A Fernando Arévalo, un periodista amigo

Me comunican la muerte de un viejo amigo periodista: don Fernando Arévalo Ruiviejo. Ha trabajado en Radio Nacional de España, en el diario Ideal, en su edición de Jaén, y ha colaborado en un montón de medios locales, regionales y nacionales.

Su especialidad ha sido siempre la prensa deportiva. Era un aficionado al deporte y, además, un practicante del mismo. Antes de llegar al mundo del fúbol pasó por la música moderna en la vieja emisora La Voz de Jaén, perteneciente a los sindicatos del régimen anterior. Despues se transformó en Radio Cadena Española, y luego fue a parar a ser Radio Nacional de España.

Fernando Arévalo ha sido director de la emisora local durante muchos años, hasta que se jubiló. Nos conocimos en cierta ocasión y comenzamos un trabajo común en favor de los medios locales y la presencia de la Iglesia en los mismos. Hombre de voz radiofónica, de serena palabra y de meditado consejo.

En los últimos años escribía sobre deporte, una columna en el diario Ideal. Pero cada lunes el lector buscaba con ahínco su columna sobre la política local y provincial. En esta parcela Fernando ha sido un escritor de fino estilo, de acerada palabra, de frases cortas, de descripción con un término del talante del político de turno y los lectores gozaban con sus columnas de opinión y comentarios políticos.

Ahora, descansa en paz. Mañana será enterrado. La provincia de Jaén ha perdido a un periodista de raza respetado por las derechas y las izquierdas, amigo de mucha gente, entre los que me cuento por razones pastorales y familiares.

Descansa en paz, amigo Fernando.

Tomás de la Torre Lendínez

4 comentarios

  
Luis Fernando
Que Dios le tenga en su gloria.
30/07/09 9:54 PM
  
el almendro
Mis recuerdos sobre este periodista simpar me llevan a mis 12 o 14 años de edad, cuando mi amigo Manolo Lendínez me aficionó a escuchar las noticias deportivas de Fernando Arévalo en La Voz de Jaén. Desde entonces, lo he leido y escuchado siempre que he tenido oportunidad.
D. Tomás ha dicho todo sobre él.
Desde este foro quiero expresar mi sentido pésame a su familia. Se nos va un gran comunicador. Descanse en paz.
31/07/09 10:52 AM
  
no obituado
No voy a estar de acuerdo con el blog de hoy pero no importa. Mis opiniones sobre la cuestión son muy minoritarias y ni yo les doy mucha importancia, casi no son opiniones. Ya se sabe que entre los cientos de docenas de tópicos que emplean los periodistas para enfrentarse a las noticias de cada día está el de decir que algo es minoritario para no concederle valor periodístico y pasar a otra cosa. Algunos periodistas lo han hecho con lo de la pitada futbolera al himno español, sólo era la expresión de una minoría. Y con eso lo despachan porque el fútbol es muy importante para el periodismo y es mejor no tocarlo por muy borde que se ponga. Pues lo mismo digo, que lo que digo es minoritario y no tiene valor periodístico. Lo que digo es que no al blog de hoy. Vamos a ver.

Hay algo raro en este agrupamiento:

- un viejo amigo periodista

serán cosas mías pero sin mirar demasiado esto no queda muy bien. Si tuviera que describirlo sin compromisos gramaticales diría que "amigo" pertenece a un grupo de colectivos que requieren una especificación y no admiten bien la adjetivación con otro sustantivo. Sería más adecuado:

- un viejo amigo y periodista
- un viejo amigo, el periodista X

Claro que si se trata de un uso local de alguna zona del español o bien de una formación corriente de algún dialecto culto como la redacción periodística, en ese caso me callo y lo gramatical quedaría resuelto por otras vías. De todos modos nótese la rareza en lo paradigmático:

- un viejo amigo fontanero
- un viejo amigo anestesista
- un viejo amigo musulmán
- un viejo compañero agricultor
- un viejo compañero taxista
- un viejo locutor ingeniero
- un viejo profesor bibliotecario
- un viejo árbitro pescador
- un viejo pescador informático
- un viejo luchador herrero

algunas suenan normales, otras suenan raras, no está claro. Es una pena que no dispongamos de un buen parser, un ingenio informático que decide la gramaticalidad de las frases a partir de sus elementos y su organización. No es corrector ortográfico sino algo más técnico que andan inventando los americanos y otros científicos. La palabra "parser" viene del latín pars orationis, las categorías gramaticales de la lingüística: verbo, adjetivo, sustantivo, etc. y lo que hace es un análisis sintáctico. Se emplea para vigilar y corregir la redacción de los programas informáticos y que no haya errores de escritura que se convertirían en errores en la ejecución de programas. Hay otros parsers que se aplican a frases de las lenguas corrientes pero no funcionan del todo. Es una lástima porque nos vendría bien para la cosa esta del viejo amigo periodista. Un parser analizaría la lista y nos diría lo que pasa en cada caso. Algo no cuadra en esto de que los periodistas sean viejos amigos, es algo que no se escribe bien, uno lo intenta y la expresión queda rara. Uno quiere ser amigo del periodista pero las palabras se resisten, ¿porqué será?. Se podría entender que las ganas de dar con una expresión afectiva la justifican pero no sé si el resultado es bueno. Por si fuese poco la inversión en español es significativa, si decimos: "un viejo periodista amigo" es gramatical pero la fastidiamos porque la amistad le quita lo periodista, en la profesión es despectivo decir "periodistas amigos", "prensa amiga". Sólo los socialistas tienen periodistas amigos sin que suene raro, es lo normal y todos lo reconocemos como normal. Hay que decir "periodista y amigo". Los periodistas son tipos muy celosos de su amistad, no quieren comprometer su pluma por nada de mundo. No es que no tengan amigos, es que no es fácil que te admitan en su amistad a menos que busquen unas declaraciones y la profesión se ponga por delante de lo personal. En ese sentido tienen amigos como los camareros los tienen, porque el trato con la gente les hace falta para su oficio, pero ningún amigo puede pedirle que rompa su voto de periodista para hacerle un favor (excepto los amigos socialistas). Lo cierto es que los periodistas hacen muchos favores y luego se los cobran, los hacen para dar acceso a algo que pide entrar en el periodismo y se lo cobran reclamando que nada se sale del periodismo una vez que ha entrado. Quien acepta el periodismo, vive con él para siempre. En fin, yo no tengo estos problemas porque no tengo amigos periodistas y ahora no los quiero porque no sabría cómo nombrarles y lo primero es lo primero.

Lo que plantea el blog de hoy es algo en lo que viene trabajando el gran Pedro J. (J de "journalist") desde que lo parieron en una sala de prensa. Su obsesión en la vida es la dignificación intelectual del periodismo a la que seguiría la de su propia persona como director de un periodismo que, para él, es estupendo. El gran Pedro J. ha ido usando diversas argumentaciones a lo largo de su vida, todas complicadas. Cuando le falla todo echa mano de la media. Es algo que aplica a numerosas situaciones: puede haber excesos, puede haber equivocaciones, puede haber injusticias pero si vemos la media el resultado no es malo y las cosas se compensan una con otras. Es el argumento de la media que requiere mantenerse en una continua perspectiva amplia. No es raro que un periodista o gran periodista eche mano de esta gaita y media y le sirve para cualquier asunto, incluído el periodismo, o el funcionamiento de una sociedad democrática, nada menos. En conjunto el periodismo se salva por la media, aunque el gran Pedro J. tiene otros argumentos más específicos que Federico Jiménez Losantos rechazaba cuando ambos disputaban de verdad en Antena 3 y "La Linterna" antes de que hiciesen las paces. En este blog se habla de la parte del periodismo que compensa la otra. Todo eso de las frases cortas, la acerada palabra, el meditado consejo, el lector ahíncado cada lunes, eso es lo que la media salva y eso es en lo que no estoy de acuerdo. Si atendemos a lo bueno, lo malo no destaca tanto y la media triunfa.

Por fin los periodistas ha conseguido convencernos de que ese mundo de comentarios rutinarios de Fútbol y Política es un mundo real que podemos entender y seguir como si fuese normal. Yo lo considero una aberración y un aburrimiento pero no lo voy a discutir directamente porque no pasaría los criterios del moderador. Acerca de la cortedad de las frases periodísticas recomiendo leerse el artículo de Julio Camba "Cómo escribo los artículos", allí se ve que el periodismo consigue algo muy corto y se queda en una simple palabra que no digo porque suena mal. Por otro lado la cortedad del periodista como valor de estilo es algo hipócrita porque es un sumatorio de cortedades. Es como el agua en las cuevas, cada gota es minúscula pero, aún así, dentro arrastra algo de tierra y esa gota mueve con el tiempo quilos de tierra de arriba a abajo y al revés, cuando menos te lo esperas las gotitas tan cortitas te han creado unas enormes columnas llamadas estalactitas y estalacmitas. No importa el ideal de corta frase que tenga cada periodista, entre todos acumulan y arrastran toneladas de palabrería con su sintaxis incluída y el resultado no es corto sino gigantesco y odioso. Y lo hacen cada día. Por si fuese poco los periodistas han alcanzado la categoría de maestros sociológicos. Sus temas se han ampliado mucho más de lo que éllos pensaron, lo de Fútbol y Política se ha quedado en un aperitivo. Es lo que pasa en Internet, donde casi todo el mundo escribe con estilo de periodista pero sobre millones de temas de los que el periodismo nunca podría informar con tanta densidad, extensión y detalle. En Internet, las columnas de gotas y tierra arrastrada por el periodismo son una nimiedad, Internet es la demostración de que mucha gente ha creído y aceptado la realidad del mundo de información creado y manejado por el periodismo y ahora lo hacen mejor que los periodistas cada cual en su medida. En Internet no son los periodistas quienes forjan a oscuras las columnas de la cueva sino que se hacen solas a base del tráfico de millones de gotas de información independiente. Este periodista del que se habla hoy en el blog es una antigualla comparado con lo que viene gracias a la explosión de periodismo que hay depositado en las inagotables rotativas de la informática. Frente a la numerosidad de Internet el periodismo corriente se hace cada vez más pequeño y uniforme. Además es un periodista local, la prensa local es un tipo de prensa fosilizada. "Todos periodistas", proclamó el académico y periodista Janli Cebrián con la ilusión de que, en esa situación, "El País" sería el capitán de los periodistas todos nosotros pero la cosa va más allá de las medidas de Janli. Quizás todo el periodismo corriente termine siendo "prensa local" pero asusta pensar que ese mundo de colosalismo informativo tiene al periodismo como cemento. Otro detalle marginal contra las frases cortas es que el periodismo es simbiótico, exige que vengamos los lectores y hagamos una selección "natural" del periodismo y así salvamos lo que vale y rechazamos lo otro. El gran Pedro J. suele hablar del "juicio de los lectores". Pero lo cierto es que los lectores no leemos nada, creemos en ese mundo del periodista, pretendemos habitarlo y dejamos de leer las palabras que tenemos delante de los ojos. No está claro si el lector está en situación de colaboración o de apresamiento en la telaraña de millones de frases cortas con respecto al periodismo. Hay diversidad de opiniones. Tal vez el lector corta las frases antes de leerlas por puro instinto de supervivencia y sólo hay frases nulas. Yo sostengo que "leer periodismo" es el oxímoron insuperable. No hay filología del periodismo.

Y termino con una discusión formal, lo que hay en este blog es un obituario. Un género periodístico. Es curioso porque éste es el blog de un sacerdote y aparte del convencional "descanse en paz" no se nota nada religioso en esta hora de la muerte. Tal vez es el obituario que le hubiera gustado a un periodista. Esto me recuerda a Arcadi Espada, un periodista, profesor de periodistas y ateo famoso, además es el futuro inventor del neuroperiodismo pero todavía no lo sabe. Este periodista practica una sentimentalidad seca, libre de grumos de compasión y otros afectos. Es uno de estos estrictos guardianes de la verdad y del no engaño. Una cosa tremenda aplicada al periodismo. Un verdadero periodista. En el debate sobre el periodista lo podríamos situar rápidamente entre Losantos (no al periodismo a sus horas) y el gran Pedro J (salvación completa del periodismo en el último balance). Arcadi Espada es consciente de los fallos del periodismo y de vez en cuando los denuncia como parte de su oficio; es el típico periodista sin amigos que comprometan su periodismo, de hecho ha perdido amigos periodistas por meterse con éllos en nombre de ciertas moralidades o moralinas propias de aquellos que han sido paridos en el socialismo. Los amigos de Arcadi Espada tienen que ser unos cruzados de la verdad como él, sean periodistas u otra cosa. El caso es que Arcadi Espada es un fan del obituario y escribe uno en cuanto alguien le da la ocasión. La noticia de la muerte tiene mucha prensa y es difícil que un periodista haga sus trucos con algo así. Arcadi Espada se emociona un poco con la seguridad del tema cuando se trata de remachar a alguien con el obituario como si de verdad se hubiese muerto y las palabras fuesen ciertas. Es como si hubiese una rara amistad objetiva mediante la muerte y una extraña alegría del que cumple algo definitivo: morirse y escribir, cada cual su parte. En estos casos, yo echo mano de algo que contó Pérez Reverte, el periodista, novelista y escudero bruto de la RAE. Según Pérez Reverte unos periodistas no tenían muertos suficientes para hacer un reportaje sobre la guerra en Yugoslavia y pagaron a unos por desenterrar a los muertos de los cementerios, vestirlos con uniformes y hacerlos pasar por víctimas de la guerra. Es estupendo, no dejes que la muerte te estropee una noticia. ¿Quiénes son los muertos que aparecen en el periodismo?, ¿no serán unos muertos de pega?. No, son periodistas. Es el destino de los periodistas muertos, sus cuerpos son llevados a las guerras y las catástrofes, sus compañeros sobre el terreno retiran los verdaderos muertos y allí los muertos periodistas son retransmitidos por los telediarios. Es su última voluntad, estar al pie de la noticia. Algún día veremos al gran Pedro J. y al resto de sus viejos amigos periodistas como muertos de alguna guerra o incendio y ¿serán falsos muertos?, ¿habrá un obituario falso?. Será la verdad del periodismo y no hay otro obituario para éllos. Lo malo es que era el obituario de otros y éllos se lo han quedado. La gente, viva o muerta, es la noticia pero la realidad es el periodismo.
31/07/09 4:07 PM
  
jose cruz
en mis tienpos mozos fue algo fuera delo comun .en radio cadena ,,con ua radio de aquellos tienpos escuchaba en la huerta de mis padres ,,la casa el negro de baeza ,era mi mayor entretenimiento.
cuanto lo echaremos de menos ,,descanse en paz,
su voz inconfundibley esa forma de locucion que en los tienpos de antaño era poco usual .un recuerdo mui especial de un ollente.,,,,hasta sienpre
01/03/11 9:24 PM

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