(169) Sobre la “marcha atrás” del obispo holandés, de cuyo nombre no quiero acordarme…
“La Iglesia no va a ser rescatada de la actual crisis por los obispos, ni los sacerdotes, ni los religiosos, sino por los laicos", (Monseñor Fulton Sheen.)
Ayer habíamos dado un post sobre la bendición sacrílega que el (mon)señor Gerard de Korte, de la diócesis de Bolduqu, realizaría al presidir una celebración ecuménica-homosexual en la catedral, como parte del programa oficial del “Orgullo Gay” (“roze zaterdag 2017”, o “Sábado Rosa”).
Luego retiramos este post porque según parece, se ha “retirado el permiso” (aunque el anuncio original sugería una suerte de “bendición”…) gracias a que un buen puñado de laicos que por lo visto no necesitaba “discernimiento de género” ha plantado cara dando testimonio del escándalo que tal cosa suponía.
En una lectura rápida, lo primero que surge es la acción de gracias porque objetivamente, no se llegó a bastardear la Catedral con la aquiescencia del “pastor” ante el obsceno espectáculo de las hienas.Ayer formulábamos una inquietud, creyendo que se llevaría a cabo lo programado: “¿Quién cuidará y consolará las almas de los católicos fieles que permanezcan en Holanda?¿Reaccionarán? ¿Habrá alguno todavía?…” Gracias a Dios, esto ha sido sobradamente respondido, mostrándonos que hasta en Holanda aún el Señor puede encontrar todavía católicos dignos y fieles, que pese al grado de corrupción alcanzada, no han vendido su alma al mundo. Llama la atención que una de las notas de preocupación que denota la misiva episcopal, se refiera a una cierta “serenidad no garantizada”, lo que sugeriría la presencia de católicos “de verdad”, a quienes no les deben haber podido vender el discurso pacifista, hoy tan esgrimido cuando de traiciones y apostasía se trata.
Hace unos cuantos años, cuando todavía un grupo de fieles se encontraba cada año para proteger las puertas de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires (pues Argentina fue pionera de estas manifestaciones demoníacas, ya por los ‘90) ante las hordas sodomitas que amenazaban ingresar, no faltó en nuestra liberal jerarquía argentina (¿amigos del obispo holandés?…) quien diga que “los violentos están de este lado de las vallas”… Eran de esa estirpe también; porque repudian la paz de los chiqueros, eran criollos convencidos de que la Paz de Cristo sólo se gana mediante la Cruz gloriosa, y no en espurios acuerdos de connivencia con el pecado. Ya por entonces asomaba entre las banderitas “arcoiris” la consigna del “Ni una menos” (quien no lo crea, puede verlo aquí), que unos años después aplaudirían entusiastas algunos obispos despistados (¡pero qué despiste, señores..!), confundiendo a la grey.
Hoy esa pretendida “serenidad” que alude el obispillo holandés es sancionada en documentos con sellos episcopales y celebrada con “marchas” en las que se confunde de manera infame procacidad con alegría.
Lo cierto es que si miramos bien la justificación del “retiro de permiso” que ha hecho pública este hombre, uno no puede sino sacar varias conclusiones:
- Ante todo, por supuesto, destacar y reafirmar el gran valor del laicado fiel: no hay que acostumbrarse. No hay que bajar los brazos. No hay que dejarlos avanzar en la apostasía, por mitrados que sean, pisoteando una Fe que no les pertenece, sino que se les ha dado como depósito para custodiar y transmitir íntegra. No es tiempo de claudicación, sino de combate intenso, sabiendo que el enemigo no siempre está fuera de la Iglesia; esta es una guerra sin tiempo, pues así es como procede la Revolución. Tras la máscara de apertura y mansedumbre, muchos son tremendamente cobardes, esclavos del respeto humano.
- En la confusión reinante, muchas veces oímos hablar por ahí de los cristianos fieles como de gente que siembra la división, o que por no plegarse a los nuevos aires heterodoxos y heteroprácticos, amenaza la unidad de la Iglesia. Pues bien; en pocas líneas, se ve en esta carta que es el presunto pastor quien se distancia del rebaño a él confiado, refiriéndose a él en tercera persona: “Para ellos, la catedral es el símbolo de nuestra diócesis…” A buen entendedor, pocas palabras: debemos colegir entonces que “para el sr. Obispo la catedral no es sino un edificio público más”. Porque no tienen la fe de la Iglesia, no son pastores sino mercenarios. Son ellos los que han abandonado a la Esposa para amancebarse con las meretrices de turno.
- Un detalle más: este representante de la estirpe de Judas -hoy tan saludable y mediática-, pensaba asociar en su demagogia el ecumenismo torcido con la degeneración. En la carta de marras, lejos de mostrar preocupación por haber cometido un error, o de disculparse con la feligresía por un paso torcido en el “celo pastoral” desordenado, tiene por el contrario todos los visos de un pedido de disculpas a la comunidad ecuménico - homosexual, verdadero interlocutor suyo, más que sus propios fieles. Ahora bien, ¿cuándo le pedirá disculpas a éstos, que deberían ser sus más interesados interlocutores?
- Finalmente, algo más que llama sobremanera la atención, es la razón de fondo para dar marcha atrás: “está en juego las buenas relaciones dentro de la comunidad religiosa (…) por el bien de la unidad de la diócesis…”. En primer lugar, se refiere a una presunta “comunidad religiosa”, que no es su propia grey, sino una comunidad civil, compuesta de diferentes credos. En el 2011 se informaba que “un tercio de las 900 iglesias holandesas han sido demolidas, otras 300 ocupadas por nuevas formas de fe y las restantes convertidas en apartamentos, bares, restaurantes, oficinas, Night Clubs, debido a que el número de fieles disminuye rápidamente.” Hoy hay aproximadamente 400 mezquitas. También hay una numerosa comunidad judía, y bastante gente que practica el Budismo o Hinduismo.
Ahora bien: ¿por quiénes se hace responsable este obispo?… ¿Se trata de un representante de la unidad de la Iglesia o de la comunidad meramente civil?… Un poco más adelante, se referirá a la unidad de la diócesis, y en este aspecto nos volvemos a preguntar, qué papel juega aquí una unidad superior a ésta, que es la unidad de la Iglesia universal.
- ¿Qué valor tienen ya las respectivas unidades de las diócesis, cuando la unidad de Fe, la concepción de “Iglesia Una y Católica” se va desdibujando? ¿O será que estamos asistiendo a un renacer de las “iglesias nacionales” -esto es, protestantizándonos-, en que cada una mira por su bien temporal como una “quintita”, conformándose con que ésta no entorpezca demasiado la “pacífica convivencia”? ¿No era que había que terminar con la idea de los obispos como príncipes renacentistas? ¿Y qué hay de los que administran sus diócesis como feudos, desgajados del tronco, que es la fe común, profesada y vivida?.
- En relación con dicha unidad primordial, nos preguntábamos en el post de ayer: “¿Y pasará algo con este señor?¿Alguien lo llamará al orden? Mmm….tal vez podamos elevar una carta a la Pontificia Academia por la Vida, o llamar al General de los Jesuitas a poner “claridad evangélica” en el asunto…¿no?” Estas preguntas también han sido sobradamente respondidas. No parece que alguna Jerarquía superior le haya llamado a la reflexión para volver sobre sus pasos sino que sólo se dejó oír el balido quejumbroso de las ovejas…
En fin, si algo bueno hay en este siniestro baile de máscaras es que la división de aguas se hace cada vez más patente.
Dejo a consideración del lector, para terminar, la observación de una “coincidencia” que no hay que pasar por alto: la fecha elegida para la marcha y ceremonia ecuménica –que sigue en pie aunque no sea ante la Catedral- es nada menos que la fiesta del Corazón Inmaculado de María, en este año tan fuertemente mariano…
Algún comentarista preguntaba qué tendrá que ver el ecumenismo con los homosexuales. La respuesta tal vez la vea claramente en La que representa la antítesis a ambos, como a toda infidelidad: María Santísima, la siempre fiel, la Purísima, Vencedora de todas las herejías, y Espejo de Justicia.
Y sabemos que a este Corazón Inmaculado le corresponde la última Victoria, porque de Dios nadie se burla.
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17 comentarios
Hay que reparar porque sino esos pobres pecadores lejos de arrepentirse aumentaran en cantidad y gravedad sus ofensas a Dios que ya esta muy ofendido. La lucha empieza por nosotros para mantenernos en gracia, no dejemos de rezar el Santo Rosario todos los dias.
infokratia.custodio.ws/infokratia/la-inmaculada-concepcion-patrona-de-espana
y una crónica detallada y extensa en:
infokratia.custodio.ws/documentos/el-milagro-de-empel-en-los-anales-del-capitan-alonso-vazquez
PS.: Aunque no tiene que ver —directamente— con el tema, ¿a alguien más se le ha azulado alguna imagen de la Virgen de Fátima? Ya llevo contados cuatro casos de primera mano.
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V.G.: Muchas gracias por los links, JCA.
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V.G.: Gracias por su comentario. Dios lo bendiga y lo sostenga con su gracia, Guillermo.
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V.G.: Para Dios y su gracia NADA es imposible, Omar, especialmente por medio del Corazón Inmaculado de María, que debe ser nuestro seguro refugio, escudo y trinchera. Ella pisotea la cabeza de la Serpiente, que busca amedrentarnos y sobre todo, hacernos perder la esperanza. Mil gracias por tu testimonio. Te aseguro mi oración, y me confío sinceramente a las tuyas.
Saludos cordiales.
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V.G.. Muchas gracias M. Rosa!
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