Adoración eucarística perpetua. Mucho más fácil de lo que me había imaginado
Dos semanas desde que abrimos en la parroquia la capilla de adoración perpetua. Gente hay que me pregunta qué tal van las cosas, si se cubren los turnos, si hay ambiente de oración, si lo vemos posible.
Pues he de decir que está siendo mucho más sencillo de lo que yo jamás hubiera podido imaginarme. Voy a contar algunas cosas que vengo observando en estos quince días:
1. Los turnos se cubren sin especiales problemas. Es verdad que hay aún alguna hora libre pero que se va llenando semana a semana con una enorme generosidad.
2. Una cosa son los turnos y otra las personas rezando. Raro es el momento del día en el que no hay tres o cuatro personas en oración, incluso a altas horas de la noche o en la madrugada. Por la tarde es normal encontrarse con diez, doce, quince personas.
3. Un movimiento casi constante de personas que pasan a hacer una visita, están un rato y se marchan.
4. Aumentan semana a semana las personas que se comprometen con turnos fijos.
5. El ambiente de oración impresiona.
6. Con qué facilidad se ha ido asumiendo la dinámica de la adoración: suplencias, libro registro…
Confiaba en el Señor, pero se han superado todas las previsiones. Ahora empiezan a surgir iniciativas digamos “comunitarias”. Por ejemplo, la posibilidad de una vigilia mensual de la adoración nocturna o de alguna hora santa con jóvenes.
Somos demasiado “humanos”, y confiamos apenas en nuestras propias fuerzas. Pero cuando todo se pone en Dios Él lo va haciendo. Jamás pude imaginarme en octubre que esto fuera posible.
Animo a los amigos que me leen, sacerdotes, religiosos o laicos, a que se lancen a organizar la adoración perpetua e sus respectivas parroquias y comunidades. Sé que nos da pánico, a mí me ha pasado. Pero también he comprobado cómo la gente es generosa cuando se les pide algo grande y que merece la pena. Estar con el Santísimo es algo muy grande. Y responden, vaya que si responden.
19 comentarios
Le digo, para que no se le olvide, que la adoración, con lo maravillosa y milagrosa que es, es apenas un paso y un medio en su parroquia. ¡Aún no ha visto nada!
Pero es imposible cuando el corazón se cierra al Amor de Dios, y por eso, se deja gobernar no por el Espìritu Santo, sino por la medida del hombre viejo.
El tentador puede hacernos creer, que hacer misiones apostólicas como esta, Adoración Perpetua, es una hazaña imposible y que conviene abandonar. Pero sabemos que es mentiroso el demonio y padre de la mentira.
Pero cuando decimos, "Señor, este trabajo no es mío, sinto tuyo, y sabrás como llevarlo a buen término". Lo que es de Dios, no nos lo podemos atribuir como si fuera para nosotros, ya nos lo enseña también Su Santidad Benedicto XVI a lo largo de sus enseñanzas.
El Sacerdote no se pertenece así mismo, es obra de Cristo, por eso hace renuncias para complacer al Amor de los amores. El cristiano que lo debe ser de verdad, aunque no seamos sacerdotes, no nos pertenecemos a nosotros mismos, sino a Cristo.
Una persona que cree que se pertenece así mismo, a cada momento, o según le place disfruta según el mundo, participando en el proceder del mundo, pero no son felices en el fondo de su corazón.
La Adoración Eucarística es una muestra generosa de entrega personal a Cristo, y debe ser para siempre.
Y sin una dirección espiritual continuada, no hay manera de crecer en vida interior, a no ser que seas un Santo.
Y no digamos el bien que hará a los Sacerdotes.
Por lo tanto, sin los confesores, y pasado el tiempo de auge, o de novedad, languidecerá.
Y de la misma manera que hay unos turnos de adoradores, también debería haber un turno de confesores. Seguro que el arcipreste de la zona estará encantado de autorizar a que los curas de otras iglesias puedan oír en confesión a los adoradores. Y con un horario escrito y colgado en la pared, donde uno pueda saber a qué hora está el fulano padre “topete” que me conoce y que me entiende.
Es lógico tal éxito: necesitamos estar con Él.
Pero nada que no se pueda superar con la ayuda de Dios y el esfurzo que sea menester de parte de los responsables.
Para salir de la crisis, adoracion eucaristica, que lo que el hombre no puede, Dios si puede.
Los grandes santos han sido adoradores eucaristicos.
Este obispo "de la liberacion" dejo el cargo por edad y nombraron a un diocesano asignado al Opus dei, o sea, fue formado por ellos. En la misa dijo que la Virgen marcaba su vida porque nacio, se ordeno sacerdote y fue obispo un dia consagrado a ella. Lo primero que hizo como obispo fue construir capillas de adoracion en todas las parroquias de su diocesis. Y siempre tienen gente.
el problema, padre, es que es mejor otras iniciativas que sirven para que elcura sea un funcionario de sacramentos en un horario tranquilito y dejar las cosas seguir su curso.
ha demostrado que queriendo, con la ayuda de Dios, se puede.
Eso sí parece leyendo su los últimos ´posts´los ataques personales se han incrementado con gritos de ¡salud! y con el puño alzado. Pues enhorabuena también.
SOY LA ANIMADORA PCIAL. DE LA ASOCIACION MARIA ANA MOGAS,HEMOS ESTADO HACE 2 AÑOS VISITANDO LA PARROQUIA, DURANTE NUESTRA ASAMBLEA GRAL. EN LA CASA MADRE.
ESTA ESTUPENDA NOTICIA YA HA "CRUZADO EL CHARCO" Y EN ARGENTINA ESTAMOS FELICES DE ESTE NUEVO SERVICIO.
NUESTRA MADRE FUNDADORA, COMENZO SU LABOR DE RODILLAS, PARA LUEGO PONERSE DE PIE Y EMPRENDER EL CAMINO.
QUEREMOS QUE SEPA QUE DESDE AQUI LO ACOMPAÑAMOS CON LA ORACION Y SI UD. VE ALGUNA FORMA CONCRETA DE COLABORAR CON ESTA TAREA, QUISIERAMOS QUE NOS LO HAGA SABER.
¡¡FELIZ CUARESMA 2013!!PARA UD. Y TODA LA COMUNIDAD.
UN GRAN ABRAZO EN CRISTO
NORMA CENTURION DE GALLARDO (ANIM.PCIAL.)
AL SERVICIO DE LA A.M.A.M
Cierto lo que día José Luis "El tentador puede hacernos creer, que hacer misiones apostólicas como esta, Adoración Perpetua, es una hazaña imposible y que conviene abandonar. Pero sabemos que es mentiroso el demonio y padre de la mentira." Y lo intenta desde el primer momento, lo malo es que consigue meter el miedo más veces de lo que pensamos, pero es vencible con oración y mucho animo.
Como siempre a plena disposición para lo que haga falta, Padre Jorge.
Un abrazo en el Señor.
Dice la instrucción "Redemptoris Sacramentum":
"[120.] Cuiden los pastores que los paños de la sagrada mesa, especialmente los que reciben las sagradas especies, se conserven siempre limpios y se laven con frecuencia, conforme a la costumbre tradicional. Es laudable que se haga de esta manera: que el agua del primer lavado, hecho a mano, se vierta en un recipiente apropiado de la iglesia o sobre la tierra, en un lugar adecuado. Después de esto, se puede lavar nuevamente del modo acostumbrado."
Asumo del texto que cabe la posibilidad INADVERTIDA de que una partícula de las sagradas especies quede en los paños de la segunda mesa. Es imposible encontrarla. ¿Significa que en todos los templos, en algún lugar, o sobre la tierra, yace el Cuerpo de Cristo? Yo pienso que no. Quizás sí y allí aguarda a Su segunda venida, pero creo que no es necesario torturar la conciencia eternamente por un acto INADVERTIDO.
No se mueve la hoja de un árbol sin la voluntad de Dios, y si aquélla partícula voló de la Hostia para posarse en el paño o donde quiera que haya caído y no se puede encontrar, sin que nadie se diera cuenta, quizás Dios tuvo la voluntad de que así fuera, por razones que sólo a El competen. Eventualmente, por acción de la misma naturaleza, el aspecto de pan desaparecerá y ya no será más Eucaristía, si así lo quiere Dios.
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Creo que la reflexión es útil para que revaluemos la importancia de recibir adecuadamente el Cuerpo de Cristo, tanto física como moralmente. Y que reverenciemos un poquito más el templo, donde sin duda todo el tiempo hay volando por el aire infinitesimales partículas del Cuerpo de Cristo, calladas, silenciosas, inadvertidas, esperando que lleguemos a adorarlo, a hablar con El y a escuchar Sus consejos.
Diría que en ningún momento Dios ha mandado nunca a nadie hacer nada que le fuese imposible. Así pues, si tras una búsqueda razonable no se halla el fragmento perdido, lo más razonable es dejarlo estar y, a lo sumo, rezar una oración en desagravio por la pérdida.
Sobre si deja o no ser Cuerpo de Cristo por haberse extraviado, diría que sigue siéndolo, dado que no ha sucedido nada que tenga por qué revertir el sacramento realizado: sigue siendo parte de la especie consagrada.
Pero del mismo modo que opino que sigue siéndolo también opino que ello es irrelevante por cuanto el fragmento es ilocalizable y no puede hacerse nada por arreglar eso. Dios es omnipresente, está en todas partes, y el fragmento perdido simplemente habrá vuelto a fundirse con esa omnipresencia mística, dejando de poderse percibir por nosotros como presencia física.
A fin de cuentas, también se evapora algo de alcohol del cáliz, o puede salir despedido algún mínimo fragmento de la boca de quien tosa tras haber comulgado, etc, y no cabe pretender que esas minúsculas porciones deban ser controladas exhaustivamente. No cabe pensar que Dios pueda ofenderse por algo que queda fuera de nuestra capacidad.
Un saludo.
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