Inmatriculaciones: vuelve la burra al trigo y ahora con mofa, befa y mucho cachondeo
Insistencia, cachondeo, tocada de narices, befa, mofa, burla y añadan más adjetivos. Nos vamos a quedar cortos.
Es inútil tratar de explicar lo que todos conocen perfectamente, es decir, que la inmatriculación de un bien no es otra cosa que la inscripción por primera vez del mismo en el correspondiente registro de la propiedad y que lleva a cabo o desde la escritura que garantiza el dominio, o en caso de su inexistencia, a través de un expediente de dominio, que, entre otras cosas, exige información pública, apertura de posibles comparecencias y la no oposición de cualquiera que pudiera estar interesado.
Un expediente de dominio lo puede iniciar cualquier persona física o jurídica que entienda tiene derecho sobre una determinada propiedad. Por tanto, lo pueden iniciar Pepito López, María Gómez, la diócesis de A., la asociación B., el ayuntamiento de X o el banco de Y. Cosa sea del registrador de la propiedad correspondiente comprobar que se han hecho correctamente, de acuerdo a la ley, todos los trámites y en consecuencia apruebe o no la inscripción del bien en el registro de su cuidado.
Periódicamente surgen voces empeñadas en deslegitimar a la Iglesia en lo que sea. Aquí todo bicho viviente (con absoluto respeto a los mismos) tiene derecho a inmatricular sus bienes por expediente de dominio en los casos que así lo requieran, menos la Iglesia católica, sospechosa per se de infamia, latrocinio y malas artes.
Han intentado por todos los medios levantar las inmatriculaciones poniendo en duda cosas tan chuscas como que la Iglesia católica, en la persona de la diócesis de Córdoba, sea la legítima propietaria de la catedral. No hay manera. Se han dedicado, agitados por algunos clérigos, a proclamar eso tan mono y a la vez tan gilipollesco de que ermitas, templos y casas parroquiales son de un tal “pueblo” que ni sabemos quién es, ni tiene CIF ni paga impuestos, y que acaba siendo el ayuntamiento del lugar.
La última maldad, no es ninguna chorrada, es que el gobierno de España ha decidido publicar la lista de los bienes inmatriculados por la Iglesia desde el año 1998. Y aquí es donde me reservo el derecho de patalear, quejarme, ponerme en jarras y decir que estoy hasta las narices de que contra la Iglesia todo valga. Me explico.
Para empezar, tengo mis dudas de que la cosa sea legal. Es verdad que el registro de la propiedad es público, pero no es menos cierto que el acceso a sus datos se haga a través de unos trámites. Que así, de repente, se hagan públicas listas con lo inmatriculado por la Iglesia me parecería, al menos, un cierto abuso.
Supongamos que sea legal, o que lo hagan legal a golpe de decreto ley, a lo que parece se van aficionando. Yo lo que pido es una lista de todos los bienes inmatriculados a través de expedientes de dominio EN TODA ESPAÑA desde esa misma fecha. Seamos transparentes. TODOS. Los haya inmatriculado la Iglesia, un ayuntamiento, un partido político, un sindicato, un político del PP, del PSOE, de Ciudadanos, de Podemos, de Falange española o del partido maoísta. TODOS. ¿Por qué solo de la Iglesia? ¿Es que la Iglesia es sospechosa y los demás gente de probada bonhomía? Publiquen TODOS.
Más aún, o ítem mas que dirían los latinos. Se nos prometió en aras de la transparencia que todos tendríamos conocimiento de los nombres de todos los beneficiados en las amnistías fiscales. El propio presidente del gobierno, el señor Sánchez, así lo repitió en diversas ocasiones. Pues donde dije digo, digo Diego, que ahora resulta que no por la cosa de la privacidad.
Es decir, que los mismos, usease el gobierno, que velan por la privacidad de los beneficiados por las amnistías fiscales, pasan de cualquier privacidad si se trata de ver la forma de sacudir a la Iglesia en todo el bonete.
Lo tenemos crudo como Iglesia. Muy crudo. Pero no es momento de achantarse. Nos toca ser fieles ¡ay lo que llevamos pasado en las últimas semanas!, y nos toca defender los derechos de la Iglesia, también legalmente. Antes nadie dudaba de que una ermita era de la iglesia. Ahora no te reconocen ni la propiedad de la catedral primada. Así que no queda otra que arreglar papeles y poner las cosas en orden.
Por cierto, pionero fui en estas cosas. Hace veinte años ya arreglé la situación legal de las fincas propiedad de la parroquia en la que entonces servía. Y lo hice, entre otras cosas, por la experiencia en otros lugares de que lo que era de la parroquia de siempre, misteriosamente iba pasando a engrosar el inventario de propiedades municipales.
20 comentarios
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Jorge:
La Iglesia realizó las inmatriculaciones de acuerdo con la ley, y los registradores las aceptaron de acuerdo con la ley.
La Iglesia no se debería haber desprendido de ninguno de sus bienes rústicos o inmuebles en los “felices” setenta y ochenta.
Y donde digo “desprendido” debería decir “dilapidado”.
Pero la ley no era igual para todos, la Iglesia Católica tenía ese privilegio para certificar al margen de los funcionarios públicos que no tenían el resto de los ciudadanos.
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Jorge:
Pues reclame a quienes dieron el privilegio.
¿Por qué la Iglesia tiene que demostrar que es dueña de la Catedral de Burgos?
Más de una sorpresa nos llevaremos.
El sr. Pedro Sanchez et alias, burócratas impenitentes, se creen que la Iglesia son sus bienes muebles e inmuebles y que sin todo eso hacen liquidación de existencias...como nunca han leído [progres rojiazules y algunos fucsia] nada sobre la historia de la Iglesia pues que...
...de ilusiones también se vive...
otra cosa es que ahora ya con el mal hecho sea necesario apoyar las inmatriculaciones, pero montones de iglesias, ermitas, santuarios, monasterios han sido fruto , y pagadas y mantenidas por instituciones públicas, ayuntamientos, etc porque en un estado católico la Administración entendía que el mejor servicio que podía dar a sus súbditos que a su vez eran fieles era el de carácter espiritual e intelectyal
El origen del problema es rechazar la confesionalidad del estado,e impulsar ęsto por parte de quienes detentaron Las jerarquías de la Iglesia que traicionaron a Esta y a los fieles
Nuestra madre la Iglesia es el muñeco de Pim Pam Pum a la que se puede profanar sus templos (pecados de juventud, los calificó el Tigre), a la que se chulea con rictus de matón tabernario, a la que se amenaza un día sí y otro también con ocurrencias peregrinas.
¿Dónde están las voces atronadoras que deberían enfrentarse a tanto despropósito marcando terreno?
¿Sacándose su cuadragésima licenciatura y cantándole a Carmena "Qué bonitos ojos tienes debajo de esas dos cejas"?
Que avisen al gobierno del okupa de La Moncloa que durante tres años la Iglesia va a cerrar sus colegios, sus residencias para ancianos, sus centros de salud y que tal vez su sonrisa profident no va a bastar para solucionar el problema.
En 2.000 años, la tibieza y la cobardía no han sido los atributos más característicos de los católicos.
Dios te salve Maria...
Como se apreció con el tema de la pederastia, la jerarquía de la Iglesia tiene reticencias para dejar a la ley actuar, tiene esa tendencia a arreglar sus cosas "en casa", lo cual es catastróficamente contraproducente a medio plazo.
¿Usted cree que podemos ser tan malos?.
Hay q explicar clarito q lo q quieren los descendientes de los asesinos de Calvo Sotelo es quedarse con los bienes donados y adscritos al culto, como puede ser la iglesia del Custodio de Cordoba.
Ya Julio Anguita el Rojo se cargó la iglesia construida por el Gran Capitan a sus padres en Cordoba para hacer una plaza.
Hay q poner a los mejores a defender a la Iglesia como hacen los jesuitas q han llegado al papado con Bergoglio y dejarse de Osoros y Cañizares con su amigo Bono del PSP y luego de la PSOE.
Mi Avemaría rezada y a seguir en lucha.
In Domino.
Erre que erre con la lucha de clases y la Iglesia institucional vs la popular ¡Menos mal que tú eres el que recomendaba a los católicos menos política y más oraciones!
Un tema para su reflexión. Intente poner un bar-restaurante o un pequeño hotel cerca de una Catedral o una iglesia de no menos de 150 años de vida y otro alejado 100 metros de ellas, comprobará con qué ojos de "igualdad" mira la laica administración el metro cuadrado de terreno. Dicho de otro modo, la laica administración se lucra indirectamente de una Catedral mucho más de lo que su casa o manzana aporta de IBI, si es que está a más de 100 metros de aquéllas, claro. Eso sin contar con los puestos de trabajo que indirectamente generan esos lucrativos negocios o los puestos ambulantes que circundan los monumentos. Es decir: mucho dinero es el que indirectamente recauda la laica administración pública con una Catedral.
El tema es más prosaico, hijo: lo quiere todo.
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