José María Javierre: descanse en paz

Ha muerto don José María Javierre, sacerdote, periodista, escritor, amigo de intelectuales, de obispos, arzobispos, cardenales y Papas. Era de origen oscense, pero en Sevilla se asentó hasta el día de su muerte.

La figura de Javierre debe ser presentada en la fecha de hoy desde el punto más sano para los demás sacerdotes andaluces que le hemos conocido, tratado, escuchado y leido.

Para que el firma estas líneas me ha parecido siempre una persona con una gran cultura, con un don peculiar de comunicar a través de anécdotas y con una permanente dosis de humor aragonés mezclado con el salero andaluz más fino de la literatura festiva de esta tierra.

Cuando ha dejado este mundo es necesario ver cómo ha servido de maestro de otros sacerdotes y periodistas en la mayoría de las diócesis andaluzas. Y lo he dicho bien: sacerdotes y periodistas. Porque el que firma estas líneas es primero sacerdote y por afición periodista, buscando el gran bien pastoral y espiritual que los medios de comunicación social pueden favorecer a la misión evangelizadora de la Iglesia.

En Javierre se puede encontrar diversos aspectos de su vida, que a otros puedan interesar. A mí siempre me ha llamado su entrega al servicio de la pastoral de los medios de comunicación. A otros les puede interesar otros aspectos de Javierre. Yo se los dejo a los que quieran.

Nadie, sacerdote y periodista, en el sentido que citado antes, me puede negar el olfato periodístico de don José María Javierre. Lo tuvo en los años del Concilio Vaticano II y lo supo actualizar siempre, incluso en el régimen socialista andaluz de ahora. Aquí es donde he discrepado de Javierre y se lo he dicho en el trato personal y directo. Lo escuchaba, se sonreía socarronamente, y me daba una palmada en la espalda y me decía: !Así es¡. Y, con su inteligencia aragonesa, echaba el capote a otro lado de la conversación.

Descanse en paz, don José María Javierre. La historia, maestra y notaria de la vida, le hará justicia en el futuro, ahora le dedico estas líneas de hondo sentimiento por su muerte, a quien esperaba desde hacía años.

Otros, y ellos saben a quienes me refiero, no habrán sentido tanto su salida de este mundo. Yo sí y lo digo y lo escribo y lo firmo.

Tomás de la Torre Lendínez

1 comentario

  
no periodista
Yo no soy periodista. Así dicho parece que quedo tan pancho con la simple negación pero ya me gustaría a mí. En nuestro mundo no hay nada simple. ¿Y si lo soy y no lo sé?, ¿y si lo somos todos?. Janli Cebrián, ex-falangista, ex-director de "El País" y académico de la cosa periodística, dijo hace pocos años: "aquí todos periodistas" y la intención que llevaba era dar remate al silogismo de que si todos periodistas y PRISA, líder del periodismo, PRISA, líder de todos, en cuanto periodistas. El silogismo del académico Janli es renqueante y repugnante pero tiene algo de cierto. La cosa más simple del mundo es hacerse periodista pasivo, la mayor parte de los periodistas, que somos, somos periodistas pasivos y no podemos dejar de serlo. El periodismo tiene el objetivo de pasivizarnos a su servicio, algo de eso está en el silogismo de Janli. El periodismo ha conseguido convencernos e integrarnos en su mundo de información que, por otro lado, en Internet, se ha hecho más complejo y funcional de lo que cualquier periodista pudo imaginar. Ahora lo bueno del periodismo se guarda para ser periodista en la red. Así un pope del periodismo, Arcadi Espada, imagina un periodismo estrictamente electrónico integrando no sé cuántas cosas, todas muy cerebrales y cientifoides. Claro está que el intermediario entre ese nuevo futuro mundo de periodismo y los "lectores", es un periodista que investiga e informa según el canon clásico, pero sabe algo de informática y eso le salva. La moda es ser periodista en la Red, eso es "bueno" a futuro. A mí estas cosas me da igual pero es cierto que hay una discusión entre periodistas de vieja escuela sobre cómo interpretar lo de Internet. Losantos, por ejemplo, está a favor; otros están en contra y no paran de hablar de "los peligros de Internet", éstos son unos caraduras. Mi problema es que yo no soy periodista, repito, y no creo que la maravillosa electrónica manipulabits me haga periodista.

A veces, en discusiones en foros o en conversaciones he preguntado porqué alguien defiende el periodismo. La respuesta es desconcertante, todo el mundo tiene alguna idea y numerosas pruebas de los males y mentiras del periodismo pero al cabo de un rato, se les pasa, y consideran que el periodismo es inevitable. Es una conducta a considerar. Sobre todo entre la gente de izquierda que tienen a la vez "conciencia crítica" y la hegemonía en el periodismo. Hay un caso ejemplar: el gran Pedro J (J de "journalist"), cuya obsesión en la vida es la causa del periodismo y convencernos de su enorme valor intelectual; incluso él, un poquito, admite algunos problemas del periodismo, pero los tiene superados. Aquellos que están más metidos en la informática viven obsesionados, sin darse cuenta, en hacer periodismo de los hechos informáticos, autoevidentes en cualquier ordenador; desprecian al periodismo general pero lo reproducen y eso de "reproducir" o, como dicen: "replicar", es muy importante para éllos. Estos informáticos se caracterizan muy bien desde el punto de vista sintáctico y semántico porque necesitan transformar o crear toneladas de palabras dentro de una prosa técnica, tienen una gran necesidad de metáforas y neologismos apresurados; es algo que suele suceder a los elegidos por el momento histórico de cada época. En cambio lo fonético les importa poco porque lo suyo y lo informático es la escritura y que si un ordenador habla, algún día, lo hará con un número finito e inalterable de sonidos, la semántica y la sintaxis las dan por infinitos potenciales.

El periodismo tiene una pretensión de continuidad y discontinuidad, de ser el todo y la parte a sus horas. Voy a dejar las afirmaciones genéricas sobre el periodismo o los desastres políticos que alienta y me pongo con algo parcial. Estos días tengo un poco de tiempo pero ya no escribo más. A cambio copio unos recortes de hace uno o dos años relacionados con alguna discusión en un blog u otro lugar, no recuerdo bien si participé o no. Creo que sí. Dependo de la memoria propia (no lo registro todo en el ordenador "personal" como harán los seres del futuro) y no recuerdo al completo qué se discutía entonces. Se menciona la página "Malaprensa" que se dedica a buscar errores matemáticos en el periodismo de los grandes periódicos y los publica. Este blog es de inspiración norteamericana en lo que hace, y el bloguero es un profesor de Sociología y está en la cosa de defender el honor de la Ciencia. En esa cuestión yo soy un advenedizo, no me interesa nada del honor o verdad de la Ciencia y menos liada con el impúdico periodismo. Una consecuencia de la aceleración de la información Internet es que muchos científicos han hallado la hora para ajustar cuentas (literalmente) con lo que llaman "science-journalism", la divulgación científica desviada de los datos puros y entregada a otros objetivos. Dada la parte que envío parecería que yo estoy con los de la Ciencia pero, de momento, sólo me interesa la parte del periodismo. Si el periodismo fuese un pronombre sería recíproco y quien lo toca, queda tocado por él. De aquí viene la mención al blog norteamericano "Language Log" que, en parte, se dedica a luchar y denunciar (verbos/actos socialistas) contra el "science-journalism". A pesar de estas explicaciones el contexto no se entenderá bien, no importa, es el periodismo es el que enreda sin remedio lo continuo y lo discontinuo ordenado por sus profesionales y a nadie le importa el evidente desorden que es un orden bien aceptado.

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El blog "Language Log" tiene unas cuantas entradas sobre lo que pasa entre periodismo y ciencia, lo llaman "science journalism" con especial atención a las meteduras de pata de la BBC y viene a ser cómo lo de la Aritmética y hay muchas páginas sobre lo mismo: los errores del periodismo. Suelen ser exageraciones o interpretaciones pobres de teorías, a veces delirantes o medio probadas; otras veces son pura propaganda de falsedades que eran llamativas hace cuarenta años y aún siguen creando versiones "extendidas" que llaman la atención de los periodistas. Yo no estoy muy de acuerdo, creo que el periodismo paga con creces los posibles errores que se le escapen, creo que sirve a unos intereses generales más altos y hace lo mejor que puede hacer, lo malo es que le fallan ciertos aspectos externos que le dejan al descubierto y es el primero que debe ir a tapar el hueco. Por otro lado es interesante ver que el "Language Log" mide el "science journalism" en relación al significado puro de la Ciencia y no suele insistir sobre los errores gramaticales del periodismo a no ser dentro del tema genérico del "Language Log" de que tal situación -periodística o no- se ajusta a algún esquema del conocimiento gramatical sobre hechos en los que interviene el lenguaje, es una proyección científica.
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Según Malaprensa el problema se arreglaría "de forma significativa" si los periodistas empleasen la calculadora de vez en cuando, ¿es eso cierto?, ¿sería suficiente aprender a sumar para salvar al periodismo?.
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Por los datos que se conocen es hora de decir claramente que el periodismo es incompatible con la Aritmética, hay blogs en Internet (véase Malaprensa) que se dedican a corregir las malas cuentas que aparecen en el periodismo y tienen trabajo todos los días, el problema está en la Aritmética más simple y en la mala interpretación de conceptos estadísticos. Esto significa que si queremos colarle algo al periodista hay que cegarle con datos pues hay posibilidades de que no compruebe nada ya que no sabe o no quiere contar los números. O tal vez sabe demasiado y se hace el tonto y se inventa unos números que le permitan alargar alguna mentirijilla gracias al prestigio social de la numerología. En este asunto no me cuadran las cuentas. La única excepción al gesto chulesco del periodista que hay en el periodismo es la entrevista con el científico, es el único caso en que el periodista se arrodilla, se calla, abre la boca y espera que le salpique algo de la verdad. Tal como queda lo que el periodista pueda equivocarse con las cuentas lo remedia con la tapicería fotográfica plagada de galaxias, bacterias, fósiles y cerebros, de vez en cuando publican la foto-carnet del Universo; la relación numérica también hay que trazarla a partir de los propios números que nacen del del periodismo. Por ejemplo, ¿es posible que haya pasado tantas cosas para como para poder llenar tantas páginas de un suplemento literario?, a lo mejor no ha pasado nada o ha pasado muchísimo pero todo cabe lo mismo.
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También podemos contar los muertos -es una de las pocas cosas quietas del periodismo- del telediario y compararlos con los de las películas y ver la proporción. La necroaritmética es una noticia segura del periodismo, los muertos son cifras ciertas. También están los números que son noticias, por ejemplo cuando sale algún biólogo abortista neomalthusiano calculando lo que se gana medioambientalmente con cada aborto puesto en cifras precisas de recursos disponibles energéticos, naturales, económicos, etc, como si el aborto incluyese la satisfacción de dominar el futuro, ¿qué clase de cifras son esas?, son cifras para triunfar el periodismo, son cifras "significativas" según dicen los periodistas lo cual no tiene sentido matemático. Los periodistas han inventado las "cifras astronómicas" y las "cifras significativas", ¿o fueron los científicos?. En fin que estos ejemplos nos dan la idea que los números del periodismo son más complejos de lo que la simple Aritmética puede calcular.
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Hay mucha gente afectada por las campañas de aterrorizamiento estadístico (para hacerse con las subvenciones) extendidas por la ignorancia periodística y la necesidad de información. Si los periodistas no conocen la aritmética elemental y suponen que sus lectores tampoco; si son incapaces de revisar los números y para burlarles y rendirles basta con enviarles unas matemáticas pomposas y estúpidas que publican a ciegas, ¿porqué vamos a suponer que revisan las palabras que emplean?. Una edición revisada del periodismo lo dejaría ilegible. Desgraciadamente la filología del periodismo es imposible.
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Malaprensa descubre el cero periodismo y algo más

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http://personales.ya.com/josumezo/malaprensa/
"lo que a estas horas parece una primicia que ningún medio español ha destacado: uno de los premios Ig Nobel es para un equipo español (a las 18:53 del viernes este enlace no produce ningún resultado)."

"dicen: "La lista de los principales ganadores de los Premios Ignobel, es la siguiente" y a continuación listan siete de las nueve categorías. Sólo faltan dos"
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Para empezar diré que la página de Malaprensa es estupenda y que también se pasa de estupenda. Veamos: enlaces que producen resultados, primicias a estas horas, claro, he aquí uno de los problemas del periodismo que Internet saca a la luz descubriendo los decimales, hay muchas cosas que "a estas horas" son primicia y no hay periódico que las destaque, ni las ha destacado nunca, con Internet se ve el vacío que hay dentro del periodismo. Así que, dado Internet, el periodismo es igual a cero a estas horas, incluso con asuntos como este del Ig Nobel que están ideados específicamente para salir en el periodismo. Malaprensa no descubre esta vez que hay un error numérico en el periodismo, Malaprensa descubre que durante un tiempo ni siquiera hay números, ni siquiera sabe contar ni bien ni mal aunque el asunto ya está contado, ya ha ocurrido pero no de cualquier manera. De nuevo Malaprensa pilla al periodismo mientras cuenta los premios de la noticia, Malaprensa lo pilla cuando va por siete pero sabemos que son nueve, lo sabemos antes que los periódicos lo cuenten, gracias a Internet contamos más rápido que los periodistas, cosas de los gigahercios. Durante unos momentos todos hemos vivido en una tensión dramática insoportable, la gran pregunta de Malaprensa es si los peridodistas saben sumar, si publican las cifras como les da la gana, si siguen algún algoritmo para equivocarse sin posibilidad de error, pero nadie imaginaba que es un problema de retraso, les cuesta contar, simplemente sus cuentas son cortas, si tuvieran más tiempo podrían contarlo todo pero hay que publicar y sacan lo que tienen, no dejes que unas cifras te estropeen una noticia. Finalmente el periodismo llega a nueve premios contando con los dedos cuando nosotros ya estamos en otra cosa. Una consecuencia es que el periodismo queda a merced de quienes lo cuentan y ahora con la informática es posible, lo cual -dentro de nuestra cultura- es muy peligroso, es como quedarse con el culo al aire y que te vean cuando y cada vez que lo haces. El periodismo es cronometrable.

Luego está lo de los resultados, 51 a "estas horas", el domingo por la mañana, la primicia ya es noticia y ha entrado en las agencias como estaba prevista pero, cuidado, Malaprensa nos habla de la aritmética, o el álgebra, o los números, de los enlaces de Internet. Aquí el periodismo se queda atrás, Así que los enlaces producen resultados medibles, esto sí que no lo podemos contar todavía, tal vez hará falta algún Malenlace que compruebe las cuentas de los resultados de los enlaces, lo que es interesante es que no será el periodismo, se trata de una numeración, unos resultados y, quién sabe, un tiempo que están más allá de sus límites. Aquí queda dicho dejando aparte que esos "resultados" serán algo más que numéricos. Un enlace es un enlace y el producto de sus resultados "a estas horas". ¿Se pillará algún día el blog Malaprensa a sí mismo o ya ha sido pillado por sus espejismos?.




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NOTA: No digo nada especial del periodismo religioso que sería la cuestión de hoy. El suprarreferente, "El País", tiene a sueldo a diversos teólogos que, en realidad, son entes de periodismo para determinados intereses y sólo son interesantes por lo que aportan al periodismo. Son de una generación que consideraba muy prestigioso luchar/combatir en el periodismo como escenario de las ideas medibles en hechos diarios. Es llamativo que el periodismo tenga su teología y que la haya integrado a su servicio mejor que a la ciencia donde hay una lucha y ayuda mutua. El periodismo lleva envueltos muchos asuntos, idealmente todos, convertidos en síntesis de información, y yo no me trago algunos de éllos y no es posible desbrozar el periodismo de sus asuntos. Uno no puede ser periodista y no ser periodista.
18/12/09 9:18 AM

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