El ejemplo del obispo franciscano brasileño y el cura heterodoxo
El sacerdote brasileño Pedro Beto Daniel tiene unas ideas sobre la moral sexual que se dan de tortas con el evangelio y las enseñanzas de la Iglesia. Y no contento con tenerlas, las difunde todo lo que puede por internet. He aquí un ejemplo de ello. Para este cura, da lo mismo ser homosexual, heterosexual y bisexual. Lo que importa es que la gente se ame y no el sexo de aquellos a los que se ama. Y si la Iglesia no acepta tal cosa, lo cual implica aceptar la legitimidad de las uniones homosexuales, cometerá un pecado.
Parece claro que el ciudadano Pedro Beto Daniel puede opinar lo que le venga en gana sobre esa cuestión. Pero un sacerdote católico, si quiere seguir siendo sacerdote, ha de aceptar lo que la Iglesia enseña. Y si no lo acepta en su fuero interno, lo cual ya sería grave, al menos ha de evitar manifestar su oposición a esas enseñanzas.
Algo tan elemental, tan de sentido común, no es asumido por la plaga de sacerdotes, religiosos y religiosas que aprovechan los medios de comunicación para lanzar consignas contra la fe de la Iglesia. Son minoría, sin duda, pero hacen más ruido. Es complicado que un sacerdote o fraile pueda llegar a los titulares de los medios de comunicación y acceda a las tertulias de determinados programas limitándose a decir lo que la Iglesia dice. Eso no vende. El cura y la monja hereje sí vende.
Hasta ahora no abundan los ejemplos de obispos que, en cumplimiento de su deber, toman las medidas necesarias para evitar que alguien que está bajo su autoridad cause escándalo entre los fieles. Lo que acaba de hacer Mons. Caetano Ferrari, obispo de Bauru, pidiendo al P. Beto que retire su material heterodoxo de internet y que se retracte y pida disculpas públicamente, debería ser lo habitual. No sabemos si el obispo le ha dicho al sacerdote lo que le pasará en caso de no hacer caso. Pero el sentido común al que he aludido antes indica que si no se retracta, lo lógico es que se abra el proceso para retirarle del sacerdocio.
En otras palabras, si eres católico debes aceptar lo que la Iglesia enseña. Y si además eres sacerdote o religioso, y tienes una presencia mediática importante, mucho más tendrás que ser fiel al Magisterio. Si no quiere serlo, la cosa es fácil: coges la puerta y te vas. Y si no te vas, se te echa.
Así de simple. Así de sencillo. Así de lógico.
Luis Fernando Pérez Bustamante
23 comentarios
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LF:
Gran chiste el suyo.
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LF:
No escribas solo con mayúsculas, por favor.
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LF:
Sí, pero saben que desde el mismo momento en que la Iglesia les suspende a divinis, dejan de ser mediáticos.
Excelente escrito.
¿Por qué los católicos y muchos Obispos tienen miedo a perder creyentes, sacerdotes y religiosos de esa calaña? Para tener gente así es mejor que la Iglesia Católica sea una minóría y vuelva a las catacumbas.
Los obispos, a veces, deben ser como médicos, extirpando aquellos males que impiden la salud de las ovejas. Lo que no entiendo es por qué a los malos médicos se les denigra socialmente e incluso se les impide ejercer y en cambio a los malos pastores se les siguen riendo las gracias.
Aquí en España, ¿qué pasa con la Forcades? ¿qué pasa con la Caram? ¿qué pasa con los curas de Entrevías? y así un largo etcétera.
Como bien dices, la plaga es minoría, sin duda. Lo que no tengo yo tan claro es que los malos médicos también lo sean.
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LF:
Sobre los médicos... ya he escrito hace unos días:
http://infocatolica.com/blog/coradcor.php/1304200107-el-medico-necio-y-delincuente
Mucho menos tiene que ver con el cristianismo primitivo, o más bien, los cristianismos, tan plurales y diversos en opiniones como lo narra el relato de Pentecostés de los Hchos.
No estoy defendiendo a Frei Betto; estoy señalando con dolor que los argumentos de muchos apologetas carecen de evangelio,olvidan a Jesús, como lo ha señalado recientemente el papa Fancisco...
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LF:
¿El cristianismo primitivo?
¡¡¡ JE !!!
Mire lo que decía San Pablo, sin ir más lejos. Cito de uno de mis posts:
San Pablo, mismamente, atiza de lo lindo en sus cartas a los falsos doctores del evangelio. “Aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os anunciase otro evangelio distinto del que os hemos anunciado, sea anatema” (Gál 1,8). Y de aquellos cristianos judaizantes, que seguían exigiendo la circuncisión, el apóstol llega a afirmar: “¡Ojalá se castraran del todo los que os perturban!” (Gál 5,12) El apóstol de los gentiles denunció a todos los maestros del error haciendo de ellos un retrato implacable. “Resisten a la verdad, como hombres de entendimiento corrompido” (2 Tim 3,8), son “hombres malos y seductores” (3,13), que “pretenden ser maestros de la Ley, cuando en realidad no saben lo que dicen ni entienden lo que dogmatizan” (1 Tim 1,7; 6,5-6.21; 2 Tim 2,18; 3,1-7; 4,4.15; Tit 1,14-16; 3,11). De ellos dice que les apasiona la publicidad, dominan la comunicación social, son “muchos, insubordinados, charlatanes, embaucadores” (Tit 1,10). “Su palabra cunde como gangrena” (2 Tim 2,17). Entonces, como ahora, los heterodoxos tenían éxito en difundir sus errores. Parece que basta con que se distancien de la Iglesia, para que el mundo les garantice el éxito que desean. Y es que “ellos son del mundo; por eso hablan el lenguaje del mundo y el mundo los escucha. Nosotros, en cambio, somos de Dios; quien conoce a Dios nos escucha a nosotros, quien no es de Dios no nos escucha. Por aquí conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error” (1 Jn 4,5-6. Jn 15,18-27).
A la hora de tratar a los que se oponen a la sana doctrina, soy una ursulina sensiblera al lado de los apóstoles.
Hablo del mensaje de Jesús y de la Iglesia primitiva. No le he hablado de la iglesia apostólica. Usted sabrá que tanto los textos de Pablo como los textos joánicos tienen influencias que deben ser analizadas a partir de sistemas de pensamiento griegos como el neoplatonismo y principalmente el gnosticismo.
Créame que no soy un anticristiano, por el contrario, un cristiano que cree necesario replantear los argumentos de los seectores más conservadores.
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LF:
Aaaah, vale, vale. Así que los escritos de San Pablo no valen. Las epístolas de san Pedro, tampoco, supongo.
Mire, no pierda el tiempo en este blog.
Tiendo a respetar y aceptar el trabajo de los otros moderadores de comentarios de noticias del portal. Y con su caso, más.
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LF:
No entiendo su comentario.
La sinceridad de ese tal Beto da nauseas, por favor no trate de excusarlo, es un siervo de satanás.
Pero en InfoCatólica SI existe apertura para oír otros modos de pensar, aunque a veces se acabe la paciencia con tanta necedad.
Por otro lado, creo Frei Beto, no se retractará. La soberbia del hereje es mayúscula, en general. Confío el obispo será congruente con su misión, para el siguiente paso.
Ojalá hubiera más obispos responsables, como menciona Germano, en el primer comentario.
Pues bien, las pocas veces que salen noticias relacionadas con el clero son para señalar los casos de pederastia, o cualquier otro tipo de escándalo. Son casos, como sabemos, muy, muy minoritarios, pero como son las únicas noticias que sacan los medios, y les dan cantidad de caña, pues es lo único que sale sobre la Iglesia, para desprestigiarla por completo. Es una conjura clara y manifiesta. Y en cuanto a las tertulias televisivas, las poquíssiimmaasss veces que sale algún religioso, lo eligen mayor, está algo sordo, y no se entera bien de lo que se está debatiendo. Lo digo en serio, esto yo lo he visto. Jamás llevan a teólogos, sacerdotes o religiosos fieles al Magisterio que tengan una gran categoría espiritual e intelectual. Eso jamás, eso no conviene al sistema de ninguna de las maneras.
Un abrazo en el Señor, Luis Fernando. Mi familia y las monjas carmelitas te seguimos teniendo presente en nuestras oraciones diarias. Que Dios te bendiga a ti y a todos los tuyos.
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De hecho, la Iglesia nos invita a amar a homosexuales, lesbianas, travestís y bisexuales. Lo único que nos pide a todos, con independencia de nuestro sexo y nuestra orientación sexual, es llevar una vida casta.
Ya luego el matrimonio para aquellos hombres que deseen formar una familia cristiana con mujeres ( y viceversa).
Hace falta una buena pastoral dirigida a personas con una orientación sexual , digamos, "diferente"
Este sacerdote fue desenmascarado por mis amigos a través de Internet. Esta es la fuerza que tenemos, amigos! Hay que defender la fe católica contra estos lobos!
¡Viva Cristo Rey!
El papel de la Nunciatura está dejando mucho que desear, normalmente todos estos casos una vez que los Obispos no hacen nada, acaban en Nunciatura y más de lo mismo y suma y sigue.
Y Luis Fernando, como a diario puedes comprobar ellos se quedan y los que salen por la puerta, quienes son?
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LF:
Por lo que yo sé, en Nunciatura sí hay movimientos interesantes. No puedo dar detalles.
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LF:
Así que el Antiguo Testamento no dice nada de la homosexualidad, ¿verdad?
Y no, Jesús no habló nunca de la homosexualidad. Ni de otras cosas. Ya se encargó de hacerlo el Espíritu Santo por medio de un apóstol. Más que suficiente para la Iglesia.
Al que no le guste la Iglesia, lo tiene fácil. Según se a por el pasillo, al fondo del todo está la salida. La puerta de salida es ancha. La de entrada, estrecha. Pero aviso: salir fuera es salir hacia la condenación. No lo recomiendo.
¡Viva Cristo Rey y Santa María de Guadalupe!
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LF:
No le excomulgarán. Si acaso, le suspenderán a divinis.
Trato de entender lo que quiere decir en su artículo pero creo que no es el lenguaje apropiado para hacer un análisis del error de un hermano. No me imagino a Jesús de Nazareth reprochando los pecados de la forma que Luis F. lo hace. Lejos estás de ser cristiano!
Ese "sentido común" del que tanto hablas en tus escritos hace rato que lo abandonaste. Y además la vida cristiana no se traduce sólo en "sentido común", es mucho más, es Fe, Esperanza y caridad.
Saludos Luis Fernando.
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LF:
Yo no reprocho pecados. Reprocho herejías. Que son pecado, pero mucho más. El matiz es importante.
Dicho lo cual, tiene guasa que usted me acuse de usar un lenguaje poco apropiado al mismo tiempo que me dice que estoy lejos de ser cristiano.
Todavía estoy lejos de hacer lo que el apóstol San Juan hizo cuando se encontró con cierto hereje en un edificio público. Si quiere se lo cuento.
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