Resulta que el Tratado de Lisboa es un bien para la fe y no nos habíamos enterado
Los obispos irlandeses, o al menos parte de ellos, andan preocupados porque a los ciudadanos de su país les dio por no ratificar en referendum la adhesión de Irlanda al Tratado de Lisboa. Efectivamente, un 53,4% de irlandeses dijeron NO a dicho tratado frente al 46,6% que dijeron sí. Pues bien el obispo de Down y Connor, monseñor Noel Treanor, ha asegurado que una nueva negativa pondría en peligro “este logro importante para la fe y la sociedad“. Y al parecer, el cardenal Séan Brady, Primado de Irlanda y presidente de la Conferencia Episcopal de dicho país, opina lo mismo.
En vista de ello, si alguien tiene a mano el texto completo de ese tratado, ruego que me ponga el enlace al mismo o que me lo mande por email. Puedo prometer y prometo que lo leeré con las mismas ganas que leo el sermón de San Agustín a los pastores, que creo que es el que están leyendo los sacerdotes esta semana si es que hacen la liturgia de las horas como Dios manda. Nadie dude que a partir de ahora, el Tratado de Lisboa figurará entre mi colección de escritos patrísticos y magisteriales. Dudo entre ponerlo al lado del Denzinguer o en medio de la Biblia Nacar Colunga y el Catecismo de la Iglesia.
Y es que, ¿quién puede negar que un tratado así, o la fallida constitución europea, es fuente de sabiduría arcana para los que transitan por el camino de Cristo? ¿habrá quien ose pensar que la condición masónica de algunos jerifaltes europeos afecta seriamente a ese tipo de textos magistrales? ¿no son unos viles lefebvristas aquellos que miran con malos ojos el proceso de construcción de una Europa que renuncia conscientemente a sus raíces cristianas?
La tierra de San Patricio no puede oponerse al Tratado. Los obispos irlandeses se temen una bula del Papa excomulgando a los católicos que voten en contra de un texto que resulta vital para la fe y la sociedad. Es más, fuentes de toda solvencia me informan de que se está pidiendo a la comunidad irlandesa en Nueva York que financien la campaña por el “Sí". Y estoy en condiciones de afirmar que es mentira la información de que San Pedro ha impedido al patrón de Irlanda salir del cielo para bajar a su isla a partir la crisma al primado y a don Noel. Eso son sólo habladurías de los reaccionarios carcas, preconciliares y tridentinos que quieren oponerse al señorío de Bruselas sobre las conciencias irlandesas.
Y es que, queridos amigos, ya sabemos cuál es el grito de la Reconquista del Viejo Continente: “¡Por el Tratado de Lisboa y cierra Europa!“.
Luis Fernando Pérez