismo ecuménico” tendería a darle fuerza, por lo que éste resultaría totalmente desaconsejable.
Además, no puede olvidarse que los posibles colaboradores, es decir, las confesiones anglicana, luterana, metodista y reformada, no tienen propiamente una fe normativa definida, en el sentido católico del término. Es más, la esencia de la Reforma protestante consistió precisamente en defender la inexistencia de algo que limite la interpretación individual de la Escritura que realiza cada cristiano. Por lo tanto, hay que ser conscientes de que los resultados del ecumenismo con las diversas confesiones protestantes tienen que ser, por su propia naturaleza, muy modestos. Nada obliga a los anglicanos, por ejemplo, a aceptar un acuerdo firmado con la Iglesia Católica por el Arzobispo de Canterbury. El protestantismo no funciona así.
Los anglicanos, luteranos, metodistas y reformados recitan credos y tienen catecismos, pero no son propiamente algo normativo, sino más bien declarativo. Es decir, los protestantes no tienen que creer esas cosas porque las dice el credo o el catecismo, sino que usan ese credo o ese catecismo porque, en principio, creen esas cosas. No es una distinción sin importancia, porque implica que mañana pueden cambiar de opinión sin ningún problema, cosa que no sucede con la Iglesia Católica.
Por otra parte, si bien estas confesiones recitan, en ocasiones, el credo apostólico o incluso el niceno, eso no implica necesariamente que tengan la misma fe que nosotros sobre sus contenidos, sino sólo que comparten unas palabras a las que, en muchas ocasiones, dan un significado totalmente diverso. Un ejemplo muy claro es la parte del Credo que habla de la Iglesia. Cuando un protestante afirma que cree en la Iglesia, está afirmando algo muy diferente de lo que nosotros decimos al proclamar el credo y se refiere a una “iglesia invisible”, poco o nada definida, en lugar de a algo visible y concreto. Lo mismo sucede si analizamos otras afirmaciones del Credo como la resurrección de la carne, el perdón de los pecados, la Iglesia Santa, Católica y Apostólica, el bautismo, la vida eterna, etc.
De hecho, en el seno de todas esas confesiones existen enormes diferencias a la hora de entender las doctrinas más básicas de la fe cristiana. Hay grupos con creencias muy próximas a las católicas en lo esencial, como los anglocatólicos o, en menor medida, los luteranos del Sínodo de Missouri, mientras que hay otros, como los episcopalianos norteamericanos, que apenas tienen ya nada en común con nosotros. No es extraño que el Cardenal diga que aún no tienen “ninguna idea sobre cómo se estructuraría y escribiría un catecismo así”.
En conclusión, creo que es un error que el ecumenismo siga creciendo hasta absorber catecismos, liturgia, moral o acción social, como parece que tantas veces se propone. Probablemente, lo mejor sería que el ecumenismo se limite, en sus conversaciones con otras confesiones, a documentos teológicos sobre los acuerdos conseguidos, los cuales, como el acuerdo sobre la justificación con los luteranos, pueden ser importantes en su ámbito. Y si, como dice el Cardenal, estos documentos terminan acumulando polvo en un estante, quizá sea una señal de que hay que replantearse la forma de entender el ecumenismo o incluso de que el camino a seguir es el de la Anglicanorum Coetibus de Benedicto XVI y no el del ecumenismo de estas últimas cuatro décadas.
95 comentarios
Entonces el luterano dice: amén
El anglicano dice: depende, todo depende, de según como se mire todo dependeeee, tralará.
El calvinista dice: no, no, que nosotros no creemos en la regeneración bautismal.
Asoma entonces Monroy, de la denominación "Iglesia de Cristo" y asegura: sí, pero que quede claro que es sólo para adultos.
Y eso hace que se levante todo alterado un bautista que sentencia: ¡ni muchísimo menos! El bautismo es sólo para adultos y además no limpia pecado alguno.
El católico sensato, mientras, mira el panorama, observa con calma a unos y otros, oye todos los argumentos y mira al cielo abriendo los brazos con un gesto de duda, como preguntándole al Señor: ¿qué hacemos con estos hijos tuyos?
Eso, con el bautismo. Si llegamos a la Eucaristía, apaga y vámonos
Con todos los respetos hacia al cardenal Kasper, parece mentira que después de tantos años dedicados al negociado del ecumenismo, no sea capaz de comprender que lo que no puede ser, no puede ser... y además es imposible.
_____________-
jajajaj, LF:
Esa es la parte de tu comentrario que no me acaba de parecer verosímil. Que el católico reaccione como "sensato"; que observe "con calma"; que "escuche todos los argumentos"... ahí me falla la imagen, no soy muy capaz de representármela. Intento poner cara a ese hipotético católico y casi todas las que se me ocurren de católicos fetenes, genuinos, indiscutiblemente ortodoxos, perfectos en su credo y en su proclamción, no cuadran con lo de la sensatez, la calma y la escucha de los otros...
Ay, ya, ya, por fin, sí... Acabo de ponele cara a ese católico de tu ejemplo. ¡Mira que es difícil, peo lo hay y tiene cara!
:)
O, en otras palabras, mi propuesta es que los no católicos se conviertan al catolicismo.
Y así, todo arreglado.
Como eso no va a pasar, pues seguiremos dándole vueltas a estos asuntos hasta que un día alguien diga que, efectivamente, es imposible que quienes profesan una religión distinta estén juntos en una misma entidad religiosa.
Eso no significa que haya que abandonar el diálogo ecuménico. Hay muchos puntos en común en los que podemos dar un mismo testimonio ante el mundo. Pero más allá de ello, nada. Se ponga quien se ponga como se ponga.
No veo el trabajo, en medio folio está listo ese catecismo ecuménico. Como cantaba el de mi pueblo:
"Cristianooos, si deshís que sheis hermanooos, sus tenéis que dar la manoooo"
Me parece una pregunta interesante.
Creo que lo primero que tenemos que hacer es seguir el ejemplo del Señor en ese mismo texto que cita. Por lo tanto, ante todo hay que rezar, de forma constante, por la unidad de los cristianos. En ese sentido, la semana de oración por la unidad de los cristianos me parece algo muy bueno. También hay congregaciones religiosas dedicadas a esta oración.
Otra cosa buena es el diálogo teológico, que intenta profundizar en las cuestiones discutidas con cristianos no católicos. El documento de acuerdo sobre la justificación con los luteranos, con todas sus limitaciones, es un buen ejemplo de ello.
También me parece que el ecumenismo debería dirigirse de forma principal a los ortodoxos y a algún grupo similar como las Iglesias no calcedonianas, los viejos católicos, los lefebvristas, anglocatólicos, etc. Es decir, a grupos que mantienen la sucesión apostólica y un concepto más definido de la autoridad de la Iglesia.
Una iniciativa que me parece novedosa y (ésta sí) verdaderamente útil y bien pensada es la de los Ordinariatos creados por el Papa para los anglocatólicos. Quiera Dios que den muchos frutos y que abran la puerta a soluciones similares para otros grupos.
También me parecen gestos útiles y muy concretos los que hace el Papa de vez en cuando recuperando y entregando alguna reliquia o algún icono perdidos a los ortodoxos, o lo que hace Ayuda a la Iglesia Necesitada sosteniendo económicamente a algunos popes ortodoxos sin medios para vivir.
Finalmente, otra cosa buena, a mi juicio, es dar más relieve a los ritos orientales en la Iglesia, como recordatorio para todos de que la Iglesia valora las diferentes tradiciones que forman parte de la Tradición.
Es todo lo que se me ocurre así a bote pronto.
"Cristianooos, si deshís que sheis hermanooos, sus tenéis que dar la manoooo"
Buenísimo.
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O sí,LF.
¿No es eso lo deseable? ¿No es eso loq ue en el fondo esperamos?
Pues que pase
Es una autentica verguenza que en pleno siglo XXI se este dando el escandalo al mundo de la falta de unidad de los cristianos. Esta es una de las prioridades numero uno del pontificado de Su Santidad Benedicto XVI.
Hacía mucho tiempo que no le veíamos por aquí.
"Pues a mi sin embargo me parece una idea estupenda y algo necesario"
Me alegro de que haya una opinión distinta. ¿Puede dar algunas razones para discutir sobre ellas?
"Es una autentica verguenza que en pleno siglo XXI se este dando el escandalo al mundo de la falta de unidad de los cristianos. Esta es una de las prioridades numero uno del pontificado de Su Santidad Benedicto XVI."
Totalmente de acuerdo. Bueno, quizá excepto en lo de "en pleno siglo XXI", porque no veo qué relación tiene el siglo con la cuestión.
Saludos.
Pero encontré, finalmente, algún ejemplo, y mira que lo tenía relativamente cerca...
;)
Si no tenemos siquiera la misma fuente de revelación, si no pensamos lo mismo sobre multitud de asuntos fundamentales (ni siquiera estamos de acuerdo sobre el alcance de la cruz), ¿cómo vamos a profesar una misma fe?
Bien está que nos unamos en todo aquello sobre lo que estamos más o menos de acuerdo. Pero dada la presencia del protestantismo liberal, que acepta el aborto, los matrimonios gays y otras barbaridades, la pregunta es: ¿hay un solo punto relativo a la fe cristiana en la que todos los que se dicen cristianos sea unánimes?
Me temo que no. Y eso no se arregla ni con buenismos, ni con esfuerzos papales, ni con nada.
El ecumenismo bien entendido es absolutamente necesario. Pero cuanto antes se reconozca sus límites, que son infranqueables, mejor.
Hemos de tener en cuenta una cosa, no se si por allá en Europa sucede igual, pero por estos lados, los protestantes se sienten marginados, relegados a segundo plano por la Iglesia y por los gobiernos, guardan algo de resentimiento por lo mismo, no vendría mal que el camino al reconocimiento al que aspiran se los facilitemos.
En mi país la Iglesia y otras denominaciones se llevan bien, los anglicanos incluso piden "prestado" algún templo para sus ordenaciones y cosas por el estilo, invitan a los Obispos y se entienden de maravilla. A estos es a los que me gustaría verlos sentirse reconocidos, tanto a nivel jurídico como doctrinal (en lo que de doctrina en común poseamos, claro está)
Vaya, creemos en el mismo Dios, no puede ser posible que catecismo o no, no hallemos una fórmula para que juntos glorifiquemos a Dios si existe la voluntad.
Entiendo que ese es un tema que nos separa pero tu mejor que cualquier otro podría conocer los que nos unen.
Cuáles nos unen, a ver? Por favor, dínos, confío en ti, tu eres uno a quien yo le confiaría la redacción de ese catecismo.
Es que lo novedoso del asunto y la esencia de la propuesta es que sea un "catecismo". Y, por todo lo que he dicho en el artículo, me parece una idea inaceptable. Estaría encantado de escuchar argumentos contrarios a los míos.
Escribir simples documentos (no catecismos) con acuerdos teológicos a los que se ha llegado es lo que ya se hace. Contra eso no tengo nada que objetar.
No entiendo muy bién cuál es ese "reconocimiento" al que aspiran los protestantes que mencionas.
Ya sé que no es el tema, pero lo de "prestar" los templos a los anglicanos (fuera de caso de guerra u otras emergencias totalmente excepcionales) no es adecuado. Ten en cuenta que la "eucaristía" y las "ordenaciones" de los anglicanos son inválidas, que sus sacerdotes no son verdaderos sacerdotes y sus obispos no son verdaderos obispos. En ese sentido, no se puede permitir que en una iglesia y un altar católicos se celebren "eucaristías" engañosas que realmente no lo son (un caso diferente sería el de los ortodoxos). Además, en un país tradicionalmente católico, los anglicanos obtienen sus fieles esencialmente de personas a las que sacan de la Iglesia Católica, así que es absurdo que se les ayude a hacerlo desde la propia Iglesia.
Lo de "llevarse bien" es bueno, pero con sentido común.
Saludos.
Luis Fernando, pienso que - aún teniendo toda la razón- la afirmación de que la solución es que “todos los que no son católicos, se conviertan al catolicismo, y así todo arreglado” me parece un poco brusca para intentar llegar a la unidad y posiblemente pondría fin a tal tema. Sin embargo lo que dice al final me parece más instructivo: No abandonar el diálogo ecuménico y buscar los puntos comunes con los que podemos ofrecer al mundo un testimonio de nuestra fe.
Bruno, me parecen muy interesantes todas sus ideas, especialmente la de rezar mucho por la unidad. ¿Qué tal si para la semana de oración por la unidad de los cristianos, se abre un blog donde la gente pueda dejar oraciones de alabanza a Jesucristo y pidiendo por la unidad, en vez de dar opiniones? ¿Piensa que podría ayudar?
1. "Existe Algo o algos".
Si la cosa se reduce a los protestantes evangélicos, algunos encontraríamos. Por ejemplo, la doctrina sobre la Trinidad y la cristología. Fuera de ahí, poco más. Ni siquiera estamos de acuerdo en cómo alcanzamos la salvación.
Hagámoslo más amplio, para que pueda abarcar a todo el mundo:
"Puede que exista algo, aunque, claro, también es posible que no."
Luis:
Hagámoslo más amplio, para que pueda abarcar a todo el mundo:
"Puede que exista algo, aunque, claro, también es posible que no."
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Mejor aún,poner que hay Algo,o algos.que puede que exista algo,o no,y que La Gracia es como los pimientos de Padrón: unos pican y otros no. Claro que con esto último,lo mismo los calvinistas se frotan la manos.
Te he dicho que prestan los templos y no te he dado mayores detalles bajo qué condiciones o circunstancias, disculpa. Lo que me he enterado es que al fin y al cabo se llevan bien y eso me parece es de rescatar.
Argumentos no tengo más que los del Evangelio: Que todos sean uno... No se qué más decir.
Luis Fernando, pues si en Trinidad y Cristología tenemos temas en común, pues -como dicen ustedes- a por ellos.
Les agradezco sus respuestas y acuerpo la propuesta de Isabel sobre crear un espacio en Infocatólica donde dejar oraciones por la unidad de los cristianos.
Un saludo y feliz domingo.
De lo contrario, esta oración nunca se realizaría, porque siempre hay alguien que atentó o atenta contra la unidad. Sólo en un sentido secundario y material, se puede entender que la oración de Cristo incluye también a quienes, sin mengua alguna de la Unidad de la Iglesia Católica, están fuera de la Unidad, para que entren en ella.
Así como a los judíos los considero familia, a los protestantes también, no veo yo cómo quienes son convocados por Cristo al seno de la Trinidad se permitan ser excluyentes por la razón que sea.
Creo que hemos de aprender a confiar menos en nuestros argumentos en contra de la unidad y ponernos a buscar, si es que no los vemos, los que están a favor. No se trata de hacer concesiones sino de ser hospitalarios, es una obra de misericordia si mal no recuerdo.
Me disculpan si no regreso a responder en largo rato pero es domingo, voy a misa y seguro salgo fuera a almorzar.
Les deseo una amena plática y toda "la bendición, confianza y dicha" que se que desean y se merecen.
Mi fe es sencilla y así son mis argumentos, si es que llegan a eso, confío en Dios y me fío de mi capacidad de razonar, si quieres, di que soy como una niña que se fía de su padre, algo ingenua y quizá un poco boba también, pero es que a veces pienso que perder el miedo a vivir y ser así es lo que muchos necesitamos.
"Atentar contra la unidad" se refiere a producir heridas en la unidad entre miembros de la Iglesia católica, no con personas fuera de ella, pues en ese caso, no hay unidad contra la que atentar. Lo que debe hacerse con las personas que están fuera de la Iglesia Católica es -de acuerdo a un perenne mandato apostólico de Nuestro Señor- invitarlas a ingresar a Ella, para que puedan de este modo alcanzar la salvación con seguridad.
Precisamente el ecumenismo tan practicado desde hace unos años, y puede hablar por Hispanoamérica, olvida siempre y sistemáticamente la noción de conversión, y se convierte entonces en algo estéril.
Recomiendo también leer la encíclica de Pío XI que cita Luis.
El catecismo deberá ser, como así lo es:
Considerando y respetando el Dogma Católico como la columna vertebral de dicha comunión. Anexos que no confundan, sino que ensalcen este dogma: Cuantos más mejor.
Y todo esto porquer al Dogma Católico se le puede añadir y enbellecer, más no sele puede quitar y afear.
Ejemplo: Decir que la Vigen María es inmaculada porque fue concebida sin Pecado Original; Y después mil veces revestirla de jaculatorias: Nunca será demás.
No se puede decir que el Vicario de Cristo -El Papa- hasta la fecha en continuidad de tradición, haya enseñado algo -excátedra- que no sea consecuente con las enseñanzas de Cristo. Y si no se puede decir esto del Papa: cabe decir que hasta la fecha él -como Papa- ha sido, y por lo tanto sigue siendo "infalible"
A más de cuarenta años de distancia del maldito concilio yo no le concedo el beneficio de la duda a nadie, y mucho menos a los pastores negligentes que han dejado al rebaño disperso y confuso. Lo que es evidente para mí ha de serlo también para un cardenal de elevada formación teológica. No, de buenas intenciones, nada.
Y recordemos siempre que El que no está conmigo, está contra mí ¿O no sabe el cardenal que los hombres se convertían al catolicismo cuando éste se predicaba sin dudas, blanduras, apaños ni paños calientes? ¿O no sabe el cardenal cómo las conversiones se han desplomado en las últimas décadas?
Si ese cardenal tuviese fe, le estarían ya temblando las piernas de sólo pensar en su cita con el Juez.
Si algo podemos hacer para fomentar el ecumenismo es eliminar el colegio cardenalicio. Como "no está en la Biblia" los reformeros se quedan contentos. Y a Kasper, el fantasmita bueno, que se busque un trabajo. Tengo entendido que hay una mezquita en Viena que necesita un portero.
Creo en la Iglesia Católica apostólica y romana y confieso que hay un sólo bautismo para el perdón de los pecados. Lo demás es, como bien dices, una mala idea irresponsable y un flaco favor a los fieles católicos la diga Agamenon, Kasper o su porquero.Hay otras formas de Ecumenismo más responsables.Y si no se acercan posturas quizás no sea por culpa de los últimos santos padres sino porque quizás del otro lado no interese.
Diría ese Catecismo ecuménico que el Concilio Vaticano II es "maldito"?
Con lo cual, debería decir que el Concilio es bendito o maldito, o no es Concilio, o todo lo contrario.
Un cordial saludo.
Es que yo no critico sus contenidos, sino la idea misma de "catecismo ecuménico", que es una contradicción intrínseca.
Saludos.
No me refería a tu post; me refería a como se van desarrollando los comentarios.
Un cordial saludo.
En cuanto a tu pregunta y a juzgar por los socios que parece que tendría el "catecismo", éste diría que el Concilio no tuvo ningún valor normativo, que pudo decir cosas buenas pero que nada nos impide decir exactamente lo contrario que él. Es decir, en esencia, afirmaría que el Concilio era una cosa de organización, al nivel de las Conferencias de Lambeth o de las reuniones del Consejo Ecuménico de las Iglesias, que una vez dicen "digo" y a la siguiente dicen "diego" sin ningún escrúpulo.
La misma idea de Concilios con autoridad normativa y dogmática es Católica (compartida por los ortodoxos, pero por ninguno de los supuestos socios del "catecismo").
En cuanto a lo de "maldito Concilio" de Marcial, no lo comparto en absoluto, pero éste es un blog de discusión, en el que hay libertad para dar opiniones diferentes (y para discutirlas razonadamente, claro).
Saludos.
Amigo Tineo:
digo "maldito concilio" sin pararme a distinguir si el mal viene de ahí o si el mal ya estaba o si el mal fue el post-concilio. Pero es un hecho que hubo un antes y un después. Antes las iglesias estaban llenas, después vacías. Antes las herejías estaban controladas. Después se multiplicaron sin tasa. Antes la doctrina estaba muy clara. Ahora reina la confusión. Antes la liturgia era bella y respetuosa. Después fea e irrespetuosa, y propensa a abusos increíbles que se han dejado pasar sin mayores problemas. Antes las conversiones se contaban por cientos de miles. Después lo que se cuentan por cientos de miles son las deserciones. Antes los seminarios estaban llenos. Después vacíos. Antes estaban claros los fines sobrenaturales de la Iglesia. Después ya no se sabe si estos fines son sobrenaturales o sociales. Antes las personas consagradas a Dios se identificaban como tales. Después ya no es tan fácil. Omito los millares de deserciones de sacerdotes a finales de los 70. Omito las misas blasfemas que se celebran cada día, como, en los últimos días, esos carnavales en el templo de Dios. Omito la degradación de los Sacramentos y omito muchas más cosas por no abusar del espacio.
Y digo: maldito concilio.
¿Y crees que si no hubiera existido el Concilio hubiera sido distinto, teniendo en cuenta la sociedad en la que estamos?. Quizás hubiera sido peor...¿no sabes eso de que Dios escribe derecho con renglones torcidos?.
Un cordial saludo.
Explicado así, mejora mucho la cosa.
Eso sí, hay que recordar que cosas similares han pasado en varias ocasiones. POr ejemplo, con el primer gran concilio, el de Nicea. Antes de Nicea había algunos arrianos y semiarrianos en la Iglesia. Después de Nicea se extendieron hasta formar una imensa mayoría en la Iglesia, con las excepciones de Atanasio, el Papa, Osio de Córdoba y pocos más.
No basta celebrar un Concilio y echarse a dormir. La vida cristiana siempre ha sido y siempre será un combate. Nos hemos aburguesado y hemos dejado que el mundo tome la iniciativa. Los resultados están a la vista.
Saludos.
Sin duda, LA PEOR IDEA.
estoy de acuerdo con Ana_MS y con tu diagnóstico.Pero sería de agradecer que no llamases contumazmente maldito al CV II.
Me parece muy importante algo que ha dicho: que en el Ecumenismo hay que contar con la posibilidad de que el otro no quiera hacer lo que tiene que hacer. En ese caso, tenemos que hacer lo que hace el mismo Dios: respetar su libertad. Es absurdo un ecumenismo "por narices" que, cuando otro no quiere acercarse, nos obliga a renunciar a nosotros a la fe católica para acercarnos a él, con tal de que el diálogo ecuménico avance.
Hay que dejar espacio al Espíritu Santo y no empeñarnos en que el ecumenismo, que es a fin de cuentas algo humano, tenga que dar necesariamente resultados. Cuando Dios quiera.
Saludos.
"Al oirle se conmovieron profundamente y dijeron a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué debemos hacer, hermanos? Y Pedro les dijo: arrepentíos y que cada uno de vosotros se bautize en el nombre de Jesucristo para el perdón de vuestros pecados; entonces recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa es para vosotros y también para vuestros hijos, y también para todos los extranjeros que llame el Señor Dios nuestro." (He 2,37)
"Y los que acogieron su palabra se bautizaron, y aquel día se agregaron unas tres mil personas. Eran constantes en escuchar las enseñanzas de los apóstoles, en la unión fraterna, en partir el pan y en las oraciones. Todos estaban impresionados ante los prodigios y señales que hacían los apóstoles." (He 2,41)
¿Kaspers puede hacerlo mejor? Yo creo que no. Y creo que, si tuviese algo de fe, predicaría con verdadero cuidado, con miedo incluso, de no tocar ni una coma (iota unum) de lo que se le ha entregado, y de lo que no es dueño para que se atreva a patrocinar apaños. Nada más pernicioso que el prurito de las novedades.
Buenas noches. Saludos.
"Si algo podemos hacer para fomentar el ecumenismo es eliminar el colegio cardenalicio."
Je, je, je.
Otra posibilidad es que el Papa contrate a alguien para que recuerde todos los días a los cardenales que si van de rojo es porque están llamados a dar la vida como mártires por la fe. O incluso que les sugiera unas vacaciones anuales predicando el Evangelio en Arabia Saudí, Sudán, China o Corea del Norte...
:)
Estudié hace tiempo las ideas de Kasper sobre los milagros y me parecieron sorprendentemente pobres y superficiales. Espero poder escribir alguna vez un post sobre ellas, pero no sé si tendré tiempo.
Antes todo era gloria y fe, y ahjora todo es herejía y blasfemia; antes todo era caridad y devoción, y ahora todo es sacrilegio y pecado; antes no se maldecía a los concilios, y ahora sí (excepto los católicos y los ortodoxos, que siguen creyendo en los concilios con autoridad normativa y dogmática.
"Bruno, me parecen muy interesantes todas sus ideas, especialmente la de rezar mucho por la unidad. ¿Qué tal si para la semana de oración por la unidad de los cristianos, se abre un blog donde la gente pueda dejar oraciones de alabanza a Jesucristo y pidiendo por la unidad, en vez de dar opiniones? ¿Piensa que podría ayudar?"
Me parece muy buena idea, la verdad.
La pena es que la Semana de Oración de este año acaba de terminar, el mes pasado. Pero me lo apunto para el año que viene. Quizá se podría organizar una vigilia virtual de oración con ese motivo, como hemos hecho en otras ocasiones en este blog.
Saludos.
Creo que tienes toda la razón. Con toda seguridad, muchos entenderían así la noticia.
Un saludo.
Pienso que son muchos los aspectos que nos unen a los cristianos mientras que lo que nos separa no es tanto. Sería interesante disponer de un "catecismo" o un compendio común de la fe cristiana. El resultado sera bueno o malo dependiendo de si plantea como un minimo comun multiplo o un maximo comun denominador.
Llamar maldito al CVII no parece la mejor idea para profesar la catolicidad.
Ergo, buscar lo que nos une, no lo que nos separa, con los protestantes, no es más que diluir la identidad católica en un género indeterminado.
Que es lo que ha ocurrido, en el postconcilio.
Al respecto, una crítica acertadísima del Cardenal Biffi:
“Es necesario mirar más a lo que nos une que a lo que nos divide”. También esta sentencia – hoy muy repetida y apreciada, casi como la regla de oro del “diálogo” – nos viene de la época joánica y nos transmite la atmósfera de la misma.
Es un principio de comportamiento de evidente sensatez, que se debe tener presente cuando se trata de simple convivencia y de discusiones de la sencillez de lo cotidiano.
Pero se convierte en absurdo y desastroso en sus consecuencias, si se le aplica a los grandes temas de la existencia y particularmente a la problemática religiosa
Es conveniente, por ejemplo, que se use este aforismo para salvaguardar las relaciones de buena vecindad en un condominio o la rápida eficiencia de un consejo comunal.
Pero es un problema si lo dejamos inspirar en el testimonio evangélico frente al mundo, en nuestro esfuerzo ecuménico, en la discusión con los no creyentes. En virtud de este principio, Cristo podría volverse la primera y más ilustre víctima del diálogo con las religiones no cristianas. El Señor Jesús ha dicho de sí, aunque es una de sus palabras que tendemos a censurar: “Yo he venido a traer la división” (Lucas 12,51).
En las cuestiones que cuentan la regla no puede ser otra sino esta: nosotros debemos mirar sobre todo a lo que es decisivo, sustancial, verdadero, nos divida o no"
^Pero me queda una duda. Cuando discutimos entre católicos, dentro de la Iglesia, ¿también debemos centrarnos en la Verdad /en las diferentes formas de entenderla, de interpretarla, de aplicarla a la vida diaria/ por encima de lo que nos une?
Creo que eso nos plantearía muchísimos dilemas.
Estoy pensando en los Fundadores, asunto en el que eres experto, o en la interpretación de los recientes papados.
Saludos desde el invierno español.
"Si buscamos lo que nos une, no lo que nos separa, con los chimpancés, pues nos refugiaremos en el género primates y perdemos la diferencia específica (la racionalidad)".
Pues perdona que te diga que la mona Chita era la más inteligente de los tres. Con decir "andaua, Chita, andaua", hacía lo adecuado por distinto que fuera en cada ocasión y siempre bien. :D :D :D
Un cordial saludo.
Es que el "compendio común de la fe cristiana" ya existe. Se llama "Catecismo de la Iglesia Católica".
Si lo que necesitamos es saber distinguir la verdad y el error, ¿por qué buscar aquello en lo que la verdad y el error se parecen? Eso nos confundiría, ya que verdad y error se volverían indistinguibles, si sólo nos fijásemos en los parecidos (que los hay).
Para poder distinguir entre verdad y error (y de ello depende también la salvación de nuestras almas) es necesario fijarse en lo que distingue a la verdad del error.
Lo de "fijarse en lo que nos une y no en lo que nos separa" está muy bien para las fotos de familia en las que se buscan disimular las desavenencias bajo sonrisas. O es una estrategia buenísima para los que buscan alejar de la verdad mediante la confusión, puesto que muchos acaban entendiendo que da lo mismo ocho que ochenta (y el comentario de Kike me parece muy acertado a este respecto: no sé si con esto se intenta abrir una rendijita para colar una "nueva religión" hacia la que llevar a mucho despistado).
Pero, para otras cosas, resulta una trampa mortal. Al final, cuando el Juez separe ovejas de cabras, seguro que no se fijará en lo que une a ovejas y cabras, sino en lo que las separa.
Saludos y enhorabuena por el post, Bruno.
No es que no crea que tanto luis como marcial no estén acertados en algunas de las opiniones que han expresado, sino que, a mi modo de ver, con una base de verdad, se acaba exagerando muchísimo.
Al fin y al cabo, nadie puede saber lo que habría ocurrido si no hubiera habido Concilio. Estoy más a favor de empujar, hasta donde cada uno pueda, en la dirección correcta (que creo que en eso estamos todos más o menos de acuerdo), en este tiempo, sobre todo, con ayuno, limosna, oración y, si el Señor nos concede alguna Gracia más, pues también ponerla al servicio del Evangelio, teniendo siempre en cuenta que somos siervos inútiles y que no podemos nada sin el Espíritu Santo.
Un saludo muy cordial.
¿Qué conviene más en toda rotura o división: Pegar o arreglar lo dividido y roto. O dormirse en los laureles de la unión, esperando que los rotos se arteglen por sí sólos?
Y cuando se pretende pegar lo roto o dividido, aquí se entiende que se debe pegar con aquello que no se puede rasgar; Dicho sea: la verdad.
¿Acaso no dijo el Cristo: ¡Id y predicar... Arreglar los rotos las idolatrías del mundo y sus intereses,..!
Claro que yo: Que procuro mirar siempre adelante y no hacia atrás de la "involutiva-evolución".
Prefiero buscar lo que me une al futuro con Dios; que lo que me une al pasado con los chimpaces.
"Si buscamos lo que nos une, no lo que nos separa, con los chimpancés, pues nos refugiaremos en el género primates y perdemos la diferencia específica (la racionalidad)
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Dice bien Luis:
Más hay otra opción más inteligente que la que Luis no dice. Y ésta es buscar la unión con Dios que es más racional que nosotros. Y que por lo mismo la de los chimpacés.
estoy con usted, me parece realmente importante buscar lo que nos une. Un Credo sería posible con los puntos en los que todos estamos de acuerdo para alabar a Dios. No hay por qué mencionar en éste todas nuestras creencias. De la misma manera que no se nombran -ni en el Credo de los Apóstoles ni en el de Nicea – nuestra creencia en el purgatorio o en los ángeles.
Se podrían añadir otras: sacadas de las enseñanzas de Jesús a través de sus parábolas y de su palabra directa. Nos une también la oración que Cristo nos enseñó: El Padre Nuestro. No sé cuantas páginas podría tener ese catecismo, ni me importa; pero si TODOS los cristianos conociéramos lo que nos une y nos reuniéramos de vez en cuando para alabar juntos al Señor con ello, sólo puedo imaginar a Dios contento.
Como con muchos de los milagros que Cristo realizó -en los que buscó primero la colaboración minúscula de los hombres (era todo lo que podían ofrecer) - hoy, quizás también, esté Cristo esperando nuestra buena voluntad de querer alabarle juntos -con lo poco o lo mucho que nos une- para que Él realice el milagro de lo que a nuestros ojos parece imposible: la unidad de todos los cristianos. Sí, después de reflexionar, estoy totalmente de acuerdo: un Catecismo Cristiano(únicamente con lo que nos une) aunque sólo tenga tres páginas. ¡Dios hará el resto “hombres de poca fe”!
Entiendo y acepto que en razón de este principio de unión cristiana: Cualesquiera quien hablare de Jesús el Cristo sin menoscabo de su personalidad mesiánica: sea llamado Cristiano. Sean estos cristianos Protestantes; Evangélicos; Calvinistas; Anglicanos o de los últimos días,.. etc.
Mas no acepto que quien se diga cristiano pretenda estar unido a mi como Cristiano y Catolico: Si éste desprecia o menosprecia cualesquiera de los dogmas de la Iglesia Católica.
Entendido esto, no cabe decir más. Sino que a mi de entre los cristianos, me interesa más lo que nos une que lo que nos separa.
Y todo esto sea por lo dicho: "El que no está conmigo está contra mi",..(por lo que nos une) En unidad con el Padre,..
Evidentemente con esa declaración ya sea que se haga catecismo o no no se va a catequizar a los católicos (eso si sería un disparate y para eso tenemos el Catecismo Católico bien completo) pero me parece que sería una excelente herramienta en el diálogo con protestantes, como el resto de las declaraciones ecuménicas.
A mi me ha servido mucho por ejemplo, la declaración conjunta católico luterana del 99 a la hora de explicar la fe católica a un protestante.
Entiendo que hay división doctrinal horrorosa en el protestantismo (he escrito mucho al respecto) y la declaración solo podría contener aquellos puntos donde hay acuerdo, pero siempre en un diálogo con protestantes es bueno partir de lo que une, para que entienda porqué creemos lo que creemos en aquello que no.
No es el caso de los que niegan los artículos o los dogmas y además no tienen fe implícita en todo lo que la Iglesia enseñe, aunque lo ignoren.
Ergo, no hay "fe" en quien niega un artículo de la fe católica. Habría que hablar de "creencia".
Yo he llegado a utilizar inclusive algunos artículos escritos por pastores protestantes en el diálogo con protestantes para ayudarles a tener una visión menos sectaria.
Al resto de los comentaristas, me parece oportuno aclarar que no veo que el cardenal pretenda incluir una declaración conjunta que incluya todo el protestantismo incluyendo las sectas. Es evidente que no va a incluir lo que opinan los testigos de Jehová, adventistas, etc.. (El ecumenismo no aplica a las sectas)
Gracias por tus comentarios.
Lo primero que hay que señalar es que lo esencial de la cuestión es la redacción de un "catecismo". Si no se hace un catecismo, entonces no hay noticia alguna, porque documentos como lo que mencionas se aprueban (o se intentan aprobar) en todas las conversaciones ecuménicas de tipo teológico.
Esos documentos pueden ser útiles, como el que indicas con los luteranos y que ya mencionaba yo en el artículo. En alguna ocasión he leído historias de conversión muy influidas por ese documento. Eso sí, son documentos teológicos y nunca catecismos.
Por otra parte, estas cosas siempre hay que hacerlas con confesiones individuales y nunca con varios grupos protestantes a la vez, porque entonces las diferencias se multiplican hasta el infinito. Una agrupación de creencias comunes de metodistas, luteranos, anglicanos y reformados tiene una extensión minúscula. E incluso esas creencias mínimas no tienen ninguna fuerza normativa para los miembros de esas confesiones.
Además, este tipo de cosas siempre son bastante ambiguas. Y cuanto menos técnicas y teológicas, más ambiguas. Y cuantas más confesiones se quieran meter en la iniciativa, más ambiguos los resultados.
Saludos.
Yo hubiera colocado un título así: "Catecismo ecuménico - La peor idea del año", y así cuando algún navegante googlee "Catecismo ecuménico" tiene más probabilidades de encontrar tu post (Por experiencia he visto que si las palabras claves del tema están en el título el buscador les da preferencia sobre otros resultados).
Yo no recuerdo haber criticado nunca el Concilio. Todo lo que he leído de él me ha gustado. Y, sobre todo en el caso de algunas constituciones en particular, me ha encantado. Por supuesto, algo muy diferente son las cosas hechas por unos y otros "en nombre del Concilio" o con el "espíritu del Concilio", que generalmente se oponen frontalmente a la letra del mismo.
Es evidente que la Iglesia lleva unos cincuenta años en época de crisis. Y, como sucede con los seres humanos, las crisis nunca son agradables. Tampoco lo fueron la crisis arriana cuando el C. de Nicea ni la crisis protestante cuando el de Trento, por ejemplo. Eso sí, si los tiempos de crisis se aprovechan, se pueden convertir en tiempo de purificación y crecimiento.
Por eso, intento no desperdiciar esfuerzos en dar muchas vueltas a quién hizo mal qué hace cincuenta años. Más bien creo que conviene analizar qué estamos haciendo bien ahora, qué estamos haciendo mal ahora, que deberíamos hacer ahora que no estamos haciendo y, sobre todo, por dónde quiere Dios llevarnos ahora. Ahora es tiempo de gracia, ahora es tiempo de salvación.
Saludos.
Gracias por la indicación sobre los títulos. Me parece muy buena idea.
Creo que algo similar hay, el Enchiridion Oecumenicum, aunque no es algo resumido, sino una recopilación de documentos aprobados en el diálogo ecuménico.
"Es que el "compendio común de la fe cristiana" ya existe. Se llama "Catecismo de la Iglesia Católica"."
Exactamente. Creo que ése es el punto esencial de todo esto. La gente tiende a creer, equivocadamente, que hay algo básico, que es ser cristiano, y luego posibles variedades, como católico, anglicano, luterano, etc. En ese sentido, "cristiano" equivaldría al máximo común denominador de católicos, anglicanos, reformados, luteranos, metodistas, etc.
En realidad, ser cristiano es ser católico. Lo básico es ser católico.
Luego, además, existen deformaciones más o menos graves del cristianismo, que toman el nombre de anglicanismo, luteranismo, etc.
Saludos.
dice usted que
"Llamar maldito al CVII no parece la mejor idea para profesar la catolicidad."
Ya glosé brevemente los desastres derivados del concilio. Pero en atención a usted los voy a repetir: iglesias vacías, seminarios vacíos, desobediencia de obispos y sacerdotes, doctrina confusa, herejías multiplicadas, liturgia destruida, latín eliminado, no vaya a ser que los seminaristas puedan leer a los Padres, naciones enteras perdidas para la fe, implantación de legislaciones anticristianas, apostasía social, ineficacia de las misiones, desplome de las conversiones...
Cuando los enemigos de la Iglesia están encantados con el cvii, hasta el punto de atacar como "pre-conciliar" a cualquiera que se atreva a denunciar los desastres que he glosado brevemente, abominar de ese concilio me parece una cosa muy saludable y que, desde luego, califica como católico mucho mejor que alinearse con los enemigos seculares de la Iglesia. Que los que dicen que fue un soplo del Espíritu Santo coincidan en su apología con la izquierda anticatólica más radical, y con los sacerdotes heréticos, desobedientes y modernistas, amigos de las misas blasfemas y del rock en torno al altar, demuestra que fue el zarpazo más profundo, dañino y venenoso que el diablo ha infligido nunca a la Iglesia.
Pero como Dios nos hizo libres, no seré yo quien contradiga su voluntad. ¿Quiere ser ciego? Adelante, no faltará quien rece por usted.
Saludos.
La única unidad legítima que puede haber es siendo parte de la única Iglesia de Cristo, que es la Católica. Unidos en la fe y bajo una sola jurisdicción.
SAludos en Jesús y María.
Es más, estoy de acuerdo con todo lo que dices.
Un saludo muy cordial.
Siguiendo el ejemplo de los chimpancés, lo que compartimos con ellos es muy poquito. Digamos que podríamos compartir un 0,05 % de lo que somos y que con una lechuga compartiriamos tal vez un 0,01 %.
Apliquese el ejemplo entre un hombre negro y un hombre blanco. Apliquese el ejemplo entre un hombre y una mujer. Cuando lo que nos asemeja es tanto no veo motivo para evitar establecer similitudes.
Hay un común denominador en todas la iglesias cristianas que nos distingue del resto de los credos. Eso podría reflejarse en un documento, aunque que se llame catecismo me parecería arriesgado. Podría llamarse compendio.
El resultado podría se sorprendente
Buenísimo. Es de lo mejor que he leído. Te lo voy a copiar cada vez que hable de estos temas. Me ha encantado.
Lo primero que hay que tener en cuenta, creo yo, es que no existen los "protestantes". Hay anglicanos, baptistas, evangélicos, luteranos, etc. Cada una de esas confesiones cree cosas muy diferentes.
Más aún, dentro de cada una de esas confesiones hay grupos totalmente diversos (nada tienen que ver, por ejemplo, los anglocatólicos con los episcopalianos, aunque todos sean anglicanos).
Finalmente, incluso dentro de uno de esos grupillos, las creencias varían mucho de persona a persona.
Es lo que tienen los protestantes.
Saludos.
Santa Bernardette Soubirous no sabía ni siquiera formular claramente el dogma de la Trinidad. Pero tenía la fe. Quien acepta todos los dogmas menos uno, no la tiene.
El comentario de Christian me ha parecido divertido, pero espero que lo que tengamos en común no sea el vacío absoluto.
Y desde luego no dudo de que debemos fijarnos en lo que nos une para sentirnos más unidos. Después los católicos tenemos nuestra doctrina y nuestro catecismo, que como católicos consideramos la verdad completa, pero eso no quita para que sepamos que hay muchas cosas que tenemos en común todos los cristianos.
Y yo creo que puede ser positivo para evitar una mayor disgregación y confusión de la que ya hay en wl conjunto del cristianismo, si se reconocen como puntos importantes la fe en Jesucristo, en la Trinidad, en la resurrección...etc.
Aunque quede claro que luego hay matices diferentes, en los que se contradicen unos y otros, que no son verdadera doctrina para la Iglesia católica.
Supongo que los comentarios de LF y Cristhian, aparte de divertidos, tienen mucho de razón, pero desde luego espero que no toda la razón, y que el compendio se haga y sea todo un éxito.
"Respondo: El hereje que rechaza un solo artículo de fe no tiene el hábito ni de la fe formada ni de la fe informe. Y la razón de ello está en el hecho de que la especie de cualquier hábito depende de la razón formal del objeto, y si ésta desaparece, desaparece también la especie del hábito. Pues bien, el objeto formal de la fe es la Verdad primera revelada en la Sagrada Escritura y en la enseñanza de la Iglesia. Por eso, quien no se adhiere, como regla infalible y divina, a la enseñanza de la Iglesia, que procede de la Verdad primera revelada en la Sagrada Escritura, no posee el hábito de la fe, sino que retiene las cosas de la fe por otro medio distinto. Como el que tiene en su mente una conclusión sin conocer el medio de demostración, es evidente que no posee la ciencia de esa conclusión, sino tan sólo opinión.
Ahora bien, es evidente que quien se adhiere a la enseñanza de la Iglesia como regla infalible presta su asentimiento a todo cuanto enseña la Iglesia. De lo contrario, si de las cosas que enseña la Iglesia admite las que quiere y excluye las que no quiere, no asiente a la enseñanza de la Iglesia como regla infalible, sino a su propia voluntad. Así, es del todo evidente que el hereje que de manera pertinaz rechaza un solo artículo no está preparado para seguir en su totalidad la enseñanza de la Iglesia (estaría, en realidad, en error y no sería hereje si no lo rechaza con pertinacia). Es, pues, evidente que el hereje que niega un solo artículo no tiene fe respecto a los demás, sino solamente opinión, que depende de su propia voluntad"
Eso no atenta contra ninguna verdad de fe que yo sepa. Aparte de que hay católicos que se consideran árbitros del catolicismo de todos los demás, papas, concilios y quien sea y piensan que los únicos católicos pata negra son ellos y ven "negaciones" de verdades en donde no existe ninguna negación de nada.
¿hay un catecismo conjunto luterano-anglicano?,
¿hay un catecismo conjunto calvinista-adventista del séptimo día?,
¿hay un catecismo conjunto presbiteriano-metodista?...
¿Por qué el ecumenismo mal entendido siempre nos ha de tocar a los católicos?
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