Profesores de religión: me preocupa más su ortodoxia que su ortopraxis
Estos días hemos asistido a un gran revuelo causado por la sentencia del Constitucional, en la que se daba la razón a la Iglesia en el tema de la designación de los profesores de religión. El Tribunal afirma que "ha de corresponder a las confesiones la competencia para el juicio sobre la idoneidad de las personas que hayan de impartir la enseñanza de su respectivo credo". Y añade que esaa elección no tiene por qué ceñirse a "los conocimientos dogmáticos o las aptitudes pedagógicas", sino puede extenderse a la conducta de los profesores "en la medida en que el testimonio personal" supone para la comunidad religiosa "un componente definitorio de su credo", hasta el extremo de que este supuesto es "determinante" de la cualificación para la docencia.