Jo, qué cura más borde (y 2)
Hace algún tiempo escribí una primera parte ya con este título. Pero la vida parroquial sigue y continúa ofreciendo anécdotas para dar y tomar. Les prometo que todo que aquí se escribe es real como la vida misma. Más aún, la realidad como suele suceder, supera a la ficción.
Misa a primera hora en la parroquia. Estoy predicando. Y, de repente, exclamo: ¡no puede ser! Por favor, saquen inmediatamente a esos niños de la pila bautismal. Un papá que para entretener a sus retoños decidió meter a los dos pequeños a jugar dentro de la pila.