Adviento y Cuaresma: cantos para el Ordinario de la Misa
El Ordinario de la Misa se compone de las partes con texto fijo, esto es, que no cambia según la semana o la festividad. En lo que al canto se refiere, estas partes son principalmente el Kyrie eleison (“Señor, ten piedad”), el Gloria, el Sanctus y el Agnus Dei (“Cordero de Dios”). El conjunto de estos cantos forman lo que se llama una “misa”. La tradición litúrgica de la Iglesia ha elaborado una serie de “misas” que han quedado recogidas en el llamado Kyriale Romanum, donde a cada una de ellas se le asigna un número y un nombre, cuando este último existe. Por ejemplo, la famosa misa De Angelis es la que lleva el número VIII en el Kyriale.
Aunque no existe ninguna obligación para ello, cada una de las misas del Kyriale se ha destinado tradicionalmente a un contexto litúrgico concreto. Así, la misa I Lux et origo está asociada al Tiempo Pascual, la misa IV Cunctipotens genitor Deus a las fiestas de los Apóstoles, la misa IX Cum iubilo a las solemnidades y fiestas de la Virgen, la misa XI Orbis factor a los domingos normales o del Tiempo Ordinario, y la misa XVIII a los funerales y las ferias (“días entre semana”) de Adviento y Cuaresma.
Hoy quiero presentar a los lectores La misa XVII, que es la tradicionalmente destinada a los domingos de Adviento y Cuaresma. Lo haré a través de unos vídeos del estupendo canal de youtube GradualeProject, donde su autor –experimentado cantor litúrgico- va introduciendo diversos cantos gregorianos interpretados por él mismo y acompañados de la correspondiente partitura. Creo que es un recurso de suma utilidad para todos aquellos que deseen aprender fácilmente los cantos litúrgicos gregorianos sin tener costumbre de descifrar el particular sistema de notación en que suelen estar escritos.
La misa XVII “para los domingos de Adviento y Cuaresma” permite elegir entre varios Kyries. Por su mayor sencillez y accesibilidad para los coros no especializados, presento el llamado Kyrie C. Es una melodía compuesta en el s. XIV que suena así de bien:
Dado que en los tiempos de Adviento y Cuaresma se suprime el Gloria, en lógica consecuencia esta parte no figura en la misa XVII. La siguiente parte, por tanto, es el Sanctus, cuya melodía data nada menos que del siglo XI. Es decir: ya se cantaba antes de que fueran construidas las catedrales de Santiago de Compostela o Burgos.
Y finalmente, aquí pueden escuchar el Agnus Dei, cuya melodía nos ha llegado desde el siglo XIII.
Como he señalado antes, no hay ninguna obligación de asociar una melodía determinada a una festividad o tiempo litúrgico concreto. Basta con respetar el exacto texto litúrgico, lo cual no es poco en los tiempos que corren. Pero sería estupendo retomar una muy saludable práctica comenzada en las décadas anteriores al Vaticano II e interrumpida por el generalizado caos antilitúrgico de los años 70 y posteriores: el aprendizaje por parte del pueblo de algunas misas del Kyriale. Además de la misa VIII De Angelis podrían incluirse en esa selección popular la mencionada misa XVII para los domingos de Adviento y Cuaresma, la misa IX para las festividades de la Virgen, y la XVIII para los funerales, aniversarios y las ferias de Adviento y Cuaresma.
Vamos, la hermenéutica de la continuidad, el cumplimiento de lo establecido por el Vaticano II y la puesta en práctica de la exhortación post-sinodal Sacramentum Caritatis de Benedicto XVI:
62. Lo dicho anteriormente, sin embargo, no debe ofuscar el valor de estas grandes liturgias. En particular, pienso en las celebraciones que tienen lugar durante encuentros internacionales, hoy cada vez más frecuentes. Se las debe valorar debidamente. Para expresar mejor la unidad y universalidad de la Iglesia, quisiera recomendar lo que ha sugerido el Sínodo de los Obispos, en sintonía con las normas del Concilio Vaticano II: [182] exceptuadas las lecturas, la homilía y la oración de los fieles, sería bueno que dichas celebraciones fueran en latín; también se podrían rezar en latín las oraciones más conocidas[183] de la tradición de la Iglesia y, eventualmente, cantar algunas partes en canto gregoriano. Más en general, pido que los futuros sacerdotes, desde el tiempo del seminario, se preparen para comprender y celebrar la santa Misa en latín, además de utilizar textos latinos y cantar en gregoriano; y se ha de procurar que los mismos fieles conozcan las oraciones más comunes en latín y que canten en gregoriano algunas partes de la liturgia.
Porque en eso estamos, ¿o no?
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Si, estamos en eso, y creo que además en el camino correcto para ello. Sin embargo, hay muchas dudas que plantea el texto y me gustaría formular algunas preguntas, por mucho que éstas puedan parecer muy simples.
En principio veo en el texto que la misa correspondiente a las festividades de la Virgen María, sería las señaladas como "misa IX Cum iubilo". Sin embargo, también veo que la "misa X Alme Pater" también está dedicada a la Virgen María: en el pdf del kyrial que he podido ver por internet, se señala en latín, para la misa "IX Cum Iubilo", "In festis B. Mariae Virginis I". Para la "X Alme Pater" señala, "In festis B. Mariae Virginis II" Me gustaría saber, cuándo sería aconsejable emplear una u otra misa, por mucho que en el texto no exija obligación de emplear tal melodía en tal contexto del año litúrgico.
Asimismo, aunque supongo que se explicará, algunas misas del kyrial, como la II "Kyrie Fons Bonitatis", para las festividades, descritas en latín, como In festis I, Classis 1. O la siguiente, la III, "Kyrie Deus Sempiterne", para las "festis I, Classis 2". Imagino que con un misal en la mano, se pude deducir cuál es cada una de los kyriales que serían de aplicación, pero creo que estaría bien, para no adquirir una información que no pudiera ser correcta, o para no perderse a aquellos a los que nuestra torpeza nos facilita no llegar a la información correcta, que nos pudiera explicar esto.
Supongo que tiene planeado hacerlo e igual ahora no es el momento. Pero, creo que tenía que preguntarlo. Muchas gracias de antemano.
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RdT: Respecto al carácter mariano de las misas IX Cum iubilo y X Alme Pater, ciertamente es opcional la elección de una u otra. A este respecto es interesante señalar también cómo en España la misa mariana por antonomasia no era la IX, sino la IV Cunctipotens Genitor Deus (no llamada así), que en el resto de los países era "la de los Apóstoles". Tengamos en cuenta que el estado actual de la ordenación del canto litúrgico proviene sobre todo de la reforma tridentina y de la restauración del canto gregoriano de finales del s. XIX que cristalizó en 1908 con la edición del Graduale Romanum, que incluye el Kyriale.
En cuanto a la otra pregunta, tiene que ver con la antigua jerarquización de las diversas celebraciones y festividades: dobles, semidobles, etc. Esto tenía que ver con el modo en que se celebraba el Oficio Divino (repetición de las antífonas, número de oraciones, etc.) La verdad es que nunca he llegado a conocer esta cuestión a fondo, sólo sé que experimentó sucesivas reformas a lo largo del siglo XX hasta su sustitución después del Vaticano II por la actual distribución de solemnidad, fiesta, memoria obligatoria, memoria libre, etc.
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RdT: bueno, todo depende de cómo sea la asamblea, sobre todo en cuanto a costumbre, habilidad y afición a cantar. Asambleas he visto yo hace no tantos años que hacían temblar los muros del templo por la seguridad y potencia con que entonaban cantos dificilísimos como, por ejemplo, el Himno a la Virgen del Pilar de J.B. Lambert.
Lo ideal es que este repertorio se aprendiese desde la niñez y acompañase la vida litúrgica del cristiano toda su vida. Pero naturalmente resulta difícil si en la niñez se cantan las cancioncitas de la misa de niños y en la adolescencia-juventud se cantan las canciones de las misas de jovenes, etc.
Y ahora, a esperar que desde los diferentes obispados, en el caso de que algunas comunidades parroquiales, o algunos miembros de estas comunidades parroquiales, muestren interés en recuperar el canto gregoriano, no se limiten a intentar ahogar la inciativa, sino que esta sensibilidad halle respaldo, y se haga todo lo posible, tanto para que los cantos se ejecuten con la mayor de las precisiones, como para que sean adecuados al tiempo litúrgico correspondiente. Saludos.
Tema del Domingo de Gaudete y del Domingo Laetare. En ambos, se puede volver a cantar el Gloria ¿Es recomendable emplear algún gloria en concreto para esta festividad? Veo al final del Kyrial de Solemnes, que está disponible en pdf en varias páginas de internet, en el que existen varias composiciones "Ad libitum" ¿Sería recomendable emplear alguno de estos para estas dos fechas tan excepcionales?
Supongo que me habrán quedado más preguntas por formular, pero a riesgo de ser pesado, creo que debo plantearlas. Y espero que otros lectores se animen a plantear las suyas.
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RdT: Eduardo, muy interesante la cuestión que plantea. Tengo la intención de tratarla en algún artículo. En primer lugar, copio lo que dice la Instrucción General del Misal Romano dice en su nº 313:
"Durante el tiempo de Adviento empléense con tal moderación el órgano y los demás instrumentos musicales, que sirvan a la índole propia de este tiempo, teniendo en cuenta de evitar cualquier anticipación de la plena alegría del Nacimiento del Señor.
El sonido del órgano y de los demás instrumentos durante el tiempo de Cuaresma se permite sólo para sostener el canto. Se exceptúan el domingo Laetare (IV de Cuaresma), las solemnidades y las fiestas."
Antiguamente el uso del órgano estaba absolutamente prohibido tanto en Adviento como en Cuaresma. Seguramente para distinguir el carácter penitencial de la Cuaresma respecto al Adviento, ahora en este último tiempo se permite "con moderación, etc". De todos modos, en lugares donde la liturgia se cuida especialmente he visto suprimir el órgano también en Adviento. Cuando digo "suprimir" lo digo en cuanto solista, puesto que la función de sostener el canto, que antiguamente también se eliminaba, actualmente se mantiene incluso en Cuaresma. Tengo oído (aunque no confirmado) que esta permisión fue por petición de los benedictinos de la rama de Solesmes, que cantan todo el gregoriano en su liturgia, y conocen muy bien la ayuda que el órgano supone para las scholae de cantores no especializados.
Sobre el Gloria en los domingos de Gaudete y Laetare, sigue omitido y no se reestablece hasta la llegada de la Navidad o la Pascua, respectivamente. El cambio en lo musical es la permisión de utilizar el órgano como solista. Si se ha usado el órgano como solista en Adviento en aplicación de la actual Instrucción, se supone que el organista puede abandonar momentáneamente esa "moderación que evita anticipar la alegría de la Navidad", aunque esto no aparece concretado.
Hay organistas que perciben con desagrado estas limitaciones del uso del órgano, pero a mí me gustan mucho, porque reconocen al órgano como verdadero signo litúrgico, y no como mera cosa circunstante al estilo de la calefacción, la iluminación eléctrica, el entarimado o el acolchado de los reclinatorios. Téngase en cuenta además que el órgano tiene un rito propio de bendición, y que la misma Instrucción pide que el órgano, antes de dedicarse al uso litúrgico, debe ser bendecido según el ritual. Esto no pasa con ningún otro instrumento musical, cuyo uso litúrgico es condicionado en la Instrucción a la "legítima aprobación" (nº 313).
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RdT: D. Fermín, es una alegría ver por aquí al párroco de mis ancestros.
El que suscribe, le da gracias a Dios, por el Don enorme que nos dejo Juan Pablo II, con su Catecismo Universal.
En el punto 837, dice que se pude estar con el cuerpo, pero, no con el alma, y esta persona se condena.
No lo afirmó yo, sino para mí es Dios Nuestro Señor.
El que suscribe lleva siempre un documento de la Iglesia, con una Biblia, en lugar de devocionarios, es palabra de Dios!!!
A veces como por mi profesión no soy un intelectual, como ustedes, le pregunto a mi Director Espiritual.Sacerdote letrado.La pregunta es si se sigue, con aplausos, musica profana, falta de respeto a la Casa de Dios. Ese punto nos interpela a todos los que decimos que somos católicos, e ignoramos la sacramentum caritatis, el Quirografo adonde se va a terminar.
El catecismo en ese punto, me hace temblar, pero observó, que a otros teniendo el cuidado de almas, que valen más que el cuerpo están despreocupados de esto.Estoy al lado del dolor, durante muchisimos años, todos mis pacientes gracias a los capellanes murieron con los últimos sacramentos.
Se tiene conciencia que el cuerpo dura 100 años, y el alma toda la vida, y la responsabilidad de un sacerdote es mas grave que la que tengo en mi profesión?
Muchos saludos, le agradezco la belleza, que escucho, sinceramente me siento muy acompañado por ustedes.Que Dios los bendiga.
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RdT: Muchas gracias.
De todas formas es bueno el Kyriale y es mejor su empleo. Antes todos los curas se lo sabían.
Un ejemplo de la negligencia con la que la inteligentzia eclesial y Roma han tratado al gregoriano desde hace 50 años es que no se ha publicado un Kyriale adaptado al Novus Ordo sino que las indicaciones de uso de las Misas delKyriale corresponde, efectivamente, al mucho más complejo pero preciso modo de clasificación de las ferias, fiestas y solemnidades del Ritus Venerandus.
En el texto dices verdades, salvo una: "estamos en eso, no?"
Pues desengáñate, ni tu obispo, ni la CEE, ni los romanos ni Bergoglio lo están.
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RdT: Cuerpo a tierra, que vienen "los nuestros". Tulkas, ya ni el Graduale de 1908 se salva de la quema. Lo siguiente el gregoriano, que no deja de ser un invento de los cantores francos siglo VIII que adulteraron la pureza del canto romano anterior. Extraño concepto de tradición.
Eso de "preciso modo" del "ritus venerandus"... No sería tanto cuando lo reformaron varias veces, y durante la vigencia exclusiva del "ritus venerandus".
La última afirmación es un maximalismo cualquiera como otros, sin disponer de elementos para sustentar un juicio preciso sobre la complejidad de la cuestión.
Pero bueno, no más comentarios en esta línea.
"Yo he venido al mundo a dar testimonio de la verdad".
La verdad libra de la mentira (el mundo, el demonio, príncipe de la mentira). La verdad levanta el alma a Dios, da fuerza y da paz. La verdad ilumina a otros que están en tinieblas y en sombras de muerte. La verdad enciende los corazones en la llama de la caridad.
Al decir la verdad, nunca debemos pensar cuántos nos harán caso. Es un servicio a Dios y a los hombres a fondo perdido, gratuito, sin esperar gratificación, que solamente por la esperanza puede perseverar, como una fuente que mana inagotablemente, de día y de noche, esperando a quienes en ella vayan a beber.
No es ninguna afirmación maximalista o gratis.
En los años sesenta en los Seminarios los seminaristas aprendían y usaban todos los días el Liber Usualis y por tanto, el Kyrial.
En los setenta se abandonó su empleo. Aducirás que eso se debía a la confusión de esos años de "adolescencia" mental y de ideología antilitúrgica imperantes. Es curiosa esa adolescecia mental e ideología, esa fiebre por lo cutre, que afectó de forma epidémica precisamente a aquéllos de los que se espera la mayor prudencia: los rectoresy formadores de los seminarios y los propios obispos. Pero vale, aceptemos la validez de la tesis.
En cuarenta años ha habido tiempo para recapacitar, me imagino, y para corregir. Ahora, según tú, estamos en otra cosa. Supongo por tanto que el Kyriale ha vuelto a los Seminarios y ya no hay seminarista que no lo aprenda.
Pero la realidad es otra bien diversa.
"¿estamos en ello?"
¿Quiénes?
Tú, con tu candidez; Eduardo, con su mesura y con
Dices que mi última afirmación es un "maximalismo cualquiera", y además, añado yo, seguramente gratuíto e injusto contra los obispos, la CEE, los romanos y el propio Papa.
A la realidad, que es más tozuda que yo, me remito.
Mencióname un solo seminario, uno solo, un solo programa de formación de seminaristas en Europa y América fuera de los tradicionalistas (FSSPX, FSSP, etc), fuera de los Orientales, que incluya la enseñanza y la práctica del Kyriale como era costumbre hace sólo cincuenta años.
Porque los curas formados en los sesenta lo usaban a diario, el Liber Usualis y el Kyriale, lo aprendían, conocían el corpus gregoriano.
La voluntad, así como el movimiento, se demuestra andando.
La complejidad de los asuntos no es excusa para evitar abordarlos. Y cuánto más pronto abramos al cerdo en canal, más rápido veremos el hígado.
La negligencia con respecto al gregoriano (salvo su aspecto exclusivamente museístico y algunas declaraciones solemnes -brindis al sol-) en los últimos cincuenta años es clamorosa. Yo tengo mi explicación al respecto, que justifica totalmente la actitud de los señores mitrados locales y romanos, de los rectores y formadores de seminarios. Esa explicación no la expongo porque me la editas.
Pero hay que constatar un hecho: no "estamos en ello". No, al menos "ellos" no están en "ello". A lo mejor lo estás tú, cándidamente; o Edudardo, con prudente mesura; o yo; o alguno que entre y te lea y se quede encandilado.
Pero este post que has escrito yo se lo mandaba a tu obispo. De hecho, le mandaba todos los que llevas escritos. A ver qué caso te hace.
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RdT: el P. Iraburu en el comentario que ha dejado antes ha orientado muy bien la cuestión. Por otra parte, la comparación del cerdo que pones no es exacta. Piensa en otro ejemplo que tú entenderás bien: llega a urgencias una persona herida gravemente en un accidente, con huesos rotos, pérdida de sangre, rotura de tejidos internos, fractura de columna, perforación de pulmón, y no sé qué más. ¿Lo abrirías en canal expeditivamente, o tratarías de estabilizarlo para que pudiera resistir las operaciones necesarias?
Hay que tener paciencia.
Yo empecé a ejercer de organista litúrgico a mediados de los 80, siendo casi un niño. Ni una nota de gregoriano en todo el año, y máxima popularidad de los inefables subproductos postconciliares tipo "Alabaré alabaré", "tus manos son palomas de la paz", etc. No me cabe duda de que el panorama a día de hoy es mucho mejor, aunque quede camino por andar.
le agradezco infinitamente, es así.Nuevamente muchas gracias.
A Cristo por Maria y con el Papa.
Creo que la situación actual está lejos de ser idílica. Pero al menos está emergiendo una nueva generación a la que no se le puede poner trabas a la información: ya no hay población pequeña, mediana o grande. Ahora todas pueden obtener una cantidad de información inconcebible hace 20 años. Y es cierto que esa información puede ser difícil de digerir o de procesar. Pero ya no se pueden hacer afirmaciones falaces, sin correr el riesgo de ser rebatidos, sin tener que esforzarse demasiado.
El primer pequeño paso para conseguir llegar a la meta, es hacer saber a la gente, que el gregoriano no es un canto anatemizado, sino que es el canto oficial de la Iglesia Católica. Siendo toleradas el resto de músicas.
Tal vez el segundo paso consista en demostrar que niños pre adolescentes e incluso de edades inferiores, no huirán despavoridos si en una misa escuchan un canto gregoriano; que por el contrario, serán capaces de comprenderlo y de cantarlo, y hasta de amarlo.
El tercer paso será ver qué efectos tiene el gregoriano. Recuerdo haber leído que alguien descubrió su vocación, escuchando un CD de canto gregoriano que le regalaron. Personalmente no creo que se trate de algo anecdótico, lo de aquella vocación despertada por un disco. De hecho, en la prensa salió que los norbertinos de la abadía de San Miguel, en el estado de California, eran de la misma opinión, y creía que este tipo de música podía ser un vehículo para conseguir evangelizar y lograr vocaciones. Lógicamente, no es algo que por si solo pueda lograr cosas, pero puede potenciar las otras que haya que hacer bien.
Hasta principios del siglo actual, que es el XXI, yo creía que el canto gregoriano había quedado abolido, al igual que el uso del latín. Cierto es que a algún sacerdote (no precisamente antediluviano, sino más bien progresista), le había oído decir que el latín no había sido abolido, y que era una lástima que se hubiera abandonado de la manera en que se había hecho.
Sin embargo, internet con todos sus perjuícios, también ha servido, al menos en mi caso, para conocer esta verdad. A partir de ahí, he tenido que dar muchos palos de ciego. Pero por fortuna, hay lugares donde uno puede acceder a una información impensable hace unos pocos años. Hoy en día nadie puede pretender que una persona que quiera sustituir cantos horrendos por gregoriano sea un lefevrista. Nadie puede tratar de ocultar que Benedicto XVI favoreció una litúrgia impecable en San Pedro, por mucho que fuera de Roma, estas mejoras no se han llegado a implantar.
Pero creo que no tenemos que dejarnos abatir por la desesperación, y tenemos que pensar, que salvo que se produzcan cambios por decisión del papa que sea, tenemos un derecho que podemos reclamar.
01/12/13 11:05 AM
Muchas Gracias
2.-Ningún Papa puede abolir, abrogar, prohibir el gregoriano. El Papa NO es la Iglesia, ni La Tradición. Entraría en colisión con sus predecesores y haría el ridiculo. El gregoriano es "musica santa" segun magisterio falible y prudencial de dos Papas. De bergoglio me espero la invención de un nuevo tipo de magisterio, el "falible e imprudencial", pero no creo que sea tan tonto.
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RdT: Hombre, el diagnóstico creo que está claro.
Lamentablemente, muchos a los que le parece natural que se dejen estos tesoros en el olvido, con mucho gusto se asombrarían de un "mantram" hinduísta o tibetano, y nunca le dirían a un "gurú": actualícese, amigo, que eso es muy viejo. Y por favor, tradúzcalo, que no lo comprendo. No lo digo como acusación a nadie, sino como mero hecho de reflexión.
Y, respondiendo a la petición de Tulkas, le menciono que la Missa de Angelis, la Lux et origo, Requiem, el Iubilate Deo de Pablo VI ...y otras piezas gregorianas (introito, antífonas etc.) se conocen y se utilizan en al menos un seminario de España (seguro que en más). Y en éste, el canto gregoriano se conjuga con la polifonía clásica (Palestrina o Vitoria) y el canto popular y/o moderno, que guardando las debidas formas respeta el carácter sagrado de la Liturgia de la Iglesia.
Vaya a Pamplona y pregunte. Mire en Córdoba e infórmese, o quédese por el centro de la península y quizá se sorprenda.
Por último, es cierto que queda mucho camino, y que yo sigo viendo mucha dificultad. 30 años (que para la gente ya es toda la vida) cantando "alabaré" (bis) son difíciles de extirpar, y los prejuicios: latín - antiguo - superado...pues no ayudan
Gracias d. Raúl por ayudarnos, o al menos por recordarnos el camino de la belleza que marca la Iglesia. Totalmente de acuerdo con Ud.
Se te olvidó mencionar la Salve Regina simple...
La cuestión que yo planteo sigue en pie: el canto litúrgico no forma parte de la formación "seria" de los Seminarios.
Remítame un curriculum de un Seminario español donde el estudio del canto liturgico ocupe un puesto relevante y los seminaristas salgan formados en este ambito, con familiaridad suficiente con el corpus gregoriano como en los sesenta, y cierro la boca.
Luego emplea Teófili como argumento contra la educación musical seria de los curas eso de que "sólo una cosa es necesaria". Y???? Por extensión se podría aplicar tb al estudio de la filosofía o de la teología. Total, para qué estudiar seis años si "solo unum necessarium".
Venga ya, Teófilo. Aquí hablamos en serio, con mejor o peores pulgas, pero en serio.
Estoy a la espera del curriculum.
Si bien yo abogo y añoro una disciplina más enérgica y clara en el tema de la música sagrada y en tantos otros dogmáticos y morales por parte de nuestra legítima jerarquía, soy también consciente de que la precipitación en estos temas tan delicados podría llevarnos a actuar con las mismas armas (actitudes) revolucionarias con que se nos infiltraron algunos indeseables causando el caos litúrgico, moral y doctrinal que todavía seguimos sufriendo en la actualidad. O sea, que estaríamos respondiendo al mal con mal, lo cual no es nada evangélico y nunca daría los frutos que Dios desea. El mal se vence con la sobreabundancia de bien.
Esto no quita para que sea cierto lo que afirma Tulkas sobre la ausencia de un magisterio más expedito e insistente sobre estos temas tan importantes. No parece, en efecto, que "estemos muy ello" institucionalmente, aunque modestísimamente otros aportamos nuestro granito de arena y sí intentamos con todo nuestro corazón estar en ello. Algún día el pequeño David volverá a vencer a Goliat. Si no en esta vida, en la otra. Pero será con una insignificante honda. . . esa es nuestra PACIENCIA, la única con la que salvaremos nuestras almas, como decía Jesús.
Como pide seriedad, permítame que no le responda a lo de que argumento "contra" la educación musical seria. Creo que pensamos sustancialmente igual, con diferentes "pulgas".
Y sí: como en los 60 ninguno de los que yo conozco.
PS: y el Pange lingua...
Decida el moderador si el comentario merece la pena.
Me meto, en todo caso, con sus cabezas, en las que basta que haya tres cosas:
1.-latin
2.-canto liturgico
3.-saber celebrar
Y eso suele ser precisamente lo que, pir defecto de formación académica, falta.
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