El Papa y los eruditos de la nada
Hace ya dos años y medio -¡cómo pasa el tiempo!- escribí un post al que titulé “El Jesús histórico y los eruditos de la nada”. Empezaba diciendo:
“Quien parte del apriorismo de que no existen los milagros difícilmente puede aceptar la historicidad de los que hizo Cristo, incluida su propia resurrección".
Y añadía:
“…si ustedes, señores eruditos de la nada, niegan que Cristo dio la vista a los ciegos, hizo hablar a los mudos, limpió la lepra a los leprosos, resucitó a los muertos y resucitó Él mismo, nieguen también que dio el Sermón del monte, que nos enseñó el padrenuestro, que habló por parábolas y que, en definitiva, predicó el evangelio. Eso de tomar sólo lo que les encaja en sus mentes racionalistas no es racional, no es serio, no es ciencia".
Pues bien, ayer el Papa Benedicto XVI les dio una soberana lección a los miembros de la Comisión Teológica Internacional. En una homilía dirigida no sólo a ellos, de hecho más bien creo que pensaba en teólogos de otro perfil, sino a todos los habidos y por haber en el mundo mundial, el Santo Padre puso los puntos sobre las íes. Por ejemplo, afirmó esto:
“Se pesca en las aguas de la Sagrada Escritura con una red que permite sólo una cierta medida para los peces, y todo aquello que está más allá de esta medida no entra en la red y, por lo tanto, no puede existir. Y así, el gran misterio de Jesús, del Hijo hecho hombre, se reduce a un Jesús histórico, realmente una figura trágica, un fantasma sin carne y hueso, uno que ha quedado en el sepulcro, está corrompido, es realmente un muerto. Se trata de un método que “sabe pescar ciertos peces pero excluye el gran misterio porque el hombre se hace él mismo la medida y tiene esta soberbia que, al mismo tiempo, es una gran necedad, que absolutiza ciertos métodos que no son aptos para las grandes realidades (…) Es la especialización que ve todo los detalles pero ya no ve la totalidad”.
Al leer las palabras del Papa no he podido por menos que acordarme de lo que dijo el teólogo Torres Queiruga en una entrevista concedida a Tempos Dixital este mismo año:
Levaríame unha alegría inmensa se aparecese a tumba co cadáver de Xesús. Teriamos a máis preciosa e prezada reliquia histórica. Con todo, é difícil que suceda, porque o máis probable é que, unha vez crucificado, levasen o seu cadáver a unha fosa común, que era daquela o destino dos condenados sen recursos.
No hace falta ni que lo traduzca. Pero es que el teólogo gallego no se quedó ahí. Demostró su soberbia asegurando que lo que él cree, lo creen todos:
¿Non hai milagre no que se di que ocorreu tres días despois da morte do Xesús histórico?
Que a resurrección da que falan as Escrituras non é un milagre, xa é admitido por todos. Sería milagre se o cadáver volvese á vida. Non foi así. Os textos son parabólicos, son simbólicos. A interpretación máis axustada é a que deron dous grandes teólogos, Hans King e Karl Rhaner: Xesús morreu cara ó interior de Deus. É polo que entendo que é necesario repensar a Resurrección (o título dunha das súas obras).
Ese es el tipo de teólogos a los que le cae como guante a la mano lo dicho por el Papa. Sus redes tienen unos agujeros tan enormes que son incapaces de pescar algo que merezca la pena. Están muertos para la fe. Son zombies que andan dando tumbos alrededor de la fosa de su incredulidad. Son la escoria de la teología. Son los teólogos que, pretendiendo presentar una fe madura, apartan por completo de la fe verdadera a los fieles incautos que se dejan enseñar por ellos.
Lo peculiar es que todavía haya quien dude de que la Iglesia no tiene que deshacerse de esta basura adherida a ella. Y ahí es donde mi optimismo ante lo dicho por el Papa se ahoga. A mí me parecen muy bien las buenas palabras, los discursos y las homilías denunciando todo este tipo de cosas. Pero gran parte de los eruditos de la nada, los teólogos de la apostasía siguen propagando su ponzoña sin que los pastores hagan gran cosa por evitarlo. El propio caso de Torres Queiruga es un ejemplo de ello: ¿a qué esperan nuestros obispos para desautorizarle públicamente? ¿A qué esperan para pedirle que se retracte de sus herejías y, en caso de no acceder a ellos, para aplicarle lo que los apóstoles pidieron que se aplicara a los que se alejan y alejan a otros de la fe? Y como Queiruga, tantos otros.
Menos palabras contra la heterodoxia y más acción contra los que la propagan. Eso es lo que necesita la Iglesia. Y mientras no lo haga, seguirá enferma del cáncer de la secularización interna. Ese que tan bien describieron los obispos españoles y que tan poco hace, en mi opinión, por combatir. Las excepciones, que haberlas hailas, confirman la regla.
Luis Fernando Pérez
48 comentarios
Sin embargo, las personas que, creo, sabemos lo importante que es que se discutan ciertos temas hasta hacerlos carentes de sentido en su doctrina original, no podemos estar de acuerdo con el hecho de que casi siempre se produzca la inacción por parte de quien tiene que actuar.
Por otra parte, mucho me alegro de lo dicho por el Papa que está, seguro, en su línea que no es, precisamente, la que siguen (torcida) muchos teólogos de los que todos tenemos, ahora mismo, recuerdo pero, por desgracia, presente.
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¡Muy bueno sí LF! Y eso que yo no me prodigo en hacer la pelota a los blogeros para que me consideren.
Admitirás por lo mismo el milagro bíblico que Dios, desde mucho tiempo atrás, viene haciendo a los hombres. Y que estos, dado el consiguiente compromiso, no quieren reconocer.
Y que personal experiencia constatada lo presento de la siguiente manera.
1º-Siendo que: En tanto y cuanto en modo y manera de tiempo y lugar que el libro de la Biblia es un texto y contexto escrito, en libro vivo, que de un Dios vivo procede dirigido a sus hijos vivos.
2º-Que este libro, en modo y manera de tiempo y lugar, es una continua exhortación escrita que el Dios vivo hace a sus hijos vivos.
3º-En atención a este libro vivo que de Dios procede, es necesario reconocer: Que en tanto y cuanto en modo y manera de tiempo y lugar, que la exhortación por Dios requerida es atendida: El texto y contexto del libro vivo de la Biblia, no sólo cambia sino que debe cambiar.
¡Cómo convendría repasar el "De Pastoribus" de S, Agustín!!!!!
Por otro lado, y aludiendo a lo que el autor del artículo escribió hace tiempo sobre los que niegan la posibilidad de milagros, seguro que no soy el único que conoce multitud de gente que no creen en Dios, ni en los milagros (lo consideran una especie de superstición para analfabetos), pero que luego te vienen con los "búhos de la suerte", el horóscopo y los colores de las velas que tienes que encender si quieres que te vaya bien en los negocios, el juego o el "amor".
Es indiscutible que la fe de Torres Tortuga es una fe madura, tanto, que se le ha podrido por completo.
02.12.09 @ 12:17
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El problema de los gasterópodos, dicho sea: de aquellos los que en su primitivez no son conscientes de su ceguera y mudez, -sea- los que en días de lluvia y sol sin rubor por doquier arrastran su repelente babosidad y cornudez.
Más les valdría a estos entender, cuando en su oscura caverna se ocultan, que la evolución moral no es enrrollarse en su propio y negro egocentrismo. Sino en estirarse, no diré yo como profeta que mira al cielo, sino al menos que sea, como serpitente de desierto.
Yo me pregunto : ¿La desaparición del "brazo secular", definitivamente acaecida en el pasado siglo luego de las dos grandes guerras, tendrá algo que ver con esta dicotomía?
Por caso, vemos que los errores protestantes difícilemnte se hubiesen propagado de no mediar el apoyo -o la instigación- de los príncipes germánicos. Es más, luego de la guerra entre éstos y el Imperio, se estableció como principio que la religión del reino debía ser la religión del rey.
O sea que con un poder político hostil, a la Iglesia se le hacía prácticamente imposible evitar la propagación y la consolidación de los más peregrinos errores.
Si esto que ha pasado antes tiene algo que ver, mutatis mutando, con la desobediencia que cunde, creo que representaría una interpelación hacia los laicos, sobre la necesidad de restituir ese necesario "brazo secular". Sin el cual, vaya el ejemplo, la evangelización de América hubiese sido materialmente imposible.
Su Santidad es un ejemplo de como la teología no sólo no está reñida con la fe, sino que bebe de ella. Es difícil encontrar a alguien con su profundidad de pensamiento, pero esta capacidad le ayuda a la vez a ahondar más en la fe. la ciencia y la inteligencia ayudan a creer, en contra del mito.
El problema crucial de esta infausta época que nos ha tocado vivir es que el hombre se ha hecho dios de sí mismo a través del uso bastardo de su propia capacidad racional. Se ha hecho dios contra Dios. Dios nos diviniza, pero el hombre mezquino y sandio de nuestros días (y de los últimos doscientos años, como recuerda el Santo Padre), cree ser la medida de todas las cosas. Así, los falsos teólogos, como los científicos materialistas o los falsos humanistas, rechazan a Dios al tomarlo como un objeto más de sus análisis, como "algo" que puede ser reducido en función de sus intereses. En verdad, sí son teólogos, pero de aquella teología del hombre hecho dios por sí mismo.
Qué diferencia con los textos sobre Jesús de Pagola, Bustos o este del tal Torres Queiruga, que sólo me inspiran cuando los leo tristeza y amargura.
Un saludo muy cordial.
- teólogos de la apostasía
- zombies que andan dando tumbos alrededor de la fosa de su incredulidad
- se alejan y alejan a otros de la fe
Afirmaciones fortísimas que proceden, sospecho, de no haber leído a T.Q. más que en alguan entrevista de circunstancias, como la que enlazas.
El Papa ha sido tajante con “un modo de usar la razón que es autónomo, que se pone por encima de Dios, en toda la gama de las ciencias, comenzando por las ciencias naturales donde un método que se adopta para la investigación de la materia debe ser universalizado: en este método, Dios no entra, por lo tanto, Dios no existe”
Esa forma de aplicar la razón en un teólogo, si en efecto excluye a Dios, no es la de un teólogo cristiano ni católico.
Ahora bien, ¿ha señalado el papa a Torres Queiruga? No tengo el texto entero, sólo he leído amplias reseñas pero, ¿señaló el Papa a Torres Queiruga o te parece a ti que entra en esa categoría de teólogos?
Yo creo que aquí mezcláis de todo. Por ejemplo:
1) Un teólogo como Pagola y su Jesús, que es un libro de divulgación, que no es propiamente teología sino un amplio ensayo, ligero de aparato crítico, de lectura fácil y rápida, muy tópico en cuanto que acoge a casi toda la cristología de este estilo. Un libro que habría pasado desapercibido de no haberse señalado y perseguido tanto desde plataformas como ésta.
2) Un autor como el rector de Comillas, biblista en realidad, pero autor de un librito, también divulgativo, como el recientemente reeditado Cristología para empezar, muy vituperado en este portal hace unos días, que se lee en una tarde y que tiene la pretensión de ser un epítome brevísimo de las posiciones de este tipo de cristología (que, seguramente, asume el autor aunque sólo resume conclusiones de otras investigaciones)
3) Un historiador-filólogo como Antonio Piñero, que no es teólogo, que no es confesional y que, por tanto, tiene todo el derecho del mundo a ser escéptico, a negar todos los artículos del Credo o a decir lo que le dé la gana (y a exponerse a ser rebatido, como todo científico).
4)Un teólogo y filósofo como Torres Queiruga que ha de ser entendido, no tanto por entrevistas de circunstancias (aunque, claro, concedo que si se presta a ellas se arriesgue a ser juzgado por simples entrevistas) como por su obra más sesuda, por ejemplo la tan citada y tan poco leída Repensar la Resurrección, quizá la más vituperada y seguramente la menos leída de sus obras. No es obra ligera, no es lectura divulgativa, no es un compendio, no se lee en un par de tardes. Sugiero que se lea. Al menos quienes dedican posts a deesautorizarla.
Los cuatro estilos de "heterodoxia" que he mencionado no salen de nuestras letras patrias. Seguro que el Papa no miraba a España como ombligo del mundo.
¿Podría estar pensando el papa -no lo sé, claro- en conclusiones atrevidísimas como algunas del Jesus Seminar y, en concreto -aunque sólo es UN ejemplo-, en John Dominic Crossan?
Es que creo que tanta dureza de juicio, LF, merecería, quizá, ser menos "españocentrista" y leer más y mejor a T.Q. , por ejemplo.
Dices que aparta de la fe. Bueno, tu arraigadísima y ortodoxísima fe no temerá la lectura de Repensar la Resurrección .
A mí, no sólo no me aparta de la fe, sino todo lo contrario. Es un libro que, en su día, me acercó de nuevo a la Iglesia (he dicho a la Iglesai, no sólo a la fe, ¿paradoja? leélo y verás) y que releo cuando mi mente moderna y víctima del racionalismo me subleva contra cierto tipo de fundamentalismos y de literalismos. Lo que no significa que suscriba de pe a pa todo lo que diga T.Q.
Pero me indigna que haya quien diga -como he leído a comentaristas y bloggers- que T. Q. o que Busto, o que fulanito o menganito niegan la Resurrección. Porque es mentira. O que no tienen fe.
Porque, en cuanto a negar la fe de otros, pues ya lo sabes: tampoco me parece bien, en absoluto. Lo desapruebo profundamente. Yo dudo -¡ pero no la negaría tajantemente!- casi más de la fe de quienes precisan para creer cierto tipo de interpretaciones literales
Como veo que moderas los comentarios, luego, si te parece, aporto alguna idea más.
Porque los que una vez fueron iluminados y despues se echaron atras en la fe estan proximos a ser cortados del árbol de la vida que es Cristo.
Me fastidia pero a la vez me entristecen estos señores apostatas.
Un saludo.
Queiruga no "re-piensa" la resurrección. Niega su realidad histórica (tumba vacía, "mirad mis manos y mis pies, yo mismo soy") y la convierte en una especie de engendro psicológico por el cual Cristo "resucita" en el corazón de la gente. Eso es cualquier cosa menos lo que la Escritura, la Tradición y el Magisterio enseña. Por tanto no es católico. Debe ser condenado por ello, obligado a retractactarse y, si no se retracta, suspendido a divinis e incluso excomulgado. Así lo creo y así lo digo. Y digo más. Es un gravísimo error pastoral haberle permitido soltar su ponzoña entre los fieles durante tantos años. Algunos pastores darán cuenta por ello ante el mismísimo Resucitado el día que se las tengan que ver con Él cara a cara.
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No, no lo he dicho.
He dicho que no se debe juzgar la fe de Quiruga (la de nadie que diga que SÍ la tiene) en los términos en que tú lo haces y hacen otros (v.gr. el comentario de pablo).
Lo que digo es que se lea a T.Q. No dice nada de engendros psicológico por los cuales Cristo "resucita" en el corazón de la gente. Es imposible resumir su libro sobre la Resurrección si caricaturizarlo.
Lo que digo también es que a mí no sólo no me aparta de la fe, sino todo lo contrario, lo que no significa que suscriba de pe a pa todo lo que diga T.Q.
Y que los literalismos me alejan de la fe. Y la posibilidad de creer reinterpretando episodios de la Escritura me la devuelve. pero no me la devuleve para ir creyendo por libre,sino que me reconduce hacia la Iglesia, por razones complejas, o no tan complejas, pero que he comentado en otros blogs en otras ocasiones. Por ejemplo en uno reciente de Bruno, hablando con el tal Asombro y con Caminante.
Eduardo. Si T.Q. dijera:
"""la resurrección es una suerte de vivencia subjetiva del creyente"""
le bastaría esa línea. Como te ha bastado a ti para descalificarlo.
En lugar d eso ha escrito varios libros con cientos de páginas.
Será que no basta una línea para explicarlo.
Yo pretendía explicar que, seguramente el Papa no estaría pensando en T.Q. precisamente. Y menos aún en Pagola o Bustos. Esos son vuestros demonios particulares.
A mí me gustaríasaber cuando afirmási con tanta seguridad que hcen daño o alejan a la gente de la fe, qué datos son los que manejáis.
Por las razones que sea, un día dejó de creer que los milagros existen y que Cristo se levantó de entre los muertos y se le apareció a los discípulos. Y como no pudo creer más en eso, todo lo que aparece en la Biblia en ese sentido lo llama simbólico. Pero si algo tan VITAL como la resurrección de Cristo, sin la cual "vana es nuestra fe", es un mero simbolismo, entonces toda la fe está basada en mitos, símbolos y paparruchadas varias. Lo cual, dicho sea de paso, es puro gnosticismo. Y eso no es cristianismo. Ni siquiera pienso que sea algo que pueda llamarse religión, pero desde luego la cristiana no lo es.
Queiruga no sería aceptado jamás en ninguna congregación protestante evangélica ni en las iglesias ortodoxas, ¿qué hace todavía en el seno de la Iglesia Católica, difundiendo sus herejías al viento?
Su arzobispo es el primer responsable de semejante atentado a la fe sencilla y real del pueblo de Dios. Y ese arzobispo tiene un nombre: Monseñor Julián Barrio. A él corresponde mandarle callar, mandarle rectificar y, si insiste, aplicarle el código de derecho canónico con toda su contundencia. Y si él no lo hace, es Roma quien tiene que actuar. Porque somos muchos los que estamos HARTOS de que en la Iglesia de principios del siglo XXI haya gente que en tiempos de los apóstoles había sido expulsada de forma inmediata de la comunión eclesial. Los pastores que consienten semejante atrocidad contra la fe son cómplices de esos errores y tendrán que dar cuenta a Dios por su complicidad.
El tema de los teólogos parece inacabable. Pagola es un erudito que ha perdido la fe en el cristo transmitido por la Tradición, y escribe libros sesudos y pesadísimos en los que acepta parcialmente la crítica histórica agnóstica.
De Torres Queiruga sólo he leído una entrevista antigua, el artículo que se colgó sobre él a propósito de una controversia con Cardedal (creo que fue en esta blog) y ahora el fragmento de entrevista que pones, Luis.
En él, Torres adhiere totalmente la teoría de la "alucinación colectiva apostólica" postresurrección. Asimismo, utiliza el mecanismo de considerar alegórico todo aquello que no sea estrictamente naturalista. Sencillamente, Torres se alinea con los historiadores racionalistas, que niegan lo sobrenatural.
La fe de la Iglesia no la establecen los seglares, aunque tengan un blog muy seguido, o hayan leído muchos libros de teología. El magisterio, desde los apóstoles hasta hoy, pasando por los doctores, padres de la Iglesia, papas y concilios, es quién lo hace. En el Credo queda estipulado muy claramente que lo que Torres defiende no es cristianismo. No sé si llamarlo "jesusismo" (admiración humana por Jesús) o una especie de arrianismo lato (Dios existe pero Jesús no fue Dios ni hubo nada sobrenatural en su vida) que en realidad abre la puerta al panteísmo naturalista.
Decir que Torres no tiene una fe cristiana no es condenar nada, sino constatar una realidad; es como decir que el mar está mojado.
A mí, además, me sigue quedando una duda tremenda: si Jesús no hizo ningún milagro, si fue un hombre como los demás, pero que hablaba muy bien y estaba lleno de espíritu profético, si finalmente como criminal fue condenado y muerto como criminal. Si no resucitó al tercer día pese a su profecía, sino que sus discípulos quedaron tan traumatizados que todos juntos se pusieron a hablar de él y a recordarle, una de dos:
1) o eran gente normal, y no tiene sentido que se pusieran a ir por TODO EL MUNDO predicando su palabra y dejándose torturar y matar por proclamar que era el mesías y había resucitado SIN EXCEPCIÓN (¿qué sentido tiene eso?)
2) o se volvieron locos o gilipollas asegurando que había ocurrido lo que no había ocurrido, con lo cual, bien por mentirosos, o bien por desequilibrados, su testimonio carecería de cualquier validez. Vamos, a mí ni se me ocurriría seguir lo que sobre Jesús enseñasen unos mentirosos o unos pirados. Lo racional sería dudar de plano de todo su testimonio.
Ciertamente no soy yo quien ha descubierto que la tierra es redonda.
Lo único que he querido decir es mi impresión personal e intransferible (que, en este caso, es muy distinta a la tuya). Cuando leo sus libros (y los que citas los he leído) me entra una tristeza indescriptible. No sé si tienen razón o no porque, repito, no soy teólogo. Sólo sé que si alguna vez llego a convencerme de que la tienen, seguramente me borraré de todo esto y me convertiré en un digno ateo. San Pablo dice que si Cristo no ha resucitado (lo siento, yo esto lo tomo literalmente), vana es nuestra fe.
Sin embargo, la capacidad que tiene este Papa (y no digamos la que tenía el otro ;-) para despertar una chispa de esperanza en mi corazón con unas cuantas palabras es extraordinaria.
Un saludo muy cordial y mucho ánimo.
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La teien. LF, eso no se puede decir DE NADIE.
Espero la condena de su teología.
Entonces habrá una lista de proposiciones erróneas concretas y entonces sabré qué herejais concretas se condenan.
Mientrsa, sólo sé que unas personas que no han leído a Quiruga le quieren perseguir y condenar sin tener autoridad para ello.
Quería decir que el Papa seguramente no se refería a T.Q. Y menso en pagola. Y menos aún en Bustos.
Y que a mí, que sílos he leído (a Pagola menos, por encima sólo) no me han hecho ningún daño.
Un saludo.
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Ah, bueno, no sé qué teólogo dirá eso, T.Q. desde luego , aseguro que no dice tales cosas.
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fredense, pues no los leas. A mí me da un cierto... nos é, alivio. Y tampoco soy teóloga y no suscribo (tercera vex que lo digo) todo lo que les leo.
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ah, fredense, a mí me ocurre exactamente lo mismo con ambos Papas. Y de ratzinger no me lo esperaba, ha ido surgiendo así a lo lago de su pontificado.
Y dejo este tema ya.
LF: Durante milenio y medio la Iglesia, una vez agotadas todas las instancias, requirió los auxilios del brazo secular para condenar las desviaciones más graves.
Ahora que ya no tiene ese auxilio, los errores se multiplican y las insolencias se magnifican.
Por otro lado, suponer que la Iglesia podría ahora controlar las desviaciones sin el auxilio del poder político, llevaría a plantearse inmediatamente : Entonces, ¿por qué no lo hace?.
Puede ser que "produzca" fe por contrario, y en esto entiendo a Yolanda. De hecho, muchas veces la fe se acrecienta frente a las impugnaciones. Pero no "da" fe, porque ésto no es fe.
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jajja, no, no es así, y lo sabés
en serio, dejo el tema,(no sin antes repetir por enésima vez que no suscribo todo lo que diga T.Q.)
Jesús. Aproximación histórica (PPC, Madrid 2007, 544 pp.)
http://www.conferenciaepiscopal.es/doctrina/documentos/pagola.html
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Anotaciones a "Jesús. Aproximació històrica" de J.A. Pagola
http://infocatolica.com/blog/conversando.php/anotaciones_a_jesus_aproximacio_historic
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Amén.
Ricardo, tienes razón, me confundí: el brazo secular es el Estado declarado católico. Pero lo que quería decir es que cuando el Estado no es confesional, acaba en poco tiempo siendo anticrístico.
Además, toda persona y sociedad ha de rendir culto a Dios.
Gracias, Luis Fernando, por avisar sobre el texto entero en la Buhardilla
Marcos, que viva cien años y que entierre a toda esta generación de mediocres, a ver si surge un Sucesor digno que continúe su obra de restauración. Amén.
'Queridos hermanos y hermanas, retomando la invitación de la primera carta de san Pedro, la teología escolástica nos estimula a estar siempre dispuestos a dar respuesta a todo el que nos pida razón de nuestra esperanza (cf. 1 P 3, 15). Sentir nuestras las preguntas y de ese modo ser capaces de dar también una respuesta. Nos recuerda que entre fe y razón existe una amistad natural, fundada en el orden mismo de la creación. El siervo de Dios Juan Pablo II, al comienzo de la encíclica Fides et ratio escribe: "La fe y la razón son como las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de la verdad". La fe está abierta al esfuerzo de comprensión por parte de la razón; la razón, a su vez, reconoce que la fe no la mortifica, sino que la lanza hacia horizontes más amplios y elevados. Aquí se introduce la perenne lección de la teología monástica. Fe y razón, en diálogo recíproco, vibran de alegría cuando ambas están animadas por la búsqueda de la unión íntima con Dios. Cuando el amor vivifica la dimensión orante de la teología, el conocimiento que adquiere la razón se ensancha. La verdad se busca con humildad, se acoge con estupor y gratitud: en una palabra, el conocimiento sólo crece si ama la verdad. El amor se convierte en inteligencia y la teología en auténtica sabiduría del corazón, que orienta y sostiene la fe y la vida de los creyentes. Oremos, pues, para que el camino del conocimiento y de la profundización de los misterios de Dios siempre esté iluminado por el amor divino.'
Benedicto XVI
http://www.vatican.va/holy_father/benedict_xvi/audiences/2009/documents/hf_ben-xvi_aud_20091028_sp.html
Además, cuando no se hace nada por frenar una mala conducta, puede quedar en el personal la impresión de que esa conducta no es tan mala o tan grave...
Por cierto, lo único que yo he leído del tal Torres es lo que Luis Fernando ha publicado aquí y me parece repugnante, sin necesidad de muchas disquisiones. Salta a la vista, pero vamos, Luis Fernando ya lo ha puesto de manifiesto.
Algun viejo parroquiano me dice que hay que tomarlo como es, no es mala persona, pero llevan tantos años rociados por esta leve llovizna que estan empapados de las suaves y agradables nuevas formas de madurez y transmision de la fe.
Lo curioso es que se congratula cuando durante el verano la Misa está llena de niños y jóvenes foráneos y se queja amargamente de que los niños y los jovenes del pueblo no se acerquen a la Iglesia.
Las herejías están haciendo mucho daño en las almas de los pobres de espiritu.
Yolanda, te respondí en la anterior conversación sobre "paternidad responsable". Me parece que afirmaciones como las que hacías (juzgando que se te estaba juzgando personalmente cuando eso no es nada cierto) necesitan respuesta (en un tono cordial, claro, que me gustaría respetases) y ahí están.
Paternidad responsable no es en bastantes ocasiones tener todos los hijos que se puedan pero tampoco anteponer tantas cosas accesorias a tener hijos como muchos llamados católicos anteponen ahora. Matizaciones generales así se pueden hacer, particulares de cada caso sin conocerlo pues no.
Torres se apoya en dos teólogos cuyas conclusiones en este punto han sido consideradas no católicas por el Magisterio, como Rahner y Küng (al que transcriben como King). La frase "no fue así" dice que son simbólicos varios capítulos enteros de los Evangelios (particularmente el del sepulcro vacío), tenidos desde las primeras comunidades como auténticos. En particular, contradice sin solución de simbolismo Jn 20, 17 "no me toques", lo cual afirma tal posibilidad, Jn 20, 27 "tiende tu mano y métela en mi costado", que afirma de nuevo la corporeidad de Cristo Resucitado, Lc 24, 39 "palpadme y ved que el espíritu no tiene carne ni huesos, como yo tengo", y 42-43 "le dieron un trozo de pez asado, y tomándolo comió delante de ellos", etc.
Considerar simbólcos los pasajes precedentes, llenos de pruebas materiales de la corporeidad de Jesús (escritos específicamente para testimoniarla), carece de fundamento científico serio: o era real, o estaban mintiendo. Uno no puede usar la acusación de simbolismo como una muletilla para aparcar aquello que le resulta incómodo en un texto testimonial como son los evangelios. Si Torres no cree en lo sobrenatural, no puede aceptar los Evangelios como testimonio, ya que están llenos de hechos sobrenaturales, comenzando por el principal de ellos, la resurrección de Jesús. Y eso le lleva a desconocer completamente la figura de Jesús, pues no habría (para él) testimonio fiable sobre su persona.
La teoría alternativa, que Pagola respalda, de que el cuerpo glorioso de Jesús no era el de la tumba, pero tampoco era un espíritu, sino que era una especie de cuerpo bis, resulta mucho más complicado e increíble como hecho sobrenatural que la simple vivificación de un cuerpo muerto por obra de Dios.
Torres se desacredita además cuando afirma que no se encontrará el cadaver de Jesús porque sería arrojado a una fosa común "que era entonces el destino de los condenados sin recursos". En primer lugar, los testimonios contemporáneos evangélicos, la única fuente directa para conocer la vida de Jesús, explicitan que su cuerpo fue recogido por sus discípulos y enterrado en un sepulcro cercano perteneciente a un seguidor suyo secreto, llamado José de Arimetea (Mt 27, 57-61. Lc 23, 50-56. Mc 15, 42-47. Jn 19, 38-42). Dado que en este fragmento no existe ningún hecho sobrenatural, el desprecio de Torres por ese único testimonio directo le desacredita totalmente como "historiador científico". No existe en la historiografía ejemplo tan escandaloso de especulación como este: despreciar 4 fuentes directas para imaginarse un Jesús arrojado a una fosa común, que no aparece en ningún texto, y cuya única apoyatura es que "ese era el destino entonces de los condenandos sin recursos".
Y ahí viene la segunda metida de pata de Torres, porque asignar a Jesús una posición pobre es totalmente erróneo y no casa con lo poco que de él conocemos por las Escrituras. Torres confunde su estilo de vida austero (en consonancia con lo que de un profeta mesiánico se esperaba) con la pobreza material. Apenas hablan los evangelios sobre ese tema porque (con muy buen criterio) mucho más importante es el mensaje de liberación y salvación de Cristo que las circunstancias concretas de su naturaleza humana material. Jesús era tenido por hijo de un carpintero (o más bien un albañil), profesión libre que en absoluto estaba encuadrada en la pobreza, sino más bien en la clase media. En la cruz sus pertenencias fueron repartidas entre los soldados (en cuatro partes según san Juan, lo que implica al menos cuatro prendas de ropa), sin contar la túnica que al ser de una sola pieza fue sorteada. Una túnica de una sola pieza era una prenda de gran valor, no era ropa de pobre. Resulta inconcebible además que un judío con familia y tantos discípulos (entre los que había al menos dos ricos miembros del sanedrín) no viera su cuerpo recogido y enterrado por los suyos, sabiendo como sabemos que los judíos daban un gran valor a la sepultura religiosa.
Más bien Torres desprecia los testimonios directos para inventarse su propio Jesús de Nazaret, adaptado a sus prejuicios contemporáneos, y fundamentalmente su teología no es más que un diálogo que establece con su pérdida de fe.
Sí, es cierto, Malta es confesional católico, y por su constitución, Irlanda podría ser considerada igual. Pero yo me estaba refiriendo a estados que por su poder y envargadura, pudiesen imponer su voluntad por la fuerza cuando ya no quedaran otros arbitrios pacíficos. Como lo hacen las grandes potencias hoy en día. Estados como el imperio de Constantino, el reino franco o las monarquías de la Cristiandad en el pasado.
Podría argüirse que los primeros cristianos aplicaban férreamente la disciplina sin el auxilio del Estado. Pero no hay que olvidar que era una comunidad clandestina absolutamente. Ahora el Estado, que es la Bestia Liberal, se inmiscuye en la vida de la Iglesia y con sus poderosos medios está atento a todo aquéllo que confunda, distorsiones o disuelva a la comunidad católica, para ponerlo como ejemplo y darle voces a los 4 vientos.
Una técnica de mentira consolidada, que hace que "cualquiera" que todavía crea en el milagro se apresure a integrarse al "todos".
Sugestivamente, Pedro no está incluído en el "todos"; será porque es un "nadie", que tiene por exclusiva misión simplemente confirmar en la fe a la Iglesia de Cristo.
Yo seré un nadie, pero me quedo con ese Nadie Benedicto. Tal vez los nadies somos más que los todos.
Ten en cuenta que aquí siempre procuro hablar en un plano general. Se pueden sacar consecuencias en general, como digo, no en particular sin conocer el caso. Yo creo que se entiende que nos rebatamos en el campo de las ideas y de nuestras creencias personales sin llegar a la conciencia de la persona.
Y es que si no rebatimos ideas y creencias en plan abstracto y conforme al Magisterio ¿de qué vamos a hablar? Si no opinamos sobre las causas de la escandalosa falta de natalidad, tampoco podemos hablar sobre la secularización ni sobre nada. Todo sería juicio (por ejemplo, decir que la secularización es gran parte consecuencia de nuestra falta de fe).
Gracias a ti.
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