Cambios en la moderación de este blog
El próximo 19 de septiembre se cumplirán cuatro años desde mi primer post en “Cor ad cor loquitur". La práctica totalidad de mis artículos se pueden encontrar en InfoCatólica, salvo los que perdí en el periodo de tiempo entre mi salida de Religión Digital y el inicio de Religión en Libertad. En esos meses mantuve el blog en coradcor.com -hoy ya no existe- pero un problema técnico me llevó a perder gran parte del material.
Durante estos casi cuatro años he moderado el blog de forma bastante uniforme. A unos les habrá parecido bien, a otros mal y a algunos regular. A partir de hoy, cambiarán las cosas.
En los últimos tiempos he recibido multitud de comentarios acusándome de falta de caridad al criticar a los heterodoxos. Los argumentos siempre son los mismos. La originalidad en ese tipo de críticas brilla por su ausencia. Todas son respetables, pero llega un momento en que cansan. Al menos yo me he cansado de leerlas. Hace un par de años escribí dos artículos en los que explicaba las razones de mi proceder ante lo que considero una de las necesidades más apremiantes de la Iglesia en este momento de la historia. Se pueden leer aquí:
El verdadero “tono evangélico” ante los que propagan el error
Apologia pro vita sua
Seguramente serán muchos los que no están de acuerdo con mi proceder. Pero desde hoy mismo no admitiré ningún tipo de comentario que sea crítico con el fondo y la forma de aquellos posts en los que arremeto contra los responsables de la secularizacion interna de la Iglesia. Perdemos tiempo y energía todos. Los que escriben esos comentarios y yo al responderles. Y ni tiempo ni energía son cosas que me sobren. Además, como ya he dicho en repetidas ocasiones, no tengo la menor intención de dejar de hacer lo que hago mientras no se me indique lo contrario por parte de aquellos que tienen autoridad espiritual sobre mí.
Dirán que este blog no es plural y que no doy libertad de expresión. Efectivamente, así es. En InfoCatólica sólo existe una norma para todos los bloggers, que consiste en no admitir jamás blasfemias ni ataques zafios contra la Iglesia. Tampoco se admiten los insultos. Fuera de eso, cada blogger modera su blog como mejor le parece. Algunos no admiten comentarios, otros los moderan antes de su publicación. Unos tienen más manga ancha que otros. La mía se va a estrechar de ahora en adelante. No es que no vaya a admitir nunca más comentarios contrarios a mis opiniones, pero sólo entrarán aquellos que crea que tienen algo nuevo que aportar. De hecho, es más fácil que admita comentarios de no católicos que de aquellos que, pretendiendo ser católicos, son contrarios al magisterio de la Iglesia.
Saludos cordiales,
Luis Fernando Pérez