¡Una Rata en la Buhardilla!

Un Hallazgo Desagradable

¡Horror! Un hallazgo desagradable enturbió los festejos de Año Nuevo dentro de la Buhardilla de Jerónimo. ¡Los sonidos extraños en las noches no se debían a la presencia de Almas en Pena setenteras en pos de alguito del calor de la Reforma de la Reforma que les sirva para quemar Purgatorio, ni las páginas faltantes en boletines parroquiales, libros de Henri de Lubac y cancioneros de Monseñor Cesáreo Garabaín obedecían al sobrecelo de alguno de los ancianos Buhardilleros!

No.

Había una Rata.

-Domestícame - dijo la Rata

Era una Rata también anciana que nadie sabe desde hacía cuanto había sentado sus reales en esta venerable Buhardilla católica. Imbuidos de espiritualidad franciscana, sus habitantes decidieron preservarla dentro de una jaula –para evitar mayores destrozos- y proveerla de una rueda sin fin y de queso cotidiano. Pronto, en medio del tedio omnipresente de este Siglo de Redes Sociales y cataratas de chácharas e imágenes ociosas y sin sentido, empezaron a conversar con aquella feral mascota. Y no sabemos si será algún delirio de la edad, pero la Rata les respondió.

Como una nueva Burra de Balaam, la Rata habló sensatamente y sus respuestas merecieron ser compartidas con el pueblo.

Así que a partir de ahora existirá en la Buhardilla un rato para la Rata.

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