El Obispo de Chur, la eucaristía y el pecado
Mons. Vitus Huonder, obispo de Chur (Suiza), ha tenido a bien escribir una carta pastoral en la que afirma que aquellos fieles que se encuentren en una situación irregular, sea porque se han vuelto a casar tras divorciarse, sea porque son homosexuales y viven con una persona de su mismo sexo, deben abstenerse de comulgar pero pueden acercarse al sacerdote con los brazos cruzados para que les dé una bendición. No es la primera vez que trata este asunto, pero sí la primera durante este papado.
Dada la secularización presente entre los católicos del país centroeuropeo, no muy diferente a la de otros países del entorno, un grupo de “fieles” lanzaron una alerta en internet para protestar contra las palabras del obispo. Lo que piden, como se pueden imaginar, no es que los que viven en pecado se abstengan de ponerse en la fila de los comulgantes para recibir una bendición sacerdotal, sino que se les permita cometer el sacrilegio de comulgar. Se alude al hecho -que debería de cambiarse, dicho sea de paso- de que no pocas personas que viven en esa situación desempeñan actividades eclesiales, tales como dar catequesis, ser parte del consejo parroquial, etc. Llevan ya recogidas varios miles de firmas.
En cualquier otro momento de la historia de la Iglesia, lo que se discutiría no es si pueden comulgar o no, sino si tiene sentido que un sacerdote bendiga en una Misa a quien vive en pecado mortal. No me imagino yo a San Pablo o San Pedro bendiciendo adúlteros o sodomitas, sinceramente. Quien diga que la situación de nuestra sociedad hoy en día es moralmente muy diferente de la que se vivía entonces, no sabe de qué habla. Y la respuesta pastoral de los apóstoles no fue una comprensión falsamente misericordiosa que se convirtiera en complicidad con el pecado. En todo caso, Mons. Huonder busca dar un trato pastoral a los fieles que están en esa situación, supongo que para que no se sientan del todo excluidos. Precisamente porque tiene interés en cuidar la salud de esas almas, les impide que añadan a su pecado público otro pecado igualmente mortal: comulgar indignamente. No en vano, San Pablo advirtió que “quien come el pan y bebe el cáliz del Señor indignamente, será reo del cuerpo y de la sangre del Señor” (1ª Cor 11,27) y se “come y bebe su propia condenación” (1ª Cor 11,29).
De hecho, en todo el debate sobre la comunión a divorciados vueltos a casar, se tiende a ignorar la gravedad de lo que supone comulgar en estado de pecado mortal. Siendo la Eucaristía un sacramento de salvación, en esos casos se usa para lo contrario. Por más que se empeñen algunos, la Iglesia no ejerce de madrastra inquisidora al negar la comunión a quienes viven en una situación irregular. En realidad les está haciendo un inmenso favor al impedirles pecar más. Y quien realmente anhela poder comulgar, debería de anhelar dejar de vivir en pecado.
Es bueno, muy bueno, que un pecador quiera acercarse a recibir la comunión. Es más bueno, y absolutamente necesario, que se acerque previamente al confesionario para arrepentirse de verdad de sus peores pecados. Y en dicho arrepentimiento ha de ir el propósito de enmienda. Que en el caso de los pecados “públicos” ha de ir acompañado de un cambio igualmente público de su situación de pecado.
Por más vueltas pastorales que se le quiera dar a esa noria, la fe católica no puede ni alterarse ni aguarse. La Iglesia no está para facilitar a los pecadores que sigan viviendo en pecado y a la vez comulgando. Está para predicar y administrar la gracia que nos libera del pecado y la condenación. Y quien así no obre, no sirve a Dios sino al Padre de la mentira.
Luis Fernando Pérez Bustamante
31 comentarios
Si siguen pecando, es que Q-U-I-E-R-E-N seguir pecando, porque el querer es consustancial al pecado: si no hay voluntad de pecar, no hay pecado.
Ahora bien, ¿qué sentido tiene que si yo QUIERO seguir pecando, vaya a pedir una bendición?
¿Qué sentido tiene que el sacerdote bendiga a quien no quiere aceptar los remedios que le ofrece la Iglesia?
¿Es que nos hemos vuelto todos locos?
¿El obispo churense el primero?
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LF:
Bueno, lo que ha propuesto el obispo ya se ha hecho en muchos sitios. Lo que no sé es a cuento de qué, pero mientras no comulguen no hay más pecado grave.
Cuando un católico no se encuentra en disposición de comulgar, acude lo antes posible a confesarse ¿no?
El sacerdote no bendice su pecado, sino la persona para que se convierta y cambie en su corazón y en su vida pública.
No entra en la comunión EUCARISTICA por ser visible su pecado público, pero no se le excluye de recibir las bendiciones del Padre por el Espiritu.
Son personas bautizadas y confirmadas tienen el Don del Espiritu Santo pero no pueden acrecentar ese Espiritu para la total renovación interior del hombre viejo a persona regenerada. Sin embargo siguen acogidos a la bendicion de la Iglesia como hijos de Dios que son.
Esto no significa que la iglesia acepte los matrimonios vueltos a casar civilmente si no existe nulidad previa o el matrimonio entre iguales, pero si conviven dos personas de igual sexo que no declaren previamente su pecado al público,éste queda en su conciencia y en la del sacerdote pero la diferencia es que reivindican a nivel público el matrimonio o lo han ejecutado ya. La asociación dual de convivencia no sería el escandalo que plantea el matrimonio entre iguales, ya que usurpa los fines sacramentales de éste.
Juan 9:31 “Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad a éste oye.”Dios conoce el corazón del creyente pero El sabe que está involucrado en su pecado y la única oración que Dios escucha de un pecador es la oración para salvación.
A mi me parece bien que bendigan... hasta a los enemigos, Y a Jesús, San Pablo, y a San Pedro, y a... Rom, 12, 14: «Bendecid a los que os persiguen; Bendecid y no maldigáis». De facto, los que pretenden exigir comulgar, están persiguiendo a la Iglesia.
Ahora bien, entiendo que esta bendición puede ser un acercamiento inpropio, con el que intenten legitimar más tarde el recibir la Sagrada Comunión en pecado...
Lo único que se es que este obispo quiere que se Bendiga, a quien objetivamente es enemigo, y me temo que Cristo, también.
Además: ¿Acaso la bendición de la persona, no del pecado, no es una inmensísima ayuda para el pecador?
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LF:
Yo no digo que esté mal. Digo que me resulta raro. Y digo que dudo que esa fuera una práctica habitual en la Iglesia de los primeros siglos. Bueno, esto no lo dudo. Sé que no.
¿Por qué hay tantas personas empeñadas en decirse seguidores de Cristo si resulta que no les gusta lo que Cristo enseñó y depositó en la Iglesia que Él mismo fundó?
Osea es que pretender que no es pecado lo que el mismo condenó (el adulterio), no necesita ni de encíclicas ni de pronunciamientos papales.
Pero claro, obispos como Mons. Vitus Huonder, que seguramente con toda la buena voluntad, causan confusión -no me digan que permitir que en la misma fila en la que se va a recibir a Dios vayan pecadores sin ánimo de arrepentimiento no es confuso-, no hacen más que soliviantar los ánimos de tantos católicos con fe de saldo.
En fin que lo del cariño pastoral, con cuidado para no confundir.
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Años atrás un anciano sacerdote oficiaba una misa dominical pedida en acción de gracias por una quiceañera. Hecho que desconocía el celebrante pues había venido a cubrir la ausencia del párroco para la ocasión.
La niña se había presentado con una minifalda provocadora, por lo cual el cura, en plena misa, le advirtió que no se acercara a comulgar en esas condiciones. Cosa que la tramposa eludió mezclándose entre el público en vez de ir a comulgar primero.
Finalizada la misa los parientes, "indignados", se apersonaron en la sacristía a exigirle al cura la bendición "de rigor", que ex profeso el celebrante había omitido durante la misa. Nueva denegatoria y consecuente furia de los parientes, quienes se congregaron en el atrio a la espera de la salida del cura para increparlo, o vaya uno a saber qué.
La sacristana de turno optó por cerrar las puertas y el cura por no salir hasta no haberse asegurado la partida de la parentela, lo cual insumió más de media hora.
Días después me topé con el párroco quien, no sabiendo que yo había asistido a esa misa, me espetó: "¡No sabés la que me hizo el P. NN!"
Y por supuesto, ya no llamó más al P.NN para cubrir su ausencia.
No se que tiene de raro. Es una bendición como cualquier otra. No se necesita estar libre de pecado para poder recibir una bendición.
Por otra parte es temerario suponer que toda persona que es divorciada y vuelta a casar está en pecado mortal, puede que su matrimonio sacramental no haya existido. O puede que esté transitando un camino de conversión que necesita de amor, acompañamiento de la comunidad parroquial y muchas pero muchas bendiciones.
Más allá de las razones que a las personas les impidan comulgar en verdad muestra mucha humildad quien se coloca en la fila con las manos en cruz y se expone públicamente a las lenguas criticonas que nunca faltan, los dueños de las cuales también deberían abstenerse por su propio bien de comulgar antes de arrepentirse sinceramente de juzgar el estado del alma del prójimo.
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LF:
Temerario, no. Aunque su matrimonio fuera nulo, hasta que la Iglesia no reconoce como tal, esa persona vive en pecado. Entre otras razones porque no está casada por la propia Iglesia. Así que objetivamente vive en una situación irregular que le impide comulgar.
Una cosa es decir que vivir en pareja sin estar casado es un pecado mortal y otra es decir que una persona concreta que vive esta irregularidad está en pecado mortal.
No sabemos cual es el juicio de Dios sobre la persona. Decía San Doroteo de Gaza "En consecuencia el hombre no puede conocer nada de los juicios de Dios. Sólo Dios puede comprender todo y juzgar los asuntos de cada uno según su ciencia única. En realidad ocurre que un hermano hace en la simplicidad de su corazón un acto que complace a Dios más que toda tu vida, y tú, ¿te eriges en juez suyo y dañas así tu alma? Si él llegara a caer, ¿cómo podrías saber cuántos combates ha librado y cuántas veces ha derramado su sangre antes de cometer el mal? Quizá su falta cuente ante Dios como una obra de justicia, porque Dios ve su pena y el tormento que ha soportado anteriormente; siente piedad de él y lo perdona".
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LF:
A ver, todos sabemos que el juicio definitivo sobre la situación de una persona depende de Dios. Pero como norma general, quien vive maritalmente con alguien que no es su cónyuge ante el Señor y la Iglesia, está pecando mortalmente. Y como quiera que no estamos dando nombres ni juzgando a nadie en concreto -aunque a mí se me ocurre uno que tú conoces bien-, este debate empieza a ser absurdo.
Por lo menos, esto es lo que me contó un sacerdote conocido, estudiante en Regensburg. Y me lo contó como una costumbre para NO imitar, ya que deja MUY en evidencia a lo que no pueden comulgar, propiciando un número no pequeño de comuniones sacrílegas.
Esto es lo que me imagino.
Un cristiano a quién debe gustar es a Cristo y a sus enseñanzas que están recogidas en los Evangelios.
Parece mentira que algunas personas con cargos tan importantes en la Iglesia, anden haciendo todo lo contrario y/o permitiendo que otros lo hagan.
El cristianismo siempre ha sido exigente, es cargar con la cruz detrás de Cristo, pero los hombres la queremos convertir en una religión comodona y facilona .
Es raro pero creo q correcto.
- Que como en el acto de la confesión: Todo queda a juicio de la sinceridad del que pide clemencia a Dios. Quedará perdonado, solo, quien en razón a su sincera contrición recibe absolución válida.
- De aquí que, moralmente, par el bien del alma de quien tiene arte y parte en el asunto del divorcio y vuelto a casar se pueda decir:
-De nada sirve obtener la nulidad matrimonial canónica; Y por ende vuelto a casar y,.. a comulgar. Si ésta ha sido obtenida más por medios de estrategia material que por necesidad moral. Lo cual desgraciadamente entre gente de poder es demasiado normal. Pues aquí en definitiva una vez más, como en la confesión, la última decisión la tendrá Dios.
¿Alguien en su sano juicio se va a poner en la fila para NO comulgar, para que todos vean que es "peor" que ellos? ¿No es acaso un reconocimiento, una demostración a todos de que confesamos tonterías que no merecen ser ni pecados veniales pero son condenadas como pecados mortales para toda la eternidad, pero que es absurdo confesarlos una y otra vez puesto que todos, absolutamente todos, sabemos que son tonterías de las que nunca, nunca, nunca nos arrepentiremos sinceramente?
Estoy convencido desde hace pocos años, y me avergüenza darme cuenta de cómo tardé décadas en poder acercarme a Cristo como todos se acercaban sin ser mejores ni peores que yo, arrepentido de idioteces que finalmente no me fue posible dominar y con las que no hice daño a nadie, ni a mí mismo, ni mucho menos a Dios, que sólo me preguntará si di de comer, si di de beber, si fui a visitar...
Un sacerdote sí los puede bendecir, pero como da bienes de Dios, la finalidad de la bendición debe ser primeramente para su salud espiritual, para que puedan salir de su estado de pecado mortal.
La bendición es para el bienestar, y el primer bienestar es para la conversión y el arrepentimiento, las cuales son puertas para la vida eterna.
En caso contrario, no debe de darse la bendición, porque no se pide para lo más importante y primero, la salvación, y porque puede ser motivo de confusión y escándalo: parece que el sacerdote bendice una situación de pecado mortal.
1671 CIC: "...En Cristo, los cristianos son bendecidos por Dios Padre "con toda clase de bendiciones espirituales" (Ef 1:3). Por eso la Iglesia da la bendición invocando el nombre de Jesús y haciendo habitualmente la señal santa de la cruz de Cristo."
Por eso no pueden ponerse a la cola de la comunión y recibir el sustituto de la bendición por la eucaristía, pues parece que se bendice su acto pecaminoso: "continuad pecando, Dios os bendice en vuestro pecado permanente."
Ni tampoco pueden dar la comunión, porque quien debe darla debe tener una vida de plena comunión con la Iglesia.
Por tanto, ni comulgar, ni dar la comunión ni recibir la bendición de sustitución.
Eso también explicaría la recomendación de monseñor Hounder, que trataría de aliviar un poco la incomodidad de verte obligado a ponerte en fila y que todos vean que no puedes comulgar.
No entiendo porque a nadie se le había ocurrido jamás explicarlo desde ese punto de vista (si es que es así), el de una costumbre humana errónea (que habría que desaconsejar) que termina provocando que haya un sector que pretenda torcer la doctrina para satisfacer la costumbre humana. Fariseísmo puro.
No me puedo creer que el problema sea tan sencillo. Después de varios años de idas y vueltas con los increíbles divorciados y recasados que se empeñan en recibir la comunión, provocando un casi-cisma y no pocos follones.
Debe haber algo más, creo.
En cualquier caso, Luis Fernando tiene razón. Dejando de lado la estrategia para intentar conciliar las costumbres humanas con la enseñanza de la Iglesia, ante todo lo que tienen que hacer los prelados es exhortar a abandonar la vida de pecado, por el bien del alma del fiel. Focalizar toda la acción en como disimular ese pecado termina por justificarlo.
A la hora de la comunión la gente que no puede comulgar hace fila y al llegar al sacerdote ponen sus brazos cruzados sobre el pecho en señal de no poder comulgar y el sacerdote impone las manos sobre esa persona. Para mi eso es absurdo puesto que al final de cada misa el sacerdote bendice a todos.
Pero deja de ser absurdo si consideras la existencia de un plan más amplio cuya finalidad sea presionar al Papa para que permita comulgar a los adúlteros impenitentes.
Si eso no lo hacen en una comunidad lo suficientemente madura como para admitir públicamente que se está en pecado y que , de manera penitencial, se pide ayuda -con lo que la decisión de dejar el pecado ya está hecha- y de ahí un proceso, lo que veo sumamente irreal -ojalá eso de que se hace BIEN en USA sea verdad....
EDntretanto, yo tabién difo lo que Ricardo y el anterior.
Y claro como los otros obispos no le apoyan encima se creen que tienen razon
Yo leí que lo que dijo de que se pongan con los brazos en cruz les pareció "el colmo" "la gota que colmó el vaso"
Supongo que les pareció como ofrecer las migajas, los restos, o sea un desprecio
Se les habrá pegado el orgullo de los protestantes de no aceptar autoridad alguna
En efecto aqui en Suiza casi toda la iglesia va a comulgar pero lo de las manos en cruz yo no lo he visto
Si que se lo he he oido a alemanes
Aqui ni eso, directamente a comulgar... eso si, el confesionario se llena de polvo
Hasta la catequista de los niños en la reunion de padres se reia de semejante cosa pasada de moda y ancestral como la confesión "algo superado hoy en día"
Con estos oidos de la que escribe
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LF:
¿Y no dijiste nada al oír eso?
! Que pena me dan.!
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LF:
¿Tiramos todo el capítulo 5 de 1ª Corintios a la basura?
Una cosa es que la Iglesia tenga sus Dogmas, su Doctrina y su Liturgia, y evidentemente y haya que tratar de cumplirla, y otra muy distinta el presunto "linchamiento" de los "pobres pecadores" que no son como "nosotros". Y desde luego, se nos olvida que todos pecamos.
Dejemos las demagogias, y que se nos conozca que somos discípulos del Señor precisamente por el AMOR.
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LF:
Todas sus preguntas están respondidas con el capítulo 5 de primera carta de San Pablo a los Corintios.
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