Rehabilitado civilmente el cardenal Mindszenty
Mi amigo Germán Mazuelo escribía en febrero de este año:
En 2009, los obispos de trece países de Europa Central y del Este que anteriormente estuvieron tras el Telón de Acero consideraron que es muy importante recuperar la memoria de los mártires del comunismo, para que las nuevas generaciones conozcan la historia reciente: En los años de la persecución comunista y de falta de libertad para la iglesia se nos dieron mártires y profetas… con su sacrificio, unido a los sufrimientos de Cristo, han ofrecido un testimonio extraordinario, que con el paso del tiempo no pierde su elocuencia, sino que sigue irradiando luz e infundiendo esperanza.
No podía imaginarse que mes y medio más tarde el cardenal Mindszenty era completamente rehabilitado a efectos civiles, morales y políticos. El 29 de marzo de 2012, tras una ley del Parlamento y una resolución del Tribunal Supremo se cerraba la investigación de la fiscalía, promovida a instancias del cardenal húngaro Péter Erdõ. Un proceso jurídico que ha durado 23 años.
Queda ya lejos, pero muy presente, el József Mindszenty portada de la revista Time de febrero de 1949. Símbolo de la resistencia de un pueblo a los dos regímenes que más muertes han provocado en la historia de la humanidad: el nacionalsocialista y el socialista, a secas. Camino de imitación de cómo llevar la Cruz.
Fue un pastor a la altura de los tiempos, su nombre ha quedado unido al de otros obispos, gigantes de la fe y con una fortaleza fruto sin duda de estar muy pegados al Señor: Stepinac (1898-1960), Wyszynski (1901-1981), Beran (1888-1965), Tomáseck (1899-1992).
Sobrevivió al comunismo, al nazismo y de nuevo al socialismo en Hungría. El 26 de diciembre de 1948, volvió a ser detenido, arreciaba la persecución contra los cristianos y fueron a por la cabeza. Nada más llegar a la cárcel, le quitaron el traje talar, le desnudaron y le dieron un traje a rayas, mientras le decían entre risas: ¡Eh, perro, hemos estado esperando esto desde hace mucho tiempo! Se negó a firmar una declaración que le autoinculpaba, y los guardias le desnudaron y comenzaron a golpearle con porras hasta que perdió el conocimiento. Mientras le pegaban, el cardenal Mindszenty rezaba los salmos: ¡Señor, que me acosan, sal fiador por mí! Así pasó el primer día de cautiverio. Lo que siguió fue un largo período de siete años de acoso, humillaciones y falsos juicios, pero en sus Memorias, el cardenal Mindszenty define la cárcel como una escuela de oración: «En el interior de los hombres recluidos en las celdas alienta en lo más profundo la nostalgia de Dios» [1].
El 3 de febrero de 1949 comenzó el juicio contra Mindszenty, en cinco días fue condenado a la pena de muerte, luego conmutada por cadena perpetua. El gobierno socialista húngaro desoía el clamor internacional, resolución de Naciones Unidas incluida.
Liberado en la revolución húngara de 1956, asumió un papel protagonista en la lucha de su pueblo. Cuando los tanques soviéticos apagaron «los sueños de libertad», Mindszenty hubo de refugiarse en la embajada de los EE.UU. Allí estuvo 15 años. En 1971, Pablo VI negoció la salida del cardenal con el gobierno de Budapest. Abandonó el país por obediencia.
Desde el exilio de Viena daba aliento a sus compatriotas, oponiéndose con ahínco a la «Ostpolitik» del Vaticano. Durante toda su reclusión, llevó consigo una estampa que representaba a Cristo con la corona de espinas, y la siguiente leyenda: Devictus vincit (Vencido, vence). En sus Memorias, escribe: «Aún hoy esta imagen es mi constante compañera. La primera parte de la leyenda, ser vencido, se ha cumplido en mi vida; la esperanza de la victoria está en el futuro, en manos de Dios».
El proceso de beatificación está incoado. Y la intercesión por su pueblo, «a distancia», se nota, ya se ve que tenía práctica. Como dice el Cardenal Erdo:
Esta decisión tiene una gran importancia para la recuperación espiritual de Hungría.
Un ejemplo para nuestros pastores. Los tiempos no le van a la zaga.
Nota:
[1] Alfa y Omega, nº 655
28 comentarios
Tres hurras por Mindszenty.
Mucha pose para la galeria en temas de moral familiar y demás, para mantener "clientela", y poca resistencia en otros temas, mirando para otro lado si es preciso, incluso si hay que dar la Comunión a un pecador público.
Sí, a por la «cabeza», el corazón lo tenían en el Señor. Creo que merece la pena recuperar la memoria de estos pastores, no como héroes de la lucha por la libertad, más bien como santos (lo otro era consecuencia)
olivares, no conocía esa edición. Yo leí «Memorias» en Ed. Palabra, si mal no recuerdo.
Ostpolitik, tampoco fue así. Pero ese comentario que Vd ha hecho es oportuno para resaltar todavía más la virtud de la obediencia, ¿no le parece?
Alfonso, no recordaba ese enlace, resume muy bien la vida del Cardenal. Lo incluyo también en el texto. Muchas gracias.
César, sin duda lo hace. Creo que además es un ejemplo de martirio «sin muerte» (como la pesca), que nos puede hacer mucho bien en estos tiempos.
Santi, a veces también tenemos nosotros la culpa de no exigir y de no rezar por ellos.
La actuación de la Santa Sede fue de auténtica verguenza en el caso del Primado de Hungria. Jozsef, Cardenal Mindszenty abrazo la Cruz con la misma fe que Cristo. Como escribió otra Martir, esta del nazismo, judía, católica y carmelita, Santa Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), asesinada en Aushwitz, el 9 de Agosto de 1.942, "Cuanto más oscuro se vuelve aquí todo para nosotros, tanto más tenemos que abrir el corazón a la luz que viene de arriba". Mindszenty siempre abrió su corazón a la luz que viene de arriba, los que estaban obligados a defenderlo, por egoistas intereses políticos, se quedaron en la oscuridad de aquí abajo.
por favor BASTA de eufemismos...
"CUANDO EL ERROR NO ES COMBATIDO,
TERMINA SIENDO ACEPTADO;
CUANDO LA VERDAD NO ES DEFENDIDA,
TERMINA SIENDO OPRIMIDA"
San Félix III, Papa
a) La Ostpolitik de Casaroli, con la anuencia del Papa, por supuesto, tuvo muchas consecuencias que es necesario ver en el tiempo y no solo en la inmediatez.
b) El término Ostpolitik se aplicó a la política de Willy Brandt, canciller de Alemania en los años 1969-1974, hay cierta ucronía en el tratamiento del asunto respecto de la Santa Sede.
c)Esta política exterior, tan denostada, a veces con razón, la comienza Juan XXIII, que como sabemos conocía el Este europeo, su sucesor continúa por esa senda, asciendo a Casaroli.
d)Esta política, ¿no tuvo nada que ver con la liberación de Mindszenty, dirigiendo alocuciones radiadas en 1956?, ¿nada que ver en ser mantenido ¡15 años! como asilado político en la embajada de EEUU?, ¿tampoco tuvo nada que ver en la salida de Hungría?.
e) Si alguien echa en falta honores públicos, homenajes y condecoraciones a favor de Mindszenty, el solo tuvo la palma del martirio, ¿hace falta algo más?.
Eso lo contó él mismo y yo no creo que mintiera en absoluto. Pero el juicio a la Santa Sede y a Pablo VI en relación a este asunto yo lo dejo en manos de Dios.
El heroísmo de Mindszenty, como casi siempre, no fue fácil de gestionar, la salida de Hungría por obediencia puso fin a 15 años de refugio, ¿eso era bueno o malo?.
El Cardenal Mindszenty nunca hubiera dejado Hungría de saber que no le iban a permitir hablar, estoy convencida. Porque lo que él quería era estar cerca del sufriente pueblo húngaro.
Viendo que ya era imposible sostener el tren de torturas, y queriendo permanecer vivo para mantener la fidelidad de su pueblo, firmo el documento, pero puso dos iniciales al final de su firma: C F que en latín es
coactus fecit: Esto lo firme bajo coacción. Por lo tanto, no es verdadero lo que me hacen firmar.
Los comunistas quizá pensaron que ponía iniciales como los religiosos en su firma: OP Orden de Predicadores, etc. y no dieron importancia a esa dos letras......
Debe ser interesante el proceso de reabilitación, porque probablemente haya más documentos con ese tipo de iniciales.
El Cardenal tenía que permanecer vivo para transmitir fortaleza y fidelidad a la fe, llenando de esperanza a su pueblo con su ejemplo, y poniendo por encima de su bienestar el amor de Dios
!HUNGRIA LIBRE! !HUNGRIA LIBRE! bravaban en 1956 las radios de onda corta, pidiendo la intervencion de EEUU y fundamentalmente el reconocimiento como pais libre de parte de Occidente. Nada de eso sucedio y el Primado de Hungria, refugiado 15 años en la embajada de EEUU, no las paso nada mejor de como estaba antes. No me apresuro juzgar las circunstancias de Pablo VI, pues no toda la historia esta a la luz como para emitir un juicio de valor de la problematica de lo que era tras la cortina de hierro. De esos años como chico, llevo en mi rubrica un detalle del Cardenal Mindszenty, a quien siempre admire su constancia y compromiso. Claro que espero que sea beatificado y como estandarte de fe, no solo para el pueblo hungaro.
Cosas que Dios permite... Adoro la Divina Voluntad! Santo!!! que sea proclamado! Y creo que los tiempos postconciliares dan la razón de tanta "zarandeada" de la barca de Pedro... Tuvimos un papa masón, es bueno que ya los seminaristas lo sepan para que no se afanen... cuando sean abordados por jóvenes como ellos que saben de información ya a la vista... con un clic.
Ojalá hoy existieran muchos Mindszenty para que mejorara la convivencia humana.
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