En Puerto Rico se rasgan las vestiduras
Desde que el arzobispo de Guayaquil (Ecuador) ha tenido que hacer una visita apostólica a la Archidiócesis de San Juan, los ánimos boricuas están especialmente caldeados en pro y en contra de un ordinario del lugar, Mons. Roberto González Nieves, que no deja indiferente a nadie. ¿Qué es lo que ocurre realmente en San Juan?
Sobre la visita, pese a los ríos de tinta que han corrido en la prensa local, no cabe hacer más que especulaciones. Tampoco es que en estas tareas la Iglesia tenga que ser extraordinariamente profusa, pero no hubiera estado mal que la delegación de medios de la Archidiócesis hubiese estado en condiciones de explicar el por qué, porque ni siquiera eso ha quedado claro. Una nota resulta muy insuficiente.
Como es natural, la ausencia de información multiplica los rumores. Desde luego, es de público conocimiento las simpatías de Mons. González Nieves por el nacionalismo puertorriqueño, en contraposición a las tendencias autonomistas o “estadistas", más cercanas a los EEUU. También se especula que la visita ha sido pedida a tenor del cierre de varios colegios católicos, que ya no se podían financiar. Muchos nacionalistas han leído en esta visita apostólica y en su opacidad un cuestionamiento a la labor del prelado, y a sus simpatías.
El caso es que no se sabe si al obispo le han visitado por nacionalista, por mala gestión económica, por haber perdido el oremus, o por todo a la vez. Me parece que si la mitad de lo que se le acusa es cierto, entonces buena parte de los obispos del mundo, y no pocos miembros del Colegio Cardenalicio tendrían que colgar el hábito y dedicarse a la petanca, cosa que tampoco es así.
Malas gestiones se han visto y se verán. Lo que a mí me preocupa es un exceso de simpatías políticas en un obispo. Y tampoco me gustaría si fuera “pro yanki", pero desde luego me desespero al ver como nacionalistas de izquierda, estilo Esquerra Republicana de Cataluña, salen en bloque en “defensa” de “nuestro arzobispo". Con amigos así, no te hacen falta adversarios. Menos mal que no son los únicos.
El precedente catalán
No es descabellado contraponer el ejemplo de lo que han hecho los nacionalismos injertados en la Iglesia, en España: parroquias desiertas, peligrosa falta de vocaciones y, como respuesta, un fenómeno como el de la web Germinans Germinabit, sobre el que no necesito extenderme. ¿De verdad quiere eso la Iglesia en Puerto Rico y su obispo metropolitano a la cabeza? No lo creo.
La visita ha concluido y ya solo cabe esperar los resultados de las investigaciones. A mi humilde parecer era necesaria, pero no estoy seguro de que todo esto no haya sido más que una audiencia a los descontentos con el arzobispo y poco más. Mons. González Nieves, creo, seguirá en su puesto, por lo que los berridos de los nacionalistas de izquierda (a los que ya nos tienen acostumbrados en todas partes) francamente sobran. Como siempre, buscan una iglesia heterodoxa, en la que si el obispo les ríe las gracias, tanto mejor, pero sino no cejarán hasta derribarle.
Creanme, puertorriqueños: Lo que ellos intentan con la Iglesia allá, nosotros ya lo hemos vivido. No hay más que darse un paseo por Barcelona para ver los resultados de esa labor. Que se rasguen las vestiduras si quieren, pero al césar lo que es del césar y a Dios lo que es de Dios.
+Pax et Bonum+
17 comentarios
Algo, algo, tendría que decirnos todo esto.
"En 1898, durante la guerra hispano-estadounidense, Puerto Rico fue invadido y se convirtió posteriormente en una posesión de los Estados Unidos."
No, puede que no lo fueran, pero sé perfectamente donde terminan estas historias de nacionalismo metido en la Iglesia. Un nacionalismo, por otra parte, que no une a todos los puertorriqueños. Lo cual no es malo, pero por favor, no mezclemos la política y la Iglesia porque el resultado es, siempre y en todo momento, nocivo para la Iglesia.
Estoy completamente de acuerdo con Tony de Nueva York: el nacionalismo puertorriqueño no tiene nada que ver con el nacionalismo vasco o catalán y, además, todos los nacionalismos no tienen por qué ser religiosamente devastadores; ahí está el ejemplo del católicísimo nacionalismo polaco. O del antiguo nacionalismo irlandés.
Creo que el nacionalismo polaco, incluso en su vertiente más social, como pudo ser el movimiento liderado por el ex presidente Lech Walesa, no se parece ni un ápice a lo que hay por allí.
http://www.lavozdigital.es/cadiz/v/20110316/cadiz/obispado-visto-bueno-para-20110316.html
No conozco el nacionalismo boricúa. Quizá esté muy orillado a la izquierda, no lo sé. Por los insultos y el enlace del blogger puede ser que sí. Pero me parece insuficiente. Seguramente habrá algo más. Seguramente habrá cuestiones más eclesiales para intervenir. Veremos.
Nota del B. Bueno, yo puedo decir que eran parte de España que nos quitó EEUU y que vuelva a ser nuestro. El caso, Fortis, es que para un nacionalista (puertorriqueño, catalán, vasco, checheno...) su terruño nunca ha sido parte del país del que se quiere separar. Y no hay argumento en el mundo que les convenza de lo contrario...
En realidad Puerto Rico es un portaaviones USA en medio del Caribe, España la tuvo que entregar como botín de guerra. En 1898 ya tenía una amplia autonomía y la independencia era inminente. Ell sueño americano de la que muchos dicen haber encontrado lo veo muy poco sostenible, pues cientos de miles de boricuas emigraron a EEUU, y pocos consiguieron ese sueño.
Nota del B. A todo esto, cuando un gobierno es manifiestamente anti cristiano, como nos ha ocurrido en España, la Iglesia también tiene el deber de denunciar en lo que cojea. De ahí los principios no negociables.
Asimismo condicionaron el actuar de La Misión Virgen del Pozo, que era quien conducía esta manifestación de Fé, la cual siempre ha sido encausada hacia Los Santísimos Sacramentos y a la Participación Activa en la Santa Misa.
El Mayor error que La Santa Iglesia Católica Apóstolica Y Romana puede hacer es:
Condicionar Las Verdaderas Manifestaciones de Fé de su Feligresía... En Fin; En El Pecado Llevan La Penitencia.
Todos los que nos han puesto en los libros de historia como los famosos hombres ILUSTRES (por no decir iluminados) todos esos fueron masones, ¿casualidad? No creo. Monseñor debería tener cuidado a qué o a quién promociona. Si un prócer fue masón es deber cristiano de todo católico de no tocar ni el nombre de ese individuo ni tomarlo como ejemplo, pues sus propósitos han sido claros siempre y todabía lo siguen siendo, y es estar en contra del catolicismo. Por cuanto sugiero a González que se busque otro personaje que realmente represente los valores cristianos en Puerto Rico y que deje de estar hablando de nacionalismo que lo único que logra con esto es auspiciar y poner en alto el nombre de la archi enemiga de la Iglesia Católica, la masonería.
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