8.01.18

Otras periferias

Es la palabra de moda. Periferias. Al lado podemos colocar otras: iglesia en salida, iglesia samaritana, iglesia hospital de campaña. Y volvemos a lo de las periferias: salir a, trabajar en, opción por, vivir en. Periferias.

Yo no sé lo que cada uno entenderá por tal cosa. Si periferia sea el Amazonas, la Cañada Real, Chueca. Si tal vez el mundo de la drogodependencia, los excluidos, la gente sin hogar, las personas con orientaciones afectivas singulares. Yo hoy quería hablarles de otras periferias, de esas en las que el Señor acaba de colocarme. Ni mejores ni peores. Las mías.

Fin de semana de temporal de frío y nieve en toda España. Carreteras cortadas, nevadas copiosas, recomendaciones de no salir de casa. Vale. Y tres parroquias que tienen su horario de misas en Reyes, el sábado, y, por supuesto, el domingo.

Ayer domingo, con una buena nevada, me acerqué a cada pueblo a celebrar con las respectivas parroquias el día del Señor. Entre los tres pueblos, creo que no llegué a cuarenta fieles. En Braojos debimos ser como veinte. Imaginen el resto.

Esta es hoy mi periferia. Comunidades pequeñas, envejecidas, tanto que en algunos pueblos no hay ni cabalgata de reyes porque no hay niños. Eso sí, comunidades necesitadas de la Palabra de Dios, de la eucaristía, de atención pastoral y personal.

Se hará duro, ¿verdad? En absoluto. Es un regalo de Dios y no dejo de dar gracias cada día por ello. Pero es mi periferia. Quizá olvidada, quizá desconocida, pero la periferia en la que Dios me ha puesto. Ni mejor, ni peor. Simplemente, otra. 

6.01.18

Los curas deberíamos tener más pudor a la hora de hablar de macro economía

Me sorprende con qué facilidad los curas y la gente de iglesia en general soltamos supuestas verdades económicas. No es extraño llegar a una reunión de sacerdotes, de Cáritas, de voluntariado y empezar a escuchar cosas como que el capitalismo es perverso, a la vez que se silencia lo evidente del comunismo, la maldad de los bancos, la burbuja inmobiliaria, reivindicación de la dación en pago, no a los desahucios, viva el 0,7 y apoyamos la condonación de la deuda externa. Por supuesto, a nada que te animes, que se suban los impuestos a los ricos mientras se añaden y añaden ventajas sociales a los débiles. Ah, perdón, y que se derriben las fronteras, que se me olvidaba. 

Leer más... »

2.01.18

Se desploman los bautizos en España. Algo se está haciendo mal

Números cantan y además con una tenacidad insultante. Aporto dos datos. En el año 2015 se produjeron en España 420.290 nacimientos. Los bautizos fueron 231.254. Es decir, que, en España, hoy por hoy, los niños que se bautizan son poquito más de la mitad de los nacidos. Si hablamos de bodas, y ya hay pocas, las bodas por la iglesia apenas llegan a un 22 % del total, con el triste record de haber caído prácticamente 50 puntos desde el año 2000.

Saquen las conclusiones que quieran. Pero tendrán que reconocerme que algo no se está haciendo bien.

Leer más... »

30.12.17

La pastorela de Braojos

En los pequeños pueblos es inútil pretender organizar la vida parroquial con esquemas trasplantados de la ciudad. Aquí una persona es respuesta, dos éxito y tres multitud. Nuestra vida parroquial se nutre de la misa diaria, dos días en cada pueblo, la misa dominical, y los recursos que nos ofrecen la religiosidad popular y las tradiciones propias de cada lugar, con origen netamente católico y siempre necesitadas de evangelización y purificación para que sean lo que deben ser. Junto a esto, la atención a los niños –escasísimos-, la cercanía a algún joven, visita a enfermos, pasear por el pueblo… En fin, esas cosas.

Leer más... »

27.12.17

Navidad. Adoración a Dios, no al hombre

La lucha contra el enemigo externo es sencilla y evidente. Hay ataques frontales a la Navidad que uno pesca a nada que se fije un poco. Que haya personas, las patéticas “femen” que intenten secuestrar al niño Jesús en el Vaticano al grito de “Dios es mujer” es un ataque que como tal entiende el más lerdo.

Hay otros ataques muy conocidos aunque socialmente aceptados. Ya sabemos que la Navidad no es consumo, ni derroche, ni anti ácidos a la mañana siguiente. Todos lo decimos, todos consumimos, y comemos y bebemos más de la cuenta. Se sabe. Poco problema, aunque ya lo es reducir el nacimiento del Hijo de Dios a una explosión de luces, cantos y frenesí comercial de donde lo religioso simplemente ha desaparecido de forma callada. Anda que no es complicado ver un belén en un centro comercial o no digamos algo mínimamente evocador de lo religioso en la decoración navideña de nuestras calles. Con todo, no es lo que más me preocupa. Cosas de la sociedad de consumo y punto.

Leer más... »