En el más absoluto desacuerdo con el cardenal - arzobispo de Washington
Cuántas veces nos ha pedido el papa Francisco que hablemos con total libertad. Me parece perfecto, porque de lo contrario podríamos caer en el peligrosísimo discurso único incapaz de acoger la más mínima diferencia a la hora de ver las cosas. Partiendo de ahí, hoy quiero referirme a unas declaraciones del estadounidense cardenal Donald Wuerl, arzobispo de Washington y que aparecen una vez más, cómo no, en Religión Digital.
Él es todo un cardenal, servidor un cura párroco. Con todo, me atrevo a matizar algunas de las cosas que dice porque me parecen graves, sobre todo porque creo pueden confundir a mucha gente.
Son muchas las cosas que se podrían matizar de su reciente ponencia en la universidad de Georgetown, pero creo que me voy a limitar a puntualizar algunas, simplemente porque me parece que las cosas que se dicen a medias son mucho peores que las barbaridades al descubierto.
Parte el cardenal Wert afirmando que los dos recientes sínodos sobre la familia han sido “los sínodos más abiertos, atractivos y atentos a la colaboración y cooperación episcopal". Lo niego en redondo. ¿Me va a decir el señor cardenal que los sínodos celebrados bajo san Juan Pablo II y Benedicto XVI no eran así? Más aún, precisamente estos sínodos sobre la familia que cita han sido manejados, manipulados desde la formación de los grupos -colocando a los posibles disidentes en grupos donde fueran neutralizados, hasta sacar las primeras propuestas antes de acabar el trabajo de varios grupos y sin el consenso de todos los obispos. Si de algo han sido ejemplo estos dos últimos sínodos sobre la familia ha sido de trapacería, manipulación y malas artes, sobre todo en el primero, que al segundo fueron los obispos más en guardia viendo lo que habían visto.
Nos dice también el purpurado que “tiene que haber una manera en la que representar la doctrina de la Iglesia en ardor, método y expresión, en vez de simplemente reunirnos para repetir y reafirmar lo que ya se sabe”. Evidentemente, eminencia. La doctrina de siempre no necesita Sínodos. Los Sínodos no son concilios ecuménicos que aporten definiciones dogmáticas. Solo faltaba un Sínodo sobre la divinidad de Jesucristo, la transustanciación o la inmoralidad del aborto. Eso ya está. Otra cosa es un Sínodo para ver cómo vivir mejor y anunciar a Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre al mundo de hoy.
Sigue la cosa, y perdón por si me alargo: “el punto o principio del que tienen que proceder nuestras acciones pastorales ha de ser la revelación del amor y misericordia de Dios". Esto es, no la ley de la Iglesia sin más, la cual “ciertamente tiene gran importancia” pero que “no es el único punto de referencia en el ministerio pastoral".
Atentos al asunto. La misericordia de Dios, no la ley de la Iglesia sin más. ¿Me está diciendo el cardenal Wuerl que la ley de la Iglesia, la doctrina de la Iglesia no es misericordiosa? Esto me suena a algo muy sabido: que una cosa es la ley y otra el evangelio. Y por ahí, no. La doctrina de la Iglesia es misericordia, es curación, es sanación, es camino de gracia. No es fácil comprender que se nos presente ahora como justo lo contrario, oponiendo como mucho más misericordioso el discernimiento personal, el subjetivismo en definitiva, que el seguimiento de la doctrina de Cristo según la hemos recibido en la Iglesia.
Pero hay algo peligroso y muy sibilino que no puedo dejar de señalar. Y es cuando dice que el Sínodo “nos llama a un reconocimiento de que el punto o principio del que tienen que proceder nuestras acciones pastorales ha de ser la revelación del amor y misericordia de Dios". Esto es, no la ley de la Iglesia sin más, la cual “ciertamente tiene gran importancia” pero que “no es el único punto de referencia en el ministerio pastoral”. Digo que es peligroso y sibilino porque no se habla de doctrina de la Iglesia, que en definitiva es la doctrina del mismo Cristo recibida y entregada a los fieles por la misma Iglesia, sino de la ley de la Iglesia. Porque claro, una cosa son las leyes de la Iglesia, evidentemente mudables, porque son leyes de derecho positivo, y otra andar tocando la ley de Dios.
Leyes de la Iglesia son el celibato, la obligación de asistir a misa dominical o la ley del ayuno y la abstinencia, por ejemplo. Y nadie duda de que se pueden cambiar o dispensar en algunos casos precisamente por caridad y misericordia. El problema es que hablar de “ley de la Iglesia” mezclándolo con Amoris Laetitia, es pretender que lo de la moralidad o inmoralidad del adulterio, y en consecuencia el acceso a la recepción de la eucaristía de los adúlteros es cosa disciplinar de la Iglesia. Y no. Lo del adulterio es ley de Dios, y eso no puede cambiarlo la Iglesia por más Sínodos que se empeñe en llevar a cabo.
Así estamos.
47 comentarios
Quiza D. Jorge repite por ENFATIZAR. Es un recurso en habla escrita y oral repetir una idea con distintas palabras cuando se quiere subrayar un concepto. Yo ya lo hacía en EGB
Saludos
Reacciona el Padre G. Guadalix enérgicamente a la afirmación del purpurado de que la guía primogenea debe ser el Amor, la Misericordia de Dios afirmando sin rubor que la Doctrina de la Iglesia es: "misericordia, curación, sanación, camino de gracia". Bueno, sólo es necesario recapitular la historia de la iglesia para comprobar el incontable número de veces en que la doctrina de la iglesia ha seguido caminos espurios nada ligados a misericordia, sanación ni gracia de ningún tipo. Meteduras de pata de incalculable daño interno y externo para la iglesia y sus fieles. Y de eso se trata . De ser autocríticos, de a la luz de la fuentes primigenias (divinas , no humanas) plantearse los retos que nos interpelan. La misericordia de Dios está siempre bien , la doctrina de la Iglesia esta bien cuando esta bien y mal cuando ( como la historia nos demuestra ) está mal. No hay mayor enemigo que uno mismo creyéndose en posesión de verdades inmutables escritas por hombres. No tengamos miedo al presente ni al futuro. Si Dios con nosotros , ¿qué mal nos puede acontecer ?.
Exodo, 20 1.Entonces pronunció Dios todas estas palabras diciendo:
2.«Yo, Yahveh, soy tu Dios, que te he sacado del país de Egipto, de la casa de servidumbre. 3.No habrá para ti otros dioses delante de mí......
14.No cometerás adulterio..
Cabe dar interpretaciones erradas acerca de la misericordia divina, como por ejemplo la de aquellos que dicen que Dios es tan misericordioso que es imposible que exista el infierno, que todos iremos al cielo y que las almas de los pecadores impenitentes que mueran en pecado mortal se disolverán o aniquilarán pero no sufrirán un castigo eterno.
Desgraciadamente hay algunos, incluso pertenecientes a la jerarquía eclesiástica, que malinterpretan la misericordia divina, y por eso aunque en sí misma la misericordia divina no tiene error, sí que puede haberlo en las interpretaciones o exposiciones que de ella hacen algunos pastores.
Y por eso hay que tener siempre en cuenta la Doctrina firme de la Iglesia, que se da en definiciones dogmáticas y concilios, para interpretar bien la misma misericordia divina, porque de lo contrario en muchos errores acerca de la misericordia.
En resumen misericordia divina sí, siempre, pero interpretada con arreglo a la sana Doctrina, sin caer en falsificaciones de la misericordia tales como que no existe el infierno porque sería contrario a la misericordia divina y que las almas de los perdidos se disuelven o aniquilan, o que Dios es tan misericordioso que incluso perdona a los pecadores no arrepentidos como a los divorciados y vueltos a casar que tiene el propósito de seguir viviendo en adulterio.
Sin tener en cuenta la Doctrina de la Iglesia sobre la Misericordia Divina, ésta puede ser facilmente falsificada, convirtiéndose en una misericorditis que lleva a la perdición eterna tanto a los falsamente misericordiados como a los falsos misericordiadores.
Don Jorge hace muy bien en ponernos en guardia respecto a aquellas interpretaciones de la misericordia divina contrarias a la Doctrina y la ley canónica de la Iglesia.
Vamos, que esta podría haber sido el segundo capítulo de su sección sobre "Frases que no significan na pero quedan requetebien".
Sí, la misericordia de los Padres Ángeles y comprensión para ellos. La misericordia para estos, y para los primeros patada en la boca.
Lo vemos todo.
Es usted todo un experto en discrepar de su obispo ¿Cómo no ca a ser autoridad en discrepar de un cardenal?
No tenga problema. Todos sabemos como hay que leerle.
Nota: LF, no es así. Es:"de integrista, fanáticos y represores libramos señor"
No se corte con Wuerl. Los que seguimos sus andanzas demoledoras sabemos que tiene más peligro que una piraña en un bidé, a esto me refiero:
«Mons. Wuerl es conocido nacionalmente por su énfasis en la educación. Es presidente del Comité de Catequesis de la Conferencia Estadounidense de Obispos Católicos y presidente de la junta directiva de la Asociación Nacional de Educación Católica. Estuvo involucrado en el desarrollo del Catecismo Católico para Adultos de los Estados Unidos, publicado en 2006, y es autor de varios libros y numerosos artículos sobre la fe católica.»
Recemos para que se convierta a la fe católica.
Paz y bien en el Señor.
También a Santas Misas ortodoxas he asistido.
El fervor pone los pelos de punta y deja claro de qué lado están los enemigos de la Iglesia... Allí. NI UNO.
Las velas costaban 0,5 centimos de lei (10 centimos de euro), y a partir de ahí está claro donde hay más Iglesias necesitadas.
Tengo claro a donde he de ir a oir Misa como Dios manda si aqui caemos en manos de los amigos del Maligno.
He vuelto tranquilo.
Por cierto, una iglesia ortodoxa a la que entre a rezar laudes tiene la fachada principal en la parte de atras, pues celebran ad orienten. Lo primero es lo primero, aunque desde la calle solo se vea la parte de atras.
Dios le bendiga y siga siendo el faro que nos guia a los creyentes.
Dicho esto, su estilo literario es lamentable; sus aportaciones teológicas recuerdan misteriosamente a las cagarrutas de las ovejas de Aralar y su gracia es comparable a la que se respira en los tanatorios.
Si tiene algo de dignidad (supuesto muy discutible) que sus convulsiones proyecten sus biliosos vómitos en otro portal.
Y le regalaré como premio -¡buen chico!- un puro o una bolsa de chuches, a elegir.
Ánimo y DÍOS quiera que por ésos errores y por falta de no aceptar el AMOR de DÍOS en tú vida...puedas hacer un alto y reflexionar como te a Amado DÍOS...ÁNIMO
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Jorge:
El Señor le premiará la penitencia de leerme.
No porque estos no pueden ser objetos de crítica o mejor corrección, sino por ser la Iglesia jerárquicamente ordenada e instituida por Jesucristo, el que debe hacer la corrección en la Iglesia es siempre alguien que ocupa un cargo superior.
Pero esta ausencia de correcciones desde las instancias superiores indica la gravedad de esta situación sin precedentes.
Pero esta tendencia se quebró de forma súbita hace más de 50 años. La imprudencia se adueño de los pastores. El afán por las novedades, por estar al día, por congraciarse con el mundo, por ser simpáticos a todos se constituyó en norma. Las consecuencias las estamos viendo delante de nuestros ojos un día sí, y otro, también. Lo que empezó como "aggiornamento", degenera en apostasia, herejías de todo pelaje, tonterías varias y ridiculeces sonrojantes. Es en lo que estamos. La infidelidad se ha adueñado de buena parte de la Jerarquía eclesiástica de la mano de un relativismo incrédulo y soez. Da vergüenza oír las predicas de muchos prelados, cardenales incluidos. Y nadie se da por enterado. Solo hay una excepción a este pasotismo: cuando el disidente tiende a la ortodoxia, a mantener la fe y las costumbres de siempre. Entonces, con presteza, se le aplica el reglamento más estricto. Lo hemos visto ya en muchos casos. No hace falta citarlos, porque están en la mente de todos. Pero se suele olvidar una cosa: Dios tiene la última palabra.
"Pastor es el que deja a las 99 en el rebaño y se va a buscar a la descarriada, no a darle una somanta de palos por díscola."
Sí, se va a buscarla y la trae de vuelta. Nada de decir: "tranquila oveja, que no pasa nada por quedarte por aquí perdida en el monte."
Y no, tampoco el padre del hijo pródigo fue a llevarle dinero a su hijo para que siguiera con sus juergas cuando éste se quedó a dos velas.
Así que, antes de dar lecciones, mejor enterarse bien de lo que uno está hablando.
Rezo a diario para que el Espititu Santo baje a poner orden
Totalmente en desacuerdo con el Arzobispo de Washington.
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