El P. Masiá y Jairo del Agua tienen algo en común

Llevaba tanto tiempo sin saber de él que ya me estaba preocupando. Me refiero al P. Juan Masiá, sj, a quien sus superiores en la Compañía de Jesús pidieron que no escribiera más artículos para la prensa española. Aunque cerró su blog en Religión Digital, de vez en cuando soltaba alguna de sus perlas en artículos que aparecían publicados acá y allá. Ahora bien, a este sacerdote jesuita -uno no entiende como sigue siendo ambas cosas- le ocurre lo que a muchos heterodoxos. Si no hacen públicas sus herejías -uso el término de forma coloquial, no según el derecho canónico-, no viven a gusto. Necesitan tener público que atienda a sus razones. En cierta manera son como el niño travieso que no se conforma con hacer estropicios sino que busca que se sepa que ha sido él quien los ha causado.

El problema es que cuando hablamos de la fe de la Iglesia, de sus enseñanzas, de lo que Dios nos ha revelado, las travesuras se convierten en verdaderos atentados contra la vida espiritual de los fieles. Especialmente la de aquellos que no están firmes en la fe, que son, como dice San Pablo, “niños, sacudidos por las olas y arrastrados por el viento de cualquier doctrina, a merced de la malicia de los hombres y de su astucia para enseñar el error” (Efe 4,14).

El P. Masiá, sin embargo, pretende llamar fe adulta a aquella que niega lo que la Iglesia ha venido enseñando desde hace más de 20 siglos. Casi da igual cuál sea el tema. Lo maduro es negarlo, no creerlo. Su última obra de arte heterodoxa tiene como protagonista a Satanás. Dice así:

A la fe adulta le produce vergüenza ajena el espectáculo en you tube de un clérigo romano que pretender hacer creer en la posesión diabólica.

Satanás no forma parte del credo. Si la fe es abandono confiado incondicional en manos de Dios, una persona cristiana no podrá decir que cree en el diablo.

Y

Las tres tentaciones típicas, según el guión de los evangelistas, son símbolo de una única seduccción: convertir la religión en magia al servicio del poder, rendirse ante las ideologías para recibir a cambio migajas de dominio o deslumbrar con un milagro espectacular, de estilo deus ex machina helénico, para obligar a creer.

Vendrá bien, en Cuaresma, desenmascarar tentaciones y desmontar tinglados diabólicos de la religión infantilizada, supersticiosa e inmadura.

Es evidente que ese sacerdote jesuita no cree en la historicidad de los milagros, ni acepta que haya ángeles caídos y espíritus inmundos haciendo de las suyas por el mundo.

Como he dicho tantas veces, el problema no es que Juan Masiá crea o deje de creer en lo que la Iglesia enseña. No, el drama es que lleva así ni se sabe la de años sin que nadie le haya señalado el camino de la conversión hacia la fe católica o la puerta del abandono del sacerdocio y de una orden religiosa cuyo fundador se rasgaría las vestiduras si pudiera antes que contrar entre sus filas con un hereje.

Ni me voy a molestar en replicar los errores de ese artículo Masiá usando la Escritura y el Magisterio de la Iglesia. Cuando la herejía es tan evidente, puede ser una pérdida de tiempo explicar en qué consiste el error. Si acaso, baste señalar aquello que dijo Pablo VI: “Quien rehusa reconocer la existencia de Satanás se sale del marco de la enseñanza bíblica y eclesiástica” (L’Osservatore Romano -Edición española- del 19-XI-72).

A otro nivel se sitúan personajes como Jairo del Agua. No son sacerdotes ni miembros de ninguna orden o congregación religiosa. Pero sí tienen un público entregado que se complace en jalearles cada vez que producen un escrito herético. En el caso del tal Jairo, se dan además ciertas circunstancias que apuntan al hecho del fenómeno sectario. Por ejemplo, su último post es un nuevo ataque frontal a la Cruz de Cristo y a la doctrina de la expiación, pero lo más me ha llamado la atención es que cuenta con el siguiente prólogo:

Imposible comprender la Redención si no partimos de que el Redentor fue un reformador que se rebeló pacíficamente -verdadera oveja negra- contra la ausencia de misericordia y la corrupción de la Religión, único poder civil de entonces.

Esa fue la “causa real y humana” de su muerte cruel. Solo nuestra pequeñez, la tradición judía de la expiación y las disparatadas interpretaciones míticas -aún de buena fe- pudieron imputar a Dios semejante crimen. Ahora podemos verlo. Y debemos pregonarlo al Pueblo creyente, arrepintiéndonos de los ignorantes disparates del pasado.

Si te cierras a la crecida luz de nuestro tiempo, estás rechazando la luz que brota del Redentor, que también nos redime de ignorancias y fantasías míticas. Precisamente porque Él nos encaminó hacia la plenitud humana. ¡Ojalá este cuento y mis próximas meditaciones te sirvan para profundizar, durante la Cuaresma, en tema tan esencial para los cristianos!

¿Notan ustedes la mano del típico líder sectario que lleva a sus lectores a la idea de que si rechazan la luz que emana de sus escritos entonces están rechazando ni más ni menos que la luz de Cristo?

Y no es moco de pavo la enseñanza de este gurú modelo de anticristo. Lean, lean:

Lo que me resulta extrañísimo es que, pasado el tiempo, algunos componentes del “nuevo rebaño” se inventaran el cuento de que la bondadosa “oveja negra” no murió por el odio de aquellos pastores indignos, sino porque su padre Dios la envió al patíbulo para pagar por los pecados de las otras ovejas.

O sea que los responsables de aquel tormento no fueron los injustos pastores criminales, sino el progenitor de la oveja que la envió expresamente a sacrificarse, según un plan previsto y aprobado desde la eternidad. Aquéllos solo fueron los ejecutores materiales de la voluntad de un “dios sádico", que desangró a la pobre “oveja negra", para pagarse a sí mismo el precio del perdón a todo el rebaño. La “oveja negra", tan buena y sanadora, solo fue el instrumento, la “víctima propiciatoria", para el perdón de los pecados de todo el rebaño. ¡Pero qué dislate tan retorcido! ¿A quién se le pudo ocurrir esta patraña?

Oveja sacrificada

Me resulta también extrañísimo que algunos “nuevos pastores” sigan contando que, obtenido el perdón de esa sangrienta manera, la famosa oveja consiguió “la salvación” automática para todos sus congéneres. ¡Ahora ya están perdonados, salvados y redimidos! ¡Ahora todo ha cambiado!

Como dijo San Pablo “…ya les advertí frecuentemente y ahora les repito llorando: hay muchos que son enemigos de la cruz de Cristo” (Fil 3,18). El mismo apóstol nos enseña el verdadero carácter redentor de la Cruz:

Ustedes estaban muertos a causa de sus pecados y de la incircuncisión de su carne, pero Cristo los hizo revivir con él, perdonando todas nuestras faltas. Él canceló el acta de condenación que nos era contraria, con todas sus cláusulas, y la hizo desaparecer clavándola en la cruz. En cuanto a los Principados y a las Potestades, los despojó y los expuso públicamente a la burla, incorporándolos a su cortejo triunfal.
Col 2,13-15

Y

En él hemos sido redimidos por su sangre y hemos recibido el perdón de los pecados, según la riqueza de su gracia.
Ef 1,7

Por no hablar de lo que se nos dice en el libro de Hebreos:

Cristo, en cambio, después de haber ofrecido por los pecados un único Sacrificio, se sentó para siempre a la derecha de Dios, donde espera que sus enemigos sean puestos debajo de sus pies. Y así, mediante una sola oblación, él ha perfeccionado para siempre a los que santifica.
Heb 10,12-14

También San Pedro nos enseñó el valor del sacrificio sangriento de Cristo:

Ustedes saben que fueron rescatados de la vana conducta heredada de sus padres, no con bienes corruptibles, como el oro y la plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, el Cordero sin mancha y sin defecto, predestinado antes de la creación del mundo y manifestado en los últimos tiempos para bien de ustedes.
1ª Ped 1,18-20

¿Hace falta que cite a los padres de la Iglesia, a los concilios, a los Papas para reafirmar lo que tan claramente aparece en la Escritura sobre esta doctrina? No, no hace falta. Y sin embargo, ahí vemos a ese sujeto de aires y formas literarias beatíficas llamando aberración a lo que es parte del corazón central del cristianismo. El mismísimo Satanás, que como hemos visto en una de las citas fue derrotado por Cristo en la cruz, tendría realmente difícil mejorar lo que Jairo del Agua ha escrito contra la Pasión de nuestro Redentor.

Es por ello curioso que mientras que un sacerdote jesuita hereje se dedica a negar la existencia de Satanás, un seglar hereje “iluminado", prototipo de líder sectario, se encarga de demostrar no solo que existe, sino que está muy activo engañando a incautos y convirtiéndoles en siervos suyos para atacar la cruz de Cristo, para sembrar el error allá donde la Iglesia da testimonio de la verdad.

Uno niega que existe. El otro, niega a Aquél que le derrotó en la Cruz. Ambos le sirven por igual.


Luis Fernando Pérez Bustamante

38 comentarios

  
Luis Fernando
Recomiendo la lectura de la humorística respuesta del P. Fortea al P. Masiá:
http://blogs.periodistadigital.com/padre-fortea.php/2012/02/25/masia-esto-es-demasie-500
27/02/12 1:42 PM
  
Percival
Herejes con sabor a gnosticismo: ellos sí saben cuál es el conocimiento auténtico. Los demás, somos unos simplones ignorantes. Incluidos los Papas. Y no digamos los Padres de la Iglesia. Y hasta los hagiógrafos...
Lamentable. Y muy flaco servicio a la verdad y a la fidelidad.
Si no se dan cuenta de su absoluta necedad (en el sentido bíblico), hay que hacérselo saber con toda firmeza (en el sentido canónico).
27/02/12 2:01 PM
  
Pepe de Argentina
Mire, no seré yo quién juzgue ni a uno ni a otro. Lo que cree o deja de creer la Iglesia, mientras que no esté fijado en la lista de dogmas, es muy discutible. Así el actual Papa decía en sus años de cardenal que se podría hacer teología católica siempre que esta se encontrara dentro del círculo de los dogmas.

En cuanto a los asuntos concretos:

1) Podemos creer en la existencia del diablo porque Jesús mismo habla de él en el evangelio. Otra cosa son las posesiones que no parece que la Iglesia quiera aclarar de una vez por todas. Si existen levitaciones, movimiento de objetos, hablar en lenguajes desconocidos.... todo esto debería ser convenientemente documentado y PUBLICADO para que no hubiera duda de que las posesiones son eso, posesiones y no trastornos mentales. Pero ¿por qué no se deja investigar o se publican esos acontecimientos tan evidentes de los signos de posesión? Yo ya le pedía al Padre Fortea el que se dejase de recorrer platós televisivos y de escribir libros y aclarase esto de una vez por todas. Pero la contestación siempre es que estas cosas no se pueden airear por respeto a las personas... ya. Mire, si la posesión diabólica existe y hay claros rasgos que la definen que lo demuestren adecuadamente. Si no lo hacen seguirá siendo para muchos un cuento de viejas.
Jairo del Agua no entiende como ese Dios tan padre y amoroso deja a demonios sueltos como si un padre dejara perros rabiosos por los pasillos de su casa dispuestos a morder a sus hijos. Yo tampoco lo entiendo.

2) En cuanto al sacrificio redentor de Cristo. Es difícil de entender la doctrina del Dios que requiere de la sangre de su hijo para perdonar a la humanidad. Pero quizás sea sólo un problema de punto de vista. Yo no creo que Dios exigiese nada ni que el sacrificio del redentor fuera la única manera que tenía Dios de perdonarnos pero ¿de qué otra manera iba a cumplirse la redención si no hubieran matado al Cristo? ¿Cómo se hubiera salvado la humanidad si los el sanedrín hubieran declarado inocente al Cristo?

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Dice usted:
Lo que cree o deja de creer la Iglesia, mientras que no esté fijado en la lista de dogmas, es muy discutible.

No. Ni mucho menos. Esto enseñó el Concilio Vaticano II:
Este obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del Romano Pontífice aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se preste adhesión al parecer expresado por él, según su manifiesta mente y voluntad, que se colige principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo.
Lumen Gentium 25


El P. Masiá niega la posesión... que aparece claramente en la Escritura. Pero es que además niega la existencia misma de Satanás. Y la misma está definida magisterilamente por el IV Concilio Lateranense.
27/02/12 2:13 PM
  
Pepe de Argentina
Mire, en la escritura aparecen muchas cosas que no tienen por qué ser como están escritas, empezando por el génesis y la manera en la que Dios creo el Universo.

Para ser católico yo sólo tengo que estar bautizado y aceptar lo que la Iglesia propone como doctrina, básicamente la contenida en los dogmas de fe. En lo demás podré o no seguir la visión de la Iglesia pero ésta no me obliga a creer lo que no ha definido como dogma de fe.

¿No se da cuenta de que si fuera como usted cree, es decir, que otras muchas cuestiones tenemos que creerlas de la misma manera como se tienen que creer los dogmas la existencia de estos no tendría sentido?

¿Para qué existe entonces la definición dogmática?

Yo sí creo que existe el diablo. Lo que me cuesta creer es que esté por aquí "introduciéndose en" y atormentando a los hijos de Dios y que El lo consienta. Pero primeramente no lo creo porque, siendo tan fácil el demostrarlo, ni se ha demostrado ni se quiere demostrar.

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LF:
Mire, es evidente que no tiene el mismo peso doctrinal un dogma que una mera proposición teológica. Y es evidente que corresponde al magisterio fijar qué es aquello que ha de creerse. Y eso no se reduce solo a los dogmas, sino a todas aquellas doctrinas que pertenecen al depósito de la fe, que va bastante más allá del credo nicenoconstantinopolitano.

Ya le he demostrado con un texto del concilio Vaticano II que los católicos han de creer también aquello que no ha sido definido dogmáticamente.

Por otra parte, la historicidad de los evangelios no admite el menor género de dudas y también fue proclamada por el CVII:
La Santa Madre Iglesia firme y constantemente ha creído y cree que los cuatro referidos Evangelios, cuya historicidad afirma sin vacilar, comunican fielmente lo que Jesús Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la salvación de ellos, hasta el día que fue levantado al cielo.
Dei Verbum, 19

No hace falta que le explique la cantidad de exorcismos que realizó el mismísimo Cristo e incluso los apóstoles. Pues bien, no tiene sentido alguno pensar que hoy no existen posesiones ni exorcismos.

Ah, y que Dios consiente el mal es algo que parece mentira que haya que explicar. Uno puede ver las posesiones como algo que no debería permitir el Señor. Desde la fe se ven como una posibilidad de demostrar, vía exorcismo, que hasta los espíritus inmundos se someten al señorío de Cristo.
27/02/12 3:06 PM
  
Luis López
Pregunta ese Jairo que a quién se le ocurrió la "patraña" de que Jesús fuese "víctima propiciatoria" por nuestros pecados.

Para empezar al mismo Jesús, quien dijo que "el Hijo del Hombre ha venido para dar su vida en rescate de muchos" (Mc. 10,45) o que "su Sangre es derramada para el perdón de los pecados" (Mt.26,28)

Y a Jesús le siguió Pablo, Pedro, Juan, la primitiva Iglesia, la Iglesia medieval y la Iglesia moderna.

El día que Jairo y Masia comparezcan ante quien dio su vida por ellos, seguro que no les parece una patraña las cosas que dijo e hizo Jesús.

Y probablemente no se cansarán de ver al ser tenebroso que con tanta ligereza niegan.
27/02/12 3:15 PM
  
Lorca León Cayasso
Cuesta creerlo verdaderamente. Hay algunos que no salen sin oración y ayuno.
27/02/12 3:42 PM
  
Yolanda
Jairo del Agua aplica, además, en su blog la censura más burda y slectiva
27/02/12 4:15 PM
  
Fede
¡Horror! Yo pensé que los postulantes de esas herejías sesenteras aberrantes ("el diablo no existe, porque lo dice Freud", "Jesús VS el imperialismo", "el sofisticado budismo contra el cristianismo bárbaro" y etc) ya vivían todos recluidos en ancianatos. Pero no, el diablo no envejece, y sigue --duro y dale-- con el mismo cuento, reclutando nuevos esbirros.

Rogar perdón por nuestros pecados, por nuestra conversión, y la de todos, no hay más.
27/02/12 4:23 PM
  
Roque
Resulta maravilloso que, tras tantos siglos de ignorancia, (mira que eran brutos San Pedro, San Pablo y hasta la famosa "oveja negra" que creía, la pobre, que venía a redimir al mundo), el Señor Jairo, con su mente brillante, nos haya explicado lo que en realidad pasó. Lo que en realidad ocurrió fue que cuando el Padre mandó su Enviado para explicarnos que Él era misericordioso sobre todas las cosas, no calculó que el poder establecido era tan malo que terminaran matándolo, (vaya fallo de cálculo, mecachis. Gracias por iluminarnos, Señor Jairo, que estábamos tan confundidos......, qué poca verguënza,Dios mío, y que haya gente que siga a este señor de mente calenturienta que se cree tan listo.
27/02/12 4:45 PM
  
Zedaniel
Pepe de Argentina...

entonces como en los dogmas no está especificado que Jesús fue un hombre, ¿quieres decir que puede que sea una mujer?

Mire si la existencia del diablo no es un Dogma es porque es bastante evidente que las escrituras demuestran que existe y actua. Si el número de bobos dentro de la Iglesia Católica sube exponencialmente, pues no quedará más remedio que proclamar el Dogma, para eso están para zanjar una cuestión que pudiera tener alguna repercusión en la unidad de la Iglesia.
27/02/12 5:43 PM
Insólito. Han perdido la fe o nunca la han tenido, no hay otra explicación. No saben que significa ser católicos.

Definitivamente hace falta sanción para estos heterodoxos, porque pueden llegar a confundir a aquellos que no están bien formados, con sus doctrinas sacadas, casi parecería, del libro de Urantia.

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LF:
Para Jairo no hay sanción canónica porque es seglar y basta con tenerle alejado de cualquier responsabilidad en su parroquia. Para el P. Masiá la cosa es diferente, pero no creo que cambien mucho las cosas en un futuro inmediato.
27/02/12 6:30 PM
  
Catholicus
Ambos saben perfectamente todo lo que la Iglesia enseña, y se dedican activamente a destruirlo desde dentro. No es que crean cosas distintas y más o menos se mantengan dentro de la Iglesia, como el niño algo perdido pero que no quiere renegarde su familia.

Esto es algo muy distinto, hay que ser necio para no ver que están activamente, sin pausa, en el derribo de la Madre Iglesia.

Son Hijos de Satanás, peores que pederastas físicos son pederastas espirituales, van sembrando de mentiras y herejías "dulces a los oídos" de los pequeñines en la fe. Sonrisas por fuera, hienas sedientas de sangre por dentro.

Eso es lo que son. El que pretenda ponerse una venda y rebuscar en el profundo cajón del buenismo debe pensar que él mismo es carne de cañón de todos los anticristos por venir.

Serán los primeros bobos en caer en sus mentiras, caramelos y buenas palabras. El que entienda que lo medite.
27/02/12 7:02 PM
  
Luis
¡Como esta el clero!, que descontrol
preguntare al RP Loring sobre Masia.
27/02/12 7:10 PM
  
xaverius
Jairo del agua no es hecho aislado. Él expone lo que ha aprendido en las facultades de teología católica, como él mismo ha expuesto en algún comentario. Si los obispos no toman cartas en el asunto (universidades de órdenes religiosas, sobretodo) tendremos jairos para rato.

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LF:
Dudo que en alguna universidad católica le enseñaran las barbaridades que él sostiene sobre la cruz.
27/02/12 8:20 PM
  
Renée
Mejor no digo nada, que si lo hago desataría las iras del mismo Luis Fernando, quien a pesar de su celo no me pasa una. Pero conste que Masiá más de una vez recibió mis tortazos.

Por si acaso, LF, no me doy por ofendida. Frank Morera editó mis intervenciones por lo menos veinte veces y eso no impidió que en su momento yo pudiera aportar lo que dabía aportar. Es más: Dados mis ímpetus prefiero escribir bajo supervisión, así está verde que lance el guantazo y luego ya no pueda reparar la mandíbula rota.

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LF:
Lo que no paso son faltas de respeto personales, tipo "pepito de la m..."
27/02/12 8:27 PM
  
Gilberto de Aquino
Pepe de Argentina:

Si bien la Iglesia no te "obliga" a creer en lo que no es dogma de fe, precisamente los dogmas de fe si te "obligan" a creer necesariamente en todo aquello que es fuente de Revelación, llámese esto: Sagradas Escrituras, Tradición y Magisterio. Si realmente crees en lo que dice el Credo, crees entonces en la Santa Iglesia Católica, por lo que creer en ella significa asentir en lo que ella se expedite (sea de carácter dogmático o no). Vos dirás "..y bueno, la Iglesia me dice que no estoy obligado a creer en lo que no es dogma"..si, pero tambien y como te explicó LF citando la Lumen Gentium 25, vos con voluntad y entendimiento tenes que acatar lo que diga el Magisterio. En todo caso estas "dogmatizando" algo que no es dogma de fe, ni basado en ello, cuando decís que crees solo lo dogmaticamente instaurado, mientras que el resto es opinable. Jesucristo y su Iglesia jamás te mando creer de esa manera.
27/02/12 9:04 PM
  
Tomás Bertrán
Marcos 5:

5 1 Llegaron a la otra orilla del mar, a la región de los gerasenos.
2 Apenas Jesús desembarcó, le salió al encuentro desde el cementerio un hombre poseído por un espíritu impuro.
3 Él habitaba en los sepulcros, y nadie podía sujetarlo, ni siquiera con cadenas.
4 Muchas veces lo habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarlo.
5 Día y noche, vagaba entre los sepulcros y por la montaña, dando alaridos e hiriéndose con piedras.
6 Al ver de lejos a Jesús, vino corriendo a postrarse ante él,
7 gritando con fuerza: "¿Qué quieres de mí, Jesús, Hijo de Dios, el Altísimo? ¡Te conjuro por Dios, no me atormentes!".
8 Porque Jesús le había dicho: "¡Sal de este hombre, ESPÍRITU IMPURO!".
9 Después le preguntó: "¿CUÁL ES TU NOMBRE?". Él respondió: "MI NOMBRE ES LEGIÓN, PORQUE SOMOS MUCHOS".
10 Y le rogaba con insistencia que no lo expulsara de aquella región.

Quien no cree en el demonio, no cree en el Evangelio.

Y en el Catecismo, en la oración del Padre Nuestro, al comentar la petición del "líbranos del Mal", la existencia del demonio, del Maligno, queda sobradamente clara en los números del 2850 al 2854.
27/02/12 10:57 PM
  
Isael Pla Martorell
Muy bien escrito, Sr. Pérez Bustamante, le felicito. En un par de ocasiones comenté dos artículos de Jairo del Agua, y me contestó en privado y muy cortésmente, por cierto. El tema, el mismo: la Cruz no salva, es sólo un trozo de madera con que se ajustició a Jesús. Me aseguró que una monja de no sé qué país le leía con fruición y lo animaba a seguir. Lo del padre Masià es pura pedantería, pero en ambos casos herética a más no poder, desde luego. ¿Y todavía siguen dentro de la Iglesia? En fin, sólo cabe pedir: Exsurge, Domine... ¡Un saludo!

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LF:
No es que Jairo no sea católico. Es que no es cristiano.
27/02/12 11:16 PM
  
Hermenegildo
Luis Fernando: parece claro que Masiá es hereje también en sentido técnico. La existencia del demonio es dogma de Fe y él la niega.

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LF:
Sí, bueno, y más hereje es el otro, que niega la expiación.
27/02/12 11:18 PM
  
Percival
LF: alguna de las cosas que sostiene Jairo sobre la redención las ha enseñado algún teólogo de la Gregoriana. Así que tengo que darle la razón a xaverius: no sólo hay quien enseñe esas cosas en alguna universidad católica, sino en alguna pontificia.
Y que se pasee alguien por el Pontificio Instituto Bíblico, que está a unos pasos: ése si es el reino de los reductivismos. Por un equivocado afán "cientificista" y académico, se pone allí a prueba la fe de cualquier estudiante. Pero claro, allí se estudia la "Biblia pura" sin adherencias de teologías extrañas al texto... ¡Y un jamón!

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LF:
¿Qué teólogo?
28/02/12 12:00 AM
  
Gregory
Negar al maligno implica quedar de manera vulnerable ante él y sus insidias, negarlo de nada sirve.No heay duda que esas palabras atribuidas a Pio XII son una gran verdad: "El mayor triunfo del diablo es hacer creer que él no existe"
28/02/12 1:12 AM
  
Pepe de Argentina
Gilberto de Aquino: yo creo en lo que me dice la Tradición, el Magisterio y la Escritura pero hay cosas que aunque están escritas en la Biblia, trasnmitidas por la Tradición o enseñadas por el Magisterio no tienen por qué ser así. Un ejemplo clarísimo fue lo que sucedió con el Limbo y el problema de los niños muertos sin bautizar. La Tradición y el Magisterio enseñaron una cosa durante siglos y luego.. cambió la perspectiva.

Repito que el Papa actual, mucho antes de serlo, dejó escrito que se podía hacer teología católica siempre que no se saliera del círculo de los dogmas.

Su argumentación, Gilberto, como la de LF se muerde la cola: hay que creer en los dogmas pero ellos nos dicen que hay que creer con la misma fuerza todo lo que la Madre Iglesia nos enseña. Así se queda todo muy pero que muy bien atado, sin posibilidad de disenso. Pues mire, esto va contra la más mínima de las lógicas e insulta al raciocinio. Si existen las definiciones dogmáticas son por algo y lo demás no se tiene por qué creer con la misma fuerza y a ojos cerrados. Para ustedes o se cree todo o no se es católico. Pues mire: yo no lo veo así.

En cuanto a Jairo, este hombre, como me pasa a mi, no comprende la teología de la salvación en la que Dios Padre necesita del sacrificio del Hijo para salvarnos. Simplemente no puede aceptar ese pensamiento del Padre que necesita del sacrificio de su Hijo. Yo creo que la teología de la redención no ha encontrado todavía la explicación adecuada al misterio de la muerte de Cristo.
Saludos afectuosos

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LF:
Yerra gravemente. Precisamente el limbo es un ejemplo de teoría teológica que nunca alcanzó el grado de doctrina afirmada explícitamente por el magisterio. Si usted lo busca en textos papales, solo encontrará una referencia al mismo que en realidad no se pronuncia sobre su existencia sino contra uno de los argumentos de quienes se oponían. Y nada más. Tampoco fue abordado por concilios. Y de hecho, sigue sin haber un pronunciamiento oficial de la Iglesia sobre el limbo. Lo último fue un texto de la Pontificia Comisión Bíblica, que no tiene rango magisterial.

Si tras 20 siglos de catolicismo no está casi todo atado, apaga y vámonos. habrían de repetirnos las palabras de Hebreos 5,11-6,2. Quedan muy pocas cosas esenciales -por no decir ninguna- sobre las que la Iglesia no se haya pronunciado con su autoridad doctrinal. Quizás se promulguen nuevos dogmas en un futuro, pero siempre serán sobre doctrinas que YA formaban parte del depósito de la fe.

28/02/12 8:47 AM
  
Pepe de Argentina
Eso de que yerro gravemente lo dirá usted. Lea, lea antes de opinar y vea si esto era tradición, enseñanza de la doctrina o no... pero claro.. cada uno lo interpreta como mejor le viene:

Sobre el limbo:

"La primera doctrina en ser fijada respecto al destino de los no bautizados fue desarrollada por San Agustín, en el marco de su oposición a la doctrina pelagiana del pecado original, que por su iniciativa fue declarada herética en el Concilio de Cartago (418). Según sus conclusiones, el pecado original merece las penas del infierno, incluidos sus tormentos, por sí solo, y los niños no bautizados no pueden tener otro destino, aunque el propio Agustín afirmaba su convicción de que sólo debían sufrir allí una pena levísima («Mitissima sane omnium poena»), limitada para algunos a la mera privación de la visión beatífica (visión de Dios). La doctrina fue reafirmada en los concilios segundo de Lyon (1274, Denzinger: 464) y de Florencia (1439-1445, Denzinger: 693).

El término limbo fue introducido por Alberto Magno, y la generalización de la doctrina de un lugar específico para los niños, a sumar a las otras mansiones (cielo, infierno, purgatorio y limbo de los patriarcas) se debe a la influencia de Santo Tomás, su discípulo. Nunca fue incorporada al dogma, pero sí administrada luego como una creencia común en las enseñanzas de la Iglesia y figura, por ejemplo, en el catecismo de Ripalda (1616). Los jansenistas, reviviendo la doctrina de Agustín de Hipona, se opusieron al molinismo, las posiciones del jesuita Luis de Molina, acusándole de recuperar la herejía pelagiana, al negar el debido castigo de los infantes no bautizados, y acusando a la teología escolástica de incurrir en pelagianismo por predicar su existencia. El enfrentamiento entre agustinos y jansenistas, por un lado, y jesuitas escolásticos, por otro, terminó cuando Pío VI condenó el jansenismo, no por defender la teoría agustiniana, sino por declarar herética la doctrina del limbo, estableciendo así definitivamente el derecho de los teólogos a defenderla tanto como a la de San Agustín (Denzinger: 1526).

A partir de entonces, la doctrina del limbo ha sido la enseñada regularmente por la Iglesia, aunque no está presente en el Catecismo Romano de Trento, vigente durante cuatro siglos, que expresa la doctrina agustiniana. Los catecismos populares en los siglos XIX y XX, como el del padre Ripalda, mencionan el limbo de los niños como uno de «los infiernos», junto al purgatorio, el limbo de los patriarcas y el infierno de los condenados. Los catecismos modernos, como el de Baltimore, no hacen mención expresa de su nombre, pero, a diferencia del Catecismo de Trento, describen o especulan acerca de un destino especial para los niños muertos sin bautismo («algún lugar semejante al limbo [de los patriarcas]», dice el catecismo de Baltimore)."

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LF:
Vaya a una clase de teología donde le enseñen a distinguir lo que es magisterio de lo que no lo es. Y a otra en la que le expliquen la diferencia entre permitir a los fieles defender una teoría teológica y declarar que la misma forma parte del depósito de la fe.
La doctrina del limbo no aparece en ningún concilio, no aparece en ningún escrito papal (salvo el de Pío VI para declarar que, en todo caso, no era herética)... por tanto, no tiene el menor sentido usarla como ejemplo de lo que usted pretende.

En otras palabras, al limbo no se le aplica esto:

Este obsequio religioso de la voluntad y del entendimiento de modo particular ha de ser prestado al magisterio auténtico del Romano Pontífice aun cuando no hable ex cathedra; de tal manera que se reconozca con reverencia su magisterio supremo y con sinceridad se preste adhesión al parecer expresado por él, según su manifiesta mente y voluntad, que se colige principalmente ya sea por la índole de los documentos, ya sea por la frecuente proposición de la misma doctrina, ya sea por la forma de decirlo.
Lumen Gentium 25


A la posesión demoniaca, sin la menor duda sí.
28/02/12 11:53 AM
  
Emeth
Entre San Anselmo y Jairo del Agua me quedo con lo que afirma este último en lo relativo a la salvación. No dudo, claro está, del talento del ¡primer escolástico! pero se trata de una pura teoría, muy aceptada por los pensadores de la iglesia, que, hoy en día, queda por debajo de la que expone Jairo. En cuanto al diablo no negaré que existe en el mundo platónico de las ideas y que ya no es de este mundo.

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LF:
Usted puede creer a Satanás en persona si quiere. Es libre. Ahora bien, los cristianos católicos creemos lo que dice la Escritura según lo enseña la Iglesia:

http://www.vatican.va/archive/catechism_sp/p122a4p2_sp.html#III%20Cristo%20se%20ofreci%C3%B3%20a%20su%20Padre%20por%20nuestros%20pecados


Aviso al resto de comentaristas. A partir de ahora no admito un solo comentario más apoyando las tesis heréticas de Jairo sobre la Cruz. Sería como dejar que el mismísimo diablo participara en este blog. Y no me da la real gana.
28/02/12 12:08 PM
  
Strauch
Lo que dice Jairo y lo que dice Masiá clama al cielo.

Oremos por las víctimas de sus aberraciones doctrinales y oremos también por ellos, para que el Señor los ilumine y vuelvan al camino recto que marca la Santa Madre Iglesia, por el bien de sus almas.


PAX CHRISTI,
28/02/12 12:20 PM
  
Luis López
Pepe de Argentina, Jesús no murió por una abstracción, por satisfacer venganzas de dioses ancestrales sedientos de sangre. Murió -como se hartan de decir los textos sagrados- por nuestros pecados. Es decir, dejándonos de abstracciones, murió por Vd. en concreto y por mí en concreto. Como dice Pablo "El Hijo de Dios demostró su amor entregándose POR MI" (Gal. 2,20)

Ciertamente es incomprensible, pero no en el sentido en el que lo plantea Vd. Vd. lo plantea en términos de "necesidad de satisfacciones exigidas por Dios", yo lo planteo como expresión de un amor tan absolutamente incomprensible, en extensión e intensidad, desde Dios hasta la criatura, y hasta la muerte. Hasta que no se ama hasta la muerte, el amor no es verdadero amor viene a decirnos Jesús, es decir, Dios(Jn. 15,13) ¿Y cómo puede Dios amar hasta la muerte, si no es anonadándose y haciéndose uno de nosotros?

Si digo que Dios es amor, reconozco que es una expresión bonita, pero no me sirve. En cambio, ver a Cristo -al mismo Dios hecho hombre- sufrir y morir en la cruz por mí -que no soy nada- me conmueve, me convierte y me salva. Porque comienzo a comprender esa frase. Aunque no pueda llegar a profundidades que sólo están en el misterio inefable de la Trinidad.

Yo no discuto con Quien ha dado su vida por mí, y me basta saber que fue por amor, por un amor que no me merecía. Y lo menos que puedo hacer con mi vida, ya salvada en esperanza, es honrarle en la medida de mis pocas posibilidades

Por último, es un error afirmar la "necesidad" del sacrificio de Jesús para salvarnos. Dios pudo habernos salvado como le hubiera dado la gana, por ejemplo, como dicen los musulmanes, meramente exigiéndonos rezos, limosnas y poco más. Si lo hizo como lo hizo, posiblemente fue para demostrarnos lo que verdaderamente significa decir que Dios es amor. Sólo los cristianos podemos ahora comprender la verdad de esa expresión joánica.
28/02/12 12:44 PM
  
Tomás Bertrán
En unos Ejercicios Espirituales, el sacerdote expuso el porqué fue necesaria la muerte de Cristo y que nuestros pecados fuesen lavados con su Sangre.
Explicó que para redimir nuestras faltas era necesario lavarlas con nuestra propia sangre, pero siendo el pecado una falta infinita ya que es una falta a Dios (Ser Infinito), la sangre del hombre (finita) no podía lavar la culpa, por lo que era necesario que fuese lavada por la Sangre Infinita del mismísimo Dios-Hombre, la segunda Persona de la Sma. Trinidad.
No sé si he expuesto claramente lo que el sacerdote nos quiso explicar, pienso que sí.
Si esta teoría no está de acuerdo con el Magisterio, ruego se borre. Gracias.
28/02/12 1:49 PM
  
Pepe de Argentina
Estimado Luis López,

Estoy de acuerdo con usted en que no hay amor más grande que el del que da la vida por sus amigos. Eso está claro y no es la clave de la discusión.

El problema está el como unir el tema de la muerte de Cristo con nuestra salvación. Y ese es el problema de Jairo del Agua. Desde S. Anselmo la teoría reinante es la de la satisfacción, el sacrificio expiatorio, la ofrenda a Dios a cambio de nuestro perdón. Y eso es lo que es muy difícil de entender.

Es más fácil de entender la conexión entre dar la vida por los demás cuando la persona muere intentado salvar a otro como pasó, desgraciadamente, hace unas semanas con aquél ejemplar misionero. Se ve el efecto del "dar la vida" inmediatamente. Hay un intercambio: su vida por la de aquellos niños.

En el caso de Cristo este hecho es mucho más difícil de entender... ¿por qué era necesario ese intercambio? ¿Por qué tiene que ofrecer Cristo su sangre como pago por nuestros pecados? ¿Cómo es posible que Dios acepte ese sacrificio de una víctima inocente para redimirnos a todos?

Eso es lo difícil de entender teológicamente. No digo que yo no lo acepte, que lo hago, sino que no lo entiendo.

Desde otro punto de vista, y ese es el que más me atrae, Cristo ofrece su sufrimiento al Padre como hombre sin que el Padre exija nada y es ese acto de amor el que salva. Aún así es difícilmente entendible cómo funciona eso de la economía del amor, cómo un acto de amor salva al pecador.

Como ve, no estoy de acuerdo con Jairo que niega absolutamente el Cristo nos salva muriendo.

Pero con él estoy de acuerdo y sigo sin entender la teoría del precio...

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LF:
Cristo es Dios mismo salvándonos. La justicia divina exigía una reparación por el pecado. La misericordia divina exigía un acto de perdón y redención hacia el pecador. En la persona de Cristo se cumple la justicia y la misericordia. Por amor Él se ofrece como Cordero cuyo sacrificio cumple con la justicia. La víctima inocente es Dios mismo. No creo que sea plan de que nos pongamos a pedirle explicaciones sobre por qué quiso salvarnos así. Simplemente quiso.
28/02/12 1:57 PM
  
conchi
LF:estupenda frase que hace callar a tantos.No es plan de pedir explicaciones a Dios mismo,de la muerte que escogió.Fué así y así lo quiso.Si recitamos el Credo,ahí está el gran Dogma de nuestra FE.Sin más.Un saludo desde Valencia España.
28/02/12 7:28 PM
  
Gilberto de Aquino
Pepe de Argentina: usted no tiene en claro lo que es Tradición y Magisterio. Tradición nos dice el número 83 del CIC: "La Tradición, con T (mayúscula) es la que viene de los Apóstoles y de lo que éstos recibieron de la enseñanza y del ejemplo de Jesús y lo que reveló el Espíritu Santo (...) Es preciso distinguir de ella las tradiciones (con t minúscula) teológicas disciplinares, litúrgicas o devociones nacidas en el transcurso del tiempo en las iglesias locales. Solo a la luz de la gran Tradición aquellas pueden ser mantenidas, modificadas o también abandonadas bajo la guía del Magisterio de la Iglesia."
28/02/12 7:32 PM
  
Gilberto de Aquino
el caso del limbo, es diferente, porque que no entra dentro de la Tradición, ni el Magisterio se interesó por ella:
Para que un argumento patrístico se considere de tradición divino-apostólica debe poseer las siguientes peculiaridades:
-Unanimidad de pensamiento de los Padres en materia de fe y moral único objeto de la Tradición.
-Presentación de las enseñanzas como reveladas y no como opiniones particulares.
-Aprobación de la Iglesia, quien da autoridad a los Padres.

Como vemos, el "limbo" no entra en el campo de la Tradición. Tampoco el Magisterio se ha pronunciado respecto a él.
28/02/12 7:33 PM
  
Gilberto de Aquino
Otra cosa. Yo no digo que hay que creer con la misma fuerza un dogma y lo que el Magisterio se pronuncia de ordinario, no. Sino que digo que hay que tener cuidado de no caer en un "exceso de razón" diciendo que solo los dogmas son no-opinables, mientras el resto sí. Lo que es depósito de la fe, puede revestir caracter dogmático o no. Cuestión que su razón debe estar disponible a lo que la el Magisterio se expedite de ordinario, con una actitud humilde, teniendo en cuenta que La Santa Madre Iglesia tiene 2000 años como Madre y Maestra y que usted no llega al siglo.
28/02/12 7:36 PM
  
Luis López
Pepe de Argentina, la Biblia, en su "Libro de la Sabiduría", evocando a Noé, nos pone el siguiente versículo:

"Cuando por culpa del hombre fue inundada la tierra, la sabiduría la salvó llevando al justo en un leño endeble" (Sab. 10,4)

Para intentar entender la redención, no hay que perder de vista el pecado original. A veces el mal entendimiento de la redención viene por no entender -o no creer- en el pecado de origen, por un pelagianismo que niega la naturaleza "redimible" del hombre. Y este pecado -las consecuencias del mismo en la vida de los hombres y de la historia- es un hecho evidente, un daño "real" de la condición humana, daño del que el cristiano es (debe ser) tan consciente como uno que se ahoga en el mar.

Dios no nos regaló un remedio "externo", no nos echó un madero para que flotásemos (eso es simplemente amor), sino que Él mismo se puso en lugar de nosotros -lo que los teólogos llaman "la sustitución"-, y dejó que las olas del pecado se cebasen con Él, dejándonos a salvo en la orilla (eso es amor en grado máximo...y también justicia). Más lo primero que lo segundo, pues "donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia".

Lo hizo por amor -dio la vida por nosotros-, pero también por justicia -cargó consigo los pecados de cada uno de nosotros y con la pena que en justicia merecíamos, haciéndose Él mismo pecado-. Bover, en su magnífica "Teología de San Pablo" dice lo siguiente sobre la teoría de la "sustitución" (llamándola de la "solidaridad"):

"Si esta carne -la que se sacrificó en la cruz- fuera pura y simplemente la de Cristo, por mera sustitución penal, el negocio del pecado, lejos de arreglarse, se hubiera complicado y enmarañado más. Mas no fue así. La carne en que fue condenado el pecado era a la vez carne de Cristo y carne nuestra, dado que toda carne estaba representada, incluida y concentrada en la carne de Cristo: era la carne de toda la humanidad en su misma cabeza. Con la mera sustitución penal, en vez de repararse y restablecerse la justicia se hubiera producido una nueva injusticia; mas con el principio de solidaridad, la justicia de Dios descargó verdaderamente en la carne de la humanidad prevaricadora. En la carne donde se halló el pecado recayó con la sanción merecida, la pena del pecado ¡Misterio de justicia y misterio de amor!"

Justicia y amor, amor y justicia. Estamos en unos tiempos abiertamente pelagianos que inciden en el aspecto de Dios como Padre compasivo, como amor, y por eso se nos hace muy duro ver la otra cara de la moneda; el horror que el pecado significa como apartamiento de Dios. Por eso Dios no quiso prescindir de ninguna de estas dos variables, y bien mirado es sin duda la postura más perfecta, la que ata todos los cabos de la salvación.

Aun así, comprendo que el misterio de la cruz se nos haga tan duro en ocasiones.
28/02/12 7:39 PM
  
Gilberto de Aquino
En todo caso, si usted no entiende algunas cuestiones Magisteriales, o doctrinales, sería conveniente pensar que quien está en desventaja es usted y que posiblemente es usted quien está en el error antes que la Santa Madre Iglesia. Eso no quita que usted no pueda pensar, ni mucho menos. Al contrario, pensar con recta razón, intentando entender realmente y con "humilitas" Lo que la Iglesia trata de enseñarle.

Perdon LF, por explayarme tanto, si consideras que algo está mal, lo borrás!

Saludos en Cristo y Maria Santísima! +
28/02/12 7:39 PM
  
Catholicus
Dudo que en alguna universidad católica le enseñaran las barbaridades que él sostiene sobre la cruz.
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Les dan los libros que lo sugieren, los ponen en recomendados, llenan las estanterías de ellos etc, etc. No se van a dejar grabar emitiendo ellos mismos esos nuevos dogmas.

El mismo Papa lo deja clarísimo en su "Informe sobre la Fe", la forma sibilina de actuar, enseñando herejías pero de tal forma que no se afirma directamente.

Es una técnica masiva, la técnica del "repensar" de "re-preguntarse" a la nueva luz si no habría que "entender" que "esto" en realidad significa "aquello".

Es el mismo Papa el que aduce que no se les puede encausar precisamente por ello, porque no lo afirman abiértamente. Son ratas cobardes, hombres amanerados que no dan la cara con su propia verdad. Medran, tiran la piedra y esconden la mano, echan veneno en el vino cuando los seminaristas y fieles no miran o están despistados.

Un hatajo de pederastas espirituales. Y siguen estando por todos lados, solo que ahora más escondidos y astutos.

"A la luz de los nuevos análisis de los Evangelios a manos de expertos, no deberíamos preguntarnos si la Redención de Cristo no es sino una construcción de las nuevas comunidades necesitadas de un nuevo lenguaje cósmico que les autoafianzase en su propio yo in-terno, como comunidad proto-naciente con su propio carisma re-definido en tiempos nuevamente por llegar?"

Y bla, bla, bla... así 5 años en seminarios y salen sacerdotes Gran Hermnano como borreguitos porque a nadie le da la gana de USAR LA VARA y darle a esos lobos pederastas una patada fuera del redil.

El cura Gran Hermano..¿De qué Seminario salió?
28/02/12 9:16 PM
  
Catholicus
Está bien así Tomás, aunque se añade más. El lavado primero, lo que Cristo hace primeramente, es abrir la puerta a la posibilidad del bautismo.

El bautismo es el primer y específico sacramento conectado con la misma Cruz de Cristo. Es el medio de hacer realidad esa salvación que existe en potencia para toda la humanidad, pero no realizada en cada hombre individual.

Cristo libera primeramente del pecado original, el de Adán y Eva, no de los nuestros personales. La mancha de pecado original en el alma es una cosa REAL, que imposibilita cualquier unión con Dios.

Luego , aunque es un sacramento distinto, viene la confesión, que nos limpia de cada pecado, esta vez sí, individual. Esto es posible por esa misma Cruz. En verdad los 7 sacramentos solo son posibles por la Cruz, pero estos dos son los más relevantes para entenderlo.

(La conexión íntima entre el bautismo y la Cruz la puedes intuir con el "bautismo de sangre".)

La cosa es que la inmensa mayoría de ellos, de esos herejes, así de entrada, no creen en el Pecado Original.

Es imposible creer en la Redención de Cristo sin creer en el Génesis. De ahí el grave problema que acaba desbarrando por todos lados, buscando una imposible explicación a la Cruz.

"Si comes, ciértamente morirás".

Nada tiene sentido y por eso se pasan el día re-pensando qué narices hacía el Señor clavado en una Cruz luego de que lo llenaran a escupitajos, palos y latigazos.
28/02/12 9:31 PM
  
Catholicus
Entre San Anselmo y Jairo del Agua me quedo con lo que afirma este último en lo relativo a la salvación. No dudo, claro está, del talento del ¡primer escolástico! pero se trata de una pura teoría, muy aceptada por los pensadores de la iglesia, que, hoy en día, queda por debajo de la que expone Jairo.
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Dí que sí Emeth, la de Jairo está científicamente demostrada. En el laboratorio y todo, oye.

Señores del PP, no recorten en educación !
28/02/12 9:40 PM
  
Antonio
Editado:
No, otra vez ese debate aquí, no. Ni por un casual.
29/02/12 9:18 AM

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