La persecución Religiosa en la provincia de Jaén 1936-1939
Titulo: La persecución Religiosa en la provincia de Jaén 1936-1939
Editorial: Obispado de Jaén, Comisión Diocesana de la Causa de los Santos
Año edición: 2010
Imprime: Gráficas La Paz, de Torredonjimeno
Todas las diócesis españolas tienen un deber de justicia con la historia más reciente de España. En algunas se consiguió hacerlo a tiempo. Ahora le toca a Jaén.
Largos esfuerzos
Desde los primeros meses de la contienda civil de 1936 a 1939 en la diócesis de Jaén se mataron al obispo diocesano don Manuel Basalto Jiménez, a miembros del Cabildo Catedralicio, a párroco, coadjutores, capellanes, seminaristas, seglares vinculados a la Acción Católica.
Siempre se ha deseado destacar el nombre y apellidos de aquellos valientes que derramaron su sangre por amor a Cristo y su Iglesia. Las indagaciones primeras estaban llenas de lagunas y de errores.
El trabajo de muchos años ha tenido la ofrenda libre del trabajo desinteresado por encontrar y rastrear la verdad de los acontecimientos históricos de aquellos testigos de la fe en el Señor en la diócesis de Jaén.
Aportaciones claves
Una de las misiones fundamentales las llevó a cabo el sacerdote don Juan Montijano Chica, quien con una pobreza de medios, indagó hasta donde pudo y facilitó en papeles manuscritos la futura historia de los mártires de la Guerra Civil.
Estos apuntes sirvieron para que don Antonio Montero Moreno, arzobispo emérito de Mérida-Badajoz, hiciera la gran obra titulado Historia de la Persecución Religiosa en España 1936-39, editada por la BAC.
En el apartado referido a la diócesis de Jaén se recoge el conjunto de las investigaciones del señor Montijano, que en paz descanse.
El empeño de los obispos
Varios obispos desearon compilar la historia de la persecución religiosa giennense. Hasta que don Ramón del Hoyo ha sido quien ha propiciado y alentado la publicación del libro que se presenta en público en la tarde del día 18 de junio de 2010 en la sacristía de la Santa Iglesia Catedral.
La Comisión Diocesana de la Causa de los Santos, capitaneada por don Antonio Aranda Calvo, ha sido la impulsora de esta obra, que abarca 558 páginas.
El autor del libro
Es miembro de la Comisión Diocesana de la Causa de los Santos. Don Manuel López Pérez nació en Jaén, en el barrio de San Ildefonso. Hijo de un maestro de escuela de los de entonces, desde niño se inclinó por la historia local. Fue alumno del desaparecido colegio de San Agustín, donde estudió bachillerato, pasando luego a estudiar lo mismo que su padre: la carrera de maestro.
Don Manuel es un maestro de vocación. Su trayectoria profesional le llevó a conocer a su esposa Amparo Arandía, otra maestra de la vieja escuela, con quien compartirán el nacimiento de tres hijas.
El señor López Pérez es autor de una larga ristra de libros sobre la historia local. Es cronista oficial del pueblo de Los Villares. Ha publicado artículos exquisitos en la prensa local sobre asuntos de actualidad o de la historia propia de esta tierra. Posee el honor de ser el primer Director de la Academia Bibliográfico-Mariana “Virgen de la Capilla, así como miembro de número del Instituto de Estudios Giennenses donde ejerció de secretario general.
Con la placidez de la jubilación profesional, Don Manuel ha coronado una obra anhelada por él durante muchos años. Para ello se ha rastreado archivos, ha entrevistado a muchas personas y ha tenido la paciencia benedictina de ponerlo todo en serias fichas de trabajo intelectual y de investigación histórica.
El contenido del libro
A lo largo de 558 páginas, se recoge una primera parte en la que se hace un estudio de los tiempos previos a la persecución religiosa durante la Guerra Civil, demostrando con hecho reales cómo cuando se siembran vientos se recogen tempestades, que saltarían en los borrascosos y trágicos años de la guerra fratricida.
En la segunda parte se expresan todos los asesinados durante los meses bélicos. Comienza el obispo don Manuel Basalto Jiménez y continúan todos los sacerdotes y laicos que dieron su vida por Cristo y su Iglesia. Son fichas, unas más ampliadas, otras menos, aportando las fuentes donde se ha rastreado toda la información.
Como en aquellos años la fotografía estaba poco desarrollada y popularizada, en algunos casos se presentan la imagen del mártir. En otros un pequeño dibujo. Y en la mayoría se echa de menos la correspondiente ilustración.
La búsqueda es relativamente fácil pues usa el sistema alfabético. En la tercera parte del libro se presentan los pueblos, por el mismo orden del alfabeto, donde tuvieron lugar los hechos, o donde ejercían el sacerdocio los valientes que dieron su vida por amor a Cristo y su Iglesia.
Todo el volumen acaba con una serie de apéndices necesarios para coronar una obra de verdadera categoría intelectual que era de justicia disponer en la diócesis de Jaén.
Mi opinión personal
Tras haberme embaulado el libro lo considero una obra imprescindible, tanto para conocer la historia reciente de la Iglesia martirial en Jaén, como para el futuro dejando un pasado que nadie debe olvidar, para evitar que se vuelva a repetir.
Creo que toda esta obra está tan lejos de los actuales aires de la llamada “memoria histórica” que zambullirse en ella no se encontrará ningún rasgo de venganzas, ni de partidismos, ni de revanchismos, solamente resplandece la historia pura y dura con los datos objetivos que ésta suministra, sabiendo que la historia siempre es maestra de la vida. Nunca la madrastra de la vida.
Tomás de la Torre Lendínez
16 comentarios
"La Verdad os hará libres". Qué bonitas palabras en estos tiempos donde no se descubre la Verdad.
Mucha "democracia", "libertad religiosa", "alianza de civilizaciones" y qué poquita verdad.
Un abrazo, hermano
En las páginas 524 a 529 se hace mención de los laicos miembros de Acción Católica, o no y los ministros o servidores del culto, también, laicos que fueron fusilados en aquellos terribles años. Uno de ellos, José María Poyatos Ruiz, de Rus, tiene abierto el proceso de beatificación, junto al obispo y otros sacerdotes y un seminarista.
Esperemos que pronto los veamos en los altares.
Es otra clase de memoria histórica: la del amor.
Obispado de Jaén
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Teléfono: 953 23 00 36
Fax.: 953/ 23.00.39
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Francisco.
debemos tener libros distintos pues lo tengo delante y las paginas que mencionas no comenta nada de los seglares. Habla de las iglesias y de los conventos del destino de las monjas y poco mas. Nada del sufrimiento de cientos de familias que no pudieron huir y que padecieron el terror de la izquierda. Miembros de la izquierda que acudian un dia si y otro tambien a sus viviendas para registrarlas y saquearlas. Temiendo que les encontrasen algun signo religioso. Sin hablar de los famosos pioneros que perseguian a pedradas a los hijos de los catolicos o de derechas. Como habia familias que se casaban por la iglesia dentro de una despensa por temor a ser oidos y delatados. O como la quinta columna llevaba la comunion a las personas. En definitiva, muchas anecdotas que si no se recogen se perderan para siempre.
Yo, repito, lo veo bien pero muy corto y sobretodo que deja a un lado a los laicos.
Un saludo.
El libro que estamos hablando lleva un subtitulo clave: Aproximación para su estudio.
Aquí está la llave de que este volumen está abierto a la permanente investigación sobre un asunto tan importante como la persecución religiosa en la provincia y diócesis de Jaén en aquellos años.
Me consta que, una vez editado el libro, han aparecido unas cartas de uno de los mártires que son absolutamente interesantes.
Al ser un tema abierto, este libro es solamente un comienzo, pero muy bien hecho y necesario.
Donde dije que "la persecución religiosa comenzó en los años 40" quería decir al comienzo de los años 30.
En 1934 ya fueron vilmente asesinados 9 Hermanos de la La Salle, con su capellán, el pasionista P. Inocencio de la Inmaculada. Los 10 fueron beatificados en 1990 y canonizados en 1999. Son los "Santos Mártires de Turón". Aún no había comenzado la guerra...
Reitero: éstos y los demás no son "Mártires de la Guerra Civil", fueron Mártires de su fe en J.C.
Por otra parte quiero decir "Francisco" que hace un comentadio del Sacerdote Don Juan Rubio, Director de Vida Nueva, que está bien equivocado. Juan Rubio está convencido del valor martirial de tantos hermanos nuestros sacerdotes y espera la acasión para publicar en su medio sobre esta materia. Gracias.
Además,¡qué bien sirve el muy proletario a la empresa multinacional ¿católica? SM, (antes Soc.Marianista). Vamos, la de la educación para la ciudadanía del laicista Marina, la de los "catecismos musulmanes" la de los textos para los nazionalistas y no nazionalistas de la Fere, la patronal de los concertados, antes católica.
La gran pena interior de Juan Rubio Fdez. y sus adlateres de "Vida Nueva" actual es la de que las ideologías que llevaron al martirio a sacerdotes, religiosos, católicos comprometidos... son aquellas con las que ha coqueteado él desde siempre y digo coqueteado por por ser "políticamente correcto", como se dice ahora, con él. Le hubiera encantado que los martirizados hubiesen sido a manos del general Franco y los de su bando. En fin, es una durísima penitencia que tiene que llevar el pobre por y para siempre.
Por cierto, acabo de leer con gran deleite su "refrito oportunista" sobre el beatificado Lolo, ahora todos los oportunistas se suben a este carro, que durante décadas estuvo prácticamente olvidado, del cual escribe un 10% de cosecha propia, siendo generosos , pues por lo demás lo único que hace al igual que en casi todos sus libros, es copiar y pegar grandes párrafos de las obras de Lolo. Un Lolo, al que le roba su verdadera memoria histórica durante la república y la persecución en la guerra, descafeinando todo lo ocurrido entorno al beatificado periodista en ese periodo crucial de su vida. Incluso le "perdona la vida", cuando se refiere a los textos que escribió Lolo sobre los horrores de "los republicanos", eran pecadillos de Lolo, fruto del momento nacionalcatólico... El único héroe para él,en la vida de Lolo en esa época parece ser que fue el primer alcalde socialista de Linares en 1979.¡Es que es muy zorrillo el tío!
Por otra parte, espero con urgencia, que el cura Juan, y sus ayatollas y mulás de Andújar, emitan un nuevo libro acerca de la devoción cabal, verdadera, ortodoxa, de la buena, que se debe rendir a la Virgen de la Cabeza. Pues durante muchos años ha habido herejías y heterodoxias al respecto que hay que eliminar a toda costa, aún saqueando de la manera más villana la historia de esta devoción.
Tienen que guiarnos sobre ello y mucho. Es conveniente, justo y necesario.
Ya se sabe, que al cura Juan y sus amigos les gustan los heterodoxos, herejes y agnósticos, pero siempre que sean de izquierdas, cuestionen a los Papas, al Magisterio... Al resto, a los que no comulgan con la progresía o el marximo teológico y liberador los ha intentado empalar siempre.
Francisco.
La persecución siguió a los pocos días con la expulsión del Cardenal Segura y las leyes asfixiantes contra todo lo católico.
En 1934, aparte de los muchos asesinados por su fe, quemaron todo lo católico que se encontraron, que lo cuenten a los asturianos, profanando la Camara Santa de la Catedral de Oviedo entre otras lindezas.
Claro como en la Fere (patronal de los concertados) no enseñan nada de esto, pues así nos va a todos.
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