Henri Boulad, el reformador
Jesuita, 78 años, actualmente rector del colegio de los jesuitas en El Cairo, anteriormente superior de los jesuitas en Alejandría, superior regional de los jesuitas de Egipto, profesor de teología en El Cairo, director de Caritas-Egipto y vicepresidente de Caritas Internationalis para Oriente Medio y África del Norte. Es obvio que el padre Henri Boulad, sj, no es un cualquiera. Pero parece que la fama internacional le llega ahora tras haber escrito una carta al Papa Benedicto XVI en la que hace un análisis de la situación de la Iglesia, propone una triple reforma y la celebración de una “asamblea general” -no le gusta la palabra concilio- para abordar la situación.
No he podido evitar la tentación de comenta su análisis. Dice el jesuita egipciolibanés:
1. La práctica religiosa está en constante declive. Un número cada vez más reducido de personas de la tercera edad, que desaparecerán enseguida, son las que frecuentan las iglesias de Europa y de Canadá. No quedará más remedio que cerrar dichas iglesias o transformarlas en museos, en mezquitas, en clubs o en bibliotecas municipales, como ya se hace. Lo que me sorprende es que muchas de ellas están siendo completamente renovadas y modernizadas mediante grandes gastos con idea de atraer a los fieles. Pero no es esto lo que frenará el éxodo.
No le falta razón, aunque dudo que la renovación de los templos católicos busque atraer a los fieles. No conozco a nadie que vaya a la parroquia porque hayan repintado las paredes.
2. Seminarios y noviciados se vacían al mismo ritmo, y las vocaciones caen en picado. El futuro es más bien sombrío y uno se pregunta quién tomará el relevo. Cada vez más parroquias europeas están a cargo de sacerdotes de Asia o de África.
Hombre, en Europa las cosas no andan bien. Pero la Iglesia Católica es mucho más que la Iglesia en Europa. Por ejemplo, en Colombia hay seminarios que están deseosos de “exportar” seminaristas, porque casi no les caben. Si en siglos pasados Europa envió curas y misioneros a otras partes del mundo, no tiene nada de particular que ahora ocurra lo contrario, aunque estamos todos de acuerdo en que lo ideal sería que las vocaciones crecieran de nuevo entre los europeos “nativos".
3. Muchos sacerdotes abandonan el sacerdocio y los pocos que lo ejercen aún -cuya edad media sobrepasa a menudo la de la jubilación- tienen que encargarse de muchas parroquias, de modo expeditivo y administrativo. Muchos de ellos, tanto en Europa como en el Tercer Mundo, viven en concubinato a la vista de sus fieles, que normalmente los aceptan, y de su obispo, que no puede aceptarlo, pero teniendo en cuenta la escasez de sacerdotes.
Creo que son muchos más los que no lo abandonan y además guardan el celibato. Y en mi opinión, lo que los obispos deberían hacer con los curas que viven en concubinato a la vista de sus fieles es, si no aceptan arrepentirse, retirarles inmediatamente del sacerdocio y confiar en que Dios sabrá proveer su sustitución por medio de sacerdotes santos de sus diócesis o de otras diócesis. Soy de la opinión de que es preferible no tener cura a tener un cura que vive abiertamente en pecado.
4. El lenguaje de la Iglesia es obsoleto, anacrónico, aburrido, repetitivo, moralizante, totalmente inadaptado a nuestra época. No se trata en absoluto de acomodarse ni de hacer demagogia, pues el mensaje del Evangelio debe presentarse en toda su crudeza y exigencia. Se necesitaría más bien proceder a esa “nueva evangelización” a la que nos invitaba Juan Pablo II. Pero ésta, a diferencia de lo que muchos piensan, no consiste en absoluto en repetir la antigua, que ya no dice nada, sino en innovar, inventar un nuevo lenguaje que exprese la fe de modo apropiado y que tenga significado para el hombre de hoy.
Aquí ya vamos entrando en materia, ¿verdad, padre Boulad? A ver, usted pretende que la Iglesia predique un evangelio crudo y exigente inventándose un nuevo lenguaje. Y yo le pregunto: ¿qué palabra nos inventamos en vez de pecado? ¿cuál en vez de conversión? ¿cuál en vez de condenación? ¿cuál en vez de salvación? ¿cuál en vez de gracia? ¿cómo pretende decirle al `hombre de hoy´: “Convertíos y que cada uno de vosotros se haga bautizar en el nombre de Jesucristo, para remisión de vuestros pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo, pues la Promesa es para vosotros y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos, para cuantos llame el Señor Dios nuestro” (Hch 2,38-39)? ¿Cómo le decimos a nuestros conciudadanos: “salvaos de esta generación perversa” (Hech 2,40)? ¿habla usted de novedades y de innovaciones, padre? Mire de lo que nos advirtió uno de los apóstoles: “Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas“(2Ti 4,2-4).
5. Esto no podrá hacerse más que mediante una renovación en profundidad de la teología y de la catequética, que deberían repensarse y reformularse totalmente. Un sacerdote y religioso alemán que encontré recientemente me decía que la palabra “mística” no estaba mencionada ni una sola vez en “El nuevo Catecismo". No lo podía creer. Hemos de constatar que nuestra fe es muy cerebral, abstracta, dogmática y se dirige muy poco al corazón y al cuerpo.
¿Por qué esa dicotomía entre la fe dogmática y la fe vivida con pasión y entrega al Señor? ¿Acaso ignora usted que el Doctor Angélico fue también místico? ¿cómo van los fieles a alcanzar cierto grado de misticismo si no empiezan por saber de verdad que Cristo es verdadero Dios, verdadero hombre, Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero? ¿qué tipo de fe es aquella que no está anclada en el dogma que la protege contra “todo viento de doctrina"? La fe, como bien se ha encargado de decir el Papa en repetidas ocasiones, no es mera doctrina, pero no hay fe católica si no está arraigada en la sana doctrina. De hecho, existen movimientos eclesiales que van por el buen camino. Saben combinar perfectamente la sana doctrina y la vida espiritual de conversión y comunión con el Señor.
6. En consecuencia, un gran número de cristianos se vuelven hacia las religiones de Asia, las sectas, la new-age, las iglesias evangélicas, el ocultismo, etcétera. No es de extrañar. Van a buscar en otra parte el alimento que no encuentran en casa, tienen la impresión de que les damos piedras como si fuera pan. La fe cristiana que en otro tiempo otorgaba sentido a la vida de la gente, resulta para ellos hoy un enigma, restos de un pasado acabado.
Sí, le reconozco que el mal es tentador. Que atrae más el que te digan que eres Dios (new-age) a que te pidan que te conviertas a Dios. Que a muchos les resulta la mar de atractivo eso de buscar el contacto con los espíritus de los muertos. Y no le cuento nada si a un pobretón desesperado le presentan la teología de la prosperidad y le montan shows taumatúrgicos. De todas formas, le noto un pelín anti-ecuménico. No está bien meter a los evangélicos en el mismo saco de la new-age y el ocultismo. Por cierto, aquellos tienden a predicar una fe en la que la sana doctrina -la suya, claro-, tiene un papel destacado. Pero le vuelvo a pedir que se lea lo que dijo san Pablo. Puede que estemos en ese tiempo en que multitud de bautizados no admiten la verdad y se van a buscar otras cosas. Pero no pretenderá que la Iglesia monte una sección de gurús, brujos, echadores de cartas y telepredicadores modelo Benny Hinn para atraerles, ¿verdad?
7. En el plano moral y ético, los dictámenes del Magisterio, repetidos a la saciedad, sobre el matrimonio, la contracepción, el aborto, la eutanasia, la homosexualidad, el matrimonio de los sacerdotes, los divorciados vueltos a casar, etcétera, no afectan ya a nadie y sólo producen dejadez e indiferencia. Todos estos problemas morales y pastorales merecen algo más que declaraciones categóricas. Necesitan un tratamiento pastoral, sociológico, psicológico, humano… en una línea más evangélica.
Ajá. O sea, como el mundo no acepta la verdad, adaptémonos al mundo para que nos haga caso. Si Cristo dice que quien se divorcia y se vuelva a casar es un adúltero, da lo mismo. No digamos que el aborto es un crimen, que a muchos eso les molesta. Si la Revelación dice que la práctica de la homosexualidad es incompatible con la salvación, cambiemos la Revelación para que diga otra cosa y los gays y lesbianas vivan con la conciencia tranquila.
8. La Iglesia católica, que ha sido la gran educadora de Europa durante siglos, parece olvidar que esta Europa ha llegado a la madurez. Nuestra Europa adulta no quiere ser tratada como menor de edad. El estilo paternalista de una Iglesia “Mater et Magistra” está definitivamente desfasado y ya no sirve hoy. Los cristianos han aprendido a pensar por sí mismos y no están dispuestos a tragarse cualquier cosa.
Eso, diga usted que sí. La Europa que se está entregando al ateísmo, al agnosticismo, al indiferentismo religioso, a la cultura de la muerte es una Europa adulta. La Iglesia, calladita, que eso de ser madre y maestra es cosa del pasado. Los cristianos ahora piensan por sí mismos. Antes no. Ahora sí.
9. Las naciones más católicas de antes -Francia, “primogénita de la Iglesia” o el Canadá francés ultracatólico- han dado un giro de 180º y han caído en el ateísmo, el anticlericalismo, el agnosticismo, la indiferencia. En el caso de otras naciones europeas, el proceso está en marcha. Se puede constatar que cuanto más dominado y protegido por la Iglesia ha estado un pueblo en el pasado, más fuerte es la reacción contra ella.
Claro, al fin y al cabo esa Europa, como bien dice usted, “ha madurado". Ya no se deja “atrapar” por el yugo de la Iglesia, por el yugo de Cristo. Ahora se entrega a otros yugos. El siglo pasado se entregó al yugo del nazismo y del comunismo. Hoy al yugo de la idea de que se vive mejor sin Dios, sin ley moral de origen divino, etc. El “Imagine” de Lennon es una realidad. ¿De qué se extraña?
10. El diálogo con las demás iglesias y religiones está en preocupante retroceso hoy. Los grandes progresos realizados desde hace medio siglo están en entredicho en este momento.
Si lo que dice es que es poco probable que se repita lo de Asís, pues sí, tiene razón. Lo cual a mí no me causa ninguna pena.
Frente a esta constatación casi demoledora, la reacción de la iglesia es doble:
- Tiende a minimizar la gravedad de la situación y a consolarse constatando cierto repunte en su facción más tradicional y en los países del tercer mundo.
- Apela a la confianza en el Señor, que la ha sostenido durante veinte siglos y será muy capaz de ayudarla a superar esta nueva crisis, como lo ha hecho con las precedentes. ¿Acaso no tiene promesas de vida eterna?
Le doy la razón en que desde la Iglesia se tiende a minimizar la gravedad de la situación. Se pretende seguir llamando católicos a países que no lo son. Lo del consuelo ante el repunte de su facción más tradicional y en los países del tercer mundo, pues es lógico. Y lo de confiar en el Señor, me parece que es una de las señas del cristiano. Si quiere nos ponemos a llorar ante los “brotes verdes” que apuntan a una posible primavera.
A esto respondo:
- No es apoyándose en el pasado ni recogiendo sus migajas como se resolverán los problemas de hoy y de mañana.
A eso le respondo yo con la Escritura:
Así dice Yahvé: Haced alto en los camino y ved, preguntad por las sendas antiguas: ¿Es ésta la senda buena? Pues seguidla y hallaréis reposo para vuestras almas. Pero dijeron: “No la seguiremos.” (Jeremías 6,16)
¿Qué? ¿cómo se le queda el cuerpo? Dios pide a su pueblo, que se ha revelado contra Él, que mire atrás, al pasado, que vuelva a las sendas antiguas, a cuando era un pueblo fiel. Y ¿qué respondió el pueblo? Lo mismito que usted: “No la seguiremos". Usted es el falso profeta que pretende llevar a la Iglesia de Cristo por el camino opuesto al marcado por Dios. Usted es la respuesta errónea a la pregunta adecuada.
- La aparente vitalidad de las Iglesias del tercer mundo es equívoca. Según parece, estas nuevas Iglesias atravesarán pronto o tarde por las mismas crisis que ha conocido la vieja cristiandad europea.
Dependerá en gran medida de lo que hagan los cristianos de esas iglesias. Si siguen el ejemplo de sus “hermanos” europeos, que se han entregado mayoritariamente en manos de los falsos profetas como usted, es posible que sufran crisis parecidas. De hecho, lo que la Santa Sede debería de abordar con urgencia es la tarea de librar a las Iglesias del tercer mundo de la nefasta influencia de aquellas órdenes religiosas que, como la suya, han contribuido a la secularización interna del catolicismo europeo. Que no dejen a los hermanos más pequeños en manos de los que nos han secuestrado la fe en Europa. Ese es el clamor que un verdadero católico debe alzar ante el Papa. La Iglesia debe de entregar a las iglesias locales del tercer mundo en manos de aquellos movimientos que sí son fieles a la fe católica.
- La Modernidad es irreversible y por haberlo olvidado es por lo que la Iglesia se encuentra hoy en semejante crisis. El Vaticano II intentó recuperar cuatro siglos de retraso, pero se tiene la impresión que la Iglesia está cerrando lentamente las puertas que se abrieron entonces, y tentada de volverse hacia Trento y Vaticano I, más que hacia Vaticano III. Recordemos la declaración de Juan Pablo II tantas veces repetida: “No hay alternativa al Vaticano II".
La Modernidad es irreversible. Esa sentencia le describe perfectamente. Usted cree que esto no tiene vuelta atrás. Pero mire, torres más altas han caído. Hace 35 años nadie pensaba que el Muro de Berlín sería historia. Y cayó. El Imperio romano parecía invencible y eterno. Y cayó. Por caer, cayo hasta la Cristiandad, así que ya me dirá usted. Nada es irreversible. Todo es mudable si el hombre está por medio. Lo que no cambia es Dios, su Revelación y la necesidad de que su Iglesia sea fiel y testigo de la misma. Trento, concilio que usted desprecia, sigue siendo una obra maestra de la doctrina católica. El Vaticano II ha de interpretarse en el seno de una tradición que usted detesta, pero que forma parte de la esencia misma del catolicismo. Usted lo que quiere es una Iglesia arrodillada ante el Baal de la Modernidad, que renuncie a su pasado y se convierta en un decorado más de un Occidente apóstata. Pues mire, va a ser que no.
- ¿Hasta cuándo seguiremos jugando a la política del avestruz y a esconder la cabeza en la arena? ¿Hasta cuándo evitaremos mirar las cosas de frente? ¿Hasta cuándo seguiremos dando la espalda, crispándonos contra toda crítica, en lugar de ver ahí una oportunidad de renovación? ¿Hasta cuándo continuaremos posponiendo ad calendas graecas una reforma que se impone y que se ha abandonado demasiado tiempo?
Eso, ¿hasta cuándo no reconoceremos que hay un cisma espantoso en la Iglesia, del cual usted es uno de sus exponentes más claros? ¿hasta cuándo no haremos caso a Dios y volveremos a las sendas antiguas? ¿hasta cuándo pospondremos una verdadera reforma que ponga fin al error, a la secularización interna, a la rebeldía contra el magisterio de la Iglesia? ¿hasta cuándo seguiremos sin hacer caso a los apóstoles, que ordenaron de forma clara y rotunda que la Iglesia se deshiciera de los falsos maestros, de sus falsos profetas? ¿hasta cuándo tendremos que soportar que en la iglesia haya sacerdotes y jesuitas como usted? ¿hasta cuándo?
- Sólo mirando decididamente hacia delante y no hacia atrás la Iglesia cumplirá su misión de ser “luz del mundo, sal de la tierra, levadura en la pasta". Sin embargo, o que constatamos desgraciadamente hoy es que la Iglesia está en la cola de nuestra época, después de haber sido la locomotora durante siglos.
Usted se contradice. Reconoce que la Iglesia ha sido la locomotora durante siglos. Pero pretende que cambie su forma de ser. ¿Pretende acaso que la locomotora se salga de sus raíles porque a muchos vagones les ha dado la locura de ir por la vía muerta que lleva al abismo? El pastor sale en busca de la oveja perdida para devolverla al rebaño, ¿acaso usted pretende que una vez que la encuentre se quede con ella y deje atrás a las fieles? El buen padre se alegró del regreso del hijo pródigo, ¿acaso usted pide que se vaya con el hijo de farra y de juerga por los caminos de perdición?
- Repito lo que decía al principio de esta carta: “¡SON MENOS CINCO!” -¡fünf vor zwölf!- La Historia no espera, sobre todo en nuestra época, en que el ritmo se embala y se acelera?
Cierto. Es hora de actuar. El mal se ha propagado con rapidez. Propaguemos el bien. Internet es una buena herramienta para ello. No tiene sentido que la burocracia eclesial vaya a ritmo del siglo XX cuando estamos en el siglo XXI. Por tanto, acelérense las reformas encaminadas a poner fin a las raíces de amargura y de secularización interna, que son las fuentes de la crisis que hoy sufrimos.
- Toda operación comercial que constata un déficit o disfunción se reconsidera inmediatamente, se reúne a expertos, intenta recuperarse, se movilizan todas sus energías para superar la crisis.
- ¿Por qué la Iglesia no hace otro tanto? ¿Por qué no moviliza a todas sus fuerzas vivas para un aggiornamento radical? ¿Por qué?
Eso, ¿a qué esperamos? Necesitamos visitas apostólicas por doquier. Necesitamos limpieza de cátedras y seminarios infectados del liberalismo teológico. Urge dedicar el tiempo que sea menester a despejar el aire de la Iglesia, contaminado por el humo de Satanás que representan sacerdotes como el padre Boulad. Una Iglesia enferma no puede ser luz del mundo. Una Iglesia donde la herejía y los abusos litúrgicos permanecen, está atada de pies y manos para ser mártir (testigo) de la verdad. Es necesario movilizar a pastores y fieles para acabar con el cáncer que nos ha postrado en un catre de muerte.
- ¿Por pereza, dejadez, orgullo, falta de imaginación, de creatividad, quietismo culpable, en la esperanza de que el Señor se las arreglará y que la Iglesia ha conocido otras crisis en el pasado?
- Cristo, en el Evangelio, nos pone en guardia: “Los hijos de las tinieblas gestionan mucho mejor sus asuntos que los hijos de la luz…”
Habla Balaam. Desde la infidelidad, señala la verdad. Ha habido, y hay, pereza, dejadez, quietismo culpable, cobardía a la hora de enfrentarse a la crisis. Los hijos de la mentira, de la falsa doctrina, se organizan mejor que los hijos de la luz. Debemos revertir esa situación.
ENTONCES, QUÉ HACER?… La Iglesia tiene hoy una necesidad imperiosa y urgente de una TRIPLE REFORMA:
1. Una reforma teológica y catequética para repensar la fe y reformularla de modo coherente para nuestros contemporáneos.
Volvamos a los padres de la Iglesia. Volvamos a los doctores de la Iglesia. Volvamos a los grandes concilios. Volvamos al camino de los santos. Volvamos a la santidad preconizada por los verdaderos reformadores de la Iglesia. Volvamos, insisto, a las sendas antiguas, para sacar de ellas vida y dirección para andar por la nueva senda que el Señor nos ofrece. Volvamos a cruzar la puerta estrecha. Abandonemos la tentación de la puerta ancha. Volvamos a ser católicos con todas sus consecuencias. No diluyamos nuestra identidad en la del mundo. No dejemos que el mundo sea nuestra sal y nuestra luz. Eduquemos a los fieles en los fundamentos de la fe. Hagamos catequesis de verdad y no ejercicios de buenismo pelagiano.
Una fe que ya no significa nada, que no da sentido a la existencia, no es más que un adorno, una superestructura inútil que cae de sí misma. Es el caso actual.
Usted no tiene fe católica. La fe de nuestros padres le parece un adorno. La Iglesia le parece un gran mamotreto inútil y sin sentido. Déjenos en paz los que creemos que la fe católica es el sentido de nuestras vidas, los que profesamos la doctrina sobre la Iglesia que tan brillantemente fue expuesta por el Concilio Vaticano II en la Lumen Gentium.
2. Una reforma pastoral para repensar de cabo a rabo las estructuras heredadas del pasado.
3. Una reforma espiritual para revitalizar la mística y repensar los sacramentos con vistas a darles una dimensión existencial, a articularlos con la vida.
Sí, hay que repensar de cabo a rabo algunas estructuras del pasado. Por ejemplo, no creo que tenga mucho sentido que se mantenga el nivel actual de independencia de las órdenes religiosas respecto de la autoridad episcopal ordinaria, salvedad hecha de la de Roma. Quizás en el futuro, cuando dichas órdenes vuelvan a ser fieles al carisma de sus fundadores, se pueda recuperar lo que hoy creo urgente eliminar.
Respecto a los sacramentos, celebrémolos con dignidad. Ayudemos al pueblo a alimentarse de la gracia que emana de ellos, no convirtiéndolos en meros símbolos.
Tendría mucho que decir sobre esto. La Iglesia de hoy es demasiado formal, demasiado formalista. Se tiene la impresión de que la institución asfixia el carisma y que lo que finalmente cuenta es una estabilidad puramente exterior, una honestidad superficial, cierta fachada. ¿No corremos el riesgo de que un día Jesús nos trate de “sepulcros blanqueados"?
No, hoy corremos el riesgo de que Cristo nos diga:
“Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a comer de cosas sacrificadas a los ídolos, y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete; pues si no, vendré a ti pronto, y pelearé contra ellos con la espada de mi boca” (Ap 2,14-16)
Y que también nos diga:
Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras. (Ap 2,20-23)
¿Te tengo que decir, cura rebelde, quién sostiene hoy la doctrina de Balaam, la de los nicolaítas? ¿no ves que Occidente se ha convertido hoy en la Jezabel que no quiere arrepentirse de su fornicación con la cultura de la muerte?
Para terminar, sugiero la convocatoria de un sínodo general a nivel de la iglesia universal, en el que participaran todos los cristianos -católicos y otros- para examinar con toda franqueza y claridad los puntos señalados más arriba y los que se propusieran. Tal sínodo, que duraría tres años, se terminaría con una asamblea general -evitemos el término “concilio"- que sintetizara los resultados de esta investigación y sacara de ahí las conclusiones.
Termino, Santo Padre, pidiéndole perdón por mi franqueza y audacia y solicito vuestra paternal bendición. Permítame también decirle que vivo estos días en su compañía, gracias a su extraordinario libro “Jesús de Nazareth", que es objeto de mi lectura espiritual y de meditación cotidiana.
Yerra usted, reformador de la muerte, al proponer un sínodo que sirva para encarnar eclesialmente tu error y tu falsedad. Si hoy hiciera falta un concilio, sería para plantar cara de nuevo a los que han partido la Iglesia en pedazos, llevando a muchos fieles por el camino del error. No pida perdón por ser franco. Pida perdón por apartarse de la verdad y pretender llevar a otros por el camino de la mentira. Sólo si se arrepiente recibirá la bendición, no ya del Papa, sino de Dios Todopoderoso. Mientras tanto, digo con San Pablo: “Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema” (Gal 1,9).
Luis Fernando Pérez,
Seglar católico
Post en mi otro blog:
Estas cosas pasan por votar a Zapatero
57 comentarios
LF:
El original puede leerse entero. Sólo he quitado la firma.
Sin embargo, si es cierto que coincidimos en el diagnóstico, divergimos totalmente en la etiología, en la patogenia y en el tratamiento – por seguir usando el símil médico – Pues no es cierto, p.ejemplo, que un gran número de cristianos se vuelven hacia las “religiones” o sectas como New Age , porque no encuentren alimento en nuestra Iglesia, sino que van a beber de aquellas fuentes infectas porque en ellas no se les recrimina sus adulterios, sodomías, etc. ¿Es que acaso no tiene la Iglesia unas ricas y profundas “escuelas” místicas? ¿Acaso pretende este jesuita hacer callar a S. Pablo y al mismo Cristo cuando condena el adulterio, para que se llenen los templos?
No tiene razón cuando da por sentado que la antigua evangelización ya no dice nada y que hay que inventar un nuevo lenguaje; pues el verdadero drama es que no hay una nueva evangelización, en general, salvo la propiciada por algunas comunidades y movimientos ; y no la hay, porque ciertas posiciones eclesiales que cubren y dominan en casi todo el ámbito académico, enseñan que el proselitismo es inapropiado, que la misión es más una tarea social y que la verdad está en un punto equidistante a todas las religiones.
Su osadía o audacia es increíble cuando sugiere al mismo Papa la celebración por la puerta de atrás y con métodos rocambolescos, todo ello para que los sencillos ni se den cuenta y acepten cualquier desmán de estos progues, de un Vaticano III con el objetivo de elaborar una nueva teología existencial, más adecuada al sentimiento que al entendimiento y crear nuevas estructuras en una afán pelagiano de construir con nuestras propias fuerzas el Reino de Dios. Para este afán satánico incluso sugiere “repensar los sacramentos”, como si éstos fueran dados por los hombres, en vez de por el Señor mismo.
En fin, son los mismos de siempre, sobre cuyas espaldas recae gran parte de la responsabilidad de la situación que vive la Iglesia. Clericalismo en estado puro, al servicio del aggioanrmiento y la apostasía, en vez de servir a la evangelización y al mandato de Cristo ¿Hace falta un nuevo lenguaje? No, sólo el mismo kerigma, gritado, pronunciado, anunciado, procalamado en todo lugar y ocasión.
"http://www.periodistadigital.com/religion/america/2010/02/02/manifiesto-jesuitas-haiti-iglesia-religion-terremoto.shtml"
No sé qué pasará con el enlace. Es de actualidad ya que se trata de Haití.
Por cierto, Según leí en uno de los comentarios hechos a este artículo en Religión Digital, el texto lleva circulando más de dos años.
La actitud del autor me recuerda la del pirómano que se mete a bombero. Los mismos modernistas que han llevado a la Iglesia al abismo, se alarman ahora de la situación que ellos han creado, pero, lejos de rectificar o hacer autocrítica, proponen ahondar más en el modernismo. Como para hacerles caso.
LF:
Como lleve más de dos años circulando, me da un ataque de risa....
Se acabó poner comentarios con un nick que es despreciativo.
¿¿??.
La gente se va a los evangélicos, al New Age, al Budismo etc, porque el alma busca un sentido de lo trascendente o de lo espiritual. En todos esos movimientos exiten imbecilidades de todos los colores, pero por lo que destacan es al menos por cierto "espiritualismo", además de claro está, la novedad.
Dice el jesuita que quiere más "mística" pero lo que ha hecho la compañía desde hace ya muchos decenios es desacralizarlo todo, eliminar todo sentido religioso profundo y pasar todo el bagaje a lo social, al buenismo, y al Oenegismo. Pónganse de acuerdo con ustedes mismos primero, y luego van de nuevo a liar al Papa con sus cosas.
Los jesuitas perdieron su identidad y lo mismo que España, andan des-madrados, sin madre, porque han renegado de sus raíces.
Mientras se encuentran a sí mismos en estas perennes terapias de grupo que predican para la Iglesia entera, yo creo que lo mejor es que el Papa vuelva a intervenir la orden , la rompa en dos, y entrege la mejor parte al resto fiel de jesuitas. Ya verán como acaban sus seminarios tan llenos de jóvenes como los de los nuevos movimientos.
Nadie tiene nada en contra de "repensar" y "reformular" la fe de siempre en lenguaje actual. El problema es que para ellos eso siginifica reunión tras reunión, congreso por aquí, reformulación por allá, bla, bla, bla.. un círculo vicioso diseñado exclusivamente para entretener su avidez de novedades y ocultar su falta de fe con cansinos reformulamientos de todo.
Que se pongan a evangelizar en la fe de siempre de la Compañía y se dejen de tanta tontería y ñoñería ("Ains, ains !, una reunión pero no le llamemos Concilio, uyss eso nooo, que yuyu!" ¿¿??).
¿Esta es la Compañía que fundó aquel Capitán español?
Se ve que ya tiene pocos a donde agarrarse y tiene que sacar del baúl de los recuerdos. Están derrotados. Gracias a Dios.
Pero, aunque la carta es vieja, no me resisto a decirle al P. Boulad: por favor, léase el Catecismo, por lo menos.
La palabra "mística", sí que aparece en el Catecismo, y más de una vez. En concreto en el apartado de "La santidad cristiana" (nn. 2012 - 2016) explícitamente en el nº 2014.
Pero además aparece repetidamente un concepto equivalente: "unión íntima" con Dios, con Cristo; "comunión íntima", "cooperación íntima"... (en cualquier concordancia se puede encontrar).
Lo de echárselo en cara al Papa, que es (después de Juan Pablo II, y en su condición anterior de Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe) el principal responsable del Catecismo, no es más que una arrogancia ignorante, disfrazada de misticismo.
Aunque acierta a ver alguno de los síntomas (que tampoco hay que ser un lince para verlos), desgraciadamente, las terapias propuestas no sólo no arreglarán nada, sino que agravarán el mal.
Vds. y sus amigos, son los que enferman a la Iglesia.
Oración, penitencia, fidelidad, fortaleza... eso es lo que nos hace falta. A todos.
Antonio, misionero, Perú
Oye, Vidal, di que la carta circula desde HACE DOS AÑOS Y MEDIO, y nos ahorras perder tiempo contigo y con el jesuita.
Se ve que estáis derrotados y ya no sabéis ni dónde agarraos.
Por lo menos, asume la derrota con dignidad.
lunes 01 febrero 2010, 03:35
http://www.culture-et-foi.com/critique/henri_boulad.htm
LF:
En fin.... sin palabras.
De todas formas, mi respuesta vale igual.
Por otro lado, creo que -honradamente- ya que los que atacan la Magisterio y, sobre todo, al Santo Padre no se van de la Iglesia (que los alimenta), aunque sea duro y la ponga "en crisis", Benedicto XVI debería plantearse la supresión de órdenes religiosas "díscolas" si tras las reuniones con los superiores de las mismas con reconducen su ser y pensar de forma acorde al Evangelio y al Magisterio de la Iglesia.
Es preferible perder un poco que seguir lastrados y no poder avanzar... pues los mensajes que permean en la sociedad de dos Iglesias, dos Teologías, dos Morales... deben desaparecer, porque siembran dudas en el pueblo creyente, ponen en tela de juicio la función de los Obispos, el Magisterio, la autoridad del Santo Padre, etc.
No sé, quizás sea drástico... o ya cansado un poco de los "progesismos eclesiales" de cuatro ancianos y los palmeros de sus órdenes.
Saludos.
PD: Sobre la ausencia de mística, que asista a alguna celebración de la Santa Misa o algún Sacramento por parte de algún miembro de su propia Compañía, o claretianos, o trinitarios, o franciscanos... y verá la decadencia de la liturgia y de todo sentido de lo que se celebra allí, más allá de ser una reunión de amigos y cometer algunas (muchas) faltas, por ejemplo en el transcurso de la Eucaristía (todos pasan por el altar tomando su hostia e impregnándola con la Sangre, la toman); perdón, no dejaré a los dominicos fuera que en una ciudad se han mostrado contrarios a la Forma Extraordinaria en la Iglesia de una clausura de monjas (donde la superiora avalaba esta celebración y "agua arriba" dieron el cerrojazo).
Indigna ver estos agoreros del mal cuando son los principales culpables.
Disculpas por la extensión...
La falta de autoridad en la Iglesia tiene evidentes analogías con la falta de autoridad en los colegios españoles. Como los alumnos díscolos perciben que apenas la hay, se desmadran continuamente, sabedores que no se llevan ni una regañina, y menos, un coscorrón. Y por supuesto jamás los echarán de clase, ya pueden hacer y decir las barbaridades que les de la gana.
En cualquier caso, este jesuita cae de lleno en el error que Romano Amerio llamaba del "cristianismo secundario", esto es, se juzga a la religión por sus efectos secundarios y subordinados en orden a la civilización, haciéndoles prevalecer y sobreponiéndolos a los sobrenaturales que la caracterizan.
La carta del padre Henry Boulard, leida por mi de cabo a rabo (no asi tus comentarios faltones, irrespetuosos y, uno piensa que un poco delirantes), la carta de ese sacerdote, decia, destila una sinceridad apabullante, y todo lo que dice es digno del mayor de los respetos, incluso si no se está de acuerdo con algo de lo que diga. Personalmente le doy la razon al cien por cien, pero si no se la diese, al menos sería cuidadoso de no crear mas distension de la que ya hay dentro de la Iglesia (que no es pequeña). En vez de eso, no se te ocurre otra cosa que llamar de ese modo tan irresponsable, una y otra vez, al cisma, con un lenguaje incendiario. Perdoname, LF, pero la religion catolica no parece estar obrando milagros en tu persona (digo parece, por supuesto, ya que lo que parece es una cosa y lo que sea la realidad puede muy bien ser otra, como tu y yo sabemos)
Ese sacerdote, insisto, es un venerable anciano, ejerciendo su labor en un pais musulman, quien sabe con que dificultades añadidas a las propias de su profesion, en cualquier lugar del mundo. Una persona que podría en cualquier momento ser victima de una ataque extremista, como sucede en tantos y tantos lugares donde se profesa la fe musulmana, y sigue en su puesto, deberia al menos ser tratado con educacion y respeto, insisto. Tus llamados a la escision de la Iglesia no sirven mas que para crear mas distension, en cambio ese sacerdote busca sacarnos del hoyo, en vez de hundirnos aun mas en la miseria. Habla de una asamblea (concilio de hecho) donde participemos todos los catolicos, de un modo u otro, donde poner sobre la mesa todos los puntos de vista, donde llegar desde nuestra fe cristiana (tan dificilmente adquirida en tu caso y en el mio, segun sabemos) a una situacion en la que la Iglesia pueda recuperar su papel salvador en el mundo. En vez de leer esa carta con interes, y escribir una critica postiva, parece que has vuelto a tu viejo estilo de desgarrar, atacar y desunirnos todavia mas, con una misiva intransigente, como todas las que vienes escribiendo desde antes de abrir este blog.
Siento tener que decirtelo, pero antes de escribir este tipo de cosas, deberias sosegarte un poco, y no realizar este tipo de proclamas extremistas que solo hacen mas y mas daño a la Iglesia. (Y tus seguidores harian bien en pensarse unas cuantas veces los halagos que tanto mal te estan causando). Pero al menos, gracias a ti, podemos enterarnos de la carta que el citado padre Boulard ha escrito al Santo Padre, en la que yo mismo (como otros muchos fieles, millones, adivino) me siento representado.
Muchas gracias, Padre Boulard por su oportuna misiva. Yo soy uno de tantos que apoyan su iniciativa por el bien de la Santa Iglesia, la Iglesia de todos, y no solo de unos cuantos extremistas.
Un saludo fraternal en Cristo.
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LF:
Ocurre una cosa. Tú y yo tenemos un concepto radicalmente distinto de lo que es la Iglesia y hacia dónde debe ir. Podemos tapar el sol con un dedo y decir que cabemos todos en la misma barca. Pero la vuestra quiere ir en una dirección que a nosotros nos parece desastrosa. Supongo que os ocurre lo mismo respecto a nosotros. Por tanto, lo mejor es que cada cual siga su camino y ya juzgará Dios a todos en base a la luz que hayan recibido.
Por cierto, a mí los halagos, por decirlo suavemente, me resbalan. No me muevo en base a ellos aunque, como buen nacido, los agradezco si son sinceros. Sé que hay gente que se siente identificada con lo que escribo y otros a los que le pasa lo contrario. Así es la vida. Pero desde que empezó este año estoy decidido a dar la batalla abierta, brutal y descarnada contra la secularización interna de la Iglesia y sus responsables, sean seglares, curas, religiosos, etc. Como no soy perfecto, se me puede ir la mano. Pero antes elijo pasarme medio metro que quedarme un kilómetro atrás. Me arriesgo a que el Señor me juzgue con la crudeza que juzgo yo a otros. Asumo ese riesgo. Prefiero quemarme a ser tibio. No se me pida moderación. Si acaso, prudencia.
Este anciano sacerdote no ha cambiado de credo media docena de veces, como has hecho tú, y ha seguido siendo sacerdote en un país en el que no es fácil serlo pero a tí eso no te importa, tú lo atacas sin misericordia cómodamente sentado ante tu ordenador, disfrutando del sueldo que te pagan en este portal por faltarle al respeto. Nunca te has visto en otra mejor, ahora ya vives de tus soflamas, partiendo de la nada has alcanzado las más altas cotas de miseria. Te crees más puro que él, más ortodoxo, más católico pero todavía tienes que demostrar la entrega y el compromiso de un anciano sacerdote de 80 y muchos años, ya ha demostrado en un país en el que serlo te puede costar la vida.
Más prudencia, más caridad y más misericordia novte vendrían nada mal.
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LF:
¿Otra vez el argumento del cambio de credo? Ya te vale.
Y sí, el Papa es más prudente y sabio que yo. Faltaría más. No pretendo lo contrario.
Bueno, no tengo por qué aceptar que vengas a insultarme a mi propio blog. Yo no he insultado al sacerdote jesuita. Le he dicho lo que opino de su carta. Punto final.
A quien escribió la respuesta le digo: "Con la vara que mida, será medido y un poco más".
El escritor de dicha carta no ha hablado de manera alguna de reformar fondos y dogmas sino más bien la manera de transmitir el lenguaje de la iglesia. Recordemos que a Jesús se le ha visto de muchas maneras a través de la historia: Jesús Pastor, Jesús Rey, etc... Incluso las mismas congregaciones contemplan al Señor en diferentes facetas, según su carisma.
Una reforma no habla de quitar lo verdadero, sino aprender a dar lo verdadero en la manera en que lo entiendan los hijos... y la Iglesia, siendo Madre, debe procurar dar el mensaje de manera que sus hijos lo entiendan... por que el mismo Jesús dijo que se les habla en parábolas por que ellos no pueden entender. Tal vez es necesario hablar en parábolas para que nos entiendan.
Y se nota que no conoce el carisma ignaciano. Me atrevo a decir que ni siquiera defiende a la Iglesia, por que si fuera de hecho, no atacaría a las congregaciones que ella misma ha aceptado y catalogado como buenas.
De verdad me decepciona, personas como usted, cuyo lenguaje no es primero llegar con la prostituta y decirle palabras de amor ("tus pecados son perdonados") para luego decirle la sanción ("vé y no peques más"). No. Su manera es arrogante, a tal grado que no respeta la palabra del mayor cardenal y trata de encontrar lo bueno, sino que la condena y ataca sin más amor y caridad.
Como católico "conservador" (lo señalo así por que me parece estúpido el término), le invito a reflexionar seriamente lo que hace. Que su celo no lo lleve a no poder ejercer la caridad. Que no le ciegue. Por que alguna vez estuve así, y alejaba a los hijos del Señor en vez de acercarlos.
Recuerde que Pablo regaño a Pedro y San Francisco de Asís, así como Catalina de Siena, lo hicieron también.
Yo creo que se nos invita a encontrar a la Iglesia, a contemplarla, de una manera diferente y no contradictoria a su esencia ni en sus dogmas.
3. Una reforma espiritual para revitalizar la mística y repensar los sacramentos con vistas a darles una dimensión existencial, a articularlos con la vida.
Y se hace:
http://infocatolica.com/blog/fidesetratio.php/1002021139-vuelve-el-padre-saju
Sin comentarios...
PD: ya me he cambiado el nik querido LF.
En el punto 8 (eurocentrista, por cierto) se le va la pelota. "Los cristianos han aprendido a pensar por sí mismos y no están dispuestos a tragarse cualquier cosa" ¿¿?? ¿los cristianos de los 20 siglos precedentes eran idiotas, inmaduros, ignorantes? ¿La Iglesia que extendió la palabra de Dios por el mundo, convirtiendo a millones de personas, tarea en la que sus predecesores en la orden ocuparon un lugar en la primera fila era una "Mater et magistra" que trataba a "Europa" como una "menor de edad"? ¿El sistema era tan malo que consiguió convertir casi a la mitad de la población mundial a la fe salvadora de Nuestro Redentor?
A partir de ahí empieza la cascada de errores de concepto. En el punto 10 pone en el mismo plano el ecumenismo con "el diálogo con las demás religiones", que son todas falsas según todo el Magisterio de la Iglesia, comenzando por Jesucristo. El ecumenismo en absoluto está en retroceso, y ahí están todas las declaraciones comunes con la Iglesia ortodoxa, la Armenia, o la misma comunión anglicana, por citar algunas.
La raíz del error viene en el siguiente párrafo: "La Modernidad es irreversible y por haberlo olvidado es por lo que la Iglesia se encuentra hoy en semejante crisis". No, reverendo padre Boulad, el modernismo (que no la modernidad), es enemigo de Dios por naturaleza. Nació antropocentrista, desplazando a Dios del centro de la vida del hombre y de la sociedad, luego fue agnóstico porque dudaba de todo, y actualmente es ateo porque considera la religión como una superstición dañina. El modernismo no "es irreversible" (¿es que no ha leído el Apocalipsis últimamente?). La corriente de pensamiento modernista no es más que el reciclado contemporáneo de los enemigos de Dios que han existido desde siempre. El combate es cósmico y durará hasta el final de los tiempos ¿propone usted la rendición, padre Boulad?
Luego pide una reforma de la Iglesia, y lo hace con urgencia, con preocupación, como algo que hay que afrontar ya mismo. Sin duda está aterrado por la pérdida de fieles y de influencia de la Iglesia católica. A mí personalmente me preocupa mucho más la pérdida de santidad de la Iglesia. A veces olvidamos que el "cliente" de la Iglesia (ya que saca el ejemplo de la empresa que se reforma para no perder clientes) no son los fieles, sino Dios. La Iglesia existe para vivir las enseñanzas y valores de Cristo, no las de los cristianos.
Vamos con las tres propuestas de reforma del padre Boulad:
1-"Una reforma teológica y catequética para repensar la fe y reformularla de modo coherente para nuestros contemporáneos". Por muy buena y santa intención que tenga el padre Boulad, a mí las expresiones de "repensar la fe" me dan pánico. Mi experiencia invariable con quién emplea ese tipo de fórmulas es que el siguiente paso sea perder la fe. De hecho, de todo lo que la Igleisa tiene de bueno y de malo, la fe sencilla del Magisterio me parece lo único que no hay que tocar de ningún modo. Siempre que se toca es para parir herejías. La experiencia es esa.
2- "Una reforma pastoral para repensar de cabo a rabo las estructuras heredadas del pasado".
Bueno, a mí no me parece mal, pero no olvidemos que
para el 80% de los católicos de hoy, el concilio vaticano II es "pasado", puesto que no habían nacido o eran muy niños entonces. No es el caso del padre Boulad. Lo digo porque la última gran reforma pastoral ha sido la del Concilio Vaticano II, y sus estructuras son las que se utilizan desde hace 40 años. Si "hay que repensar las estructuras heredadas del pasado", entonces las primeras que caen son esas.
3- "Una reforma espiritual para revitalizar la mística y repensar los sacramentos con vistas a darles una dimensión existencial, a articularlos con la vida". Pues mira, en esto estoy de acuerdo, pero resulta que esa modernidad que según el padre Boulad es irreversible es la que ha despojado a los sacramentos y a la vida espiritual de mística y de dimensión espiritual, reduciéndolos a ritos vacíos y frases tópicas. Al cristiano de la edad media su fe y los sacramentos le quemaban por dentro, le apelaban constantemente, tanto si obraba hacia la santidad como hacia el pecado, su conciencia funcionaba las 24 horas del día a todo vapor, vivía reclamado por aquella y nutrido por estos. Es el racionalismo frío de la "modernidad irreversible" el que impone el abandono de la conexión directa con Dios por los medios que Él nos ha facilitado, despreciándolos como banales supercherías, e imponiendo una fe muerta, una intelectualización abstracta de la ética cristiana, que es muy sencilla, reduciéndola a una especie de ideología más del arco del pensamiento.
Dice el padre que "la institución- demasiado formalista- ahoga el carisma". ¿Dónde se halla el carisma hoy en día sino en los movimientos laicales, nacidos por cierto a instancias del CVII- focolares, carismáticos, neocatecumenales, regnum christi, opus dei? ¿No estará describiendo el padre Boulad, en realidad, la situación de su orden, que parece haberse convertido en una especie de multinacional de la producción teológica a gran escala, que puede parir desde estudios más o menos ortodoxos pero aburridísimos hasta engendros apostatas como Masiá?
Por último, la ocurrencia del "sínodo". Enternecedor que no sólo le diga al papa cuando tiene que convocar concilios o sínodos, sino que se ofrezca como director "in pectore", dado que tiene ultimados hasta los menores detalles: "Tal sínodo, que duraría tres años, se terminaría con una asamblea general". Sólo le falta decir que ya ha alquilado el Hilton de El Cairo, y que el menú lo ha sacado variado y a buen precio.
En fin, el santo padre no tendrá que "perdonarle su franqueza", que decir la verdad nunca ha necesitado perdón, más bien deberá ser indulgente con su ansiedad, con sus confusiones, con su eurocentrismo y con sus miedos particulares.
Algunos de los mensajes tienen razón: se trata de un anciano que vive en un país donde la persecución a los cristianos está a la orden del día. Por mi parte tiene todo el respeto a su persona. En cuanto a sus opiniones, algunas son respetables y otras, como he argumentado, pues no.
"Esta gozosa presencia de Cristo, viva y operante en todo tiempo en la Iglesia santa, se ha advertido sobre todo en los períodos más agitados de la humanidad. En tales épocas, la Esposa de Cristo, se ha mostrado en todo su esplendor como maestra de verdad y administradora de salvación y ha hecho ver a todos el poder extraordinario de la caridad, de la oración, del sacrificio y del dolor soportados por la Gracia de Dios"
Juan, por la divina Providencia, papa XXIII. Constitución apostólica por la que se convoca el Concilio Vaticano II (25 de diciembre de 1961)
Yo me quedo con el papa beato.
Quiero agradecer a Nachet y a Roberto E. Landaburu el esfuerzo clarificador, mesurado y responsable en sus comentarios a la carta del P. Boulad.
Si es cierto que debe de haber “algo” de Verdad en lo que cada persona, en este caso el P. Boulad, que movido por la dedicación a su ministerio y su amor a la Iglesia siente la necesidad y el riesgo de decir, entonces en su carta debe de haber “algo” de esa Verdad que habría que escuchar y respetar.
Como, a su vez y por la misma razón, en lo que defienden otros, siempre y cuando acompañen a todos la humildad, el respeto y el afán de buscar la Verdad.
¿No se aproxima esto a lo que podemos leer en I Cor. 13,2 ?
“ Ya puedo hablar inspirado y penetrar todo secreto y todo el saber; ya puedo tener toda la fe, hasta mover montañas, que, si no tengo amor, no soy nada.”
El amor (respeto, sinceridad, humildad, búsqueda de la verdad...) es el fiel de la balanza que puede equilibrar la crítica y la aportación positiva. ¿No es esto lo que se respira en el Evangelio?
Observo muchas opiniones, pero yo sólo quiero decir que la verdad de lo que afirma este señor es evidente, o al menos así lo constato en mi realidad.
También constato que parecemos más jueces sin juzgado que sembradores de la esperanza de la salvación que Jesús nos trajo y que tanto le costó, y todo por amor.
Estamos enviados a anunciar a Jesús, no a moralizar.El mensaje de Jesús no entra por los oídos, sino por los ojos en la mayoría de los casos y es ahí donde los no creyentes deben ver a nuestro Señor, en nosotros, pero para eso se necesita mística, es cierto y necesario. Debemos vivir agradecidos "en el Señor" y anunciar esa alegría tan grande.
Y considero una falta de responsabilidad perder un solo día de nuestra vida en dejar de anunciar la salvación que Jesús nos entregó.
En este país es patente la necesidad que tiene la gente de recibir la buena noticia. El Señor ama y se entrega a todos INCONDICIONALMENTE y eso es lo que nos ha salvado a cada uno de los pobres pecadores que transitamos por esta página y que nos atrevemos sin mérito alguno a anunciar esa noticia tan buena.
Llamarle "falso profeta", "representante del humo de Satanas", entre otros descalificativos un tanto innecesarios en un dialogo inteligente, demuestra en usted, una falta de "profesionalismo" siendo usted el mismo director de este sitio. Por que, o en nombre de quien, puede usted insultar a otra persona que difiere en sus ideas?
El P. Henri Boulad es actualmente un sacerdote católico. No se le olvide.
Una cosa es no estar de acuerdo, y expresarlo de una manera respetuosa e inteligente, como lo ha hecho el mismo P. Henri Boulad. Pero otra cosa es caer en esa actitud insultante. No le pido ya que haga un esfuerzo en la virtud de la tolerancia. Solo le pido respeto.
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LF:
Pues lo siento mucho pero a diferencia de lo que usted dice, uso una terminología que es bastante moderada si se compara con la que aparece en la Escritura, en los padres de la Iglesia y en algunos santos y doctores de la propia Iglesia. Si quiere ejemplos, con gusto le digo donde puede encontrar unos cuantos.
Falta decir que al jesuìta en cuestión, con tantos tìtulos en su haber se le olvida que no hay nada nuevo bajo el sol y lo que pretende es reflotar viejas herejìas que sòlo han dañado a la Iglesia, como la teologìa ascendente y la teologìa de la liberaciòn, condenada por Juan Pablo II, Papa duro si los hubo, pero con el carisma necesario para exigir la dureza de llevar la cruz. "¡No tengan miedo! ¡No se bajen de la Cruz! ¿Què pretende, Henri? Engañar a los que no saben nada de Historia de la Iglesia? O es que usted no sabe nada.
Soy latinoamericana, argentina, y en mi Paìs, està n gobernando los que utilizaron sus banderas. Terminaron todos conla ametralladora en la mano. Los curas también. Claro. A ellos los protegiò la estructura eclesiàstica. A los pibes que ellos formaron y deformaron, los hicieron desaparecer, casi adolescentes.
De cualesquier manera les recomiendo abrir los ojos para que no se dejen llevar solo por lo externo, sin escuchar a quienes pueden ver el peligro que algunos de nosotros no podemos ver; ya que no solo es Luis Fernando, sino otros contados más. A ellos les ha sido dado el conocimiento y el discernimiento para advertirnos de las sutilezas del engaño, a veces a pesar de las personas. Aprendamos que no todo lo que brilla es oro.
Ahora bien, tengamos paciencia ya que en una familia tan grande es normal que haya diferencias; San Pablo mismo reconoce y dice: "Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados." (1 Cor. 11:19) Así que: no nos engañemos, que nuestra iglesia ya tiene toda la enseñanza correcta que necesitamos y Dios nos sigue hablando día a día a través del Santo Padre. Tengamos cuidado de escucharlo a él!!. Ya que: ".. Aparecerá una multitud de falsos profetas, que engañarán a mucha gente. Al aumentar la maldad se enfriará el amor de muchos, pero el que persevere hasta el fin, se salvará.
Gracias.
Yo no quiero entrar en jueguito de palabras rebuscadas .
Pero dentro de mi humilde existencia, la vida me ha enseñadado a saber apreciar y respetar cuando hay alguien q no opina o cree lo mismo q yo opino o creo.
Iendo al punto, esta carta del Padre Baulad, se intuye que esta enviada al Papa Benedicto xvi con muy buena voluntad.
Ahora bien ciertas personas catolicos fundamentalistas, han creido equivocadamente que pensar es pecado , ahi reside el problema.
Yo estoy convencido que la Iglesia, (Nuestra Iglesia Catolica y la tuya tambien ) se dirige a un cambio profundo.
Hay q tender cuidado con ese jueguito de que Jesus siempre va a venir al rescate en la ultima hora,
si hemos nacido en esta época, es por q Dios desea que seamos luz , y no solo estoy hablando de fe, si no q luz en todos los aspectos q incumben al hombre y q constantemente le causan dolor.
Como son :
-LA INJUSTICIA
-EL HAMBRE
-LA MALA DISTRIBUCIÓN DE LAS RIQUEZAS
QUIERO ACLARAR ESTOS TRES RE CAUSAN:
-DIVORCIOS
-ABORTOS
-FRAGMENTACION DE LAS FAMILIAS,
-PROBLEMAS SiCOLOGICOS
-PROBLEMAS ECOLOGICOS
Y CUNADO LA IGLESIA SE HACE LA DESENTENDIDA EN ESTO, ASÍ COMO 1+1= 2, DE ESTA MISMA MANERA LAS NUEVAS GENERACIONES VAN PERDIENDO CREDIBILIDAD EN LAS JERARQUÍAS Y DESPUES PIERDEN LA FE POR LA MISMA FALTA DE ACCION Y COHERENCIA DE ESTA JERARQUIA HACIA LOS PREOBLEMAS ACTUALES DEL HOMBRE.
DE HECHO JESUS , CRITICO DURAMENTE ESTAS COSAS A LAS JERARQUIAS QUE GOBERNABAN EN EL TIEMPO Q EL VIVIO ( SACERDOTES, LEVITAS, FARISEOS, ROMANOS)
ATE
CARLOS
-ETC
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LF:
La Iglesia no se desentiende ni del hambre, ni de la injusticia ni de la mala distribución de las riquezas. Pero usar el hambre, la injusticia y la mala distribución de las riquezas como excusa para no combatir el aborto, el divorcio y la inmoralidad sexual, no es propio de cristianos.
TENGO 25 AÑOS, ESTUDIO FILOSOFIA Y PSICOLOGIA, EX SEMINARISTA. RESPETO Y AMO A LA IGLESIA.
SENCILLAMENTE, CON IDEAS CONSERVADORAS, LOS JOVENES NO PODEMEOS ENTENDER, SENTIR, Y MUCHO MENOS AMAR UNA IGLESIA QUE BUSCA SEGUIR LA LEY POR LA LEY. ENTIENDO LOS CONSEJOS QUE PODEMOS ENCONTRAR DE LOS APOSTOLES, DE PABLO Y DE PEDRO, PERO NO ACASO FUE JESUS QUIEN VINO A GRITARLE A LA CLASE SACERDOTAL: ¡HIPOCRITAS!? ACASO ÉL SIGUIÓ LA LEY POR LA LEY COMO LES AGRADA A USTEDES?!
VEAMOS AL SOL, NO A QUIEN LO SEÑALA CON EL DEDO...
QUE DIRÍA JESUS, SOBRE LA SUMISIÓN CIEGA A LA AUTORIDAD? SÍ, ESE JESUS IRACUNDO QUE CORRIÓ A LOS COMERICANTES DEL TEMPLO.
FINALMENTE, NO CREEN QUE UNA IGLESIA CON IDEAS Y ACTITUDES QUE HUELEN A VIEJO, ESTA DEJANDO DE SER DIGNA DE PROFESAR A UN DIOS QUE ES VIDA Y VIDA EN ABUNDANCIA?!
(SEGURAMENTE DIOS SE REIRA DE NOSOTROS POR DISCUTIR SOBRE "LO QUE ESTA BIEN Y ESTA MAL". PERO EN FIN, ASI ES EL SER HUMANO)
Me alegro mucho que seas ex-seminarista. Con las ideas que tienes, tu futuro como sacerdote era más bien nulo.
Boulad es un ejemplo de esperanza (con su respectivo trabajo y propuestas) a sus casi 80 años. Los jovenes actualmente ni siquiera tenemos la intención de cambiar algo, ni siquiera cuestionamos nuestra realidad!!
Sé que no todos los jovenes piensan como yo, pero que me dices de los que si. Y que me dices de los indiferentes, cómo les harías saber su papel al interior de una Iglesia que de novedoso no se le ve mucho. Con un joven alienado por la tecnología, en una sociedad mediatica hiper-sexuada no creo que se logre un dialogo hablándole de lo que dice la biblia. No hay interés, menos comprensión. Cómo acercar a un joven así a la Iglesia?
(espero no te moleste iniciar un diálogo conmigo)
Si con la Escritura no podemos acercar a los jóvenes a Dios, pues tendrán que permanecer alejados hasta que llegue un momento en que se den cuenta que hay un vacío en sus vidas.
Lo que la Iglesia nunca va a hacer es renunciar al don de la Revelación.
Y en todo caso, ya dijo Cristo que la puerta que conduce hacia la salvación es estrecha y son pocos los que la cruzan. No tiene nada de extraño que la mayor parte de la juventud, y en general de la humanidad entera, no quiera saber nada de Dios. Y sin embargo, nosotros debemos estar siempre listos para dar testimonio de la verdad. Pero de la verdad íntegra, no de un sucedáneo de la misma.
La idea de Revelación que sostiene la Iglesia no es el Amor, y el amor solo se predica "catolicamente". No es soberbia?
Felicidades! Que Dios siga iluminándole, bendiciéndole y dándole fuerza.
Hasta los comentarios de Luis Fernando suenan con una furiosa ironía. ¡El padre Henri nos quiere ayudar, rescatar!
Es absurdo Luis Fernando que pienses que el P. Henri quiera que se cambie una coma de lo que está escrito.
Como profesional de la comunicación, te puedo asegurar que a lo que se refiere el P. Henri es a lo que se conoce como adaptación. Cuando puedes dormir siesta con un infernal ruido de ciudad entrando por la ventana, eso es adapatación. La iglesia tiene un tono, un estilo y muchos ritos repetitivos a los cuales ya estamos adaptados, lo que puede ser muy peligroso, así como esas madres que castigan a sus hijos a diario y al final, ellos ya no le dan importancia a los sucesivos gritos y retos mientras los vecinos escuchan espantados.
Dejemos que gane la comunicación y el amor señores, ¿no ven que "el otro" ya se apoderó de varos de los que han posteado en este foro...?
Saludos.
En estos comentarios vertidos sobre el P. Henri Bouldad para mi reflejan fanatismo,ignorancia e intolerancia( que se manifiesta en descalificar a la persona y no solo analizar el escrito con "argumentos") pues independientemente de que estemos de acuerdo o no,dónde? quedo el AMOR base del cristianismo.Para que exista "comunicación" se requiere "Empatia"(minimo paso para el amor),escuchar o entender lo que la otra persona quiere decir,preguntar si lo que entendemos es lo que el quiso decir y finalmente hacer nuestra argumentación.Pero siempre respetando a la persona,pues no tenemos por que agredir la máxima autoridad del sujeto que es su "conciencia" (Vaticano ll).El Papa Pio Xll instituyó en 1948 la "CRITICA TEXTUAL" pero no hemos avanzado mucho.
Necesitamos ir dejando la arrogancia,la soberbia,la intolerancia y abrirnos con tolerancia y sólida formación,solo así dejaremos un ejemplo de vida cristiana de que a pezar de las diferencias nos amamos.
[email protected] MÉXICO.
Un saludo
Sin embargo, en todo el escrito no menciona —ni una sola vez— el hecho de que la Iglesia, además de ser una institución humana (formada por hombres), es divina y espiritual, y está sostenida y se regula, precisamente, por la mística:
Salvo lo dicho de su “Triple reforma”, solo propone soluciones naturales: en su artículo no habla de esos aspectos místicos que dice no encontrar en la Iglesia: oración, contemplación, intimidad con Dios, vida mística, unión con Dios…, que serían la verdadera solución a la crisis de la Iglesia; ni una sola vez usa estas palabras.
Tampoco propone la unión a la Cruz de Cristo que es la solución auténtica, como dice san Pablo “completo en mi carne lo que le falta a la Pasión de Cristo para bien de su cuerpo, que es la Iglesia” (Col 1, 24), unión con la que por fin cumpliríamos lo que dijo Cristo a sus seguidores: “el que quiera venir en pos de Mí, que se niegue a sí mismo” (Mt 16, 24; Mc 8, 34; Lc 9, 23) y lo que dijo el primer Papa: “Jesucristo, sufriendo, os dejó un ejemplo, para que sigáis sus huellas” (1Pe 2, 21).
Finalmente, la palabra santidad (Lv 11, 44; Mt 5, 48; 1P 1, 15-16), que resume lo dicho —y por eso es la clave—, no aparece ni siquiera una vez en su carta.
En resumen, el autor habla de mística pero no la aplica: pide soluciones humanas a un problema de raíz espiritual; en vez de orar y ofrecer sacrificios por su Madre, la Santa Iglesia Católica, la critica públicamente.
Ninguna de estas dos cosas hicieron los santos ni los místicos; ellos se dedicaron a poner su grano de arena: ser santos; y con su santidad aportaron algo eficaz a la Iglesia, como lo hizo san Francisco de Asís.
Franciscos de Asís es lo que necesitamos: humildad evidente.
Muy bueno el debate generado a partir del artículo polémico de Luís Fernando: gracias a tí Luís por animarte a escribirlo y darlo a conocer.
Si bien estoy en un todo de acuerdo con el artículo originario del padre Boulard, sobre todo en el aspecto de que desde hace bastante tiempo nuestra Iglesia agoniza por falta de vitalidad, renovación y capacidad para escuchar, convocar y movilizar a la gente en el desafió que Jesús nos propone como cristianos. Sin embargo, me siento muy optimista cuando leo los muchos e inteligentes comentarios y crítcas del debate. Me resulta gratificante encontrar tanta gente preocupada y afectada por lo que nos pasa como Iglesia. A menudo, lo que mata es la indiferencia, y el conjunto de los que escriben demuestran en sus escritos pasión, lo cuál es un signo alentador.
En mi opinión, el cristianismo siempre estará en crisis, porque reune bajo su ideal universalista, no discriminador y ecuménico a muchos grupos diferentes y aún antagónicos entre sí.
Este desafio de amarnos a pesar de ser tan distintos y aún enemigos, es lo que siempre me ha fascinado de las enseñanzas de nuestro Cristo Jesús.
En cuanto a mi Iglesia Católica, es evidente que necesita aire fresco y un nuevo modo de acercar a la gente a ella, bajo el riesgo siempre presente de convertirse en una secta de iluminados y puros.
No creo que eso suceda nunca: el catolicismo prevalecerá, pues es la gran consigna que siempre nos convocará a todos, más allá de nuestras distintas posturas, aún las irreconciliables.
Quiero ser un cristiano que ama a sus enemigos.
Saludos y Abrazos,
Gustavo Camors
En cuanto a tu respuesta, te digo lo que Pablo a Timoteo: Un servidor del Señor no debe ser peleador, sino comprensivo con todos, buen pedagogo, paciente con las incomprensiones. Reprenderá a los rebeldes con dulzura... (2Tim 2, 24-25), porque como dice Santiago, "Si alguno se cree muy religioso, pero no controla sus palabras, se engaña a si mismo y su religión no vale" (Stgo 1, 26)
Que Dios te bendiga.
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LF:
No usaría yo a San Pablo para defender a un heterodoxo. Unos versículos más adelante, el apóstol le pide a Timoteo lo siguiente:
Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana... (2ª Tim 4,2-3)
Afortunadamente, la realidad es muy diferente a la que pretende vendernos este señor, aunque sólo sea desde el punto de vista cuantitativo, hay que reconocer que cada año el número de católicos aumenta en 20.000.000 en todo el mundo. Paises que en el pasado fueron de mayoría protestante, sobre todo en el primer mundo, ya son de mayoría católica: Holanda, Suiza, Australia, Alemania e, incluso Inglaterra. La autoridad espiritual del Papa y por tanto, de la Iglesia no para de crecer en todo el mundo, no hay más que comprobar la reacción cada vez más agresiva de los poderes del mundo ante esta evidenca
En todos los tiempos han habido catástrofistas molestos de que la Iglesia no se amolde a las modas imperantes de cada momento, el señor Boulad es uno de ellos.
La feliz realidad es que estamos ante una nueva generación de obispos y eclesiásticos que vuelven a la plena ortodoxia en la fe y los frutos aunque le pese a más de uno se están empezando a ver.
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