Pagola y La Misa como entretenimiento
No deja de ser curioso que bien entrado el siglo XXI haya todavía gente que proponga como solución a la baja práctica religiosa en algunos países de Occidente el hacer que las misas sean más “atractivas”. Eso es exactamente lo que acaba de hacer el sacerdote y teólogo vasco José Antonio Pagola.
Dice:
Sin duda, a lo largo de estos años, hemos dado pasos muy importantes. Quedan muy lejos aquellas misas celebradas en latín en las que el sacerdote “decía” la misa y el pueblo cristiano venía a “oír” la misa o “asistir” a la celebración. Pero, ¿no estamos celebrando la eucaristía de manera rutinaria y aburrida?
Lo cierto es que en aquellos tiempos lejanos, el nivel de práctica religiosa era muy superior al actual. Por razones de edad no tuve oportunidad de asistir a esas Misas, pero por lo que me dijo alguna vez mi padre, no parece que los fieles se sintieran especialmente abatidos y cabizbajos cada vez que acudían a Misa.
Añade Pagola:
Hay un hecho innegable. La gente se está alejando de manera imparable de la práctica dominical porque no encuentra en nuestras celebraciones el clima, la palabra clara, el rito expresivo, la acogida estimulante que necesita para alimentar su fe débil y vacilante.
Lo innegable es que la gente se alejó hace unas décadas, no ahora, de la práctica dominical. Y las nuevas generaciones no se caracterizan precisamente por un regreso a dicha práctica. Ahora bien, que eso sea por las razones que Pagola expone es muy discutible. Yo más bien pienso que la causa real es que muchos dejaron su fe a un lado y a los jóvenes no se les ha educado en dicha fe. Por tanto, por mucho clima y rito caribeño que le pongamos al tema, no van a venir. Quien no cree en Cristo, quien no cree lo que cree en la Iglesia, ¿por qué va a acudir a Misa? En buena lógica, habría que empezar por re-evangelizar a los alejados y evangelizar a los que nunca han recibido la Buena Nueva. La práctica religiosa vendrá después.
Pagola hace preguntas:
La Cena del Señor es demasiado importante para que dejemos que se siga “perdiendo”, como “espectadores de un estancamiento infecundo” ¿No es la eucaristía el centro de la vida cristiana”. ¿Cómo permanece tan callada e inmóvil la jerarquía? ¿Por qué los creyentes no manifestamos nuestra preocupación y nuestro dolor con más fuerza?
El término Cena del Señor,que en sí mismo no es incorrecto, lo usan más los protestantes para referirse a sus cultos eucarísticos. Nosotros, los católicos, sabemos que la Misa no es una mera cena, aunque ciertamente lo es, sino la celebración incruenta del sacrificio de Cristo en la Cruz. ¿Cómo se puede decir que eso tiene algo de “estancamiento infecundo"? Esas palabras son usadas por el Papa en la Evangelii Gaudium (EG 129) pero no para referirse a la liturgia. Es típico que los heterodoxos citen al Papa fuera de contexto para apoyar sus tesis. Pero lo cierto es que si el alma está dispuesta, la Misa es su alimento fundamental. Solo queda infecunda en aquellos corazones que están pendientes de otras cosas y no de aquello que se está oficiando en el altar. Y en ese caso la culpa no está en el rito que se celebra, sino en aquel que participa del mismo con mala disposición. Nuevamente estamos ante un problema de falta de fe o de fe mal enfocada. Todo aquel católico que cree de verdad en lo que se celebra en la Misa, apreciará la misma como el mejor regalo del mundo, como el momento en que su ser está en comunión plena con la Iglesia que, ya en el cielo, participa de la liturgia eterna de gloria y alabanza a Dios Padre y el Cordero de Dios en comunión con el Espíritu Santo.
Asegura Pagola:
El problema es grave. ¿Hemos de seguir “estancados” en un modo de celebración eucarística, tan poco atractivo para los hombres y mujeres de hoy? ¿Es esta liturgia que venimos repitiendo desde hace siglos la que mejor puede ayudarnos a actualizar aquella cena memorable de Jesús donde se concentra de modo admirable el núcleo de nuestra fe?
Pagola cree que las formas son esenciales para atraer al “público". Pero si no se evangeliza y catequiza el fondo, de poco valdrán esas formas. Es más, si la evangelización y catequización son las correctas, los conversos no solo no tendrán problemas con las formas sino que apreciarán en su justa medida el ser parte de una tradición bimilenaria por la cual los hijos de Dios y de la Iglesia han prestado culto racional al Señor.
La Misa no es un instrumento para hacer experimentos de cara a lograr atraer a más gente a la Iglesia. Es el sacramento por excelencia de los que viven en gracia de Dios. Mundanizar la Misa no atraerá al mundo a la Iglesia, sino que hará que ésta se mundanice, cosa que ha ocurrido con demasiada frecuencia en este último medio siglo.
Es más, lo que el Papa nos pide no es que usemos la liturgia como probeta experimental, sino que salgamos a fuera a buscar a los que están alejados. Pero salimos con lo que es nuestro, no abandonando lo que nos ha sido transmitido por las generaciones de cristianos anteriores a nosotros.
Hay mil maneras de acercarse a los que no comparten nuestra fe. Pero ninguna de ellas puede consentir en aguar y desvirtuar nuestra liturgia, en aparcar en el desván del olvido el culto por el que recibimos el Cuerpo y la Sangre de Cristo que fue derramada una vez para siempre en la Cruz. Lo que ocurrió en el Calvario no fue precisamente un espectáculo entretenido. No había globos, confetti, música de rock ni cosa que se la parezca en el momento en que el Señor daba su vida en pago por nuestros pecados. Pero si no creemos que la Misa es exactamente eso, haremos de la misma un show. Dios no lo permita.
Luis Fernando Pérez Bustamante
69 comentarios
Que diga donde están los jóvenes de las misas 'para jóvenes' de hace unos cuantos años.
El futuro del catolicismo se empieza a ver claramente en países como Francia.
Todas y cada una de las palabras de la misa tiene un sentido profundo y deberíamos meditar lo que se dice en cada instante -para eso es en nuestra lengua, para que profundicemos en el significado.
Y la catequesis debe prepararnos para la vivencia central de la misa. Nuestra fe se renueva en cada consagración y la comunión debe prepararse adecuadamente. Se echa de menos un tiempo en silencio después de comulgar. También se echa de menos la convivencia entre los que han compartido la misa, pero hay mil formas de fomentar la vida comunitaria, aunque no sea justo a la salida de la iglesia.
¿es la causa única de la decadencia que vivimos solamente el progresismo emergente? ¿no ayudará quizás, la parálisis, la comodidad espiritual ante situaciones que vienen de hace tiempo?
No me lo pregunto ante casos flagrantes como Pagolas y muchos más que aparecen a diario.Casos muy obvios que también sufrimos aquí en el Sur.
A muchos en latinoamérica que nos identificamos con el sentido profundo de España en nuestra historia, nos llegan, por ejemplo, dolorosas novedades de la Madre Patria, ni hablar de las Iglesias del Norte de Europa.
A veces me pregunto sobre estas cuestiones, y no sé si el origen está UNICAMENTE en la falta de fe y errores de NUESTRA IGLESIA (hecho que ocurre),y por tanto en las lógicas certezas que asumimos.
Me parece que sería valioso agregar también un hecho político-cultural coetáneo claro, visualizando como en TODO TIPO DE SOCIEDAD, va triunfando, o confundiendo, la imposición relativista, secular y desembozada de nuestros enemigos.
Obviamente, esto no invalida el mea culpa necesario.
Quizás agregaría un enfoque que nos permita instalar una militancia acorde; que nos sirva para combatir sin paralizarnos en la idea solamente de ser un error propio, de NUESTRA IGLESIA.
Abrazo en Cristo, Señor de la Historia
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LF:
No, la culpa no es solo de los progres. Es incluso más de los ortodoxos que se miran el ombligo a todas horas.
Cristo prefiere antes a los herejes que a los tibios.
Unamuno acertadamente sentenció sin que le hicieran caso: "el que aprende jugando, termina jugando a aprender".
Esto tiene algo de eso, pero muchísimo más grave: puede llegar a ser blasfemo. Por eso hay que desagraviar, advertir y denunciar.
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LF:
Yo no digo que lo que ha dicho en este caso sea estrictamente heterodoxo. Pero no me gusta.
No hay cosa más cansina, bostezante y pesada para cualquier persona de mediana inteligencia que aguantar misas con numeritos "creativos" o musicales, que encima son interminables porque el afán de protagonismo de los ejecutantes --que se creen profundos y geniales-- alarga el acto incluso hasta la vergüenza ajena en ciertos casos.
No hay cosa más reconfortante que una misa recogida de domingo; no digamos si es por la forma extraordinaria: 55 minutos de hermosura, cultura y catarsis interior.
Sobrecogedora frase. Más o menos todos llevamos en la cabeza qué pontífices y qué escritos son esos, pero ¿podrías resumir en sólo dos o tres referencias dónde se contienen esos avisos papales que nunca fueron atendidos? Me vendría bien leerlos. A mi pobre fe también le afecta la actual deriva de los tiempos en la Iglesia. De antemano, GRACIAS, LF.
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LF:
Creo que he escrito varias veces sobre eso. Lo buscaré y lo enlazaré.
Y lo mismo los demás, los que se aburren en Misa es que no tienen Fe.
Aún me atrevo a decir más: el que tiene Fe no se aburre en la Misa, sea esta Tridentina o Novus Ordo, y tampoco se aburre en el Rosario, o en la Novena al Sagrado Corazón, o en Laudes, Visperas y Completas, o peregrinando a la ermita de Santa Eduvigis...
Todavía más: el que tiene fe no se aburre en ningúna circunstancia de la vida. Ni siquiera se aburre leyendo a Pagola que casi resulta entrañable en su empeño desesperado e inutil por adaptar la realidad a su falta de Fe.
Es decir, cuando pedimos que nos libre del mal... ¿lo pedimos con seriedad?
No entiendo nada.
: (
Mira que ha habido conversiones de personas que se han acercado gracias a la liturgia, pero me temo que ahora ya esto es imposible. En mi caso puedo afirmar que soy católico A PESAR de ellas. Y no soy el único.
"Ahora bien: el esplendor de aquellos bienes del alma, antes mencionados, los cuales principalmente se encuentran en la práctica de la verdadera religión y en la observancia fiel de los preceptos cristianos, vemos que cada día se eclipsa más en los ánimos por el olvido o menosprecio de los hombres, de tal manera que, cuánto mayor sea el aumento en lo que a los bienes del cuerpo se refiere, tanto más caminan hacia el ocaso los que pertenecen al alma. De cómo se ha disminuído o debilitado la fe cristiana, son prueba eficaz los insultos con que a vista de todos se injuria con desusada frecuencia a la religión católica: injurias que en otra época, cuando la religión estaba en auge, de ningún modo se hubieran tolerado. "
No sé si la misa debe ser aburrida o divertida. En todo caso, en muchas partes la misa no és como debería ser. Recientemente un amigo me pasó un vídeo de una primera comunión de un grupo de niños, los cuales realizaban una extraña coreografía conforme accedían al templo, mientras sonaba el "Alabaré, alabaré", curiosamente interpretado al órgano en aquella ocasión. En mi caso, y en el de muchas personas, este tipo de "perfomances" nos mueve a risa, y nos descentran de lo que de verdad importa. En el caso de los niños, aunque perfomances como las que les he comentado, no impidan que el niño llegue a su "segunda comunión", llegará un momento en que dejarán de ir a misa, porque no se les habrá mostrado cómo es una misa correctamente realizada, y las infantiles les resultarán tan insulsas como los programas de televisión de pre-escolares a los adolescentes.
Tal vez haya otras cosas más importantes que la forma en la que se realiza la Santa Misa. A mi personalmente me gustaría que se dejaran de experimentos y se volvieran a las prácticas que el Sacrosactum Concillium declaró correctas (gregoriano, polifonía, órgano...). En todo caso, habría que pensar si el procedimiento de hacer la misa más divertida, es tan eficaz como hacernos con el servicio de un buen maquillador, para devolver con el mejor maquillaje del mercado, un tono natural de piel, al paciente que sufre ictericia, en lugar de investigar por qué tiene ictericia y si podemos hacer algo por resolver el problema que le causa el color amarillento.
El vídeo es cabrito y malintencionado, pero las imágenes son reales. Dolorosamente reales.
Pagola soñará con algo parecido.
Porque como bien dices, la causa del abandono del culto no sólo que NO PASA por la forma de celebrar las misas, sino que es justamente el modernismo inficcionando la Sagrada Liturgia lo que HA AGRAVADO la inasistencia de los fieles al culto.
Entonces viene Pagola a querer convencernos de que el problema (al cual el modernismo ha hecho un gran aporte) se soluciona...¡con más modernismo!.
En lo cual no es nada original, pues ya estamos hasta el gorro de escuchar cosas como que:
"Los problemas del Liberalismo se solucionan ... con más Liberalismo"
Idem se dice de la Democracia.
Es como querer apagar un incendio con gasolina.
Son los reaccionarios de siempre que, cuando se hace evidente la necesidad de cambiar de raíz un sistema podrido hasta el tuétano, proponen la "idea genial" de insistir en las causas del descalabro.
Siempre los ha habido y siempre los habrá, pero pobrecitos los que los sigan en sus desvaríos.
No lo creo.
Es como pedirle a alguien que primero gane Wimbledon y que luego empiece a practicar tenis. El ser humano no funciona así.
Si la fe se ha perdido no es por falta de anuncio del Evangelio. Es por la falta de práctica. Ya nadie ora, nadie se persigna al salir de su casa, nadie dice "Dios mediante"... ¿cómo va alguien a creer en el Evangelio si quienes decimos creer en él vivimos como paganos?
Darle a alguien una raqueta no garantiza que el próximo año va a ganar el Roland Garros. Antes tendrá que romper unas cuantas ventanas y desesperar a sus padres con el ruido de la pelotita. Pero si empieza a practicar, hay alguna esperanza.
Yo creo que demasiados estamos esperando que la gente abarrote la Misa henchida de fe, con una comprensión absoluta del Misterio que se celebra, con niños tan bien portados que no chistan palabra durante los treinta minutos de homilía. Y eso va a estar difícil. Casi tan difícil como ganar el mundial de fútbol sin haber visto antes una pelota.
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LF:
No mira, la fe es la pelota, la raqueta, la red, el campo, las zapatillas, la camiseta, el calzón y la gorra del jugador. Sin fe, no hay tenis que valga. Y no se puede jugar.
Pues de igual manera, si el alejado no tiene fe, lo primero que habrá que hacer es pedir a Dios que se la dé. Si no, perdemos el tiempo.
Pero al tener fe se que Cristo esta repitiendo el sacrificio de la cruz delante mio y aunque me cueste estoy esa media hora larga con la mejor disposición.
Sin fe me quedaria en casa en el sofá
Clarificado esto, todo lo demás debería encontrar un acomodo propio.
Queremos resolver con la transformación de la Misa en un show toda la problemática de la descristianización, en lugar de recorrer el camino duro pero normal de la evangelización previa. Con estas propuestas, al final, se destruye el sentido de la Misa.
Yo estoy harto de ver cómo se convierten algunas Misas en un show de música, mimo y bailoterapia.
Y no digo que esto no pueda ser "evangelizador", que tiene sus más y sus menos, pero JAMÁS dentro de la Misa (o en lugar de ella).
Por otra parte: ¿de cuándo acá lo "divertido", por sí mismo, es fuente de santificación? Confundimos el espíritu con la emoción. Tremendo cortocircuito psicológico...
(Es de suponer que si hubiese tenido referencias de una "misa" pagoliana, hoy en día Rusia sería shíita u sunní ;-)
Es al menos la segunda vez que suprimes comentarios a las noticias y cierras los comentarios para la noticia, y lo sé porque en ellas había puesto yo algún comentario. En este último caso ha sido ha la visita de los reyes al vaticano.
Veo bien que ejerzas tu libertad, tu autoridad, tu censura... pero no estaría mal una disculpa... no es culpa mía si no te has dado cuenta de cerrar antes los comentarios y mucho menos culpa mía si entran comentarios ofensivos. Las maneras hay que guardarlas siempre aunque se tenga más razón que un santo. ¿ o qué pasa que en esta web somos cosas a las que no importa borrar los comentarios e inmerecedores de una disculpa ? :(
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LF:
En este blog no hay ningún comentario tuyo así que nada te he censurado. Y en las noticias, somos un equipo moderando y cuando, por razones de peso -en España es delito decir según qué cosas de la Corona- decidimos cerrar TODOS los comentarios a una noticia, en un 90% de las ocasiones borramos todos los anteriores.
Pero por algo hay que empezar. No dudo que haya iluminados que en un arranque de fe empiezan a ver a la Virgen y hablar en lenguas; cubren de ceniza su cabeza y se van a vivir a una cueva, pero los que no somos Rafael Nadal en algún lado tenemos que empezar.
Con la pelotita de las narices y tal vez una tabla. Sin calzones Nike ni zapatos Adidas. No, no es perfecto. Pero es un camino.
Con la fe estamos haciendo lo mismo que con los móviles: Si no tienes el último iPhone no eres nadie. Y cuando yo era chico, en mi casa no había ni dos latas atadas con una cuerda. Sigo sin iPhone, real y metafóricamente. Creo que nunca lo tendré. ¿No puedo jugar?
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LF:
No entiendo.
Totalmente de acuerdo. Participo en un coro parroquial y muchas veces me encuentro incómodo y un tanto desubicado por las exigencias del canto, sobre todo en momentos tales como el ofertorio y la comunión.
Desde otra perspectiva, no está de más recordar a los sacerdotes que deben recitar pausadamente, de forma clara y reposada (marcando bien las palabras), todas las oraciones de la liturgia, en particular el prefacio y las plegarias litúrgicas. Así todos los fieles podríamos comprender su sentido tan profundo y adherirse con la mente y con el espíritu a las plegarias del sacerdote que actúa "in persona Christi".
Personalmente siento un gran desasosiego (hablo en nombre propio creo que toda persona de fe sentirá la misma sensación), cuando, por desconocimiento previo de las circunstancias del sacerdote celebrante, asisto a una "misa expres", en la que se despacha en 2/4 minutos toda la liturgia eucarística propiamente dicha, desde el ofertorio a la comunión (el prefacio parece un torrente ininteligible, la plegaria eucarística siempre la más breve y dicha de carrerilla, con la consagración en medio como una rutina inevitable. ¿Como es posible tanto desapego, tanta falta de sentido de la sacralidad de esta parte de la santa Misa y tan gran desafección hacia Quien vamos a tener y tenemos sobre el altar?. ¿Cómo se va a atraer a incrédulos con este tipo de celebraciones, si parece que el sacerdote es el primero que no tiene fe?
Esto es lo mismo: hagamos divertida la misa a base de musiquita y otras atracciones mientras las personas de fe encuentran cada vez más difícil concentrarse en el misterio.
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LF:
Cada vez que pienso el tiempo que perdí con esas matemáticas...
El día que alguien al ver nuestras obras diga: " mirad como se aman" y nos pida razones de nuestra esperanza , sabremos que estamos empezando a construir la casa sobre roca.
Así que cada uno que vea lo que hace él mismo en vez de pasarse la vida persiguiendo fantasmas a los que culpar.
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LF:
Por lo general, cuando es blanco y en botella, suele ser leche. Puede que sea cola de pegar, pero no es lo habitual.
Basta leer a los papas de finales del siglo XIX y principios del XX para entender que fueron todos profetas, y que lo que advirtieron que pasaría, está pasando.
Pero bueno, hay quienes ven cumplirse las profecías delante de sus narices y le echan la culpa al empedrado.
No entiendo."
Hace 70 años, los papás iban a Misa, llevaban a sus hijos a bautizarse y los seguían llevando hasta la Primera Comunión. Luego seguían yendo a Misa hasta que los hijos se casaban y continuaban la tradición. Eso es práctica.
Hoy día los papás sólo van a Misa cuando hay bautizos, últimas comuniones o bodas. Los niños no van. ¿Quién los va a llevar? No hay práctica.
Usted dice que primero va la evangelización y que después vendrá la práctica religiosa. Yo lo dudo mucho.
Anuncio del Evangelio hay de sobra: tenemos canales de televisión, websites y un predicador en cada esquina. Lo que no tenemos es práctica.
Lo peor de todo, según yo, es que no existe una práctica sencilla, para principiantes, para niños. Antes íbamos absorbiendo la fe viendo el cuadrito de San Judas Tadeo en la puerta "para protección de los rayos y los ladrones", experimentábamos la fe poniendo a San Antonio de cabeza, llevando un Rosario aunque no supiéramos rezarlo. Hoy día los cuadritos de San Judas están pasados de moda, se condenan las prácticas de la gente sencilla y se le exige al católico saberse de memoria la Summa Teológica en latín y griego antes de atreverse a preguntar si el Espíritu Santo proviene del Padre y del Hijo o del Padre a través del Hijo.
Una persona que empieza a sentir el llamado de Dios no tiene lugar de expresión en la Iglesia, porque en la puerta hay cancerberos y no acomodadores. A los niños se les deja fuera porque "estorban" y "hacen ruido"; al que tiene dudas se le ataca y se le criminaliza; si bosteza a los 20 minutos de homilía se afirma que no es católico y que no tiene fe porque si la tuviera jamás se aburriría aunque el cura fuera un trozo infumable.
Yo no digo que la Misa deba cambiar, al menos no su parte esencial. Pero si examinamos la historia, cuando la Misa tomó su forma tradicional era un espectáculo lleno de luces, colores, vestimentas, formas y música que hoy nos parecerían escandalosas.
¿Es tan malo que alguien busque un elemento de atracción en la Misa del siglo 21? Sí, tan malo como cuando alguien decidió que el cura usara ropa de colores diferentes según el tiempo litúrgico, como cuando alguien pensó en sacar las imágenes a pasear por las calles o como cuando alguien introdujo el canto en la Misa. Todo eso son prácticas. Prácticas que no dependen de la fe, sino de atraer al pueblo.
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LF:
Te aseguro que NO HAY anuncio del evangelio. Hay otra cosa. Pero eso daría para otro post.
Dices:
.... cuando la Misa tomó su forma tradicional era un espectáculo lleno de luces, colores, vestimentas, formas y música que hoy nos parecerían escandalosas.
Mira, es mejor que no hables de lo que no sabes. Aprende un poco:
http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/ia_que_se_parece_un_culto_cristiano_del_
Como siempre, Pagola lamentablemente absurdo.
Y lamentable que los católicos no lo adviertan.
Desde mi humilde "praxis pastoral" como responsable de una agrupación católica de jóvenes y adultos hace unos 20 años, cuando uno CONOCE la Fe católica, necesariamente comienza a CELEBRARLA. Es el orden de la Tradición, del Catecismo, de la lógica, de la antropología, etc.etc.etc.
Primero uno se "convence" de algo, por la FE PROFESADA (que no puede profesarse si no es primero conocida y creída) y como consecuencia lógica, la CELEBRA. Y con la gracia de Dios (que se recibe por medio de la liturgia), esta fe se puede hacer VIVA en una auténtica MORAL cristiana. El orden de la I, II y III Parte del Catecismo de la Iglesia Católica no es casual ni arbitraria.
Te aseguro que NO HAY anuncio del evangelio. Hay otra cosa."
¿Y qué hace un sitio como el suyo entonces? ¿Qué anda haciendo el Papa?
Sin duda, da para más de un post y bastante reflexión.
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LF:
Cuando digo que no hay, me refiero a que no es algo generalizado. La mayor parte de las parroquian no tienen mucho afán evagelizador. Sí que hay gente de Iglesia que anuncia el kerigma.
En muchísimas iglesias de mi país, lo ordinario cada domingo es lo siguiente:
- La gente llega, se sienta; quizás un saludo forzado de pura cortesía a quien está al lado, y en medio de un silencio deliberadamente propiciado mientras se ojea distraídamente la "hojita litúrgica" preparada para el efecto, se espera el inicio de la misa. Nadie te sonríe, te habla, te hace sentir bienvenido.
- La palabra de Dios leída (generalmente de modo deficiente) en lugar de ser proclamada.
- La homilía, generalmente pobre, poco o nada preparada, parafraseando lo mismo que ya se ha leído.
- Cantos mal interpretados, que por culpa del "coro" o solista", no pueden ser cantados por la asamblea, quien opta por permanecer en silencio.
- Termina la misa; el cura se mete a su sacristía; los feligreses salen como entraron: a prisa, ignorándose, cada quien por su lado, como perfectos desconocidos.
Se llega para cumplir un precepto, no para encontrarse con Dios y con los hermanos.
Si el intentar cambiar este estado de cosas, el P. Pagola lo denomina "hacer una misa entretenida", estoy con él.
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LF:
En eso estoy de acuerdo.
"cuando la Misa tomó su forma tradicional era un espectáculo lleno de luces, colores, vestimentas, formas y música que hoy nos parecerían escandalosas."
¿De dónde has sacado esto? Es totalmente falso.
Si quieres saber de verdad cómo era la la Misa cuando tomó su forma tradicional, mejor olvidarse de estas leyendas urbanas para uso de campamentos de los años 70.
Mira las liturgias orientales que han rechazado siempre el racionalismo y sus aggiornamentos, mira el rito romano tradicional, y mira las misas Novus Ordo celebradas obedeciendo a lo que manda la Iglesia, a lo que manda el Vaticano II, es decir, con solemnidad, misterio, belleza y orientación hacia Dios.
Ahí y no en otro lugar o mito o leyenda o tópico encontrarás cómo la Misa tomó su forma tradicional.
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LF:
El número de rusos BAUTIZADOS que acuden a Misa es bastante superior al que dices.
Y es evidente que tras la caída del comunismo, la fe ortodoxa, práctica incluida, ha pegado un salto cuantitativo enorme en ese país.
Cuando vamos a lo del notario ídem, sin exigirle posturas entretenidas: nos basta y sobra conque cumpla su función, leyéndonos aburridísimas actas de las cuales depende nuestro patrimonio.
Y ni que hablar de nuestra sumisa actitud frente a la administración pública.
Pero cuando vamos a Misa se nos suben los humos de las exigencias: queremos que nos agasajen. Actuamos como la "generación perversa" anatemizada por las Escrituras. Pero, ¿es que tan poco valoramos la salvación de nuestras almas?
Quienes se molesten en buscar pinturas que ilustren misas de tres siglos atrás o más, se asombrarán al ver a multitudes de pie, que como podían se arrodillaban en el suelo porque no había bancos o los había escasos. Y quienes averigüen se enterarán de los sacrificios a que se sometían los asistentes para poder concurrir. Y lo hacían con alegría, que les brotaba del corazón porque sabían de sus miserias, sabían qué era la Misa, sabían de Cristo.
Hoy en cambio tenemos calefacción ¡hasta abajo de los bancos!, y ni queremos arrodillarnos. Nos horrorizamos de que los palmeros homenajearan al Papa en el antiguo protocolo, ¡pero queremos en cambio que nos agasajen a nosotros!. Que nos "diviertan". Que nos "contengan". Por eso Pagola encuentra compradores de su baratija averiada.
El hacha está puesta a la raíz. Dios, el Todopoderoso, la empuña. Le elección es nuestra.
¿Tu te imaginas que las primeras Misas tenían colores litúrgicos, cirios pascuales, cálices y patenas de oro y monaguillos de rojo y blanco?
¿A que te crees que San Pablo cantaba el "Agnus Dei" en polifónico con acompañamiento de órgano monumental?
Aunque no supieras nada de la historia de la Iglesia, es imposible que puedas pensar que las primeras celebraciones litúrgicas se hicieron en la Capilla Sixtina, rodeados de magistrales pinturas de brillantes colores y canto gregoriano.
Si te retrotraes un poco a la esencia de la Misa, las primeras primeras reuniones de los apóstoles te parecerán bastante deslucidas, con hombres sucios en sandalias, comiendo panes ácimos sobre platos de madera y con las mujeres en silencio por aparte (lo dice San Pablo, no lo digo yo).
Todo lo que hemos llegado a conocer como liturgia, ornamentos y acompañamientos no viene de los primeros apóstoles: se ha ido añadiendo en cada siglo, acoplándose a los gustos, maneras y desarrollo tecnológico de cada siglo. Románico, gótico, renacentista...
¿Realmente crees que habían micrófonos y sistemas de sonido en el siglo cuarto? ¡Ni siquiera las campanas existían antes del siglo quinto!
El problema es que el gran desarrollo iconográfico de la Edad Media nos ha dejado con la idea que Cristo Rey usaba una triple corona de oro y que San Pedro se ponía casulla dorada en las fiestas grandes, pero todo eso son adaptaciones hechas para atraer, instruir y evangelizar a las gentes, aplicando la máxima tecnología disponible de su tiempo.
Ahora se nos quiere hacer creer que introducir novedades en la liturgia es malo. Claro, se puede hacer mal, de eso no hay duda. Pero si alguien se hubiera opuesto a la instalación de sistemas de sonido en los templos, hoy la gente no entendería de la misa la mitad -literalmente-. Pero si el Papa Sixto IV hubiera tenido a mano los desarrollos tecnológicos de hoy, Miguel Angel habría hecho proyecciones láser en 3D y no pinturas al fresco, que en su época, era lo más avanzado que existía.
La liturgia me parecio sencillamente horrorosa: un grupo de cantantes (muy buenos, debo decir) subidos a un escenario cantando mientras la letra de los cantos se proyectaba en una pantalla grande, al frente. Desde el primer minuto que entre alli senti que algo no me gustaba, que no andaba bien, que esa no era MI iglesia. Esa liturgia, evidentemente atractiva para muchos, no me "cerraba". Ese dia había bautismos y pude ver por primera vez bautismos por inmersion. Luego de la liturgia se reunia la comunidad para celebrar los bautismos, y alli debo decir que muchos se acercaron a conversar conmigo, incluso el pastor. Fueron muy amables. Son las luces y sombras. Los catolicos tenemos una liturgia muy bella a mi juicio, pero a veces fallamos en la hospitalidad, como decia otro lector.
Mas alla de eso, la sensacion de "no pertenencia" a ese lugar me invadió ni bien entre a ese recinto, y notablemente esa sensacion me hizo volver a acercarme mas a MI iglesia, la catolica. Los caminos del Señor.
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LF:
Desde mi regreso a la Iglesia Católica hace casi 15 años, he asistido a no más de dos-tres cultos protestantes, todos en mi antigua comunidad eclesial evangélica. Fui para saludar a viejos amigos y hermanos -ahora separados- en la fe. La primera vez fue quizás un par de años después de mi vuelta al catolicismo. Pues bien, aunque había compartido ese culto durante mucho tiempo, me sentí como extranjero en tierra ajena. Sí, me recibieron con cariño. Sí, me encantó volver a verles a casi todos. Pero no, aquello no era nada que se pudiera parecer, ni lejanamente, a una Misa católica, incluso la celebrada a toda prisa y con desdén. Allí no se hacía Cristo presente sacramentalmente. Eso no se puede explicar con palabras. O lo entiendes o no. Más bien, o se te concede entenderlo, o no.
Y añado que la manía de absolutizar un periodo de la historia de la Iglesia, negando no sólo todo lo positivo que se ha hecho en los consabidos "50 años" sino el cristianismo de los primeros siglos, me parece un reduccionismo peligroso para la Iglesia.
Saludos cordiales.
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LF:
¿Y quién ha negado lo positivo que se ha hecho en los consabidos 50 años?
-El cura es muy aburrido.
-No se lee bien.
-Y un sinfín de pegas.
-etc...
El pasado domingo asistí a una misa tridentina y entonces comprendí cuál es el problema.
El problema es que en la actualidad el foco de atención es el sacerdote o la gente que lee, es decir la Nueva Misa tiende a ser antropocéntrica, es decir el hombre es el centro de atención.
La misa tridentina es Cristocéntrica, por eso TODOS miran al altar, a oriente. Allí es donde se renueva el sacrificio de la cruz de manera incruenta. Eso es la Misa, así de sencillo. El fin principal es la adoración y no estar expectante de la homilía del sacerdote y otros detalles.
Ojo, no estoy diciendo que la misa de ahora no valga, sino un hecho objetivo perceptible al asistir a una y otra misa.
Para DavidQ,
Esta frase que has puesto es reveladora del problema que he mencionado:
"... acoplándose a los gustos, maneras y desarrollo tecnológico de cada siglo."
Esto que dices es absolutamente falso, justamente esta frase tuya denota antropocentrismo. No se reforma la liturgia en base a gustos sino en base a Cristo. En hacerla lo más digna posible para nuestro Señor Jesucristo. Desde que se celebraba la misa de siempre ha habido espectáculos mucho más atractivos que asistir a la Santa Misa, pero no se trata de hacer un espectáculo atractivo, porque no es un espectáculo, sino la renovación del sacrificio en la Cruz. Esto es así, sino se acepta el sentido sacrificial de la misa, no se es católico.
Por eso, siempre han cuidado mucho la misa, desde los apóstoles.
También has de saber que desde que se tiene registro hasta el siglo XX sólo se han añadido o cambiado 26 palabras en la misa. En cambio, con la nueva misa se quitaron 28 oraciones.
Lo digo porque hablas de cambios y en verdad no ha habido cambios significativos en la misa hasta que la cambiaron relativamente hace poco y los resultados a todas luces no han sido positivos.
últ y DavidQ.
Deduzco de vuestros comentarios que la verdadera Iglesia de Jesucristo sería solamente la de los tres primeros siglos, después de los cuales -de Constantino en adelante-, institucionalizándose, se habría corrompido, hasta que después de 1600 años habría reaparecido con el Concilio Vaticano II. Por tanto, durante un largo periodo, Jesús no habría cumplido su promesa de permanecer junto a su Iglesia todos los días, hasta el fin de los tiempos, y por consiguiente asistirla contra los poderes de las tinieblas (Mt. 28,20; 16,18).
Deduce vd mal:
Se diría que es para vd para quien la Iglesia verdadera sólo es la de unos cuantos siglos que a vd le gustan, mientras pasa de los primeros y los últimos. Yo no he eliminado ninguno, la Iglesia me vale en todos.
Yo no absolutizo lo que no es esencial y no creo que la Eucaristía dejara de ser lo que era porque los sacerdotes se pusieran vestimentas romanas, puesto que esa era su cultura, se inculturizaron y listo. No le doy importancia a lo que no la tiene.
Es por eso que tengo muy claro que lo mismo una misa gregoriana que una misa rociera tienen un valor infinito y no protesto de ninguna de ellas como hacen los absolutizadores de la estética.
En cambio una cuestión que sí tiene importancia es el hecho de que se proclame la palabra de Dios de forma inteligible. Canten en latín o en gallego antes o después de las lecturas.
El proclamar bien la palabra de Dios consiste precisamente en pasar desapercibido como lector, al servicio de la proclamación de la palabra. Claro que es posible que vd opine que lo importante es que todo se diga en latín para que sólo se enteren los cultos y sabihondos, pero a mí me parece que es importante escucharla, para lo cual la tienen que leer correctamente, pues no es cosa que la tartamudez o el ceceo del lector distraigan del contenido de la palabra, o de que lea burradas como el Espíritu "pajarito" en vez de paraclito.
Y no sólo eso, sino que también creo que todo el mundo debe fijarse en todo lo que se dice a lo largo de la misa.
Y por supuesto el momento central es para mí la consagración, en el altar, y no en otro lugar.
Pues aunque me parece muy bien que los musulmanes no puedan orar si no miran a la Meca y que la nueva gnosis sean propensos a dirigirse al sol a primera hora de la mañana, yo soy consciente de que Dios está en todas partes y me importa un bledo la orientación del altar, pues yo siempre estaré centrada en la eucaristía sobre el altar, en cualquier lugar que esté situado, no en la orientación geográfica ni en el celebrante.
Si vd está más pendiente de la orientación del altar y de la espalda del sacerdote que de la eucaristía el problema lo tiene vd, no yo.
Eso es lo que se deduce de lo que vd dice y de lo que falsamente atribuye a los demás.
Y tras haber aclarado este malentendido,
Saludos en Cristo
Es en el pan y el vino en donde se hace presente realmente Jesucristo, y ese es el centro de la Eucaristía, no la pared oriental del templo, por muy simbólico que sea el sol, si Jesús es luz del mundo, la luz está en dónde esté la eucaristía en la que se hace presente, y no en el lugar por donde salga el sol al día siguiente.
Por supuesto respeto que a algunos les guste orientarse, siempre que no pretendan absolutizar sus gustos y desorientarnos a los demás.
Y es algo q suele seguir a la mención a los consabidos 50 años.
Dicen en mi pueblo "estás tomando el rábano por las hojas".
De allí que sea tan importante, antes de hablar de Misa, saber al menos qué es la Misa.
Han de estar y estarán que la Misa no es el ornato, el boato, los cantos, los trajes, los libros y las procesiones. La Misa no es más ni menos que lo que hizo Nuestro Señor aquél primer Jueves Santo cuando tomó el pan y el vino y los "transubstanció" en Su Cuerpo y Su Sangre. Nada más.
Y eso no ha cambiado ni cambiará nunca. Todo lo demás, desde que el sacerdote dice "En el nombre del Padre..." hasta que dice "...pueden ir en Paz" es accesorio.
Accesorio no significa inútil, falso, inválido ni corrupto. Significa accesorio, o como diría el diccionario "que depende de lo principal", "auxiliar para determinado trabajo".
Imagino yo, pues no hay registro de eso, que cuando se celebraron las primeras misas, los apóstoles no siempre llevaban las manos limpias. Y accesoriamente se obligó a que se las lavaran -de donde ahora tenemos el lavatorio-. Imagino que alguna vez se confundió la copa de la consagración con las otras de la casa y alguien, preocupado de que se mezclara la Sangre de Cristo con otras cosas indignas, ordenó que se apartara una copa sólo para ese uso. Y surgió el cáliz. Y así, no es difícil imaginar cómo se incorporó a la sagrada liturgia el saludo, el "yo pecador", las lecturas, las oraciones, el prefacio, la despedida... todos accesorios, dependientes de lo principal aunque no sean lo principal.
¿Cómo puede uno suponer a partir de un desarrollo tan sano que "sólo lo de antes es bueno y lo de ahora es malo"? Al contrario, cada adición que se ha hecho a la liturgia es positiva, evangélica, enriquecedora. Los cantos no están allí para estorbar, están para evangelizar. Y las velas, y los trajes, y los monaguillos y los reclinatorios. No son Misa, pero ayudan a la Misa.
Por eso, a la luz de 20 siglos de desarrollo litúrgico yo me pregunto, ¿sería tan malo hoy poner luces láser y hologramas en tercera dimensión que sirvan para EVANGELIZAR al pueblo? No estoy yo llamado a tomar esa decisión. Pero tampoco estoy llamado a oponerme de oficio. Sixto IV no se opuso al fresco ni a los desnudos de la Capilla Sixtina, al contrario, le pareció que servían para evangelizar y tanta razón tuvo que aún hoy siguen sirviendo. ¿Acaso la Iglesia ya está muerta y enterrada como para mantenerse obligatoriamente estática en el desarrollo tecnológico del siglo catorce? Al contrario, la Iglesia siempre ha sido pionera en todas las ciencias cuando se usan para mayor gloria de Dios. ¿Se acabó ya ese tiempo?
Mi hijo dice que "siempre dicen las mismas cosas." Y es que, salvo raras excepciones, el sacerdote que celebra, se limita a decir una homilía llena de lugares comunes, o a hacer una "ampliación a su manera", de la lectura del Evangelio.
Mi párroco por ejemplo, no lo ha llamado el Señor por el camino de la oratoria, y además se alarga demasiado en las homilías. Y eso unido a su carácter super melífluo y apocado, hace que se vaya a misa para tener el encuentro con el Señor, pero desde luego a los tibios los acaba de echar del todo.
Y el pobre habla de cara de pepinillos en vinagre...
Así que me termino de arreglar para acudir a la misa de 11,30 que la dice su coadjutor, y va diferencia.
¡Ay Señor!...
Feliz día del Señor.
Se nota que no ha leído absolutamente nada de mi comentario, no hay por ciego que el que no quiere ver.
En ningún momento he dicho que la Eucaristía deje de ser y tampoco he dicho que sea ornamento ni esas tonterías que ha dicho.
Por lo demás no voy a contestar a la sarta de mentiras y acusaciones que usted vierte hacia mi persona.
Por cierto no hable de los últimos siglos si hablamos de 50 años, hable del último medio siglo si quiere.
Creo que no ha leído mi comentario bien, pues explico perfectamente qué es la misa, en cambio leyendo el suyo creo que se ha dejado como quien dice la mitad.
En la Santa Misa se repite la Última Cena y el sacrificio de Jesús en la Cruz.
Como ve no es sólo el Jueves Santo, también se repite el sacrificio de la Cruz. Esto es vital, sino, no se es católico.
Y todo lo que se hace debe girar en torno a ello y lo que significa. Como bien ha dicho usted "depende de lo principal", de este modo, no se hacen las cosas a capricho.
Si sabemos como es la misa ¿por qué en muchas no se comporta la gente como es debido? ¿Por qué
en cambio en una boda o en una entrevista de trabajo, todo el mundo sabe cómo tiene que comportarse y vestir?
No es saber qué es la misa, sino creer.
Aclaro que intento ir a misa todos los días, son misas Novus Ordo o misa Nueva. Lo digo para que no piensen que desprecio la misa, todo lo contrario, pues creo en la presencia REAL de Cristo en la Eucaristía, y esto me lleva a procurar comulgar a diario. Es esto mi motivación principal, no lo es como he leído por allí en fijarme si miramos todos al altar, ni cuánta gente se arrodilla en la consagración, ni siquiera el sermón del sacerdote.
Un saludo en Cristo y María.
No he pretendido ofenderle, sólo hacerle saber que vd resultaba ofensivo con unas declaraciones que demuestran que no ha leido ninguno de mis comentarios.
Yo no le he acusado de nada, le he devuelto su acusación, pues es vd el que me ha acusado a mí y sigue acusándome de restringirme a los 50 años que vd desprecia. Yo he dejado muy claro en mi comentario que aprecio toda la trayectoria de la Iglesia a través de todos los siglos.
Y mi comentario responde al suyo en el que falsamente acusa a otros de centralizarse en el sacerdote en vez de en el altar, aclarando que es vd el que se centra en la orientación del altar y del sacerdote, no yo, que me centro en la eucaristía sobre el altar y en la palabra de Dios durante toda la misa.
Saludos en Cristo, pues no creo que deba negarle el saludo como vd hace.
Sigue usted tomando el rábano por las hojas.
Dije claramente "eso no ha cambiado ni cambiará nunca". Le invito a leer de nuevo mi comentario por si no encontró esa frase.
A lo que se refiere el tema de este hilo es a lo accesorio, a lo que sí puede cambiar, y que de hecho ha estado en constante evolución.
Yo estoy completamente seguro que durante las primeras misas, las que fueron presididas por el mismo Jesucristo (véase por ejemplo el episodio de los discípulos de Emaús), ninguno de los asistentes se arrodilló al momento de la consagración. Y estuvo bien, en ese tiempo. El mismo San Pablo tuvo que enfrentarse a las rigideces de quienes creían que era indispensable conservar todas las tradiciones judías en las nuevas prácticas religiosas, cuando habían paganos conversos que no las entendían y les parecían innecesarias, como en realidad lo son.
Hoy día nos enfrentamos a la misma lucha. Entre quienes quieren conservar a fuerza ciertos rituales que -quizás- ya no tienen sentido, frente a quienes quieren modernizar, adaptar el mensaje evangélico a los tiempos que corren. Y voy a insistir, le ruego por favor que me lea para que luego no diga lo contrario: SIN CAMBIAR LO SUSTANCIAL DE LA MISA.
Le pongo un ejemplo radical, a ver si me sigue: Las lecturas. Cuando se impusieron las lecturas de la Misa, los libros eran escasos y la mayoría de la gente no sabía leer. Leer cada domingo -o cada día, para usted que es de Misa diaria- un fragmento del libro más importante de la humanidad, era una gracia extraordinaria, comparable si cabe, a que hoy en día se nos diera durante cinco minutos acceso a un internet de 500 Gbps de velocidad o algo así: Todo el conocimiento del mundo, en nuestras manos, siete veces a la semana. Impresionante.
Hoy día las lecturas de la liturgia suenan aburridas, porque lo son. Más aburridas que internet de 14.4 bps. ¿Por qué me tienen que leer algo que yo ya leí o puedo leer doscientas veces diarias si quiero? Antes, la lectura del Evangelio era MI ÚNICA POSIBILIDAD de conocer el Evangelio. Hoy es la más lenta, anacrónica y aburrida de todas. Yo, que ya estoy viejo, terminé de leer el Nuevo Testamento completo cuando tenía 12 años. Un jovencito de 12 años de hoy podría leerlo con concordancias navegables, ilustraciones y videos antes de la hora del almuerzo. ¿Por qué tenemos que imponerle a esta nueva generación el ritmo de hace setecientos años?
Y ojo: No estoy diciendo que toda la liturgia esté mal, de ninguna manera. Ni siquiera digo que tenga algo malo. Digo que no hay que escandalizarse por la introducción de algo nuevo que pueda evangelizar más eficientemente.
¿Sería tan malo si el cura en lugar de homilía preparara cada domingo un videoclip de 5 minutos que explicara lo mismo pero de mejor manera? Conozco un cura, fiel a la Iglesia como el que más, que de vez en cuando introduce una canción en la homilía, porque así explica mejor el significado de las lecturas. ¿Es satánico eso acaso? Y estoy hablando de tecnologías que estaban disponibles "hace 50 años", para usar la fecha más popular en estos días.
Por eso es tan importante distinguir lo esencial de lo accesorio. Lo esencial no puede cambiar. No habrá nunca -espero- confesiones por videoconferencia ni por chat, no habrá nunca consagraciones robóticas -de eso estoy seguro-, no habrá nunca "opción de vino light sin alcohol para los que están a dieta y tienen escrúpulos".
Pero no veo por qué no, al menos en ciertos círculos -por ejemplo, un colegio católico- no se pueda sustituir las aburridísimas primera y segunda lectura por un estudio previo del concepto de Transustanciación y saltarse directamente del Gloria al Evangelio.
Son otros tiempos. Y estamos desaprovechándolos.
Ahora en cambio estoy en total desacuerdo con vd, que parece considerar "accesoria" la palabra de Dios en la misa.
Por supuesto estoy de acuerdo en que las homilías se pueden hacer de muchas maneras diferentes y junto con las moniciones pueden ser una introducción o un recuerdo de cuestiones que en realidad son más propias de la catequesis. Pero lo importante es lo que dice la Palabra, que además se debe leer en la comunidad de fe, aunque luego también se lea en casa a solas, pero también como miembro de la Iglesia y nunca al margen de ella.
La palabra de Dios siendo siempre la misma es siempre nueva, y la principal función de la homilía es recordarnos esto. Dios te habla a ti concretamente, a cada uno de nosotros, esperando nuestra respuesta. Y es siempre nuevo lo que nos dice porque el momento de nuestra vida en que debemos aplicarlo es nuevo. Incluso cuando te vuelve a decir que eches las redes de nuevo, no sólo dice "otra vez", dice "de NUEVO"
Saludos en Cristo.
Tiene usted un grave problema.
No entiende o no quiere entender qué es la misa.
No voy a perder más tiempo contestando, tiene mucha información en mi comentario que me da que no lo ha leído porque veo que sigue a lo suyo y no ha rebatido ni un solo punto de los que he expuesto.
Lo único que puedo hacer por usted es rezar.
"Y mi comentario responde al suyo en el que falsamente acusa a otros de centralizarse en el sacerdote en vez de en el altar, aclarando que es vd el que se centra en la orientación del altar y del sacerdote"
No tengo nada que decir ante mentes retorcidas como la suya que tienen escasa comprensión lectora.
Por otro lado, cuando uno saluda a otro es de mala educación hacer reproches, sobre todo cuando se saluda en nombre de Cristo.
Saludos en Cristo, pues no creo que deba negarle el saludo como vd hace.
Un saludo en Cristo y María.
Creo que hacen falta celebraciones que atraigan a la gente, que atraigan al Misterio, y para eso nada mejor que celebrar como manda la Iglesia, y ser humilde (esa humildad que parece que ahora está de moda, pero que algunos convierten en soberbia desobediencia) para hacer todo y solo lo mandado por la liturgia en línea con la tradición de todos los tiempos.
Para mí cada Misa es un acontecimiento de salvación, donde lo que podría parecer rutinario al superficial, para el que tiene la visión profunda de la fe se le presenta como una entrada en la eternidad. Es normal que la Santa Misa aburra, como aburre todo entrenamiento para lo que no nos es natural, pero la verdad estadística es que esas Misas que Pagola consideran aburridas hoy convocan a multitud de fieles, mientras que las misas con globitos, payasos y happenings languidecen en el olvido junto con los pantalones de campana y los proyectores de diapositivas.
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LF:
Buen planteamiento.
Me he encontrado a lo largo de los años con varios de esos curas "entretenedores" que, sin embargo, igual no entusiasman al público objetivo al que apuntan sus esfuerzos; me imagino que eso no es precisamente lo que falla, sino que lo que primeramente falla es un sacerdote sin fe y sin oración.
San Juan María Vianney no necesitaba hacer más entretenida la misa, ni contar chistes en el confesionario para atraer a jóvenes y adultos de todas las condiciones sociales, tan sólo vivía la fe y el resto provenía del Espíritu Santo, que es quién convoca en última instancia. Porque quedó demostrado que los sermones de san Juan Bautista Vianney convertían más pecadores que los sermones bien estructurados y ricamente adornados y con una oratoria envidiable de los mejores predicadores de la Francia de au tiempo, tanto así que ellos mismos iban a Ars a escucharle para aprender "el método" de como atraer ovejas al rebaño.
Gracias por sus oraciones. Un cura conocido mío que vive en olor de santidad suele decir "el que salva a otro tiene asegurada su propia salvación", y por eso su oración es aún más meritoria.
Ult:
Yo sé que es difícil separar el trigo de la paja y por eso cuando yo trato de acordarme qué es la Misa, recuerdo la anécdota de cierto cura que estaba preso bajo un régimen muy duro, que tenía prohibido celebrar la Misa. Y para evitárselo, no le permitían ni siquiera tener pan en su celda.
Con esfuerzos sobrehumanos, algunos aliados suyos lograban hacerle llegar a la cárcel un diminuto pedazo de pan, casi una migaja y unas escasas gotas de vino que no llenarían ni el fondo de un dedal.
Así, en la prisión, debajo de su cama para no ser visto, con una migaja de pan y una miserable porción de vino, aquél cura celebraba Misa. Y era una Misa tan plena y meritoria como la celebrada en la Basílica de San Pedro, con presencia de cien obispos y cardenales.
Dicho esto, le ruego que vuelva a examinar mi comentario y trate de encontrar dónde dije yo que la Palabra de Dios no es importante. Dije que no me parece obligatorio que la lea mal y lentamente una persona que escasamente sabe leer, en una época en la que ya casi todo el mundo sabe leer y puede tener una Biblia en su casa y escucharla en audiolibros grabada con locutores y estudios profesionales. Es la lectura ceremoniosa y en voz alta, generalmente incomprensible para el pueblo la que me parece innecesaria, habiendo otras alternativas.
¿Acaso no fue Misa lo que hizo Nuestro Señor en Emaús? Y no leyeron: sólo comentaron la Palabra de Dios mientras iban de camino. ¿Se atreve usted a decir que Cristo no aprecia la Palabra de Dios sólo porque en lugar de LEER de forma aburrida inflamó los corazones de aquéllos amigos con explicaciones vívidas del SIGNIFICADO de la Biblia?
Yo estoy en contra de aferrarse irracionalmente a la FORMA, cuando pueden haber FORMAS más eficientes de evangelizar. Como mínimo, buenos lectores. ¿Le parece eso demasiado? Y si esos buenos lectores pudieran inflamar corazones, ¿es eso satánico, desprecio del Sacrificio del Señor? ¿Por qué obligatoriamente la Misa TIENE que ser aburrida para ser Misa?
Le voy a decir por qué: Porque así nos educaron. Cuando a nuestra generación la llevaron a la fuerza a "oír" Misa, nos impusieron un sistema aburrido y anacrónico, que hace apenas 200 años era actual, interesante y cautivante. En un tiempo sin televisión, sin luz eléctrica y sin ropa de colores -la ropa de colores se popularizó hasta el siglo pasado-; era sorprendente ver a un obispo vestido de rojo carmesí, era fascinante apreciar los bordados en oro de la casulla del celebrante, era espectacular entrar a una catedral con acústica, vitrales y techos altísimos, adornada con imágenes hiperrealistas que parecían estar a punto de saltar de los muros.
En una época en que los niños pueden quedarse dormidos viendo Transformers en IMAX 3D con sonido Dolby Surround 7.1, no espere usted que se queden embobados viendo la imagen de San Jerónimo cubierta de tizne, que ni siquiera se limpia por reverencia excesiva. Y esa imagen, cuando se puso allí, pretendía inflamar corazones, no llenarse de pátina reverente. ¿Sería demasiado malo darle una limpieza, ponerle una mejor luz y explicarle a los niños quién fue San Jerónimo?
"¿Es esta liturgia que venimos repitiendo desde hace siglos la que mejor puede ayudarnos a actualizar aquella cena memorable..."
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Sí, es la repetición desde hace XX siglos lo que debería estremecer las entrañas d Pagola y hacerle caer de rodillas cada dia al repetirlo. Lo dicen todos los sacerdotes que creen.
Quizá Pagola entienda mejor con una comparación. Los pueblos se pirran por recuperar las tradiciones de sus mayores. Y así levantan piedras, enseñan a los niños la txalaparta, promueven los "bertsos" en la escuela, etc, etc, etc. Y todo se hace con devoción y emoción, porque tiene un significado q va más allá de lo que vemos.
Entiende Pagola esto, seguro. Pero le aburre la Misa o cree que los fieles nos aburrimos...? Pues que vuelva a sus esencias. El problema lo tiene Pagola en su interior.
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LF:
Para cultos animados, están los evangélicos pentecostales. Con pastores, pastoras, etc.
El catolicismo es otra cosa.
Que me parece no solo interesante el reto que supone en la práctica ser cristiano,sino la actitud práctica del "discernimiento,espiritualidad y el compromiso de los laicos y laicas en el mundo actual".
¿Cómo es la práctica?, nos vamos haciendo conscientes que somos los colaboradores de la Misión Apostólica de Dios y con Dios en todo lugar que El disponga de nuestra libertad. Por eso es necesario el proceso de sensibilizar nuestro modo de proceder con el modo de proceder desde la experiencia del Corazón de Jesús porque en El confiamos para el servicio de acompañar al pueblo de Dios...."que busca en la vida la gran liberación": "Señor Jesús renueva nuestros corazones al servicio de los demás como Iglesia Peregrina."
Por eso:
La respuesta de Jesús toca el corazón del cristianismo: «la obra (¡en singular!) que Dios quiere es esta: que crean en el que él ha enviado». Dios solo quiere que crean en Jesucristo pues es el gran regalo que él ha enviado al mundo. Esta es la nueva exigencia. En esto han de trabajar. Lo demás es secundario.
Después de veinte siglos de cristianismo, ¿no necesitamos descubrir de nuevo que toda la fuerza y la originalidad de la Iglesia está en creer en Jesucristo y seguirlo? ¿No necesitamos pasar de la actitud de adeptos de una religión de «creencias» y de «prácticas» a vivir como discípulos de Jesús?
La fe cristiana no consiste primordial mente en ir cumpliendo correctamente un código de prácticas y observancias nuevas, superiores a las del antiguo testamento. No. La identidad cristiana está en aprender a vivir un estilo de vida que nace de la relación viva y confiada en Jesús el Cristo. Nos vamos haciendo cristianos en la medida en que aprendemos a pensar, sentir, amar, trabajar, sufrir y vivir como Jesús.
Ser cristiano exige hoy una experiencia de Jesús y una identificación con su proyecto que no se requería hace unos años para ser un buen practicante. Para subsistir en medio de la sociedad laica, las comunidades cristianas necesitan cuidar más que nunca la adhesión y el contacto vital con Jesús el Cristo.
Suscribo y reitero lo de José Pagola que el Ser cristiano laico y/o en una comunidad cristiana de laicos(as) exige hoy una experiencia vital con de Jesús.
Alberto
CVX-Lima Perú
En marketing lo que tienen es un "publico cautivo", tenemos que escuchar lo que se les ocurra decirnos. Muchos curas ni preparan la homilia y dicen lo que se les ocurre. Hay otros que cuentan chistes para "relajar".
Como tenemos que ir a misa, nos tenemos que soplar lo que a estos curas se les venga en gana.
Pagola es un genio de la interpretacion de las lecturas, el papa deberia llamarlo para que desde el vaticano ayuden a los curas que no saben que decir.
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LF:
Eso es poco. Debería crearle cardenal y nombrarle Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Y luego decretar que será el próximo Papa sin necesidad de cónclave.
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LF:
Veo con sorpresa que usted piensa que yo no tengo mejor cosa que hacer a las dos menos diez de la medianoche o madrugada de un domingo que esperar a que usted escriba un comentario en un post de junio del 2014 para decidir si le doy paso o lo censuro. Y como a los cinco minutos de haberlo escrito, el comentario sigue en barbecho, usted va y me acusa de haberle censurado.
Pues mire, a las 7 y diez de la mañana le voy a dar el gusto de poder hacerse la víctima y decido que, efectivamente, le censuro. Así ya tiene un motivo para quejarse.
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