La coherencia informativa según Juan Pablo II

Encuentro, paseando por los portales de información religiosa, que el bazar de los sueños rotos ha enviado a un escribano a cubrir los acontecimientos romanos de este fin de semana, y el pobre se encuentra con los sentimientos encontrados, tal como vive todos los días. Es la esquizofrenia de los escribidores que tienen su personalidad partida por la mitad. No son felices como escribientes, ni como cristianos, ni como nada, porque “su modelo de iglesia” está secuestrado por los amigos de Juan Pablo II.

Mientras se aclaran estos escribas, la Iglesia de Cristo y de Benedicto XVI, felizmente reinante, ha publicado un libro donde se recogen todos los mensajes del Papa Wojtyla en las 27 jornadas mundiales de las comunicaciones sociales en que él dirigió la barca petrina. Es una herramienta de síntesis y también de servicio pastoral para los que deseamos mantener el pensamiento de Juan Pablo II sobre el uso de los medios de comunicación social en la Iglesia de hoy y mañana.

La noticia publicada se puede encontrar pulsando aquí.

El presidente del Consejo Pontificio de las Comunicaciones Sociales es consciente que la responsabilidad de la Iglesia sobre los medios de comunicación social nació con fuerza en el decreto del Concilio Vaticano II sobre la importancia pastoral de estos nuevos púlpitos para la evangelización del mundo presente.

En el momento de la presentación del libro se ha afirmado la importancia de las personas que están en un medio de información, quienes deben actuar con responsabilidad profesional y moral, reconociendo que su información y su opinión deben servir para evangelizar, en vez de invitar a la apostasía.

Y aquí es donde deseo ser claro: Nadie da lo que no tiene. Si existe la esquizofrenia que he citado antes, nunca se podrá ayudar a construir la unidad eclesial, sino a sembrar sentimientos encontramos en los lectores enviándolos a la duda, a la hipocresía, al mal humor y al resentimiento, cuando se presenta una idea de la iglesia absolutamente envuelta en una ideología que cesó de funcionar en el final del otoño de 1989.

Todos estos amargados y tristes tienen poco que comunicar, salvo la miseria de sus propias frustraciones personales y profesionales. Estos personajes de cartón de piedra están fuera de la escena verdadera. Ocupan un lugar desde el que desvirtúan todo lo que ven y escriben. Los resultados para ellos y sus adictos son mantener la esquizofrenia mental que los debe llevar, cuanto antes a una casa de reposo mental.

La última vez que Juan Pablo II salió a la ventana del apartamento pontificio no pudo articular una palabra. Con su silencio nos enseñó la cercanía de su muerte, tras la cual la Iglesia, mañana, lo elevará a los altares, consciente de que un hombre de Dios, que declaró santos a mucha gente durante tres lustros, se ha ganado, por méritos propios y con la ayuda de la gracia del Señor, ser contado entre los elegidos en la Casa del Padre.

Tomás de la Torre Lendínez

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Vean el siguiente vídeo, por favor:

Los santos de Juan Pablo II

Blog del padre Tomás

http://fotolog.miarroba.es/marianojv/

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1 comentario

  
exmilitante
Hace poco salió en este blog el asunto de la apostasía. Iba porque se rechazaba alterar los libros parroquiales, las actas hechas a mano, para satisfacer a los apóstatas que no querían dejar sus nombres inscritos.

Mencioné entonces que el periodista y profesor de periodistas Arcadi Espada defendía la independencia profesional del periodismo. Los periodistas tienen unas normas y su obra es independiente de lo que desee el resto de la gente, éllos tienen derecho a tomar cualquier asunto y hacer el periodismo según sus normas y no podemos quejarnos ni hacer apostasía del periodismo reclamando nuestros nombres. Arcadi Espada se lamentaba en su libro que ese mundo del periodismo estaba en crisis. Arcadi Espada viene de Prisa y se le nota su voluntad de pontificado pero el periodismo es más global que las visiones globales de sí mismo. Es como el Universo, aunque suene absurdo, su extensión tiene que estar más allá de sus límites, es una limitación progresiva.

Los pontificados más completos del periodismo global los ha hecho, en España, el periodismo prisaico. Allí también se podía leer que los periodistas debían esto y aquello, que el periodismo era una cosa importantísima. Prisa era un púlpito de periodismo. Luego estaban los de fuera de Prisa, unos asquerosos, malos y falsos periodistas y toda clase de cosas horribles, frustrados, fuera de la verdad, desvirtuadores, locos, resentidos. Luego resultó que los marcados como "fuera de Prisa", en el fondo, reverenciaban la obra prisaica como la mayor obra del periodismo español y de verdad había muy pocos antiprisaicos, a estas horas es difícil que quede uno solo.

Prisa demostraba la importancia del periodismo para cohesionar el mundo presente y negar a los que no quieren dejarse atrapar. Desgraciadamente la oposición a Prisa la hicieron periodistas que se quedaban fuera de juego y nadie más y el periodismo reconstruye sus púlpitos de unidad periodística. Los escribanos y escribientes que se describen aquí como contrarios a un sano periodismo eclesial, también son periodistas y algunos tienen certificado prisaico. La Cope ha contratado a varias docenas de periodistas de la Ser porque lo de ser prisaico es una señal de éxito en el periodismo; supongo que la Cope se preocupa por la "importancia pastoral" de su estrategia mediática. El periodismo se traga a los que pretenden dominarlo y es que sus argumentos o razonamientos no valen nada, lo que cuenta es que engorden y sirvan al periodismo. En el periodismo no hay más que periodismo y, por diversos motivos, es importante para nosotros, los hombres actuales, que nuestros hechos queden en forma de periodismo. Que uno salga mucho en el periodismo parece como que demuestra algo sobre lo que hace uno, es una manía colectiva. Vale, pero eso no le da derecho a asegurar que el periodismo es uno y todo lo que no es uno mismo no es periodismo. Es lo que hacía Prisa.

Por cierto, Arcadi Espada, como todos los pontificadores, tiene una "idea del mundo" y cree que el periodismo debe, repito, debe ser consistente con esa idea. En su caso es atea-científica-lo que sea, el conjunto de ideas a los que Arcadi Espada se agarra, idealmente, para salvar el disparate del periodismo práctico. Para él y para otros integristas de Prisa, el periodismo debería ser laico y no informar de nada que tenga que ver con lo religioso, ni siquiera debería dar espacio a los "teólogos" con otra visión del catolicismo; tampoco se debería permitir lo que él llama "literario" y más cosas que, obviamente, están en el periodismo hace mucho tiempo. Arcadi Espada busca los límites para poner fuera cosas que el periodismo integra de forma normal porque de eso va y de eso vive. Lo malo es que el periodismo es consistente con la información que se hace periodismo y esa es toda la idea que necesita de sí mismo, lo que va tragando. Vale, pero encima no hay que poner buena cara cuando te devora y alabar sus deberes e ideales éticos y dar las gracias por su misión.

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NOTA.- Yo creo que el socialismo clásico dejó de funcionar a comienzos de los años sesenta del siglo XX. Entonces fue derrotado históricamente por nuestro tipo de sociedad progresada, desarrollista y marcada por la economía keynesiana que armoniza la expansión conjunta hasta lo inimaginable del Dinero y del Estado. El keynesianismo entendió el valor de las ideas socialistas sobre el poder político y las unió a las ideas económicas, el keynesianismo económico dice a los políticos (norteamericanos o chinos o José María Aznar o su sucesor a título de ganador Mariano Rajoy) justamente aquello que quieren oír. El socialismo glamuroso surgido en las sociedades occidentales, es compatible con este mundo triunfante nuestro en lo que tiene de sociológico y cultural. El hecho de que el socialismo clásico tardara dos décadas y media en derrumbar sus muros sólo es una cuestión de aguante pero su derrota histórica es anterior. En España el franquismo se supo derrotado a mitad del régimen y el franquismo (y la Iglesia) tuvo la capacidad y el ingenio de hacerse el primero de los antifranquistas y eso le dió veinte añitos más de duración y la gestión de su desaparación.

La cuestión es si la ideología X dejó de funcionar en el otoño de 1989, ¿qué ideas funcionan en la primavera de 2011?. ¿Aceptaría la Iglesia Católica que debe regirse por las ideas que funcionan a día de hoy o sigue con ideas que dejaron de funcionar hace tiempo?. Es un problema de actualización muy antiguo en el catolicismo, cómo estar al día. Y va saliendo adelante. Es un arte católico que siempre sorprende.
01/05/11 8:19 AM

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