De mendigo a príncipe

En cierta ocasión, preguntaron a San Luis, Rey de Francia sobre su ciudad favorita de todo el país. El monarca se quedó pensando un momento y dijo: “Reims”. El cortesano que le había preguntado, queriendo marcarse un tanto, sonrió y le dijo: “Claro. Allí fue donde os coronaron, Majestad. Allí os convertisteis en el Rey de Francia. Fue un día que nunca olvidaremos". San Luis, sin embargo, dijo: “No es por eso por lo que Reims es mi ciudad favorita de toda Francia. La razón por la que tengo predilección por la bellísima Reims es por algo que sucedió muchos años antes. Allí fui bautizado. Allí me convertí en hijo de Dios”.

¿Por qué cuento esta historia? En primer lugar, porque me encanta y, como éste es mi blog, puedo darme el gustazo de contarla. En segundo lugar, porque ayer fue el aniversario de mi bautismo. Me bautizaron hace muchos años: como puede deducirse de la foto en blanco y negro. Por supuesto, no me acuerdo de nada de lo que sucedió. Sin embargo, como San Luis, estoy convencido de que fue el día más importante de mi vida.

Es una buena cura de humildad la que recibimos los cristianos al pensar en estas cosas. El día más importante de mi vida y ni siquiera lo recuerdo. El día más importante de mi vida y no tuve que hacer nada: todo lo hicieron otros. Y, en realidad, todo lo hizo Dios. Lo más importante de mi vida no es una conquista mía, ni un triunfo de mi voluntad, mi inteligencia o mis cualidades, sino un regalo. Un regalo tan inmerecido que pude recibirlo cuando aún no sabía hablar y lo único que hacía era comer, dormir y llorar.

Es algo tan estupendo, romántico y fascinante como una novela fantástica o un cuento de hadas. E igualmente improbable, humanamente hablando, que el “El príncipe y el mendigo” o “El prisionero de Zenda". De ser un niño normal, con padres normales, más bien feo y, probablemente, bastante llorón, pasé a ser Hijo de Dios, hermano de Jesucristo, Templo del Espíritu, heredero de la creación, miembro del Pueblo de Dios y ungido con el Santo Crisma. De mendigo, pasé a ser príncipe. De ser otro niño más, a parecerme, por pura gracia de Dios, al Rey de Reyes y Señor de los Señores.

Y lo increíble es que los cristianos generalmente no recordamos estas cosas. La mayoría de nosotros no conoce la fecha de su propio bautismo. Y más que señal de una pobre memoria, yo diría que es señal de una pobreza más profunda: la falta de fe. San Luis vivía de la fe y, cuando le preguntaron por lo más importante de su vida, inmediatamente pensó en el regalo que Dios le había dado en su Hijo Jesucristo. Quizá por ello, aquel Rey de Francia es hoy San Luis y, nosotros, en cambio, pues eso…

35 comentarios

  
Tineo
Toda una catequesis la que nos regalas hoy. Preciosa. Tendríamos que redescubrir la gracia bautismal en nuestras vidas y en nuestras comunidades cristianas.
03/12/09 7:31 PM
  
Ana
enhorabuena.Es mucho lo que debemos a nuestros padres además nos siguieron educando en la fe. Demos gracias a Dios. Hay otros que no han tenido esa suerte a lo mejor los llevan por costumbre o por presentar al niño a los amigos y luego a lo mejor no se les vuelve a educar en la fe hasta la primera Comunón. conociendote lo habrás celebrado y habrás renovado las promesas del bautismo
03/12/09 7:36 PM
  
Luis Pedro Escacena Potes
A mí me gusta repetir lo que una vez le leí a Carlos Díaz: La partida de bautismo es mi curriculum vitae; todo lo demás, mis estudios y trabajos, forman parte de mi ridiculum vitae.
03/12/09 9:32 PM
  
pacojota
Bruno, ¿te das cuenta del regalo tan grande que nos hicieron nuestros padres al bautizarnos?, nada más ni nada menos que nos dieron la oportunidad de ser hijos de Dios, y por ende herederos del Cielo.

Gracias por el artículo.
03/12/09 9:35 PM
  
jaime
En Granada, ciudad donde nacio uno de mis hijos; enla pequeña Parroquia donde le bautizaron, nos dieron un carnet plastificado (a modo de carnet de identidad), donde figuraban los datos deel bautismo. que sencilla y magnífica idea.
03/12/09 10:36 PM
  
jaime
Por supuesto, muchas felicidades, Bruno.
03/12/09 10:40 PM
  
Cristhian
Felicidades Bruno!

Yo si me acuerdo de todo lo que paso en mi bautismo! ¡Es lo único bueno de ser bautizado hasta los 28 años!

Ser llamado hijo de Dios es la fuente de algo que el mundo necesita y busca sin saber que es: DIGNIDAD!
03/12/09 11:06 PM
  
Bruno
Ana:

Claro, no quiero decir que baste bautizarse de pequeño y ya está. Cada domingo, con el Credo, renovamos la fe que se proclama en el Bautismo y, con la Eucaristía, llevamos a plenitud la vida cristiana que se nos regaló entonces. Cada oración, cada sacramento, cada acto de caridad surgen de esa fuente de agua viva que Dios mismo puso en nosotros.

Lo que pasa es que, si uno no se acuerda del regalo, lo más probable es que lo haya dejado en el garaje, con los demás trastos.
03/12/09 11:19 PM
  
Bruno
Tineo:

Sí, los Padres de la Iglesia hablaban constantemente de ello. Lo tenían más fresco que nosotros. Y se les notaba mucho más.
03/12/09 11:21 PM
  
Bruno
Jaime:

Gracias por las felicitaciones.

La idea del carné de bautizado es estupenda. Además, es un carné que verdaderamente dice algo sobre nuestra identidad, mucho más que un simple número que nos asigna el gobierno.

Deberían copiarlo en otras parroquias, que en la Iglesia no se paga copyright.
03/12/09 11:31 PM
  
Bruno
Luis Pedro:

Estupendo el juego de palabras. Me lo apunto para citarlo en cuanto pueda.
03/12/09 11:32 PM
  
Bruno
Pacojota:

Sí, nunca he entendido a los que dicen que hay que esperar a que los niños sean mayores para decidir si se bautizan o no. Como si para recibir regalos hubiera que ser mayor.
03/12/09 11:33 PM
  
jaime
Bruno, omití que dicho carnet, debidamente sellado, era una partida de bautismo legal y valida para todos los efectos (bodas, etc.). Con lo cual, figurate, como se eliminan los engorrosos tramites administrativos.
03/12/09 11:51 PM
  
Pedro-1
Lo que me parece aún más increíble que el que no recordemos el día más importante de nuestra vida es que despreciemos un regalo que nos ha hecho quien nos da la vida a cada uno de nosotros, un regalo que es lo más importante que tendremos en nuestra vida. De modo que pasamos de mendigo a príncipe para volver a ser un príncipe que renuncia, que busca ser mendigo de nuevo. Es increíble que nos hayamos parecido al Rey de Reyes, al Señor de los Señores para regresar a la pobreza más tremenda. Es increíble que quien se sabe Hijo de Dios, hermano de Jesucristo, Templo del Espíritu, heredero de la creación, miembro del Pueblo de Dios y ungido con el Santo Crisma prefiera la mendicidad y se ponga a escribir,a decir y a hacer tonterías
04/12/09 12:04 AM
  
luis
El mismo Napoleón, que no era un San Luis precisamente, cuando le preguntaron en Santa Helena por el día más feliz de su vida contestó que había sido el de su primera comunión. Y lo decía el tipo que le había arrancado la corona de manos del Papa y coronádose a sí mismo y a su mujer.
04/12/09 12:26 AM
  
Pedro-1
Lo decía un tipo que invadió Europa pero que tuvo que huir de España. Se creía que era San Luis.
04/12/09 12:37 AM
  
francisco
Luis, si me permite, escapa usted el tema; se habla del día de bautismo, no de la comunión.
04/12/09 12:38 AM
  
francisco
Pedro-1: Jamás logro entender nada de lo que escribre. Perdone mis cortas entendederas.
04/12/09 12:41 AM
  
Pedro-1
Francisco, no tengo nada que perdonarle. Tengo que agradecerle que haya intentado entender algo de lo que escribo. Dígame si esto lo ha entendido. Créame que me alegraría. Y espero que el problema no esté en sus cortas entendederas. Si sólo le pasa conmigo va a ser que no son sus entendederas el problema.
Y tiene razón en que luis ha saltado del bautismo a la primera comunión. Yo también pero como a mí no me entiende no se ha dado cuenta.
04/12/09 12:57 AM
  
francisco
Querido Pedro-1: lo de las cortas entendederas, es lo que hay. No pretendo que en sus comentarios haga dos versiones: para los normales y para los cortos. Sí, a ser posible, fuera más diafano. Si le escribo, es que me interesa, pero siempre me deja una inquietud.
04/12/09 1:18 AM
  
Kike
Me hiciste recordar una historia, doctor. Aquí está, que la tuve que poner por escrito hace cinco minutos: http://fueradebromas.blogspot.com/2009/12/de-principe-mendigo.html.

Por cierto, feliz aniversario, colega de mes.
04/12/09 3:41 AM
  
isabel
Felicidades tambien de mi parte, Bruno. El carnet de Bautismo como dice Jaime en su comentario parece una buena idea, pero mejor todavía la de una Parroquia de Jaen (imagino que muchas lo habrán imitado), que expide un LIBRO DE FAMILIA CATOLICA. En la primera hoja, ya firman los esposos un compromiso de matrimonio cristiano, precioso desde mi punto de vista, y en las siguientes se reflejan desde la fecha y lugar del matrimonio con los detalles oficiales de libro de inscripción del mismo, firma del párroco, etc, hasta el nacimiento de los hijos y además todos los detalles: bautismo de los esposos, de los hijos, primera comunión y confirmación de cada uno de ellos.
Desde el punto de vista administrativo está muy bien la recopilación de datos validada por la firma y sello del párroco, pero mejor desde el punto de vista familiar.
04/12/09 9:34 AM
  
Isaac García Expósito
Bruno, precioso.

Y a colación de lo que escribes, dos cosas:

- ¿Te has dado cuenta lo que se dilata hoy el bautizo? Antes era prácticamente inmediato. Hoy se tarda incluso meses.

- Hay ya algunos que no bautizan a sus hijos. Yo lo pienso y me aterro. Es cierto que ahora muchos bautizados han devenido en un catolicismo burgués, pero están bautizados. De manera misteriosa, siguen unidos a la vid, que es Cristo. Hoy, al negarle el bautismo a los niños, se está creando una generación que, ontológicamente, está entregada al pecado totalmente, con toda su aberración - no tienen borrado el pecado original -. La sociedad está metida en un círculo vicioso.

Pero lo más sorprendente de esto Bruno, es que la Gracia de Dios sigue actuando, lo que mantiene viva nuestra esperanza (esperar lo que se cree) y nuestra alegría.

Saludos.
04/12/09 10:52 AM
  
Bruno
Kike:

Me alegro de que este post haya sido ocasión para que contases tu historia, que me ha gustado mucho.

Saludos y feliz aniversario a ti también.
04/12/09 2:28 PM
  
Bruno
Pedro-1:

Pues sí, en este caso, "El príncipe y el mendigo" puede tener una segunda parte en la que el príncipe se juega el reino a las cartas y lo pierde y se cumple aquello de que segundas partes nunca fueron buenas.
04/12/09 3:00 PM
  
Eduardo Jariod
Gracias por este bello artículo. Así es. La gracia de Dios que se derrama en cada uno de nosotros. Sí, ése fue el día más importante de nuestras vidas.

Y felicidades, por supuesto.
04/12/09 3:18 PM
  
Bruno
Luis:

Creo que Napoleón murió invocando el nombre de Dios en sus últimas palabras, así que puede que el recuerdo de su primera comunión le acompañase toda su vida.
04/12/09 3:19 PM
  
Pedro-1
Bruno:

Yo no me refería a ningún cuento, sino a la comparación que haces entre tu estado antes y después de bautismo. Nos dices: “ De mendigo, pasé a ser príncipe” . Todos los bautizados pasan de príncipes a mendigos. Y nos hace príncipes el ser ¡Templos del Espíritu!, ¡casi nada! Nuestro cuerpo y nuestra alma llenos del Espíritu de Dios, con todo el auxilio y los dones que nos entrega. ¿Cómo puede alguien renunciar a eso? ¿Por qué se renuncia a eso?

Los espíritus inmundos permanecen años en los cuerpos y en las almas de aquellos que poseen y sólo Jesús o un exorcista los expulsa, mientras que nosotros nos vemos privados de ser Templos del Espíritu como si fuese una minucia, por un pecado que muchas veces no nace sino de la ignorancia y del instinto animal. Pero además, ¿cómo puede llegar a nacer si consideramos el Huésped que nos habita y nos bendice cada milímetro de nuestro ser?

¿Desde cuándo un endemoniado adora a su Dios? No lo adora. Rechaza la Cruz. ¿Cómo puede quien lleva a Dios dentro de sí entregarse al pecado? ¿Cómo se puede con consciencia renunciar a la gracia, a la salvacion, a la intimidad con Dios? Tendríamos que rechazarlo millones de veces con más fuerzas que un poseso la Cruz. Pero vemos que no es así. Que todos renunciamos a Dios y a la santificación que nos da y nos abrazamos al pecado que lleva la oscuridad, el dolor y la muerte. Y nos pasa a casi todos si no a todos.

¿Por qué esa endeblez del Bien frente al mal que vivimos en nuestras carnes y en nuestra alma? ¿Tú no has pasado nunca de príncipe a alguien mucho más desgraciado y miserable que el más pobre de los mendigos? ¿No hemos pasado todos por una malísima segunda parte?¿Cuándo dices que el príncipe se juega el reino a las cartas? ¿A qué cartas te refieres? ¿No somos todos ese príncipe?¿Qué esperamos ganar en ese juego? Espero que se me entienda.

04/12/09 4:32 PM
  
Rosa del Turia.
Nací el 4-5-1949-Santa Mónica, viuda, madre de San Agustín (En el santoral antiguo) Recibí el Santo Sacramento del Bautismo dos días después 6-5-1949 San Juan Ante Portam Latinam. El día 6-5-1956 recibí por primera vez a Jesús Sacramentado y en la estampa-recordatorio consta este hecho, que era el séptimo aniversario de la recepción del sacramento del bautismo.
04/12/09 6:20 PM
  
luis
En realidad, fue una invocación mixta, bien napoleónica: "Nom de Dieu - tete de l'ârmée"
04/12/09 7:17 PM
  
luis
tête errata, por una vez que el teclado del hotel tiene circunflejo.
04/12/09 7:19 PM
  
Bruno
Jaime e Isabel:

Vuestros comentarios me han sugerido un nuevo post. Gracias.
04/12/09 9:01 PM
  
Bruno
Rosa:

Estupendo. Ojalá todos nos supiéramos los aniversarios de bautismo, primera comunión y confirmación. Y mucho mejor así, como lo dices tú, con la fiesta litúrgica de cada ocasión.

Saludos.
04/12/09 9:06 PM
  
Bruno
Luis:

Yo lo que había leído era "Mon Dieu". La diferencia es importante, porque "mon Dieu" es una expresión más o menos piadosa, mientras que "Nom de Dieu" es, en origen, una blasfemia leve. En cualquier caso, sólo Dios sabe lo que había en su corazón en ese momento. Que Él le haya perdonado todos sus pecados.
04/12/09 9:09 PM
  
Bruno
Pedro-1:

Son tantas las preguntas, que haría falta, para empezar a responderlas, no ya un post, sino toda una serie de ellos.

Mi referencia a una "segunda parte" era sólo una forma de hablar de la posibilidad que tú mencionas: que de mendigos pasemos a príncipes por el bautismo y luego rechacemos esa dignidad por el pecado, prefiriendo de nuevo la mendicidad de la que nos sacó Cristo.

Hablaba de "jugar a las cartas", porque, al pecar, lo que intentamos todos es ganar algo. Nadie peca por pura maldad. Cuando pecamos es porque queremos conseguir algo que, erróneamente, pensamos que nos va a satisfacer, que merecerá la pena, que nos hará felices.

De todas formas, la teología clásica habla, con razón, del Mysterium Iniquitatis, el Misterio del Mal. El mal es misterioso, porque es absurdo. Sabemos que no nos puede dar la felicidad, pero, en la práctica, seguimos buscándola en él. Como San Pablo, hacemos el mal que, en realidad, detestamos.

En cierto modo, parte de la solución está en recordar el bautismo: tenemos que recordar a menudo que hemos sido hechos hijos de Dios por el bautismo, que Dios nos regala gratis la felicidad, que no necesitamos acudir a otros Señores para encontrarla.

Saludos.
04/12/09 10:16 PM

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