Cosas de la señora Demetria

Verano de 1988. Calor para aburrir en un mes de agosto tedioso. Estaba un servidor entonces en una parroquia de barrio humilde y funcionábamos en un bajo adaptado con la mejor voluntad. Las tardes se desgranaban sin mayor pena ni gloria. Aún algo de gente en las misas dominicales. Los laborables… ¡ay los laborables!

Cada tarde, en misa, celebrando el santo sacrificio, la señora Demetria y un servidor. Demetria, además, y por más detalles, completamente sorda. Un día se me acercó y me dijo: “mire usted, aquí hace mucho calor y vengo yo sola, así que váyase a su casa o a su pueblo, descanse y yo ya iré a otra parroquia a escuchar misa el día que quiera. Total, para una persona, no merece la pena…”

Claro que merece la pena. Porque celebrar la misa a diario no es simplemente un servicio para gente devota, es asegurar la celebración de la eucaristía cada día en la parroquia. Más aún, con cien feligreses, con Demetria sola, o incluso sin Demetria, ¿cómo dejar que la parroquia esté aunque fuera un solo día sin la celebración de la santa misa?

Hablé con la buena de Demetria un ratillo, a voces, eso sí, que la sordera era de aúpa, para tratar de hacerle comprender el enorme servicio que ella prestaba a la parroquia. Su presencia, tarde tras tarde, era la presencia de tantos feligreses que, sin saberlo, sin ser conscientes, eran los beneficiarios de aquella celebración en la que día tras día pedíamos por esa parroquia que estaba naciendo. Tan en serio se lo tomó, que no solo no faltaba ni un día, sino que además convenció a alguna vecina para que la acompañara.

Misas entrañables de tarde de agosto con un curita joven empapado en sudor en aquel bajo, una Demetria anciana y sorda, y alguna vecina despistada pero que se venía por pasar el rato y hacernos compañía. En medio de esa debilidad, el Señor repartiendo su Palabra, su Cuerpo y su Sangre.

La Iglesia estoy convencido que si se mantiene, y se mantiene, por mucho que aparentemente sea gracias a la obra del Espíritu en el santo padre, obispos y sacerdotes, es gracias a las Demetrias que en tardes de agosto acuden a misa a su parroquia de barrio en un prefabricado tantas veces penoso, a las Charos que en sus Navalafuentes respectivos abren y cierran cada día su templo y lo mantienen como un sol, a esas Rafaelas que no callan pero que a la vez se emocionan y tienen un fondo tierno que les da un poquito de vergüenza mostrar, a los Manolos siempre disponibles, a los monaguillos que no pierden la sonrisa.

Demetria falleció al poco tiempo en un hospital madrileño para enfermos crónicos y terminales. Por cierto, cada día se desplazaba kilómetros hasta allí en autobús otra anciana, la señora Trini, para acompañarla y darla de comer.

¡Ay qué sería de la Iglesia sin el tesoro de gracia que reparten estas gentes! Silencio, sencillez, bien obrar, caridad que sale naturalmente. Lo que se ven son otras cosas. Es igual. Ya se sabe que los grandes tesoros suelen estar muy escondidos.

21 comentarios

  
Monachus
Pues hable con mi párroco, que en verano suprime las misas de los laborales. Y eso que sí va gente.
09/07/15 1:10 PM
  
Tomás Bertrán
¡Ay, estos viejecitos que van a Misa!. Y siempre hay viejos en Misa. Y la gente critica que no hay jóvenes. No se dan cuenta de que si siempre hay viejos en Misa, es porque los jóvenes de hoy serán los viejos que irán a Misa el día de mañana. Y es que la vejez tiene una gran virtud, ya que gracias a los achaques nos obligan a ser un poquitín más humildes. Y la humildad santifica.
09/07/15 1:21 PM
  
Chamorro
Don Jorge,
mi intuición coincide con lo que usted aquí expone. Hasta donde yo puedo apreciar como cura, el tesoro de la Parroquia en la que sirvo hemos de buscarlo en las gentes de la Misa de diario.
Pero, a la vez, me recuerdo a mí mismo que no puedo quedarme "peinando ovejas". Vivir esta tensión no me resulta cosa fácil.
09/07/15 2:22 PM
  
perallis
Ahora me lo explico.
Demetria desde el Cielo ha conseguido que aquel "curita joven" tenga ahora capilla de Adoración Eucarística Perpetua.
Aprovecho para pedir reparación a los adoradores de la capilla por el sacrilegio que ha ocurrido en Valencia.
09/07/15 4:59 PM
  
María de los Ángeles
¡Hermoso post!.
Dios le bendiga, padre.
09/07/15 7:05 PM
  
Jose Diaz
¡Precioso, Padre Jorge! Y además, creo que su artículo sugiere una enorme carga teológica. La celebración de la Misa es el único y mismo sacrificio de Cristo ofrecido al Padre. Por el poder dado a la Iglesia, la liturgia obra el milagro de que en cada Misa se rompan para nuestras almas las barreras del espacio y del tiempo y nos hallemos frente al inefable misterio de nuestra Redención. Su valor -el de toda Misa- es infinito, y ello con independencia de que el templo sea una catedral gótica o un prefabricado, o que asista una multitud o sólo Demetria.
Sólo una observación, Padre. En el último párrafo dice "darla de comer". Ya sabe, el dichoso laísmo. Un fuerte abrazo y que Dios le bendiga

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Jorge:
Lo siento. El laísmo es un viejo vicio que tenemos los madrileños...
09/07/15 7:32 PM
  
Myrian
Da gusto leerte Jorge, da lo mismo lo que escribas y de lo que escribas, aunque sea la cosa cosa más simple...es que la bordas, vaya. Tu sello es inconfundible...
09/07/15 8:50 PM
  
Victoria
Me impresionan, me dan ejemplo y me animan en la fe las personas mayores- como mi padre con 90 años- que van todos los días a Misa llueve,truene,calores o enfríe."cuando salía, no llovía" decía aunque caían después chuzos.
Dios les pagará esa fe recia, su trasmisión a los hijos aunque estos no sepamos en su momento verlo.
Ese " frente de juventudes" son los que enseñan que merece la pena, que vale la pena. Le pido el quid pro quo en las oraciones, don Jorge. Gracias.
09/07/15 11:38 PM
  
FC Romero
Gracias D. Jorge. "Donde dos o tres se reúnen en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos." (Mt 18,20). A veces, los árboles nos impiden ver el bosque, lo importante es tener la perspectiva suficiente para verlo, y hoy lo ha conseguido nuevamente . ¿De qué nos sirven las palabras altisonantes, la verborrea sin contenido, los miedos que se lanzan interesadamente?.
Como decía Santa Teresa: "Sólo Dios basta".
10/07/15 12:42 AM
  
DavidQ
Usted perdone el comentario ácido, pero es que ando de malas y deprimido.

Digo yo, si está bien que vaya Demetria siendo sorda, ¿por qué hay tantos que ven mal que vayamos los pecadores aunque no podamos comulgar? De verdad me revienta tanta gente que quiere una iglesia de puros santos -al menos en apariencia- y les ofende que hayamos pecadores irredentos que nos queremos sentar en los últimos bancos, por si acaso allí nos alcanza la Gracia algún día, aunque sea entre semana.
10/07/15 2:12 AM
  
alana
Bonito artículo. En los pueblis en Mexico van mu hos de ellos que hasta caminan en sus huaraches y van a misa a como de lugar, como se observa esa gran sabiduría, paz interior y mucha alegria. Lástima que a veces nosotros los jóvenes tengo tantas actividades yno los volteamos a ver!!
En Europa hay muchos de elllos que llenan las iglesis y muy cierto los jovenes son pocos... pero la poca fe que alla existe es por aquellos ancianos quevan a misa!
10/07/15 8:18 AM
  
Lucia
Qué gran bendición la misa diaria. Vivo en Alemania, ciudad de más de medio millón, y en ninguna Iglesia hay misa diaria... Me encuentro privada de la Eucaristía (solo el domingo). Tengo muchas ganas de preguntarle a los sacerdotes qué hacen toda la semana que no se los ve jamás por el templo... Una hora de confesión por semana, y sacar turno previo que si nadie llama no aparecen.
Bendita España que bien o mal por lo menos tienen misas!
10/07/15 3:10 PM
  
JUAN NADIE
DASVID Q ¿y de donde se saca usted que a la Iglesia solo pueden ir los santos o los sin pecado o solo los que pueden comulgar?
A mi nunca nadie me ha perdido el carnet de santo ni de no pecador.
¿Acaso le ha impedido a usted alguien alguna vez participar en la misa aunque no comulgue?

No entiendo a que viene esa historia de que a alguien le molesta que vaya gente que no comulga a la Iglesia.

Mire usted los hijos del Zebedeo son unos angelitos comparados conmigo, y le aseguro, que yo que soy de lo mas ortodoxo, nunca he sentido nada de eso, al contrario.
10/07/15 3:26 PM
  
Perplex Pertinax
¿Y a mí que me parece que este tipo de post -muy hermoso- hacen mucho más bien que las críticas irónicas y mordaces de otras ocasiones? Incluso tienen más efecto y no se insulta ni se pone en ridículo a nadie, ni se descalifica. No es "buenismo" (que no le salga a usted un sarpullido), es la voz del Evangelio ("siempre sabia y eficaz", como se decía en la venganza de Don Mendo). En fin, que le felicito cordialmente... (no me duelen prendas)
10/07/15 3:47 PM
  
DavidQ
Juan Nadie:

Abundan comentarios en este portal contra los que tienen apariencia de pecadores. Desde la chica que va con minifalda, hasta el chico de los tatuajes, pasando por el sospechoso de homosexualidad y el divorciado vuelto a casar.

Desde el punto de vista de los santurrones, no es válido acercarse a la Iglesia si uno no cumple la regla de San Benito -la original, no la modificada- y la verdad, cansa escuchar eso día tras día.

Yo quisiera una Iglesia donde puede uno sentarse en la última banca sin ser juzgado y condenado. Aquí eso no existe.
10/07/15 8:49 PM
  
P. Santiago
Señor DavidQ,
Soy sacerdote. En mi Parroquia (no en España) las personas que no pueden comulgar pero van a misa, se acercan igual a la fila de la Comunión pero cruzan los brazos. Eso significa que en lugar de recibir la Eucaristía solicitan una bendición y comulga espiritualmente quien desee/pueda. Nosotros rezamos mucho por esas personas y las encomendamos a la Misericordia divina. Hemos visto inmensos frutos de conversión, amor y entrega en muchos de ellos. Un gesto de humildad así no pasa desapercibido al Señor.

En España tal vez las personas tienen más prejuicios y reconocer que uno es pecador y no puede comulgar tal vez les resulte difícil. Yo lo animo a que siga acudiendo a la Santa Misa, pues el Señor lo ama inmensamente y usted allí, en el último banco, tal vez se esté "robando" el cielo poco a poco.

Lo encomiendo a mis oraciones,
11/07/15 5:12 AM
  
Grace del Tabor - Argentina
¡Gracias, Padre, por sus graciosos artículos llenos de profundidad!
Que Dios y la Virgen lo bendigan.
11/07/15 11:13 PM
  
Cos
David Q, no me entienda mal, pero lo que dice suena al yo, me, mi, conmigo. La misa es una celebración abierta a todo el mundo.

12/07/15 3:57 AM
  
Cos
¡Que gran post, padre!
Dios sostiene el mundo a través de la gente mas humilde. El mundo se burla de esta gente, la mira con desdén. Las beatonas esas . . . les dicen algunos, mirándolas por encima del hombro, llenos de arrogancia.
12/07/15 4:00 AM
  
Javier 82
Que recuerdos de esa pequeña parroquia, donde recibí mi primera comunión en 1991 de sus manos padre.
Nunca olvidaré una anécdota de una mujer que venía un poco bebida y no se le ocurría otra cosa que alzar la voz gritando "pan rallao" hasta que usted la invitaba a comportarse o salir del templo ja ja ja ja que cosas recuerda uno con el paso de los años.
Dios le bendiga páter.
12/07/15 11:52 PM
  
Isabel
1.988 Terrible año para mí. El 19 de septiembre de ese año murió mi padre a causa de un infarto a los 64 años de edad, dejándome en la más completa indefensión. Le había dado el primero unos meses antes (creo firmemente que en buena medida propiciado por la situación que yo estaba viviendo y en la que él se veía implicado afectiva y económicamente. Unos meses antes había tenido el primero a los 63, pero este no lo pudo superar. Desde entónces mi vida fue de mal en peor a todos los niveles.

Curiosamente este infarto que le causó la muerte, le sobrevino por un comentario de mi hija Sara que acababa de empezar preescolar en el colegio: "Abuelito ya no quiero ir más al colegio" "Por qué..." "Porque las niñas me tiran del pelo."
Según mi madre que estaba presente, mi padre empezó a reir y le sobrevino el infarto.

Ya nada volvió a ser igual.

Perdone Padre que me haya salido del post, pero la mención a ese año es siempre muy dolorosa para mí y necesitaba este pequeño desahogo.

Dios lo bendiga.
13/07/15 7:09 AM

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