La administración se quita a los pobres de en medio
La situación es complicada. El jueves tuvimos reunión de lo que llamamos la “mesa de Cáritas del arciprestazgo”, a la que asisten representantes de Cáritas de las diez parroquias de la zona junto con trabajadores sociales de la institución y que preside un servidor como coordinador de la zona.
En estos encuentros evaluamos la situación general y los problemas que hay en nuestros barrios y buscamos como coordinar esfuerzos y apoyarnos unos a otros.
La situación ciertamente dramática, partiendo de que desde los servicios sociales nos han dicho claramente que ayudas CERO. Con eso de que hay crisis y recortes pues han decidido que no hay presupuesto para nada y ahí estamos. ¿Consecuencias? Pues que todo viene a Caritas. Familias que sacan a los niños de la guardería porque no pueden pagar cincuenta, sesenta euros al mes. Niños que necesitan esa guardería para socializarse, comer, estar limpios, recibir estímulos. Las hay que mandan a los niños al colegio sin libros. Lo del comedor escolar es de risa. ¡Cuántas familias hay que no saben cómo preparar un tupper de comida decente! Nada. Comedores escolares CERO. Libros de texto CERO. Guarderías CERO. Otras cosas ya ni las planteamos.
Pero los problemas están ahí. Los mayores, con pensiones que a veces dan de comer a una familia, ahora tienen que pagar las medicinas. Se acumulan recibos de luz, agua, gas. Y cada vez son más las familias que acuden a nosotros al menos a por una bolsa de alimentos.
Nos multiplicamos y hacemos las cuentas al céntimo. Los alimentos llegan porque la gente sabe lo que es pasar necesidad y que hay que echar una mano como sea. Pero cada vez se complica todo un poco más.
El otro día al acabar la reunión, como coordinador, dije unas palabras. Más o menos que no estoy dispuesto a consentir que la administración se quite de en medio a los más débiles a base de decirnos a Cáritas que lo hagamos nosotros que en definitiva lo hacemos por Dios. Porque desde los servicios municipales DE CUALQUIER BARRIO te llega gente que la envían diciéndoles que seguro que nosotros podemos hacer algo. Y que lo digo en la reunión de la mesa de arciprestazgo, que lo diré este próximo jueves en la reunión de coordinadores de la vicaría episcopal y que se lo diré al señor cardenal en cuanto tenga oportunidad.
Porque aquí hemos vivido unos años de derroche y despilfarro como si fuéramos súper millonarios. Pasa un gobierno y pasa otro y cada vez peor. Y la solución es que los pobres más pobres los atienda Cáritas y un problema menos. Pues no. Estos pobres, frutos de políticas absurdas los han creado los políticos, los banqueros y toda su panda. Pues algo tendrán que hacer, digo yo.
No. No me niego a ayudar, hasta ahí podíamos llegar. Todo lo contrario. Me siento orgulloso de los voluntarios de Cáritas, de su esfuerzo, de la generosidad de la gente. Pero una cosa es que Cáritas colabore, y otra es que se desentiendan de la pobreza con el gesto fácil de mandar a las parroquias con el cuento chino de que no tienen presupuesto.
Por cierto. Leo estos días en la prensa que un concejal del ayuntamiento de Burgos gastó en un mes más de DOSCIENTOS MIL EUROS en teléfono móvil. Me apuesto un duro de los de antes que en Burgos los servicios sociales municipales han sufrido recortes. Y la gente a Cáritas, claro.
26 comentarios
Es decir, que los políticos, banqueros y emperesarios son los que deben comenzar. Y vaya que pueden hacerlo y no morir en el intento.
Pero me temo que no lo harán...
Hay muchos problemas que convergen o se yuxtaponen, o más bien se acumulan unos sobre otros:
a) Una población engañada (hay que decir gozosamente engañada; la crisis es antes que nada moral) que se creía rica, dado el flujo de dinero que corría con la misma facilidad como sin fundamento real alguno. En este punto todos somos un poco responsables, pero los bancos o las Cajas se llevan la palma.
b) Una chusma política que ha despilfarrado y robado a manos llenas durante años y en todas las estructuras organizativas del Estado, ya sea central, autonómica o local. Chusma que se resiste a perder su estatus y privilegios y que apenas recorta sus obscenos niveles de gasto, aunque no duda en crujirnos a los de siempre: asalariados, autónomos, pensionistas y, en fin, clase media y trabajadores, en general.
c) Una organización del Estado que es en sí misma inviable económicamente, además de políticamente disolvente. Ni el más apto y honrado de los gestores puede hacerse cargo de esta monstruosa hidra pública de 17 cabezas.
d) Una corrupción institucional generalizada que indica que la etapa abierta por la Constitución de 1978 está por completo agotada. Esta Constitución, ya sea porque desde su ambigüedad ha permitido la aparición y consolidación de todos los errores posibles que luego se han desplegado con profusión; ya sea porque a los efectos ya no la cumpla ni respete nadie, de puro violada, ni nadie sea capaz siquiera de utilizar los instrumentos con los que ella misma cuenta para amparar su orden, es obvio que necesita ser reformada en profundidad, si no redactar una nueva.
e) Una concepción de la sociedad basada en los pilares del consumo, la productividad y el mercado. El hombre, cada individuo, no ya como ciudadano, sino como persona, ha de buscar su realización primordial en función de esas tres dimensiones. La afectividad, la madurez personal, la búsqueda de la verdad, quedan relegadas y al servicio de aquellos fines. La noción de éxito o de fracaso en la vida se miden por estos parámetros. Por supuesto, este un problema que trasciende el ámbito español, pero que define las prioridades, la forma de organización de la convivencia, el modo de resolución de los problemas y la definición de los mismos. Esta es Europa hoy y el Occidente, en general. Los pobres, los fracasados de este mundo, son una carga, y como tales quedan asignados a una realidad a la que también consideran una carga: la Iglesia. Hay una lógica profunda en este hecho.
Así es, D. Jorge. Toda una ruina. Bien mirado, sólo la caridad puede hacerse cargo de esta hecatombe. Pero es que la caridad es lo más marginal que existe. Por desgracia. Hace bien en quejarse desde su puesto y responsabilidad. Pero el inmenso lodazal que nos asola procede de polvos muy lejanos que, como católicos o como simples ciudadanos de bien, no supimos hacer frente cuando se pudieron haber evitado. Ahora estamos embadurnados hasta en el alma. Al menos, que ahora sepamos estar donde debemos como no lo fuimos cuando tocaba. Pero estamos ya solos, porque la sociedad está profundamente corrompida. Fíjese en esos padres que ahora claman contra los recortes en la enseñanza pública: ¡qué satisfechos estaban y qué silencio cómplice ante la pésima educación que recibían sus retoños con todo el dinero del mundo! Pero ahora sufren y hay que acogerles, porque no se puede dejar a nadie, desde nuestra moral, abandonado a su suerte.
Hace bien en quejarse, D. Jorge, pero... ¿quién le escuchará? Ayude en lo que pueda y aguante.
Pero Jesús, al multiplicar panes y peces, dijo algo muy claro: " Dadles vosotros de comer ". De manera que nos ha llegado el turno para aliviar el hambre de nuestros hermanos, y cada uno tenemos la grave obligación de ver cómo hacerlo. Está bien que denunciemos hechos, pero ante todo, compartir, dar de lo nuestro hasta que duela, como decía la inolvidable Madre Teresa de Calcuta.
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Sí: sueldos vitalicios de escándalo para los políticos que se han distinguido más como verdaderos golfos y para las más "recortadoras" de servicios sociales; s "indemnizaciones" por arruinar bancos, cajas y a pequeños inversores engañados por ellos; "dietas" de transporte y residencia a quienes tienen patrimonios de dudoso origen y, en todo caso, inmenso; políticos que NUNCA han trabajado sino que salieron de sus casas paternas a los 18 años para empezar a vivir de la política y llevan 30 años viviendo de ello; gastos de representación ofensivos; nepotismo indisimulado que coloca a maridos, esposas, hijos, cuñados, sobrinos en los tropecientos "cargos de confianza" y asesorías múltiples; cierres de campaña electoral viajando en aviones Falcon a 83 euros minuto... etc etc etc
Eso hacen, eso es el " algo que tendrán que hacer", con la más completa falta de sensibilidad. Si han llegado a constituir esa "casta" es porque el sitema permite la partitocracia fundada en el clientelismo y alimentada por el sistema de listas cerradas y ley D´Hont que engorda y sostiene el bipartidismo, la gran ubre de la que chupan los responsables de esta catástrofe. Así, la crema de la política la forman nos consideran lo que somos en realidad: los "pringáos" que mantienen el tinglado del que viven.
Por cierto, padre, cuando dice "los banqueros y toda su panda", ¿a quiénes incluye en "su panda"?
Saludos
Cuando digo que "Estos pobres, frutos de políticas absurdas los han creado los políticos, los banqueros y toda su panda", en la "panda" meto a todos esos amiguetes, empresarios básicamente, amigos de polìticos, íntimos de banqueros, que al rebufo de la situación se han hecho inmensamente ricos y nadie acabamos de saber muy bien cómo.
¿Testaferros, información privilegiada, tratos de favor...?
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Ni siquiera: son ellos mismos.
Despues de haber leído sus artúculos; llenos de lógica, buen humor, enseñanza, etc. Tras ver la solución que dio en su parroquia al tema del reclinatorio; por lo que implica. Recordando el artículo que usted escribio, con referencia a evangelizar en Cáritas:
Comentario de Jorge González Guadalix
Ese famoso respeto buenista que impide que las personas puedan conocer a Jesucristo. Si Pedro, Pablo, los apóstoles, Francisco Javier hubieran sido de esa forma de pensar, no habríamos conocido al Señor. Imponer, nunca, proponer siempre. Callar la verdad de la fe es faltar gravemente al mandato misionero del Señor: "Id y haced discípulos".
29/07/12 10:22 AM
Se me ocurre, que uno de los mejores puntos donde podemos depositar nuestros donativos es a través de usted. Propongo nos facilite un número de cuenta.
P.D. Por favor. No confundir banqueros -buenos gestores (con sus errores y maldades); que han de responder, si se les pilla en fraude de ley (y ante el Juez Supremo, como todos); con políticos y sindicalistas que han arruinado las cajas y se han ido de rositas.
Le pido, también, un poco de cuidado, al definir a los empresarios; cierto es que habla de los que se han enriquecido, entre otras cosas, con "información privilegiada", etc. Resulta que conozco a pequeños y medianos empresarios, que se han sacrificado -sí, con intención de ganar dinero; ¿quién no?, salvo algunas personas como usted (lo digo sin mala intención; englobando a religiosos etc.)-; que han dejado la piel en la empresa, creando puestos de trabajo; en algunos casos como en esta zona, extorsionados por ETA y los suyos, luchando contra las trabas de la torpe burocracia...y que se ven en la ruina con todos sus bienes embargados. He oído que en algunos libros de texto de EpC, se les demoniza. Pregunto: ¿No es responsabilidad de la persona buscarse el sustento digno y dignamente? ¿No estamos errando el tiro cuando se habla, sólamente, de trabajo y sueldo dignos?
Un afectuoso saludo.
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Se encuentran dos mendigos un boleto del Euro Millón, del próximo sorteo.
-¡Mira!¡Nos puede tocar un pastón!
-Si nos toca, lo repartimos entre los pobres...
-Los pobres que se jodan...
Jamás en nuestra historia los españoles hemos pagado tanto en impuestos. Recursos destinados a mantener a una elite extractiva que ha arruinado al estado y probablemente lo acaben desintegrando territorialmente.
Con lo que no estoy de acuerdo es con el discurso de Eduardo Jaroid quea aprovecha que el Pisuerga pasa por Valladolid para atizarle a la democracia.
La crisis no la han provocado la constitución ni las autonomías. Es más, sin ellas estaríamos aun peor.
Parece que se olvidan que aunque fue en el franquismo cuando empezó el germen del estado del bienestar, ha sido en democracia cuando se asentaron la sanidad pública universal y gratuita (Ley General de Sanidad de 1986), el sistema de pensiones (Pactos de la Moncloa en 1978 y de Toledo en 1995) y la educación pública gratuita desde pre-escolar hasta la universidad.
Imaginaos si los cinco millones de parados encima tuvieran que pagarse de su bolsillo el médico cuando se ponen enfermos o la enseñanza de sus hijos.
O si los abuelos jubilados no tuvieran pensión para vivir ellos y ayudar un poco al nieto sin trabajo.
Y en cuanto a las autonomías yo como andaluz sostengo que a pesar de toda la corrupción, las regiones tradicionalmente atrasadas y pobres han podido despegar gracias al dinero que las propias autonomías han administrado para ellas mismas, porque si tuviéramos que esperara a que Madrid repartiera el presupuesto a su antojo nos seguirían llegando las migajas. Que yo sé de pueblos manchegos donde en los años ochenta todavía no había llegado el agua corriente, y las mujeres iban a lavar la ropa al río como en el neolítico.
Es cierto que no soy un defensor per se de la democracia; lo que persigo es que el sistema político que sea procure el Bien Común de la comunidad a la que rige. Esto fue lo que hizo Franco con inusual acierto. Piense en la España que encontró en 1939 y la que dejó 36 años después: de la más absoluta de las miserias y postraciones a la octava potencia económica del mundo, y sin planes Marshall y con más de una década de obligada autarquía. Hoy, democráticamente, hemos conseguido ser, desde entonces, ya los décimo sextos. Y cayendo...
Consigamos al menos que esto sea una verdadera democracia, que ni siquiera esto hemos alcanzado.
Por eso hay mucha gente que lucha por un mundo más justo. Algunos lo hacen equivocadamente, haciendo uso de lo que jamás debería permitirse un ser humano: la violencia, la coacción, etc. Pero otros muchos no usan de esos artificios, y sin embargo son vilipendiados y perseguidos por los poderes fácticos.
El capitalismo no ha traído más que miseria y decadencia espiritual a este mundo. La dictadura del dinero es la peor de las dictaduras posibles, porque aniquila cualquier posibilidad de crecimiento en los seres humanos, reduciéndolos a un estado en el cual sólo pueden luchar para sobrevivir. Y muchos de esos poderes usan de diversos engaños para convencer al pueblo de que vamos en la buena dirección. Fomentar la competitividad, el consumismo, el racismo,... a veces también, y por desgracia, la religión. Y muchas veces los encargados de llevar a cabo esta última tarea son parte del bando económico y del bando eclesial.
Un cristianismo consecuente con el Mensaje de Jesús debe trabajar activamente para la remoción de las causas de la pobreza, poniendo el dedo en la llaga de aquellos que las causan: los grandes capitales, las multinacionales, los lobbies financieros y de pensamiento, y aquellos políticos que amparan, justifican y promueven esas desigualdades. Especialmente en un sector determinado de ese espectro.
Por todo lo demás, de acuerdo con sus palabras:
PD: Para Eduardo Jariod: la España de 1975 era una España miedosa, gobernada por militares y con unas tasas de democracia ínfimas. Colectivos enteros reprimidos (izquierdistas, gays, extranjeros, etc.) No éramos, ni mucho menos, ninguna potencia mundial, sino el hazmerreír de cualquier país civilizado, con un dictador mediocre que se murió en su cama y contra el que no hicimos nada, ni juzgar sus crímenes. Creo que vemos la historia de un modo muy distinto...
Saludos cordiales.
Este artículo debería ser reproducido en los principales medios de comunicación.
Las cosas van de mal en peor. En Murcia, a los conductores de autobuses urbanos, le acaban de pagar el 20% del sueldo de agosto. Con la bajada del sueldo del 22% incluida. O lo coges, o te vas. ¿A dónde?
Vergonzoso todo esto. Mientras hay mucho de donde recortar y no tocar partidas a estos destinos. Todo lo contrario.
Mientras tanto, esta injusticia no exime que ayudemos en lo más que podamos para mitigar tanto sufrimiento.
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