Los consejos del P. Fortea para las homilías
La buena gente de ACI Prensa ha tenido la feliz idea de recuperar para este Adviento un artículo del P. José Antonio Fortea, escrito en noviembre del 2017. Este famoso sacerdote español tuvo a bien dar unas pautas para predicar buenas homilías. Aunque no existe el peligro de que yo predique homilía alguna en lo que me queda de vida, sí que soy y seré testigo de muchas de ellas, con lo cual el tema me interesa.
Antes de analizar lo indicado por el sacerdote oscense -aunque incardinado en Alcalá de Henares- creo importante señalar el hecho de que multitud de fieles solo reciben cierta formación espiritural, doctrinal y moral a través precisamente de las homilías. No abundan los que se leen documentos magisteriales, ni los que leen habitualmente la Biblia, escritos de los santos, etc. Tampoco hay multitudes de fieles en las escasas parroquias que tienen un catecumenado para adultos.
Dicho eso, vamos con el “decálogo” para una buena homilía de D. José Antonio:
-Predicar lo más posible acerca de Dios.
Elemental, querido Watson, que diría Sherlock Holmes. Pero por muy elemental que parezca, hoy parece estar de moda hablar de la solidaridad, de los pobres, del cambio climático, de los que mueren intentando buscar una mejor vida… sin mencionar a Dios para nada. El segundo mandamiento “amarás al prójimo como a ti mismo” está a la orden del día, pero el primero brilla por su ausencia. Como si todo el mal que existe en el mundo se pudiera arreglar sin nombrar al Creador. Hace bien el P. Fortea en dar ese consejo.
-Fijarse siempre en lo positivo. Exponer la belleza del Bien en todas sus formas.
Dependiendo de las lecturas del día o de las situaciones particulares o generales que el sacerdote quiera mencionar, no es fácil seguir siempre ese consejo. Pero sí, es cosa recomendable que todo sermón deje lugar a la esperanza cristiana, a la belleza del mensaje de salvación, a la seguridad de que "todas las cosas cooperan para el bien de los que aman a Dios, de los que son llamados según su designio” (Rom 8,28).
-Evitar hablar del pecado, del castigo, del mal.
Reconozco que me he quedajo ojiplático al leer ese consejo. “No, no puede ser", me he dicho. Pero es. No dice algo tipo “no hable constantemente del pecado, del castigo, del mal", sino “evitar” hablar de esas cosas. Y digo yo, ¿cómo va nadie a plantearse dejar de vivir en pecado, abandonar el mal que le aleja de Dios, si no se le predica al respecto? Es más, ¿qué fue lo que dijo Cristo que haría el Espíritu Santo cuando viniera tras su partida?:
Y cuando venga Él, acusará al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
Jn 16,8
¿Es consciente el P. Fortea que lo que propone es exactamente llevar la contraria, ni más ni menos que en la tarea homilética, a la labor del Espíritu Santo?
- Predicar poco de temas morales. No predicar nunca de temas políticos u opinables. Evitar historias personales. Lo que hay que hacer es centrarse en la Palabra de Dios.
Ahí van varios consejos, no uno solo. Empiezo por el último, que consiste en centrarse en la Palabra de Dios. Me parece muy bien pero añado esto: “recordar que tanto la primera como la segunda lectura, además del Salmo, son también Palabra de Dios. No solo el evangelio". Resulta bastante frustrante ver la casi absoluta ausencia de predicación sobre nada que no sea el texto evangélico, incluso cuando las otras lecturas dan para hacer una homilía la mar de sustanciosa.
En cuanto a predicar poco de temas morales, tentado estoy de decir que eso es una gran ventaja cuando el sacerdote es heterodoxo, cosa más habitual de lo deseable. Efectivamente, es mejor que algunos predicadores no hablen nada de la moral, porque si hablan la destrozan. Ahora bien, si estamos ante un buen sacerdote, que conoce la necesidad de arrojar luz en medio del marasmo moral que hoy nos rodea, ¿por qué va a tener que predicar poco sobre esos temas? ¿es que los fieles no tienen derecho a que les recuerden, o les enseñen, lo que está bien y lo que está mal? ¿es que no sufren la avalancha indecente e impía que emana de las leyes, los medios de comunicación, la secularización rampante? ¿qué de malo tiene que de vez en cuando les prediquen desde el púlpito la necesidad de, ayudados por la gracia de Dios, guardar los mandamientos?
En cuanto a los temas políticos u opinables, pues dependerá de cuáles sean dichos temas. Es complicado no hablar de la política cuando la política se mete en todo, incluso en aquello donde no debería de meterse.
-Tratar de no levantar la voz ni exaltarse. Jamás reñir en un sermón.
O sea, no se les vaya a ocurrir a ustedes, estimados sacerdotes, seguir el ejemplo de San Juan Bautista. Jamás. Nunca. De ninguna de las maneras. O sea, no. ¡Que no! ¿Lo han entendido? ¡¡NO!!
En fin… yo creo que hay tiempo para todo. Incluso para predicar como los profetas.
-Hacer el máximo esfuerzo por pegarse al texto bíblico, sin divagar.
Buen consejo. Es mucho más importante explicar bien lo que Dios nos tiene que decir en su palabra que irse por los cerros de Úbeda.
-Evitar, a toda costa, los lugares comunes.
Cuántos sermones tediosos e insustanciosos nos ahorraríamos si se siguiera siempre ese consejo del P. Fortea.
-Ser fiel al tiempo razonable para un sermón: diez minutos. Cortando el sermón al llegar a ese momento, sin importar si han quedado o no puntos por explicar.
He asistido a semones de diez minutos donde sobraban los diez, y a sermones de viente minutos -pocos ciertamente- donde no sobraba un segundo. No tengo claro que sea conveniente dejar puntos por explicar si los mismos son importantes. Quizás es mejor empezar por lo que tiene más miga y dejar para el final aquello que pueda ser prescindible, pero no es menos cierto que a veces un sermón puede y debe tener un ritmo in crescendo con traca final. Y no es plan de eliminar la traca.
-Preparar el sermón para tener muy claro, desde antes de empezar, qué puntos son los que se van a exponer.
Ese consejo es especialmente apropiado para aquellos sacerdotes que no tienen especialmente desarrollado el don de la predicación. Lo cual no quiere decir que sean malos sacerdotes, dicho sea de paso. Los hay que no son grandes predicadores y sí magníficos confesores. Y viceversa.
En todo caso, la mayoría de los sacerdotes que he conocido llevaban preparado el sermón dominical. Eso se nota. Lo contrario también se nota cuando sucede.
-La preparación del sermón tiene que ser un proceso de descubrimiento para el predicador a través de la lectura de otros autores. El sermón es el placer de compartir con otros lo que uno ha descubierto. Si uno disfrutó en ese proceso de búsqueda y hallazgo, transmitirá de forma natural ese gozo.
Gran consejo. Algo que debe tener en cuenta un buen sacerdote es que, por muy bien que predique, es seguro que otros han predicado mejor que él. Que otros han explicado las cosas mejor que él. Y que de todos ellos puede aprender para así ser buen maestro de los fieles.
Una última reflexión. Los buenos consejos del P. Fortea valen también para aquellos que nos dedicamos al “apasionante” mundo de la blogosfera católica. Y los malos… malos son.
Dios nos conceda servirle con eficacia para mayor gloria suya.
Luis Fernando Pérez Bustamante
45 comentarios
¿Centrarse en la Palabra de Dios? ¿En serio? ¿Qué hacer cuando la Palabra de Dios lanza truenos y relámpagos hablando del pecado, el castigo y el mal? Pues lo que se hace habitualmente cuando se sigue esta línea homilética: hablar de otra cosa, eso sí, muy "centradamente".
Saludos cordiales.
Él se supone que tiene gran experiencia en los demonios, pues los ha tratado en múltiples ocasiones.
Acaso las más polémicas de sus recomendaciones, que no puedo calificar sino de buenistas, ¿no le hacen el juego al enemigo?
Menos que menos vestido con sotana, pues dice algunas cosas que son más propias de esos curitas frívolos que visten camisas floreadas, bermudas y sandalias.
Yo siempre he creído que los "consejos" de Fortea, a cualquier nivel, operan más en el nivel de sus propios gustos personales y de sus propias necesidades de "reconocimiento". Es que, además, da "consejos" para TODO. Hasta de gastronomía.
Su blog no es una fuente doctrinal, sino el depósito de sus opiniones informales, subjetivas.
En fin.
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LF:
No le he escuchado ninguna homilía. Tampoco soy lector habitual de su blog. Ese post lo leí porque lo publicaron como noticia ayer en Aci Prensa.
Hace años que sigo el blog del Padre Fortea, y aunque puedo discrepar en pocas cosas, en general todos sus sermones en la red así como sus libros me han sido de gran ayuda espiritual
Especialmente su aportación a la escatologia creo que será de lo más destacado de su obra además de su tema principal del exorcismo
El P. Fortea hace mucho bien a la Iglesia y en él se nota las obras del Espíritu Santo
Un saludo
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LF:
¿Y?
Bueno, Fortea sólo ha dicho en voz alta lo que muchos, incluso grandes sermoneadores, ya hacen. Queda fatal, dirán ellos, hablar de infierno, de la suciedad del pecado, de la muerte, etc... Luego pasa lo que pasa: miles de ancianos mueren plácidamente, pero empecatados, no habiendo sentido la necesidad en todo su proceso de confesar sus pecados. No digo yo que vayan a tener juicio severo, sólo que perdieron la oportunidad de lavar su alma antes de presentarse ante Dios.
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LF:
Exactamente
- Fijarse "siempre" en lo positivo.
- "Evitar" hablar del pecado, del castigo, del mal.
- Y cuando venga Él, acusará al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
- Predicar "poco" de temas morales.
- No predicar "nunca" de temas políticos u opinables.
- Evitar historias personales.
- "Jamás" reñir en un sermón.
- Ser fiel al tiempo razonable para un sermón: "diez minutos". Cortando el sermón al llegar a ese momento, "sin importar" si han quedado o no puntos por explicar.
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Fortea pertenece a esta escuela de curas modernistas que dicen que hay que hablar siempre el "100% de gracia, 0% de pecado".
Me parece curioso eso de que Jesús, cuando venga, Él y sólo Él acusará al mundo, cuando nosotros sí podemos juzgar en fuero externo.
Lo de las homilías de "600 segundos, ni uno mas", es gracioso.
A mí, me gustan las historias personales, "humanizan" una homilia abstracta.
La política pertenece al bien común.
Hay que reñir como San Juan Bautista y Jesús (Ay de vosotros... raza de víboras... y cogió un látigo).
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LF:
Firtea no es un Castillo ni un P. Angel. Tiene fama de ortodoxo
Ya no es q no exista el pecado en el mundo, es que ya los sacerdotes, como este señor, piden q se evite hablad de éllo. ASOMBROSO!!!!
La labor del profeta, es anunciar y denunciar, esto es, hablar de la buena nueva o Evangelio, pero la segunda parte hace inevitable el "hablar del pecado, del castigo, del mal".
Así que, respetuosamente, difiero de dicho consejo dado por el Padre Fortea.
Entre consejos de sentido común, se entremezclan verdaderas traiciones
a lo más evidente del Evangelio, seguramente con el objetivo de "caer bien", "cosechar a plausos", "no aparecer tan 'carca' ".
¡Que el Señor le haga descubrir a Satanás, no sólo en casos convulsivos y espectaculares, sino también cuando se disfraza de "ángel de luz" (II Cor 11, 14).
Ya hace tiempo que calé a Fortea. Siento decepcionaros, pero es de los típicos a favor de que comulguen gente en pecado mortal (apostata de su matrimonio verdadero estando casado con otra persona, con o sin sexo).
Pues bien, la mayoría de la gente pide: una ayuda para vivir. Es decir, moral. Orientación en las elecciones.
En cuanto a la duración, mucha gente (más del 35%) eligió homilías de más de 15 minutos.
La inmensa mayoría pidió que los sacerdotes ayuden a los fieles a analizar y discernir las situaciones de la realidad actual, y un altísimo porcentaje valoraba positivamente que se incluyan testimonios personales o experiencias.
En los comentarios (que publiqué en mi último post) hay una gran insistencia en que los sacerdotes... denuncien el mal y sean claros y contundentes.
Digamos que lo que un alto porcentaje de fieles (el 70 % de los cuales son agentes de pastoral) difiere sustancialmente de los criterios del p. Fortea.
Evidentemente no es el consenso el criterio de verdad, pero creo que sirve como un indicador de lo que nuestro pueblo está necesitando.
Bendiciones!
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LF:
Los fieles que HOY van a Misa, no van a que les entretengan con discursos buenistas.
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LF:
¿Su conversión de qué? Del pecado... vaya, pues hay que hablar del pecado. Qué lástima...
Todos tenemos diferentes momentos en nuestra vida, y el Padre Fortea no es una excepción. Hace unos años era un referente moral, pero en los últimos años tuvo un cambio coincidiendo con el advenimiento del Papa Francisco y todo el tema de Amoris Laetitia. En mi caso me decepcioné mucho de su laxitud doctrinal y de su confusión de tipo modernista... creo que todos nos equivocamos en diferentes momentos de nuestras vidas.
Finalmente hace unos días me llegó un post suyo sobre Francisco Franco que me ha gustado enormemente (ya había oído en ivoox una charla suya de hace bastantes años sobre el tema en la misma línea, también excelente).
Creo que una mala interpretación de la obediencia y quién sabe si malas compañías le llevaran a ciertas dudas y a cierta laxitud... pero todos estamos en la misma cuerda floja en esta difícil lucha de los seguidores de Cristo contra Satanás, y es lógico ir peleando esa batalla con altibajos. Hasta es posible que las últimas revelaciones de extrema gravedad en la Iglesia le hayan hecho cambiar de opinión. Por mi parte todo el respeto por el Padre Fortea, un hermano en Cristo y un consagrado de Su Iglesia. Le deseo lo mejor y firmeza en la fe hasta el final.
La sangre de Abel Gn 4, 10
El pecado de los sodomitas Gn 18, 20 19, 13
El clamor del pueblo oprimido en Egipto Ex 3, 7-10
El lamento del extranjero, la viuda y el huérfano Ex 22, 20-22
La injusticia con el asalariado Dt 24, 14-15 Jc 5, 4
Lo pongo como ejemplo de lo que se va olvidando en la predicación.
Recientemente el P. Fortea ha estado estrujando la cabeza en el intento de mantener la "papolatría" y por tanto no encontrar ningún problema con Amorias Laetitiae y otras declaraciones cuando menos sorprendentes del Papa Francisco. Creo que sobra tal esfuerzo dado que el Papa Francisco no ha enseñado nada infaliblemente y mucho faliblemente.
Pero posiblemente el padre en Adviento quiera dar un mensaje de Alegría, de salvación , Que mayor alegría que haber sido justificados por la sangre de ese niño Jesús que nace en Navidad
Un abrazo
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LF:
Son consejos que él escribió en SU blog, y que Aci Prensa vuelve a dar este año. Si Aci Prensa no lo llega a dar, yo no habría escrito este post.
Y, por cierto, no son consejos para las homilías de adviento sino para las homilías en general.
Fortea no es un Castillo ni un P. Angel. Tiene fama de ortodoxo
Eso no lo niego, pues es evidente.
Pero los enunciados:
- Fijarse "siempre" (100%) en lo positivo.
- "Evitar" (100%) hablar del pecado, del castigo, del mal.
- Y cuando venga Él, acusará (100%) al mundo de pecado, de justicia y de juicio.
es propio de los modernistas, pues es lo que me dijo personalmente uno de ellos: "hay que hablar siempre de la gracia y nunca del pecado".
A veces se puede coincidir en alguna premisa modernista, siendo ortodoxo.
Alguna vez se lo critiqué por internet, pero debe de ser aquello de que "en casa del herrero, cuchillo de palo".
estan desorientados con "fiestas"... lo catolico es El Verbo encarnado" es la verdad la palabra hecha hombre" en un pecebre.
Es la Pascua, la primera llegada del salvador, la segunda es con la gracia de los sacramentos y la tercera al fin de los tiempos.
En las 3 vicitas, su cumpleaño es irrupiendo el mal, la oscuridad, el pecado, nuestra maldad, nuestra inequidad y por concecuencias traen un juicio inmediato, en el tiempo y al final.
Es evidente que el choque es hablar de moral, de las concecuencias del pecado y la iglesia va anunciar la Buena Nueva a tiempo y destimpo que es La Vida En Jesús por Jesús en medio de la oscuridad que reina con el principe de este mundo.
Hay conflicto: Si, hay una batalla espiritual en acción: Si.. callar no es una opción ni es negosible.
La sangre de Abel: aborto y eutanasia
El pecado de los sodomitas: ideología de género
El clamor del pueblo oprimido en Egipto: mafias, narcos, corrupción
El lamento del extranjero, viuda y huérfano: Doctrina Social de la Iglesia
La injusticia con el asalariado: ídem.
El lugar adecuado para hablar del pecado son precisamente las homilías; es absurdo silenciar la existencia del pecado y de la multitud de ofensas que se le hacen continuamente a Dios nuestro Creador. Con esos consejos uno comprende por qué la Iglesia está como está, y por qué Sus templos y seminarios están vacíos... es un gigantesco error conceptual. Las sectas protestantes son exigentes y sus locales están llenos. Además, el hecho de ocultar la Verdad que nos puede salvar de la condenación eterna es una grave negligencia.
Sólo les pediría algo a esos sacerdotes: que escuchen las homilías del cura de Ars... están en youtube y son maravillosas. Hablan mucho del pecado y del infierno, y te llegan profundamente al corazón... realmente te cambian como persona.
Un saludo.
Y es necesario hablar de la Escatologia muerte ,juicio ,infierno y Gloria es una realidad que nos llegará a todos
Y si así fuera, como alguna vez escuché o leí en en otros contextos distintos: "vale más ir de un susto al cielo, que sin susto al infierno". Que Dios nos asista.
Como Aquel que decía que el pecado de escándalo merecía el encaje de la piedra de molino al cuello.
Como Aquel que decía que era mejor entrar tuerto y maco en el cielo antes que tolerar el ojo y mano que te hace pecar.
Como Aquel que habló del pecado de adulterio cometido incluso sólo con el pensamiento.
Como Aquel que le dijo a la mujer pecadora "Vete y no peques más"
"Tus pecados te son perdonados".................
La predicación sobre el pecado en el Evangelio por parte del Maestro es una constante.
A Fortea lo mandaron a paseo por Roma (literalmente) una vez. Cierto que no es una Caram o Forcades o un teólogo ensimismado en su ego como tantos que padecemos en España, gracias a Dios, pero mmmmmmmmmm como le dijo el Rey emérito a Chavez ¿Fortea, por qué no te callas?
- Se notó bastante su deriva a menos ortodoxo desde la elección del Papa actual. Por ejemplo, fue conocida su posición más bien favorable a "Amoris Laetitiae" y tuvo hace más de un año un cruce de ideas sobre su carácter polémico, ambiguo y/o heterodoxo con Bruno (colaborador de InfoCatolica).
- Su blog es a menudo de un subjetivismo que no resisto después de haberlo seguido meses, a pesar de que es reconocible en él un fino sentido del humor aunque puede llegar a la burla. Por contra, en alguna ocasión se le nota un retintín de superioridad.
Sus apreciaciones sobre películas resultan muy personales y bastante flojitas.
- A mi entender, demasiado mediático. Demasiado personalista.
¿El exorcista ha sido poseído?
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LF:
¿Le parece a usted normal hacer esa pregunta?
Un exorcista corre más riesgo que cualquiera de nosotros ante la acción del demonio. No hace mucho y sin empacho Fortea dio luz verde a la fornicación "entre adultos que no se podían casar". Ahora viene con la nota de no mencionar ni el mal, ni el pecado ni temas morales (???????????) en las homilías. ¿Mañana con qué saldrá? ¿ Con que hay que cambiar la liturgia y excluir EL PECADO DEL MUNDO cuando se diga " Cordero de Dios que quitas..."? ¿Tengo que recordar a usted lo que dijo un Papa sobre el hecho de que la peor trampa del demonio es haber hecho creer a muchos que no existe? ¿Para quién está trabajando Fortea con esa pseudohomilía que propone? ¡Poco falta que diga que Cristo hizo muy mal al enseñar expresamente contra las movidas del tal satanás!
Luus Fernando, no pequemos de ingenuos. Aquí hay diablo encerrado, sea por vía directa o indirecta. Esperemos que sea la segunda y que Fortea se rectifique pronto. Yo no iría a confesarme JAMÁS con un sacerdote exorcista de esta guisa. Y mucho menos lo quiero al lado mío a la hora de mi muerte. ¡Dios me libre de tal calamidad!
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LF:
Que no, que no hace falta el demonio para convertirse en heterodoxo.
Que echarle la culpa al demonio es algo muy viejo. De tiempos de Adán y Eva. Sin duda él es el tentador, pero son los hombres quienes pecan.
Por cierto, no conozco un solo caso de exorcista poseído.
Fin.
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