No es tiempo de lamentos, sino de santidad
Divorcio, adulterio, aborto, “matrimonio” homosexual, eutanasia, eugenesia prenatal, venta/alquiler de úteros, apologia de la transexualidad, autoritarismo estatal que anula el derecho paterno/materno en la educación de los hijos, acoso a la libertad religiosa que se opone a todo lo anterior.
Esa es la realidad que se está imponiendo en los pueblos que otrora fueron cristianos. En unos países más, en otros menos, pero el camino es claro.
Todo esto tiene una raíz. La indica San Pablo en Romanos
Rom 1, 18-32
En efecto, la ira de Dios se revela desde el cielo sobre toda impiedad e injusticia de los hombres que tienen aprisionada la verdad en la injusticia. Porque lo que se puede conocer de Dios es manifiesto en ellos, ya que Dios se lo ha mostrado….
Por eso Dios los abandonó a los malos deseos de sus corazones, a la impureza con que deshonran entre ellos sus propios cuerpos: cambiaron la verdad de Dios por la mentira y dieron culto y adoraron a la criatura en lugar del Creador, que es bendito por los siglos. Amén.
Por lo tanto, Dios los entregó a pasiones deshonrosas, pues sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contrario a la naturaleza, y del mismo modo los varones, dejando el uso natural de la mujer, se abrasaron en deseos de unos por otros, cometiendo torpezas varones con varones y recibiendo en sí mismos el pago merecido por sus extravíos.
Y como demostraron no tener un verdadero conocimiento de Dios, Dios los entregó a un perverso sentir que les lleva a realizar acciones indignas, colmados de toda iniquidad, malicia, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidio, riñas, engaño, malignidad; chismosos, calumniadores, enemigos de Dios, insolentes, soberbios, fanfarrones, inventores de maldades, rebeldes con sus padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados.
Ellos, aunque conocieron el juicio de Dios -que quienes hacen estas cosas merecen la muerte-, no sólo las hacen, sino que defienden a quienes las hacen.
Gran parte de todas esas barbaridades mencionadas antes son cometidas por personas bautizadas. En la civilización occidental se cumple lo indicado por San Pedro:
2ª Ped 2,17-22
Estos son fuentes sin agua y nubes impulsadas por el huracán, a los que aguarda la oscuridad de las tinieblas, pues expresando grandilocuencias sin sentido seducen con deseos carnales libertinos a quienes hace poco se han alejado de los que se mueven en el error.
Les prometen libertad, pero ellos son esclavos de la corrupción, porque uno es esclavo de aquello que lo domina. Pues si, después de haberse alejado de los abusos del mundo por el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, vuelven a implicarse en ellos hasta verse dominados, entonces su situación última es peor que la primera. Pues habría sido mejor para ellos no haber conocido el camino de la justicia que, después de conocerlo, desviarse del mandamiento santo que les había sido transmitido. Les pasa lo de ese refrán tan verdadero que dice: «El perro vuelve a su propio vómito» y «Cerda lavada se revuelca en el fango».
Mas como dijo el profeta:
Jer 2,19
En tu maldad encontrarás el castigo, tu propia apostasía te escarmentará. Aprende que es amargo y doloroso abandonar al Señor, tu Dios, y no saber temerlo.
Pero también dice:
Jer 3,22
Volved, hijos apóstatas, yo curaré vuestra apostasía.
¿Y los fieles a Cristo? Recordemos las palabras de Joseph Ratzinger en la Misa pro eligendo pontifice del 18 de abril del 2005:
¡Cuántos vientos de doctrina hemos conocido durante estos últimos decenios!, ¡cuántas corrientes ideológicas!, ¡cuántas modas de pensamiento!… La pequeña barca del pensamiento de muchos cristianos ha sido zarandeada a menudo por estas olas, llevada de un extremo al otro: del marxismo al liberalismo, hasta el libertinaje; del colectivismo al individualismo radical; del ateísmo a un vago misticismo religioso; del agnosticismo al sincretismo, etc. Cada día nacen nuevas sectas y se realiza lo que dice san Pablo sobre el engaño de los hombres, sobre la astucia que tiende a inducir a error (cf. Ef 4, 14). A quien tiene una fe clara, según el Credo de la Iglesia, a menudo se le aplica la etiqueta de fundamentalismo. Mientras que el relativismo, es decir, dejarse «llevar a la deriva por cualquier viento de doctrina», parece ser la única actitud adecuada en los tiempos actuales. Se va constituyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos.
Mas muchos no hacen caso a los profetas, sino por el contrario:
Jn 5,39-40
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida!
Peor aún, muchos pretenden que ellos son los que realmente ven, los que realmente tienen la verdad, los que predican una misericordia falsa que no implica la conversión. Para ellos son estas palabras de Cristo:
Jn 9,41
“Si estuvierais ciegos, no tendríais pecado; pero como decís “vemos”, vuestro pecado permanece“.
¿Qué hacer, preguntan muchos? Esto:
Ap 2,11
que el justo siga practicando la justicia y el santo siga santificándose.
Dejemos a Dios ejercer su soberanía sobre el mundo y la Iglesia como tenga establecido, mientras nos sometemos a Él por su gracia. No hay otra opción. No es tiempo de lamentos, sino de santidad.
Santidad o muerte.
Luis Fernando Pérez
14 comentarios
Doy gracias a Dios por no tener hijos en edad escolar y por no tener nietos.
La pervesion de las almas, la pesima politica de inmigracion, la falta de justicia... estan produciendo un panorama desolador. Cuando debido a todo ello quiebre la Seguridad Social, se dejen de pagar las pensiones y aumenten los conflictos sociales... Lo siento porque siempre pagan justos por pecadores.
Cada época tiene sus dificultades y problemas; nos ha tocado vivir en esta en donde en un período relativamente corto de tiempo se han dado cambios acelerados y sustanciales a todos los niveles, a veces para bien y a veces para mal.
También es verdad que la santidad para un creyente es algo inherente al Bautismo recibido y que siempre será una labor inacabada pues nunca estamos convertidos del todo, habrá que estar siempre en camino y en "proceso".
Y en ese camino y proceso me pregunto si no tendremos que encontrar formas nuevas, caminos nuevos, lenguajes nuevos; hace tiempo que Juan Pablo II hablaba de una nueva evangelización con nuevos métodos, nuevo lenguajes y nuevo ardor misionero; y esto nos cuesta a todos bastante porque salir a la intemperie de nuestras "seguridades" es algo sangrante, aunque sea inherente a la santidad y mirar al pasado con queja y dolor sea algo autojustificante porque en el fondo el futuro da algo de miedo.
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LF:
Yo he llegado a la conclusión de que la nueva evangelización no tiene nada de evangelización y sí mucho de intentar presentar a Cristo sin decir al mundo lo que al mundo desgrada. Y claro, así no se evangeliza a nadie. Si todavía hay conversos es porque el Señor obra maravillas sin esperar a que su Iglesia haga lo que parece haber olvidado hacer.
Cuando logren definitivamente asentarse, cuidadito con cuestionar "sus" DOGMAS SUPREMOS.
Y se están moviendo RAPIDO!:
por poner un ejemplo, hoy este portal da la noticia de que en IRLANDA, se ha creado un MINISTERIO NUEVO CENTRADO EN LA INFANCIA, regido por una LESBIANA FUNDAMENTALISTA DEL LGTB!
El asalto es definitivo y el tiempo corre.
No se olviden, los cambios generacionales traerán aberraciones cada vez mayores. Los hijos serán caníbales de los padres.
Sin embargo, Dios y su verdadera Iglesia prevalecerá.
Sin duda que son tiempos de SANTIDAD o MUERTE!
Lo que voy a decir no es disculpa, por supuesto, pero hay que tener en cuenta que la presión del mundo laicista-progresista es brutal. Es necesaria mucha oración de petición de gracia para resistir dicha presión, y la oración lleva tiempo y ganas de memorizar (magnificat, benedictus, te deum, más las básicas, claro).
Y agrego yo: quien quiera conocer las anteúltimas, que lea la Biblia toda.
En especial las partes que has señalado, LF.
Y si no encuentra allí una predicción certerísima y diáfana de lo que está pasando ahora, es que tiene graves problemas de comprensión lectora.
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LF:
Iré compartiendo lo que me voy encontrando.
Lo de las últimas noticias y el Apocalipsis es del P. Castellani.
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LF:
Se sorprendería usted de la cantidad de gracia que hay fuera de los límites visibles de la Iglesia. Otra cosa es que antes o después, el Señor acabe llevando a esos conversos a su Iglesia, fuera de la cual, salvo ignorancia invencible, no hay salvación.
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LF:
Pues sí, Bloy. Aunque es posible que Castellani repitiera esa frase.
No es así. La iglesia es sacramento de salvación, no todo el mundo tiene que estar en la iglesia para salvarse. La iglesia es Sal de la tierra pero no Todo el mundo tiene que ser sal. Es más, lo importante en una comida es el resto de ingredientes, pero. ... sin la sal nada tiene sabor. Pero si te pasas de sal tampoco hay quien la coma.
SAL LUZ Y FERMENTO , ESA ES LA MISIÓN DE LA IGLESIA. CVII "LUMEN GENTIUM" LUZ DE LAS GENTES.
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LF:
Tiene gracia que cite usted Lumen Gentium para rebatir algo que digo y que saco precisamente de la Lumen Gentium:
14. El sagrado Concilio fija su atención en primer lugar en los fieles católicos. Y enseña, fundado en la Sagrada Escritura y en la Tradición, que esta Iglesia peregrinante es necesaria para la salvación. El único Mediador y camino de salvación es Cristo, quien se hace presente a todos nosotros en su Cuerpo, que es la Iglesia. El mismo, al inculcar con palabras explícitas la necesidad de la fe y el bautismo (cf. Mc 16,16; Jn 3,5), confirmó al mismo tiempo la necesidad de la Iglesia, en la que los hombres entran por el bautismo como por una puerta. Por lo cual no podrían salvarse aquellos hombres que, conociendo que la Iglesia católica fue instituida por Dios a través de Jesucristo como necesaria, sin embargo, se negasen a entrar o a perseverar en ella.
Yo he llegado a la conclusión de que la nueva evangelización no tiene nada de evangelización y sí mucho de intentar presentar a Cristo sin decir al mundo lo que al mundo desgrada. Y claro, así no se evangeliza a nadie. Si todavía hay conversos es porque el Señor obra maravillas sin esperar a que su Iglesia haga lo que parece haber olvidado hacer."
O sea, la verdadera nueva evangelización es la de siempre: vivir al modo de los santos. Y hacer nuevas todas las cosas, Dios las hace.
Lo demás es para autoengaño y consumo mediático.
Estos grandes escritores son bálsamos para nuestra alma.
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LF:
Me honran sus palabras.
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LF:
Ser "buena" persona no nos salva. Ser santos, sí.
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