Monjas en los tribunales: Sor María y las de Iesu Communio
Con razón San Pedro en una de sus cartas nos dice que el demonio, como león rugiente, no descansa dando vueltas alrededor de su presa buscando el momento de devorarla.
Hemos pasado el caso del obispo Reig Plá. Ahora le toca a una monja, Hija de la Caridad, llamada Sor María, de 87 años, que, presuntamente, está involucrada en un caso de la desaparición de una niña de la maternidad donde trabajaba por el año 1982.
Con esta situación se pretende ennegrecer la vida, en su recta final, de una mujer que afirma en una carta que ella solamente ha estado trabajando con los más pobres y humildes de la sociedad, como han hecho siempre las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl. Como puedo demostrar por haber sido capellán de una casa de dolor donde ellas eran enfermeras.
Otras que no pueden vivir tranquilas son las monjas de Iesu Communio, en su monasterio de La Aguilera, donde el partido socialista no les deja agrandarlo, ante el inmenso número de vocaciones que tienen estas religiosas, entregadas al trabajo de dulces y a la oración ante el Señor.
El caso es entorpecer la vida religiosa femenina. La cuestión es parar la vida de la Iglesia y de sus hijos como sea. El fin es desprestigiar a las monjas y en el río revuelto sembrar más odio de la sociedad hacia las personas consagradas.
Los cristianos llevamos la persecución dentro de nuestra sangre cristiana. Cuando se derrama esta sangre surgen semillas de nuevos hermanos. Ahora la persecución no es cruenta, gracias a Dios, pero tiene una sibilina mala idea que hace muchísimo daño a los institutos de vida religiosa femenina, como son esos dos casos.
Las Hijas de la Caridad atienden en varias localidades españolas, como Madrid o Málaga, varios comedores sociales, donde entran todos los que no tienen nada, no se les pide nada a cambio, van aumentando diariamente, están acudiendo familias enteras donde los padres no tienen trabajo desde hace años. Este servicio lo hacen las Hijas de la Caridad sabiendo que su pago será en el Reino de los cielos, porque aunque solamente se dé un vaso de agua a un necesitado no quedará sin recompensa.
El instituto religioso de Iesu Communio, criticado desde sus comienzos por la izquierda eclesial liderada por el llanero solitario, está dando un ejemplazo de primera marca a toda la Iglesia en España. No hacen daño a nadie, todo lo contrario, rezan por los que estamos en nuestras obligaciones diarias, y nos ofrecen sus dulces productos de repostería a través de la misma Red, fruto de su trabajo.
Van a ampliar el monasterio de La Aguilera; el partido socialista detiene el proyecto; los ecologistas graznan contra el equilibrio ecológico; y todo el asunto se detiene hasta ver que dice el juzgado correspondiente.
¿Cuántos chalet, casoplones, palacetes y similares levantan los políticos socialistas y populares para sus familias y allegados al pesebre, sin los requisitos urbanísticos correspondientes?.
¿Por qué motivos a las monjas de La Aguilera no se les permite construir y se les lleva a un juzgado, si no han cometido ningún delito?.
El asunto de Sor María está aquí.
El caso de las monjas de Iesu Communio aparece aquí.
Tomás de la Torre Lendínez
NOTA:
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12 comentarios
En el caso de sor María, si hay indicios de algo irregular, habrá que investigar. Y por supuesto, mantener la presunción de inocencia.
En el caso de la ampliación del convento, desconozco la normativa urbanística o lo que se alega para poder construir. Lo que no me parece razonable es utilizar el argumento de las irregularidades de los políticos. Si algo es ilegal, lo debe ser para todos.
La oración hace milagros y mueve montañas y la verdad se impone siempre.
Un cosa es una investigación de la justicia que lle leva, tras una instrucción, habiendo pruebas y demás, a sentar a esta INOCENTE HASTA QUE SE DEMUESTRE LO CONTRARIO, pero que es la justicia y no el caciquismo de un partido.
Otra cosa es el CACIQUISMO de un partido que no permite la ampliación de un convento. Esto si que es condenable. Creo que debemos separarlo.
En fin espero que a Sor María la vaya bien. Dios lo quiera.
alegria para nosotros los creyentes,y es una pena que los politicos no sepan apoyar.Por eso tenemos que unirnos a las oraciones de las hermanas.
¡DIOS ES AMOR Y MISERICODIOSO CON SU AYUDA
TODO SE CONSIGUE.
Una cosa es ser monja y otra es creerse Dios -que es uno de los peores pecados- (que es el que decide a quién le da los hijos, aunque sean adúlteros; y a quién no, aunque sean familias honorables). Proteger estos delitos, esos sí perjudica a la Iglesia, porque el demonio actúa a través de estos miembros de la Iglesia no de quienes la critican y la llevan a la justicia. El resto de monjas de la caridad serán ejemplares y dignas de admirar, pero mucho me temo que ésta no lo es (y sino esperemos a lo que diga la justicia terrenal, que la divina ya se la hará Dios)
De las de Iessu Comunio tendrán que cumplir las normas urbanísticas como todo hijo de vecino. Que hay chalets que no la cumplen, pues que pongan denuncia contra los chalets (el delito de los demás, no exime el mío); y ya lo dijo Jesús: "a Dios lo que es de Dios, y al césar, lo que es del césar" ... Y si el césar dice que en esa zona no se puede urbanizar, pues tal cual...e igual Dios se sirve de eso, para que compren o busquen otro monasterio (que no hay ningún sacrilegio en que unas estén en Lerma, otras en la Aguilera, y las siguientes donde Dios disponga).
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