Libertad, igualdad, fraternidad

Hace unos minutos, en la Cope, cadena propiedad de la Conferencia Episcopal Española, José Luis Restán ha adelantado que hoy en El Espejo van a hablar de una iniciativa de los focolares, consistente en introducir la fraternidad en la política.

Y explica: Chiara Lubich dijo que la libertad y la igualdad ya habían llegado a la política, pero no la fraternidad. Ahora eso va a cambiar.

Como no me acabo de fiar de mi capacidad de comprender lo que oigo en según qué sitios, he buscado algo sobre este asunto y me he encontrado este enlace reciente de Alfa y Omega:

Libertad, igualdad… ¿y la fraternidad?

Empieza así:

Chiara Lubich, fundadora del Movimiento de los Focolares, siempre se refería a la fraternidad cuando pisaba terreno político, sobre todo, en los parlamentos e instituciones que visitó a lo largo de su vida. Solía decir que tras la Revolución francesa y hasta nuestros días, la libertad y la igualdad se han ido desarrollando como verdaderas categorías políticas, algo que no sucedió con la tercera pata del trinomio: la fraternidad. Y abundaba: solo las tres juntas podrían dar como resultado una política que responda a los problemas de hoy.

Preocupado estaba cavilando sobre cómo es posible que, tras la clara oposición entre el mundo que surgió de lo ocurrido en Francia en 1789 y la visión católica tradicional del Reino de Dios, ahora parezca que ambas realidades pueden ir de la mano. Y entonces llego a este discurso de Benedicto XVI a los miembros de la curia romana del 22 de diciembre del 2006. Dijo entonces el papa emérito:

En el diálogo con el islam, que es preciso intensificar, debemos tener presente que el mundo musulmán se encuentra hoy con gran urgencia ante una tarea muy semejante a la que se impuso a los cristianos desde los tiempos de la Ilustración y que el concilio Vaticano II, como fruto de una larga y ardua búsqueda, llevó a soluciones concretas para la Iglesia católica.

Se trata de la actitud que la comunidad de los fieles debe adoptar ante las convicciones y las exigencias que se afirmaron en la Ilustración. Por una parte, hay que oponerse a una dictadura de la razón positivista que excluye a Dios de la vida de la comunidad y de los ordenamientos públicos, privando así al hombre de sus criterios específicos de medida. Por otra, es necesario aceptar las verdaderas conquistas de la Ilustración, los derechos del hombre, y especialmente la libertad de la fe y de su ejercicio, reconociendo en ellos elementos esenciales también para la autenticidad de la religión.

Alguno me preguntará: ¿se te ha ido la preocupación? Y mi respuesta es: ¡Totalmente! Ahora lo comprendo todo. Absolutamente todo.

Y ante lo que comprendo, ¿qué tengo que decir? Sólo una cosa. Ayer, hoy y siempre:

¡Viva Cristo Rey!

Luis Fernando Pérez Bustamante

19 comentarios

  
Pedro L. Llera
¿El liberalismo no había sido condenado por algún Papa? ¿No eran los liberales enemigos de la Iglesia? ¿No llevaron a cabo ejecuciones de católicos durante las distintas revoluciones liberales? ¿No robaron el patrimonio de la Iglesia en las llamadas desamortizaciones? ¿No es el liberalismo la raíz del relativismo moral que denunciaba Benedicto XVI?
Podría seguir haciendo preguntas, pero ¿para qué?
Extra Ecclesiam nulla salus
22/10/18 2:32 PM
  
DJ L
¿Y dónde está la "igualdad" en la política occidental y los que la padecemos?

Al menos los comunistas no mienten. Aman inmensamente a los pobres, por eso tratan de llenar el mundo de ellos arruinando país tras país.
Todos pobres, todos iguales.



22/10/18 2:43 PM
  
Cornelio
Debo ser poco sutil. ¿Se está sugiriendo que Benedicto XVI era un liberal?
¿¿¿¿Eso lo explica todo????

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LF:
Yo no sugiero nada. Cito. Para entender la postura de Benedicto XVI sobre el liberalismo, conviene leer su carta al filósofo y senador italiano Marcello Pera del 2008:

En estos días he podido leer su nuevo libro “Por qué tenemos que decirnos cristianos”. Para mí ha sido una lectura fascinante. Con un conocimiento estupendo de las fuentes y con una lógica contundente, usted analiza la esencia del liberalismo a partir de sus fundamentos, mostrando que en la esencia del liberalismo se encuentra el enraizamiento en la imagen cristiana de Dios: su relación con Dios, de quien el hombre es imagen y de quien hemos recibido el don de la libertad. Con una lógica irreprochable, usted muestra cómo el liberalismo pierde su base y se destruye a sí mismo si abandona este fundamento.



22/10/18 2:59 PM
  
justino
Crucial tema el que aborda el artículo, al menos para mí, que soy un zote.

De entrada decir que libertad e igualdad son términos antagónicos. Si fuerzas para igualar es a costa de ser un liberticida.

La fraternidad. Hace unos meses Macron hizo un discurso ante los obispos franceses. La idea era acercar posturas, porque en el fondo todos creemos en Dios, cada uno a su manera, venía a decir Macron. Y puso como ejemplo a un oficial masón que salvó no sé cuantas vidas.
www.alfayomega.es/148901/emmanuel-macron-a-los-obispos-franceses

Es muy peligroso lo que se cierne sobre la ICAR. Hay muchas malas voluntades disfrazadas con piel de oveja.
"Por otra, es necesario aceptar las verdaderas conquistas de la Ilustración, los derechos del hombre, y especialmente la libertad de la fe y de su ejercicio,"
Las palabras del Papa Benedicto no sirven, porque sobre ellas, algunos, pueden montar una casa de oración o una casa de vida licenciosa.

La ilustración francesa trajo un baño de sangre como nunca antes otra ideología había producido. Que en ella se acabara con la sociedad estamental no significa persé que fuera buena. Tras la revolución francesa, la libertad religiosa quedó como una más de las libertades, pero en ningún caso como la principal de ellas. El proceso normalizador francés, para readmitir la libertad religiosa como una de las libertades básicas ni siquiera aún hoy ha acabado. Los franceses no están, en este campo, para dar lecciones de nada.
22/10/18 3:37 PM
  
Alberto GT
Los Derechos Humanos no son el Derecho Natural. Este último era algo objetivo fruto de la naturaleza humana, creada por Dios. Los primeros son normas subjetivas que impone la ONU con el fin supuesto de garantizar un «orden público» y una «paz», sin buscar la justicia objetiva.


Por otra parte, incluso la Tríada Famosa pocas veces ha sido tan incumplida como en la Revolución Francesa. La fraternidad sobre todo, pues no laa ruvieron ni entre sí los revolucionarios. No solo guillotinaron a loa contrarrevolucionarios, sino que se guillotibana unos a otros. Una girondina mató a Marat, Robespierre a Danton, etc.
No es que fueran incapaces de amar al enemigo, eso e snormal fuera del cristianismo. Es que no se amabn ni entre amigos.


De forma parecida ocurrio en el Frente Popular en la Guerra Civil Española. Se mataban unos a otros, en Barcelona montaron su propia guerra civil, etc.


Por eso me muestra escéptico con conxederle excesiva ibfluencia a, la masonería:cuando tuvo el poder en la Revolución Francesa, los masones se dedicaron a matarse unos a otros. Esto hace imposible que fueran dirigidos todos por una misma cabeza.
22/10/18 3:52 PM
  
Solis
cuál es el dilema?
La diosa razón no puede ser el eje sobre el que tenemos que guiar nuestra vida. "La lógica de la razón crea monstruos". Pero si la razón no es Dios. La Verdad es Jesucristo. La verdad no puede ir contra la Fe.
Verdad es que cosas, "algunas " de la ilustración han sido buenas.
Por eso no veo contradicción.

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LF:
¿Problema?
Ninguno, ninguno... faltaría más. Hasta ahí podíamos llegar. Que viva la Revolución francesa, las Cortes de Cádiz y la Pepa.
22/10/18 4:43 PM
  
Oscar
Benedicto XVI es muy inteligente, y eso lo hace más atractivo en su lectura, pasando por alto algunas cosas muy raras, como lo copiado por LF, o cosas que me dejaban la cabeza volando, como en su Introducción al cristianismo, que afirmaba que perdurar era perdurar en la mente del otro, y cosas de la probabilidad de la existencia de Dios etc. (Y yo que atizaba a los que me venían con esos cuentos: A mi qué me importa cuántos piensen en mi despues de mi muerte, si dejo de existir después de la muerte.) Uno se decía: y este hombre tan inteligente que dice tantas cosas tan interesantes y profundas, será que yo no llego a entender bien sus elevados conceptos.
Pero la realidad es la que es, en sus escritos deja algunas gotas venenosas. Así que pasado el tiempo decidí colocar sus libros en mi estantería de libros prohibidos, con la tapa contra la pared para que no se vean. Creo que es lo que en su día recomendó también el fundador del Opus. A los herejes los leo para combatirlos, pero libros de los que se supone juegan en el propio equipo pero con sus gotas venenosas, ya no puedo leerlos, tengo que estar mucho mas alerta para que no me cuelen modernismos, no estoy tan bien armado como contra los herejes, asi que a la lista de libros prohibidos y ya no recomiendo ningun libro de BXVI.
22/10/18 5:38 PM
  
Sancho
Creo que esta mujer era tan bienintencionada que no podía llegar a concebir que lo de libertad, igualdad y fraternidad, significaba en realidad libertinaje, igualitarismo y, sí, también fraternidad, pero fraternidad masónica. Algo parecido le pasaba a Benedicto XVI, también cuando pretendía aplicar la razón en el diálogo con el islam.
22/10/18 6:04 PM
  
Palomo
Coincido con Solis, hay elementos buenos en el liberalismo y la revolución, que son precisamente elementos que proceden de la tradición cristiana. Eso no quiere decir que "viva la Revolución y las cortes de Cadiz", de hecho se puede rechazar el conjunto de la revolución aun cuando se acepten la verdad de algunas de sus propuestas. Me parece que en el fondo estamos ante lo que decía Santo Tomas de Aquino que la verdad es verdad la diga quien la diga, me da igual que sea Doña Pepita que el liberalismo francés. El problema claro esta es que en el liberalismo la verdad se entrelaza con la mentira y a desviacion. Pero eso mismo ocurría en el pensamiento clásico, y la Iglesia supo sabiamente extraer lo que era util y conforme a la recta razón y la verdad de la revelación. Podemos hacer lo mismo con el pensamiento ilustrado.

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LF:
Ánimo en la tarea. Me quedo observando los resultados. Soy más bien escéptico pero quizás en otro medio siglo se haya logrado una síntesis gloriosa. Habrá que encomendarse a Maritain para ello...
22/10/18 6:18 PM
  
Luis Fernando
A Eduardo. Tal como me pides, no publico tu comentario, pero sí te digo dos cosas:

1- Gracias por la manera en que me dices lo que me dices. Sé que es de corazón.

2- Evidentemente he cambiado, pero te aseguro que lo fundamental de ese cambio no son las formas, aunque sea lo que más pueda llamar la atención, sino el fondo.
22/10/18 6:22 PM
  
Juan Andrés
El Padre Santiago González supo escribir un post al respecto aquí en esta web: www.infocatolica.com/?t=opinion&cod=20919.

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LF:
Pues mire, ni me acordaba. Gracias por recordarnos tan magnífico artículo.
22/10/18 6:26 PM
  
Jorge Cantu
Entiendo que tanto Chiara Lubich como el Santo Padre Benedicto intentan con sus posturas rescatar los puntos en común y tender puentes con los "valores", hoy por hoy dominantes, de la revolución francesa para evangelizar una cultura que en el fondo se presenta arreligiosa, laicista y reacia a ceder espacio a un diálogo razonado con la Fe.

El propósito, en tal caso, es abrir caminos de diálogo y evangelización con esta cultura (lamentablemente) dominante, e intentar recuperar el sentido original divino y cristiano de estos valores.

En cuanto a los llamados "derechos del hombre", Dios es la única fuente y cimiento real y posible de los mismos. El origen del concepto moderno de tales derechos se da bajo un esquema jurídico de acuerdo social que los reconoce y pretende respetarlos, pero que, en la práctica, también se arroga la autoridad de modificarlos o pisotearlos en cualquier momento, al gusto del grupo dominante. Los frutos de la revolución francesa fueron en gran medida amargos y en contra de la dignidad humana a la que fingía defender, comenzando con las matanzas, las mentiras, la perpetuación de la pobreza, etc. porque no se basaba en los valores del Reino de Dios sino en los falsos valores de las logias, procedentes de Satanás.
22/10/18 7:12 PM
  
Anacoreta
Qué tiempos por Dios, qué tiempos...
22/10/18 7:28 PM
  
Luis H.
Con lo que ha matizado Palomo sería suficiente, porque es lo que la Iglesia ha hecho siempre con otras culturas y tradiciones religiosas. Sin contaminar la propia fe y doctrina, aprovechar aquello que se puede emplear para llegar a Cristo.

No es que se pueda dar por buena la Ilustración viendo sus frutos posteriores, pero algunos cambios han sido positivos (sobre todo en cuanto a la economía, el libre mercado, la subsidiariedad, etc). Puede pasar lo mismo con el socialismo, que las encíclicas papales y la DSI han purificado y mejorado ostensiblemente.

Por ende, asumir la totalidad del Antiguo Régimen comporta hacer gala de una tradición política medio agotada, llena de gobiernos corruptos con reyes ineptos (cuántos reyes o gobernantes del siglo XVI en adelante son santos?), el pueblo pasando necesidad, guerras constantes, etc. Se arrastraban males profundos, igual que antes de la Reforma de Lutero. Otra cosa es que lo posterior haya acabado siendo peor al separarse de la fe.

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LF:
Hay gente que tiene otra opinión. Por ejemplo, don Rafael Gambra:
“La separación del poder político respecto del orden moral y religioso no puede ser aceptada por un espíritu cristiano más que como apostasía o pecado (...). Un cristiano que pertenezca además a una vieja y homogénea comunidad histórica (como la España católica) no puede, a mi juicio, aceptar la laicización del poder (...) sin incurrir (consciente o inconscientemente) en una apostasía. Mucho menos propugnarla como el más adecuado hábitat del creyente”
La unidad religiosa y el derrotismo católico, Ed. Nueva Hispanidad, Mendoza, pag 168
22/10/18 7:36 PM
  
Alonso Gracián
Viva Cristo Rey. Venga a nosotros tu Reino.

Libertad, igualdad y fraternidad pueden admitir un torcimiento de significado, como diría Azorín, e interpretarse en plan cristiano. Pero no deja de ser una imprudencia, porque estos conceptos no son neutros, contienen valores revolucionarios.

Tarde o temprano, servirse del numen de la Modernidad acaba pasando factura. Incorporar estos conceptos del ethos revolucionario es como enfermar voluntariamente. Por muy buena intención que se tenga no compensa.

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LF:
Hay que ser muy ingenuo, u otra cosa peor, para pensar que los herederos de la Ilustración van a admitir que se dé a su terminología un significado diferente del que tuvo en sus orígenes y tiene para ellos hoy.
O sea, no cuela.
22/10/18 8:07 PM
  
Alberto el retrogrado reaccionario y rígido
Tienen narices, tiene narices que todavía sigan con la monserga de la revolución francesa cuando hubo días o incluso horas en las que se asesinó mas gente en un solo pueblo de Francia que en toda la historia de la Inquisición en toda Europa. Se me revuelve el cuerpo cada vez que oigo o leo esas mamarrachadas. ¿Que libertad que igualdad y que fraternidad es esa?

Cuando el general que masacró a los hombres, mujeres y niños de la Vendeè dijo que la compasión no es un sentimiento revolucionario ¿Que tiene que enseñarnos la revolución Francesa a los católicos? Como degollar? como robar? ¿como sembrar el terror? ¿Como retorcer y falsificar el concepto de libertad? ¿Como patrimonializar politicamente la falsa igualdad? ¿Como hincar el cuchillo mientras se cantan loas a la fraternidad? ¿Como legitimar a un dictador que inicie una guerra europea? ¿Como inaugurar tres siglos de tumultos, inestabilidad política y conflictos? ¿Como lograr que un baño de sangre permanezca blanquedo durante tres siglos? Porque esas son las solas cosas que nos puede enseñar la revolución francesa y la postrevolución.

A mi, siendo liberal, una de las cosas que me convirtió fue leer a Donoso cortes comparando ambos conceptos de libertad. Comparen el concepto de libertad católico y en los liberales y enseguida veréis que el segundo lleva al enfrentamiento entre los hombres y su única forma de establecer quien tiene derecho a algo es la fuerza bruta, que temporalmente puede ser sustituida por la fuerza de los votos o el tamañó del altavoz mediático de cada uno. Ambas cosas son lo mismo, osea, de democracia, nada. y tarde o temprano llevan al de la fuerza bruta.

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LF:
Pues eso.
22/10/18 9:03 PM
  
Juan Andrés
Hay que recordar, tomando como punto de partida el comentario de Alonso Gracián, y dese otro punto del arco ideológico, que un conocido consagrado dijo que "« son los comunistas quienes piensan como los cristianos». Mutatis mutandi, y parafraseando a un comentarista anterior "Verdad es que cosas, "algunas " del comunismo han sido buenas".
22/10/18 9:13 PM
  
Carlos
Estimado Luis Fernando: ¿se puede seguir leyendo a Ratzinger con relativa tranquilidad? ¿O he de estar asustado pensando que me puedo encontrar ante el error?

¿Que hago con la trilogía sobre Jesús?

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LF:
No soy quién para juzgarle, pero creo que en cuestiones cristológicas no tiene el menor problema.
22/10/18 9:35 PM
  
José Manuel Zubicoa Bayón
Benedicto XVI en su discurso a los cardenales y obispos de la Curia romana, el 22 de diciembre de 2006, explicó acertadamente que el Concilio Vaticano II enseña que la actitud de los católicos ante las convicciones de la Ilustración es que "hay que oponerse a una dictadura de la razón positivista que excluye a Dios de la vida de la comunidad y de los ordenamientos públicos, privando así al hombre de sus criterios específicos de medida".
Esto no es acomodarse a la Ilustración, sino rechazarla frontalmente, y es señalar como doctrina de la Iglesia, enseñada también por el Concilio Vaticano II, el rechazo del laicismo, núcleo de la Ilustración y núcleo también de todo lo que ha venido como consecuencia de la Ilustración.
Pero es una equivocación decir que "los derechos del hombre, y especialmente la libertad de la fe y de su ejercicio" son conquistas de la Ilustración y que el Concilio Vaticano II al enseñar su doctrina sobre tales derechos, tal libertad y tal ejercicio los acepte como conquistas de la Ilustración. Es una equivocación lo mismo cuando lo dice Ratzinger (22.12.2006), aceptando las actas del Sagrado Concilio Vaticano II, que cuando lo dicen los que repudian y rechazan dichas actas, como los lefebvrianos, aunque Lefevbre las firmó en 1965, porque aún no era lefebvriano.
La propia Declaración del Concilio Vaticano II sobre la libertad religiosa niega que su fuente sea la Ilustración al declarar y proclamar que la fuente de su doctrina sobre el derecho a la libertad religiosa es la Revelación, el camino de Cristo y de los Apóstoles, la sagrada tradición y la doctrina de la Iglesia en continuidad.

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LF:
Mejor no hablemos del concepto sobre el laicismo en Ratzinger/Benedicto XVI. Vamos a dejarlo estar...
22/10/18 9:40 PM

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